Preparación para adelgazar

Tu éxito con la pérdida de peso depende en gran parte de que estés listo para aceptar el desafío. Si te metes de lleno antes de estar listo, tu compromiso podría desaparecer ante el primer obstáculo.

Saber que necesitas hacer un cambio y hacerlo son dos cosas diferentes. Usa estas preguntas para evaluar si estás listo para adelgazar.

1. ¿Estás motivado para hacer cambios en tu estilo de vida a largo plazo?

Poder adelgazar correctamente depende de cambios permanentes en el estilo de vida. Eso podría equivaler a un cambio significativo en tus hábitos actuales. La pérdida de peso depende de comer alimentos saludables y bajos en calorías e incluir la actividad física en la rutina diaria.

Es posible que tengas que comer más cereales integrales, frutas, vegetales y productos lácteos descremados, por ejemplo. Es importante comer alimentos saludables variados. También tendrás que disponer de tiempo para la actividad física; lo ideal es, por lo menos, de 30 a 60 minutos (o más) casi todos los días de la semana.

¿Cuál es tu motivación para emprender estos cambios? ¿Tal vez sea una mejor salud, una mejor apariencia o simplemente sentirte mejor contigo mismo? Encuentra tu motivación y concéntrate en ella.

2. ¿Has abordado las distracciones importantes en tu vida?

Si ya estás lidiando con eventos importantes en tu vida, como problemas en el matrimonio, estrés laboral, una enfermedad o preocupaciones financieras, tal vez no quieras sumar el desafío de hacer cambios significativos en tus hábitos alimenticios y de ejercicios.

En cambio, piensa en darle a tu vida una chance de relajarte antes de comenzar con tu programa para adelgazar.

3. ¿Tienes una imagen real de cuánto bajarás de peso y qué tan rápido?

Alcanzar y mantenerse en un peso saludable es un proceso de toda la vida. Comienza asegurándote de que tu meta de pérdida de peso sea segura y realista, como perder 5 % de tu peso actual.

Luego ponte la meta de bajar de 1 a 2 libras (0,5 kg a 1 kg) por semana hasta alcanzar tu peso deseado. Esto significa quemar entre 500 y 1000 calorías más de las que se consumen por día con una dieta y ejercicio.

Puedes perder peso más rápido si cambias tus hábitos significativamente. Sin embargo, debes tener cuidado. Es probable que, con el tiempo, los cambios radicales que no son sostenibles no sean eficaces.

4. ¿Has resuelto algún tema emocional que se relacione con tu peso?

Las emociones y la comida con frecuencia están entrelazados. El enojo, el estrés, la tristeza y el aburrimiento pueden desencadenar la alimentación emocional. Si tienes un historial de trastorno alimenticio, perder peso puede ser incluso más complicado.

Para prepararte para los retos, identifica cualquier problema emocional relacionado con la comida. Consulta a tu médico o a un profesional de la salud mental si es necesario.

5. ¿Cuentas con apoyo y responsabilidad?

Cualquier programa para adelgazar puede resultar difícil. Tendrás momentos de tentación. Es posible que te sientas desanimado. Tener a alguien cerca que te ofrezca aliento puede ayudarte. Si no tienes amigos o seres queridos en los que puedes confiar para obtener ayuda, considera unirte a un grupo de apoyo para perder peso.

Si quieres que tus esfuerzos por adelgazar sean privados, prepárate para ser responsable. Los controles de peso regulares y seguir tu dieta y actividad se relacionan con una pérdida de peso más eficaz.

También puedes pensar en unirte a un programa en línea o usar un experto en salud certificado.

6. ¿Ya aceptaste el reto para bajar de peso?

Si no tienes una actitud positiva acerca de perder peso, tal vez no estés listo. Si le temes a lo que está por venir, es más probable que encuentres excusas para desviarte del camino.

En cambio, trata de adoptar la visión de tu nuevo estilo de vida y ser positivo. Concéntrate en lo bien que te sentirás cuando estés más activo o cuando hayas bajado de peso. Imagínate celebrando todos los éxitos a lo largo del camino, ya sea disfrutando de una nueva comida saludable, terminando otra sesión de ejercicios o perdiendo tus primeras libras.

Si respondiste afirmativamente a la mayoría o a todas las preguntas

Probablemente estás listo para llevar a cabo cambios de estilo de vida que apoyarán de forma permanente la pérdida de peso. Sigue adelante con una dieta saludable y actividad física regular — ¡empieza hoy!

Si piensas que necesitas ayuda, consulta a un dietista o inscríbete en un programa de pérdida de peso acreditado. Si tienes una cantidad considerable de peso que perder, puedes beneficiarte de la pérdida de peso bajo supervisión médica con un equipo de profesionales de la salud — como un dietista, un terapeuta o un especialista en obesidad.

Si respondiste de forma negativa a más de una de las preguntas

Tal vez no estés preparado para embarcarte en un programa para adelgazar ahora mismo, y está bien. Intenta averiguar qué te está deteniendo y cómo puedes superar estos obstáculos.

Considera pedirle ayuda a tu médico u otro profesional, como un asesor de bienestar certificado, para que te ayude a resolver estos asuntos. Luego vuelve a evaluar si estás listo para perder peso, para que puedas empezar el camino hacia un peso más saludable.

¡En sus marcas, listos, fuera!

Si no puedes contestar todas las preguntas con un simple sí o no, pero en general te sientes positivo sobre la mayoría de tus respuestas y estás optimista acerca de un programa de pérdida de peso, considera iniciar ahora.

Es posible que nunca tengas las respuestas definitivas en tu vida. No permitas que te arrebaten la oportunidad de lograr tus metas de pérdida de peso.

Last Updated Jul 29, 2021


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