Reducción progresiva del uso de opioides: cuándo y cómo hacerlo

Cuándo es el momento de dejar de tomar medicamentos opioides

Los opioides son analgésicos potentes. Sin embargo, el consumo de opioides implica ciertos riesgos, como estreñimiento grave, náuseas, adicción, abuso, trastorno por consumo de opioides y sobredosis accidental. Aun así, los opioides pueden ser la mejor opción en determinadas situaciones. Por ejemplo, los medicamentos opioides pueden ayudar cuando el nivel de dolor es muy alto y de corta duración.

Tu profesional de atención médica puede recetarte opioides para ayudarte a sobrellevar algunos días de dolor intenso después de un procedimiento quirúrgico o una lesión grave. Los medicamentos opioides también pueden desempeñar una función importante en el tratamiento del dolor causado por el cáncer. En raras ocasiones, los opioides pueden servir para tratar un dolor prolongado y no debido al cáncer cuando otros tratamientos no han dado resultado.

Si tomaste opioides durante menos de 7 a 10 días, deberías poder sencillamente dejar de tomarlos en cuanto termines las pastillas que te recetó el profesional de atención médica, si no lo haces antes. Pregunta a tu equipo de atención médica si no estás seguro de cuándo puedes dejar de tomar tu medicamento opioide.

Si llevas más de 7 a 10 días tomando opioides, quizás debas dejar de tomarlos para evitar posibles problemas graves. Deberías dejar de tomar opioides en los siguientes casos:

  • Si ya no necesitas analgésicos.
  • Si prefieres otro tratamiento analgésico.
  • Si tienes efectos secundarios graves por tomar el medicamento.
  • Si la misma dosis del medicamento empieza a producirte un menor alivio del dolor con el paso del tiempo.
  • Si te comportas de un modo que genera preocupación por el abuso de opioides o el trastorno por consumo de opioides.
  • Si tomas opioides por motivos distintos al control del dolor, como para sentir una intensa felicidad y confianza, lo que a veces se denomina euforia, o para relajarte.

Entre los síntomas del trastorno por consumo de opioides están los siguientes:

  • Consumir de manera regular más medicamentos de los recetados y necesitar resurtidos antes de tiempo.
  • Tomar opioides por razones distintas del dolor, como mejorar el estado de ánimo.
  • Pedir opioides a varios profesionales de atención médica u obtener opioides de otras fuentes, como amigos, familiares, Internet o vendedores ilegales.
  • Experimentar cambios bruscos de humor, por ejemplo, pasar rápidamente de la alegría al enojo.
  • Perder el interés por las personas y las actividades que disfrutabas antes de tomar opioides.
  • Comportarte de forma arriesgada y peligrosa.
  • No poder o no querer dejar de consumir opioides a pesar de los problemas que causan.

No intentes por tu cuenta dejar de tomar repentinamente los opioides. La abstinencia de opioides puede ser peligrosa y los síntomas pueden ser graves. Cuando llegue el momento de dejar los opioides, solicita ayuda a tu profesional de atención médica. Juntos pueden crear un plan para dejar los opioides lentamente, o sea, una reducción gradual. La reducción gradual significa disminuir lentamente la cantidad de opioides que se toman hasta dejarlos por completo.

El tiempo que lleva reducir de manera gradual el consumo del medicamento depende del tipo y la dosis del opioide que tomabas y del plazo durante el cual lo hiciste. Es posible que necesites semanas, meses o incluso más tiempo para reducir la dosis de forma lenta y segura hasta dejar de tomar el medicamento opioide.

Dejar los opioides puede ser difícil, pero puedes hacerlo. Es mucho más probable que tengas éxito si colaboras con tu equipo de atención médica. Juntos pueden planificar tu programa de reducción gradual y controlar tus síntomas. También puedes aprender otras formas de afrontar el dolor.

¿No estás seguro de si tu medicamento es un opioide?

Estos son algunos ejemplos de los numerosos medicamentos opioides que se comercializan en la actualidad:

  • Hidrocodona (Hysingla ER).
  • Hidrocodona con acetaminofén (Anexsia).
  • Fentanilo (Actiq, Fentora).
  • Oxicodona (OxyContin, Roxicodone, otros).
  • Oxicodona con acetaminofén (Percocet, Oxycet).
  • Tramadol (Conzip).
  • Morfina (MS Contin).

Consulta con tu equipo de atención médica si no estás seguro de si tu medicamento es un opioide.

Qué implica la reducción progresiva de opioides

La duración adecuada de la reducción gradual de los opioides varía según la persona y el medicamento. Tu profesional de atención médica trabajará contigo para elaborar un plan de reducción gradual de los opioides, que satisfaga tus necesidades médicas y, al mismo tiempo, mantenga bajos los riesgos para tu salud.

Durante la reducción gradual de los opioides, el equipo de atención médica puede:

  • Vigilar regularmente tus síntomas de abstinencia, tu nivel de dolor y tu capacidad para realizar las actividades cotidianas con una dosis reducida de opioides.
  • Solicitar muestras de orina o sangre para comprobar el tipo y la cantidad de opioides u otras sustancias adictivas presentes en tu organismo.
  • Preguntarte si te parece bien hablar con otros profesionales de atención médica, farmacéuticos o familiares para obtener información que pueda ayudarte a reducir de manera gradual la dosis del medicamento.
  • Ofrecer otras opciones para el tratamiento del dolor.
  • Recetarte otros tipos de medicamentos para ayudarte a controlar los síntomas de abstinencia, como problemas de sueño, apetito y estado de ánimo.
  • Recomendar terapia de conversación con un profesional de la salud mental para ayudarte a controlar los síntomas y adquirir la capacidad de afrontar esta situación difícil.

Sigue al pie de la letra tu plan para la reducción de los opioides. En particular, sigue las instrucciones de tu profesional de atención médica sobre cómo y cuándo tomar los medicamentos durante la reducción gradual.

Es posible que te sientas ansioso por alcanzar tu objetivo, pero tu cuerpo necesita tiempo para adaptarse a niveles más bajos de opioides, y después a ninguno. Un plan paso a paso para reducir la cantidad de medicamentos opioides que tomas ayudará a que este proceso se desarrolle sin problemas. Esta reducción lenta también ayuda a aliviar las molestias que puedes sentir al dejar de tomar opioides. Durante este tiempo, también puedes practicar nuevas habilidades para controlar el dolor y otros síntomas a largo plazo.

Tal vez sientas la tentación de tomar más opioides de los que te recomiendan para la reducción gradual. No empieces a tomar los opioides que tengas en casa y que hayas recibido de otros profesionales de atención médica o de visitas a la sala de emergencias. Además, no agregues alcohol ni drogas ilegales. Consumir más opioides, alcohol o drogas puede aumentar el riesgo de sufrir una sobredosis.

Una vez que empieces a reducir de manera gradual la dosis de opioides, empezarás a tener menor tolerancia. Si tomas de repente una dosis más alta de opioides, tienes un mayor riesgo de sobredosis.

Si sientes la necesidad de controlar los síntomas de abstinencia, habla con tu equipo de atención médica de inmediato.

Tu profesional de atención médica puede recomendarte que dispongas de naloxona para reducir el riesgo de sobredosis. Una sobredosis puede llevar a la muerte. La naloxona revierte los efectos de los opioides durante una emergencia si dejas de respirar. No se necesita receta médica para obtener naloxona. Narcan y Revive son atomizadores nasales de naloxona que se pueden comprar sin prescripción. Es importante que tus familiares sepan cómo utilizar la naloxona.

Síntomas de abstinencia

Puedes presentar síntomas de abstinencia cuando dejas o disminuyes el uso de los medicamentos opioides. Los síntomas pueden variar en función de varios factores, como la velocidad con la que se reducen gradualmente los opioides y el tiempo que los hayas tomado. La disminución gradual de la dosis con el tiempo puede ayudar a reducir los síntomas de abstinencia o evitar que los padezcas.

Los síntomas de la abstinencia de opioides pueden incluir los siguientes:

  • Goteo de la nariz, ojos llorosos y bostezos.
  • Inquietud o ansiedad.
  • Irritabilidad o cambios de humor, como tristeza y depresión.
  • Aumento del dolor.
  • Piel de gallina, escalofríos o sudoración.
  • Calambres abdominales.
  • Náuseas, vómitos o diarrea.
  • Calambres o dolores musculares y articulares.
  • Temblores o contracciones musculares.
  • Latidos rápidos.
  • Cambios en la presión arterial.
  • Problemas para dormir.
  • Pensamientos suicidas o comportamiento suicida.

Si presentas síntomas de abstinencia, informa inmediatamente a tu equipo de atención médica. Sigue todas las instrucciones sobre cómo controlar los síntomas de abstinencia.

Estos consejos también pueden resultarte útiles durante la reducción gradual del consumo de opioides:

  • Bebe más agua u otros líquidos de lo habitual, a menos que tengas una razón médica para limitar los líquidos.
  • Come sano y con regularidad.
  • Realiza ejercicios de respiración profunda y estiramientos.
  • Realiza una actividad física moderada con regularidad, como caminar.
  • Haz algo para calmarte, como practicar técnicas de relajación, ir a que te den un masaje, escuchar música o leer.
  • Trata de distraerte; por ejemplo, disfruta del humor o habla con alguien que tenga una actitud positiva.
  • Recurre al diálogo interno positivo y, por ejemplo, recuérdate que puedes lograr tu cometido o que esto es solo temporal.

La función clave del apoyo social

Habla con tu equipo de atención médica si la reducción gradual del tratamiento se hace difícil. Tu equipo de atención médica puede ayudarte y fomentar tu éxito.

Tu profesional de atención médica puede recomendarte que combines la reducción gradual de la dosis con el asesoramiento de un consejero sobre alcohol y drogas. El asesoramiento puede ayudarte a aprender a afrontar el estrés, identificar los primeros signos de una recaída y evitar el consumo de opioides. Tu profesional de atención médica puede recomendarte que continúes con el asesoramiento después de haber completado la reducción gradual de opioides.

Los opioides son adictivos. Si tienes dificultades durante la fase de reducción gradual, el apoyo de otras personas puede ser de gran ayuda. Si tu profesional de atención médica y tú creen que padeces un trastorno por consumo de opioides, los grupos voluntarios como Narcóticos Anónimos son grupos de apoyo estructurados. Están dirigidos por otras personas que han sido dependientes de sustancias adictivas. Estos grupos pueden ser una poderosa red de apoyo para quienes no consiguen dejar de consumir opioides a pesar de sus esfuerzos. Hablar con tu consejero religioso o espiritual también puede ayudarte.

Consumo futuro de medicamentos para el dolor

Puede que, algún día, tengas un problema de salud repentino y de corta duración, como una intervención quirúrgica o una lesión. Si te recetan un opioide, informa a tu equipo de atención médica si en el pasado tuviste algún problema para dejar los opioides. Si en el pasado ya lograste reducir de forma gradual el consumo de medicamentos opioides, puede no haber problema en consumir opioides durante un breve período, con la orientación de tu profesional de atención médica. Pero consulta sobre todas las opciones sin opioides de los medicamentos para tratar el dolor junto con sus beneficios y riesgos.

Pregunta también acerca de otras formas de controlar el dolor. Algunos ejemplos son la terapia con hielo o calor, la fisioterapia, el masaje, la acupuntura y la estimulación nerviosa.

Last Updated May 25, 2024


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