COVID-19: ¿quién está a un mayor riesgo para los síntomas de gravedad?

Los síntomas de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) pueden variar mucho. Algunas personas no presentan ningún síntoma. Sin embargo, otras se enferman tanto que necesitan permanecer en el hospital y es posible que en algún momento necesiten una máquina para respirar.

El riesgo de tener síntomas peligrosos de COVID-19 puede ser más alto en personas mayores. El riesgo puede aumentar en las personas de cualquier edad que tienen otros problemas de salud graves, como afecciones cardíacas o pulmonares, un sistema inmunitario debilitado, obesidad o diabetes. Esto es similar a lo que se ve con otras enfermedades respiratorias, como la gripe (influenza).

Cada uno de estos factores puede aumentar el riesgo de tener síntomas graves de COVID-19. No obstante, las personas que tienen varios de estos problemas de salud tienen un riesgo incluso mayor.

Edad avanzada

Las personas de todas las edades pueden contagiarse del virus que causa la COVID-19. Sin embargo, lo más habitual es que afecte a los adultos de edad mediana y a los mayores. El riesgo de presentar síntomas peligrosos aumenta con la edad, y las personas de 85 años y más tienen un mayor riesgo de presentar síntomas graves. En los Estados Unidos, aproximadamente un 81?% de las muertes por esta enfermedad fue entre los mayores de 65 años. Los riesgos son aún más altos para las personas mayores cuando tienen otras afecciones médicas.

Toma todos los medicamentos según las indicaciones. Considera elaborar un plan de atención médica que contenga información sobre las enfermedades que tienes, los medicamentos que tomas, el nombre de los profesionales de la salud que te tratan y los contactos de emergencia.

Las personas que residen en asilos de ancianos y convalecientes tienen un riesgo alto porque suelen presentar varios problemas de salud y tienen más edad. Además, los microbios pueden propagarse con mucha facilidad entre las personas que viven en proximidad con otras. Si vives en un asilo de ancianos y convalecientes, sigue las pautas para prevenir infecciones. Pregunta sobre las medidas de protección para los residentes y las restricciones para los visitantes. Avisa al personal si te sientes enfermo.

Las personas mayores también son más propensas a tener la enfermedad de Alzheimer. La enfermedad de Alzheimer puede dificultar que recuerden las precauciones que se recomendaron para prevenir la infección.

Problemas pulmonares, incluida el asma

La COVID-19 afecta los pulmones. Así que es más probable que presentes síntomas graves si ya tienes problemas pulmonares crónicos, como por ejemplo:

  • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
  • Cáncer de pulmón
  • Fibrosis quística
  • Fibrosis pulmonar
  • Asma moderada a grave
  • Hipertensión pulmonar
  • Embolia pulmonar

Algunos medicamentos para estas afecciones pueden debilitar el sistema inmunitario. Sin embargo, es importante que sigas tomando tus medicamentos de mantenimiento para controlar los síntomas de la mejor manera posible. Se recomienda que hables con el profesional de la salud sobre cómo obtener un suministro de emergencia de medicamentos con receta médica, como inhaladores para el asma.

Asimismo, evitar aquello que empeora el asma puede ser útil. Los desencadenantes del asma pueden variar según la persona. Algunos ejemplos son el polen, los ácaros del polvo, el humo y el aire frío. Las emociones fuertes y el estrés pueden desencadenar ataques de asma en algunas personas. Otras se ven afectadas por los olores fuertes, así que asegúrate de que el desinfectante que usas no sea un desencadenante del asma para ti.

Además de ser un desencadenante del asma, fumar o vapear puede dañar los pulmones e inhibir el sistema inmunitario, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves con la COVID-19.

Cardiopatía

Muchos tipos de enfermedades cardíacas pueden hacerte más propenso a desarrollar síntomas graves de la COVID-19. Estos incluyen los siguientes:

  • Miocardiopatía
  • Enfermedades cardíacas congénitas
  • Insuficiencia cardíaca
  • Enfermedad de las arterias coronarias

Continúa tomando los medicamentos tal cual se te indicó. Si tienes hipertensión arterial, el riesgo puede ser mayor si no controlas tu presión arterial ni tomas los medicamentos como te indicaron.

Afecciones del cerebro y del sistema nervioso

Algunas afecciones que afectan al cerebro o al sistema nervioso pueden aumentar el riesgo de desarrollar síntomas graves de la COVID-19.

Algunas de ellas son:

  • Accidente cerebrovascular
  • Demencia

Diabetes y obesidad

La diabetes tipo 1 o tipo 2 aumenta el riesgo de tener síntomas graves de la COVID-19. Tener un mayor índice de masa corporal, considerado como sobrepeso, obesidad u obesidad extrema, también aumenta este riesgo.

Tanto la obesidad como la diabetes reducen la eficiencia del sistema inmunitario de una persona. La diabetes aumenta el riesgo de infecciones en general. Este riesgo puede reducirse al mantener controlados los niveles de glucosa en la sangre y continuar tomando los medicamentos y la insulina para la diabetes. Si tienes sobrepeso u obesidad, trata de bajar de peso llevando una alimentación sana y haciendo actividad física con regularidad.

El cáncer y ciertos trastornos sanguíneos

Las personas que actualmente padecen cáncer corren y mayor riesgo de desarrollar una COVID-19 más grave. Los tratamientos varían según el tipo de cáncer y el tratamiento que estés recibiendo.

La anemia de células falciformes es otra enfermedad que aumenta el riesgo de padecer síntomas graves de COVID-19. Cuando padeces este trastorno heredado, tus glóbulos rojos se endurecen, se ponen pegajosos y adoptan la forma de la letra "C". Estos glóbulos rojos deformados mueren antes de tiempo, entonces el oxígeno tampoco puede ser transportado por todo el organismo. Además se producen obstrucciones dolorosas en pequeños vasos sanguíneos.

Cuando padeces otro trastorno heredado de la sangre, llamado talasemia, también podrías ser más propenso a experimentar síntomas graves de COVID-19. Cuando padeces talasemia, tu organismo no genera suficiente hemoglobina y esto afecta la capacidad de los glóbulos rojos de transportar oxígeno.

Sistema inmunitario debilitado

Un sistema inmunitario saludable combate los microbios que causan las enfermedades. Pero hay muchas afecciones y tratamientos que pueden debilitar el sistema inmunitario, incluidos los siguientes:

  • Trasplantes de órganos
  • Tratamientos oncológicos
  • Trasplante de médula ósea
  • VIH o SIDA
  • Uso de prednisona o medicamentos similares a largo plazo, ya que debilitan el sistema inmunitario.

Si tienes un sistema inmunitario debilitado, quizás tengas que tomar más precauciones para evitar el virus que causa la COVID-19. Las citas rutinarias de atención médica se pueden posponer o se pueden hacer por teléfono o por videoconferencia. Tal vez quieras pedir tus medicamentos por correo, así no tienes que ir a la farmacia.

Enfermedad renal o hepática crónica

La enfermedad renal o hepática crónica puede debilitar el sistema inmunitario, lo que podría aumentar el riesgo de enfermarte gravemente con COVID-19. Además, tener síntomas graves de COVID-19 y tomar medicamentos para el tratamiento de la enfermedad quizás tenga efectos negativos para el hígado.

Si te haces diálisis por enfermedad renal crónica, ve a todas tus citas para diálisis. Infórmale a tu médico si no te sientes bien.

Enfermedades de salud mental

Es posible que las personas con afecciones de salud mental, como depresión y trastornos del espectro de la esquizofrenia, tengan más probabilidades de desarrollar síntomas graves de COVID-19.

Síndrome de Down

Las personas con síndrome de Down tienen más probabilidad de desarrollar infecciones pulmonares en general, por lo que son particularmente vulnerables a la COVID-19. Asimismo, presentan un mayor riesgo de ya tener varios de los problemas de salud asociados a la aparición de síntomas graves de la COVID-19, incluidas las enfermedades cardíacas, la apnea del sueño, la obesidad y la diabetes.

Muchos adultos con síndrome de Down viven en asilos de ancianos y convalecientes, donde puede ser más difícil evitar la exposición a los gérmenes de otros residentes y del personal. El síndrome de Down también suele afectar las capacidades intelectuales, por lo que puede ser más difícil para estas personas seguir las medidas de prevención.

Protégete y prevén los riesgos innecesarios

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan la vacuna contra la COVID-19 para todas las personas a partir de los 6 meses. La vacuna contra la COVID-19 reduce el riesgo de morir o de presentar un cuadro grave de la enfermedad causada por la COVID-19. Reduce tu riesgo y el riesgo de que puedas contagiar a las personas que te rodean. Las vacunas contra la COVID-19 disponibles en los Estados Unidos son las de Moderna, Pfizer-BioNTech y Novavax.

  • Las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech contra la COVID-19 se basan en la cepa original del virus que causa la COVID-19 y en la variante ómicron de la cepa original del virus.
  • La vacuna de Novavax contra la COVID-19 se basa en la cepa original.

El cronograma de vacunación contra la COVID-19 depende de la edad, el sistema inmunitario y las vacunaciones previas de cada persona. En general, las personas de 6 meses a 11 años pueden recibir las vacunas de Moderna o Pfizer-BioNTech contra la COVID-19. Las personas de 12 años o mayores pueden elegir las vacunas de Moderna, Pfizer-BioNTech o Novavax contra la COVID-19.

Se considera que estás al día con las vacunas contra la COVID-19 dependiendo de tu edad y el tipo de vacuna, como se detalla a continuación:

De los 6 meses a los 5 años

  • Los niños de 6 meses a 4 años están al día si recibieron 3 dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra la COVID-19 y al menos una de ellas incluyó la variante ómicron.
  • A los 5 años, los niños que recibieron la vacuna de Pfizer-BioNTech contra la COVID-19 están al día si recibieron al menos una dosis que incluyera la variante ómicron.
  • Los niños de 6 meses a 5 años que recibieron la vacuna de Moderna contra la COVID-19 están al día después de dos dosis, siempre y cuando al menos una incluyera la variante ómicron.

Personas de 6 años o mayores

  • Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan que todas las personas de 6 años o mayores reciban una dosis de la vacuna que incluya la cepa ómicron. Esto es adicional a cualquier otra vacuna contra la COVID-19 que se te haya administrado antes.
  • Se considera que las personas mayores de 6 años con sistemas inmunitarios normales están al día si recibieron una dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech o de Moderna contra la COVID-19.
  • Las personas de 12 años o mayores que eligen la vacuna de Novavax están al día después de dos dosis. Sin embargo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan que dichas personas reciban una dosis de la vacuna actualizada de Pfizer-BioNTech o de Moderna contra la COVID-19 al menos dos meses después de la última dosis de Novavax.
  • Si originalmente se te administró la dosis de Janssen y Johnson & Johnson, debes recibir una vacuna actualizada de Moderna o de Pfizer-BioNTech contra la COVID-19 para estar al día.

Las personas que tienen un sistema inmunitario debilitado podrían necesitar una o más dosis adicionales de una vacuna contra la COVID-19.

Si tienes el sistema inmunitario debilitado o tienes un mayor riesgo para un cuadro grave de la enfermedad, usa una mascarilla que te proporcione la mayor protección posible cuando te encuentres en un área en la que hay muchas personas hospitalizadas por la COVID-19. Consulta con el profesional de la salud para saber si debes usar una mascarilla cuando te encuentres en un área donde hay pocas personas hospitalizadas por la COVID-19.

Hay muchas precauciones que puedes tomar para reducir el riesgo de infección por el virus de la COVID-19 y reducir el riesgo de trasmitirla a otros. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos recomiendan tomar estas precauciones para evitar la COVID-19:

  • Recibe la vacuna. Las vacunas contra la COVID-19 reducen el riesgo de contraer y contagiar esta enfermedad.
  • Evita el contacto cercano con otras personas. Evita estar cerca de cualquier persona que esté enferma.
  • Mantener distancia con los demás si tienen la COVID-19 cuando estés en espacios públicos cerrados si no tienes el esquema de vacunación completo. Esto es especialmente importante si tienes un mayor riesgo de presentar un cuadro grave de la enfermedad.
  • Lávate frecuentemente las manos con jabón y agua por lo menos durante 20 segundos o usa un desinfectante para manos a base de alcohol que contenga al menos un 60 % de este.
  • Usa una mascarilla en espacios públicos cerrados si te encuentras en un área donde hay muchas personas hospitalizadas por la COVID-19.
  • Cúbrete la boca y la nariz con el codo o un pañuelo desechable cuando tosas o estornudes. Desecha en la basura el pañuelo que usaste. Lávate las manos de inmediato.
  • Evita tocarte los ojos, la nariz y la boca.
  • Si estás enfermo, evita compartir platos, vasos, toallas, ropa de cama y otros artículos de la casa.
  • Limpia y desinfecta regularmente las superficies que se tocan con frecuencia, como las perillas de las puertas, los interruptores de luz, los dispositivos electrónicos y las encimeras.
  • Quédate en casa y no vayas al trabajo, tampoco vayas a la escuela ni a lugares públicos si estás enfermo, a no ser que vayas al médico para recibir atención médica. Evita trasladarte en transporte público, taxis y servicios de viajes compartidos si estás enfermo.

Además de estas precauciones cotidianas, si tienes un mayor riesgo de infección o de síntomas graves por la COVID-19, es aconsejable que hagas lo siguiente:

  • Asegúrate de tener un suministro suficiente para al menos 30 días de los medicamentos que tomas habitualmente, tanto los de venta libre como los de venta con receta médica.
  • Verificar que tengas todas las vacunas al día, en particular las de la influenza y la neumonía. Estas vacunas no van a prevenir la COVID-19. Sin embargo, enfermarse de influenza o neumonía puede empeorar el resultado si también contraes la COVID-19.
  • Planifica una manera alternativa de comunicarte con el proveedor de atención médica en caso de que necesites quedarte en casa durante un tiempo. Algunos proveedores de atención médica ofrecen citas por teléfono o por videoconferencia.
  • Haz pedidos de comida a los restaurantes o tiendas de comestibles, así como pedidos de medicamentos, y solicita que te los lleven a casa o los dejen en un punto de entrega para ir a buscarlos, así evitarás las multitudes.
  • Llama al proveedor de atención médica si tienes preguntas sobre tus afecciones y la COVID-19 o si estás enfermo. Si necesitas atención médica de emergencia, llama al número local de emergencias o acude al departamento local de emergencia.
  • Llama al proveedor de atención médica si tienes preguntas sobre citas médicas que no sean una emergencia. Se te aconsejará sobre las opciones más adecuadas para ti, como una visita virtual, una visita en persona, el retraso de la cita médica u otras opciones.

Last Updated Nov 4, 2023


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