Cuidado: Consejos para cuidadores a larga distancia

Si tu vives a una hora o más de distancia de uno de tus padres (u otro pariente o amigo) que necesita atención, tal vez te preguntes qué puedes hacer para ayudar. Empieza por entender las opciones para el cuidado a distancia, que van desde la coordinación de los servicios hasta la provisión de un respiro para la persona principal encargada del cuidado.

Cómo empezar

La atención a distancia requiere comunicación regular, planificación minuciosa y comprensión de la función de cada persona. Reunirse personalmente o mediante una conferencia telefónica con la persona que recibe la atención, y con todos los familiares y amigos que participan en la atención, puede ayudar a abordar preguntas importantes:

  • ¿Cuál es el estado de salud actual de la persona que recibe la atención?
  • ¿Cuáles son las necesidades de atención actuales?
  • ¿Cómo podrían cambiar esas necesidades?
  • ¿Qué tipo de ayuda quisiera tener la persona que recibe la atención?
  • ¿Qué tipo de ayuda quisiera tener el cuidador principal?
  • ¿Qué recursos comunitarios o servicios profesionales se utilizan actualmente?

Planificación que apoye la prestación de cuidados a larga distancia

Los miembros de la familia deben verificar que los documentos legales, la información y los planes de emergencia estén en orden. Estos documentos ayudan a tomar decisiones futuras y pueden aclarar las funciones de cada persona encargada del cuidado o miembro de la familia. Estos documentos pueden incluir:

  • Poder notarial para la atención de la salud, que designa a las personas que pueden tomar decisiones médicas cuando la persona que recibe la atención ya no puede tomarlas
  • Instrucciones anticipadas para la atención médica, que permiten a una persona tomar decisiones sobre la atención futura
  • Testamento en vida, que registra las solicitudes personales relacionadas con la atención a pacientes terminales
  • Documentos que designan qué cuidadores pueden hablar sobre la atención médica con médicos o centros de atención y quién tiene permiso para ver los registros médicos en línea
  • Poder notarial médico para finanzas, que designa a una persona para manejar asuntos financieros cuando una persona que recibe atención ya no puede hacerlo
  • Información de contacto de médicos, centros de atención y otros profesionales de la salud
  • Lista de medicamentos, dosis, razones para tomarlos y nombres e información de contacto de los médicos que los recetaron
  • Plan de respaldo de funciones y responsabilidades si la persona principal encargada del cuidado no puede proporcionar cuidado
  • Plan de cuidado diario por escrito, actualizado según sea necesario, que explica los horarios, las rutinas y las tareas del cuidador para informar a las personas encargadas del cuidado en el hogar o a las personas sustitutas encargadas del cuidado

Lo que puedes hacer a distancia

Puedes hacer una serie de tareas a distancia que pueden apoyar a tus padres u otras personas que reciben atención, al cuidador principal y a los profesionales. Algunas de ellas son los siguientes:

  • Informarse. Haz tu propia investigación sobre cualquier enfermedad relevante para que puedas entender mejor su curso, las opciones de tratamiento y las necesidades de cuidado típicas.
  • Investigar los servicios. Investiga en línea y haz llamadas telefónicas para informarte sobre los servicios de cuidado en el hogar, servicios diurnos para adultos y servicios de relevo que proporcionan descansos para los cuidadores primarios. Ponte en contacto con la Agencia del Envejecimiento local para obtener ayuda y encontrar recursos locales.
  • Gestionar los seguros. Gestiona las llamadas o correspondencia necesarias para administrar las facturas médicas y las reclamaciones de seguros.
  • Pagar las cuentas. Haz que te envíen las facturas regulares o gestiónalas en línea.
  • Investigar las instalaciones de atención. Investiga las instalaciones de vivienda asistida o de cuidados de enfermería para planificar las necesidades de cuidados futuros.
  • Organizar conferencias telefónicas. Planifica conferencias telefónicas regulares con la familia u otros proveedores de atención médica relevantes para hablar de los cambios en las necesidades. Organiza llamadas familiares con el médico, el trabajador social u otros profesionales.
  • Proporcionar apoyo emocional. Ponte a disposición de un cuidador principal, escucha sus preocupaciones y frustraciones, y pregunta qué puedes hacer para apoyarle.
  • Mantener contacto. Escribe, llama o envía mensajes de video para mantenerte en contacto lo más posible con el receptor de los cuidados.
  • Visitar. Visita tan a menudo como pueda para pasar tiempo con el miembro de la familia que recibe los cuidados y para darle tiempo libre al cuidador principal. Infórmate sobre la posibilidad de tomar una licencia sin goce de sueldo en virtud de la Ley de Licencia Familiar y Médica.

Cómo aprovechar las visitas al máximo

La planificación minuciosa puede ayudarte a utilizar eficazmente el tiempo con tu familiar y a apoyar al cuidador principal. Los planes podrían incluir los siguientes:

  • Reservar tiempo de calidad. Planifica pasar tiempo con tu familiar haciendo cosas relajantes y agradables que no estén relacionadas con el cuidado, como jugar, escuchar música, salir a caminar, mirar películas o visitar amigos.
  • Apoyar al cuidador principal. Pregunta al cuidador principal qué puedes hacer para ayudar durante una visita y cómo darle un descanso de sus responsabilidades.
  • Observar. Observa si tu familiar realiza las tareas diarias, el aseo personal, la alimentación y la comunicación de forma correcta.
  • Asistir a las citas. Pregunta si puedes asistir a las citas con el médico durante la visita para mantenerte informado sobre los planes de salud y el tratamiento. Reúnete con los abogados o asesores financieros cuando sea necesario.
  • Verificar con los demás. Habla con el cuidador principal, amigos o vecinos sobre sus impresiones de cómo está la persona.
  • Evitar las distracciones. En la medida de lo posible, utiliza tus visitas para concentrarte en las necesidades de tu familiar y del cuidador principal.

Comprensión del abuso de ancianos

Los adultos mayores que padecen demencia o necesitan atención regular pueden ser sometidos a abuso físico, emocional, sexual o financiero. La negligencia puede producir daños físicos y emocionales. El abusador puede ser un proveedor de atención profesional o un miembro del personal del establecimiento.

En algunos casos, un cuidador familiar puede ser abusivo, o el abuso puede ser parte de conductas de larga duración en una relación. En ocasiones, las conductas abusivas evolucionan a partir de las tensiones del cuidado. El abuso podría ser una reacción ante conductas agresivas de una persona con demencia.

Aunque puede ser difícil observar la evidencia de abuso a distancia, tú puedes estar atento a las señales durante las visitas o en las conversaciones con el receptor del cuidado y los cuidadores. Algunos signos normalmente relacionados con el abuso en realidad podrían ser consecuencia de la evolución de la enfermedad. Sin embargo, conocer estas señales puede ayudar a abordar los posibles problemas:

  • Moretones, quemaduras u otras lesiones inexplicables
  • Verse mal arreglado o alimentado
  • Úlceras de decúbito
  • Cambios en los hábitos de consumo o gastos inexplicables

Si sospechas de abuso, habla con un proveedor de atención médica de confianza, con el médico de tu familiar o con una agencia de salud en el hogar. Si crees que hay un peligro inmediato, comunícate con los servicios locales de protección de adultos, con el defensor de cuidado a largo plazo o con la policía.

Lidiar con la culpa

Muchos cuidadores a distancia se sienten culpables por no poder hacer lo suficiente o pasar el tiempo adecuado con un miembro de la familia que necesita atención. Si te sientes culpable, recuerda que estás haciendo lo mejor que puedes. Podría ser útil unirte a un grupo de apoyo para cuidadores. Podrías beneficiarte de los consejos de otros, así como del conocimiento de que no estás solo.

Last Updated Feb 14, 2020


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