Lesiones de la médula espinal

Perspectiva general

Una lesión de la médula espinal, lo que implica daño en cualquier parte de la médula espinal o en los nervios del extremo del canal espinal (cola de caballo), a menudo causa cambios permanentes en la fortaleza, la sensibilidad y otras funciones del cuerpo debajo del sitio de la lesión.

Si recientemente sufriste una lesión de la médula espinal, podría parecerte que se vieron afectados todos los aspectos de tu vida. Es posible que sientas los efectos de la lesión de manera mental, emocional y social.

Muchos científicos son optimistas en cuanto a que los avances en investigación algún día harán que sea posible la reparación de las lesiones de la médula espinal. En todo el mundo hay estudios de investigación en curso. Mientras tanto, los tratamientos y la rehabilitación les permiten a las personas que padecen lesiones de la médula espinal llevar una vida productiva e independiente.

Síntomas

La capacidad para controlar las extremidades después de una lesión de la médula espinal depende de dos factores: el lugar de la lesión en la médula espinal y la gravedad de la lesión.

La parte más baja de la médula espinal que permanece intacta después de una lesión se conoce como el nivel neurológico de la lesión. La gravedad de la lesión suele llamarse "integridad" y se clasifica de algunas de las siguientes formas:

  • Completa. Si toda la sensación (función sensorial) y toda la capacidad para controlar el movimiento (función motora) se pierden por debajo de la lesión de la médula espinal, la lesión se denomina completa.
  • Incompleta. Si tienes cierta actividad motora o sensorial debajo de la zona afectada, la lesión se denomina incompleta. Hay varios grados de lesión incompleta.

Además, la parálisis por una lesión de la médula espinal puede denominarse:

  • Tetraplejia. También conocida como cuadriplejia, esto significa que los brazos, las manos, el tronco, las piernas y los órganos pélvicos están afectados por la lesión de la médula espinal.
  • Paraplejia. Esta parálisis afecta la totalidad o parte del tronco, las piernas y los órganos pélvicos.

El equipo de atención médica llevará a cabo una serie de exámenes para determinar el nivel neurológico y la integridad de la lesión.

Las lesiones de la médula espinal pueden provocar uno o más de los siguientes signos y síntomas:

  • Pérdida de movimiento
  • Pérdida o alteración de la sensibilidad, incluida la capacidad de sentir el calor, el frío y el tacto
  • Pérdida del control de los intestinos o de la vejiga
  • Actividades de reflejos exagerados o espasmos
  • Cambios en la función sexual, sensibilidad sexual y fertilidad
  • Dolor o una sensación intensa de escozor causada por el daño a las fibras nerviosas de la médula espinal
  • Dificultad para respirar, toser o eliminar las secreciones de los pulmones

Signos y síntomas de urgencia

Los signos y síntomas de una lesión de la médula espinal que constituyen una emergencia después de un accidente incluyen los siguientes:

  • Dolor de espalda intenso o presión en el cuello, la cabeza o la espalda
  • Debilidad, descoordinación o parálisis en cualquier parte del cuerpo
  • Entumecimiento, hormigueo o pérdida de sensibilidad en las manos, los dedos, los pies o los dedos de los pies
  • Pérdida del control de la vejiga o de los intestinos
  • Dificultad para mantener el equilibrio y caminar
  • Insuficiencia respiratoria luego de la lesión
  • Posición extraña o torcida del cuello o la espalda

Cuándo consultar al médico

Cualquier persona que tenga un traumatismo significativo en la cabeza o el cuello necesita una evaluación médica inmediata para revisar si hay una lesión en la médula espinal. De hecho, lo más seguro es asumir que la víctima de un traumatismo tiene una lesión de médula espinal hasta que se demuestre lo contrario debido a lo siguiente:

  • Una lesión de médula espinal grave no siempre resulta evidente de inmediato. Si no se identifica, podría producirse una lesión más grave.
  • El entumecimiento o la parálisis pueden ocurrir de inmediato o aparecer progresivamente.
  • El tiempo que trascurre desde que se produce la lesión hasta que se inicia el tratamiento puede ser esencial para determinar la extensión y la gravedad de las complicaciones y el tiempo posible de recuperación prevista.

Si sospechas que alguien tiene una lesión en la espalda o el cuello:

  • No muevas a la persona lesionada: se podría causar una parálisis permanente u otras complicaciones graves
  • Llama al 911 o al número local de asistencia médica de urgencia
  • Mantén a la persona inmóvil
  • Coloca toallas pesadas en ambos lados del cuello o sostén la cabeza y el cuello para impedir que se muevan hasta que llegue la atención de emergencia
  • Brinda los primeros auxilios básicos, como detener el sangrado y hacer que la persona se sienta cómoda, sin moverle la cabeza ni el cuello
La parte del cuerpo afectada por la paraplejia y la cuadriplejia

La parálisis de la mitad inferior del cuerpo se denomina paraplejia. La parálisis por debajo del cuello, incluidos los brazos y las piernas, se denomina cuadriplejia.

Causas

Las lesiones de la médula espinal pueden ser el resultado de daños en las vértebras, los ligamentos o los discos de la columna vertebral, o en la propia médula espinal.

Una lesión traumática de la médula espinal puede provenir de un golpe repentino a la columna vertebral que fractura, disloca, aplasta o comprime una o más vértebras. También puede ser el resultado de una herida de bala o de arma blanca que penetra y corta la médula espinal.

Generalmente, se producen daños adicionales después de días o semanas debido al sangrado, la hinchazón, la inflamación y la acumulación de líquido en la médula espinal y a su alrededor.

Una lesión no traumática de la médula espinal puede deberse a artritis, cáncer, inflamación, infecciones o degeneración de los discos de la columna vertebral.

El cerebro y el sistema nervioso central

El sistema nervioso central comprende el cerebro y la médula espinal. La médula espinal está compuesta por tejido blando y rodeada de huesos (vértebras). Se extiende hacia abajo desde la base del cerebro y está compuesta de células nerviosas y grupos de nervios que se llaman tractos, que van a diferentes partes del cuerpo.

El extremo inferior de la médula espinal se detiene un poco por encima de la cintura en la región que se llama cono medular. Debajo de esta región hay un grupo de raíces nerviosas que se llaman cola de caballo.

Los tractos de la médula espinal trasportan mensajes entre el cerebro y el resto del cuerpo. Los tractos motores trasportan señales desde el cerebro para controlar el movimiento muscular. Los tractos sensoriales trasportan señales de las partes del cuerpo al cerebro que se relacionan con el calor, el frío, la presión, el dolor y la posición de las extremidades.

Daño a las fibras nerviosas

Independientemente de si la causa es traumática o no, el daño afecta las fibras nerviosas que atraviesan la zona lesionada y puede afectar una parte o la totalidad de los músculos y nervios debajo del lugar de la lesión.

Una lesión en el pecho (torácica) o en la parte baja de la espalda (región lumbar) puede afectar el torso, las piernas, el control del intestino y de la vejiga, y la función sexual. Una lesión en el cuello (cervical) puede afectar las mismas zonas además de afectar el movimiento de los brazos y, posiblemente, la capacidad de respirar.

Causas frecuentes de las lesiones de médula espinal

Estas son las causas más comunes de lesiones de la médula espinal en los Estados Unidos:

  • Accidentes automovilísticos. Los accidentes automovilísticos y de motocicleta son la causa principal de las lesiones de la médula espinal y representan casi la mitad de las nuevas lesiones de la médula espinal al año.
  • Caídas. Las caídas son la causa principal de las lesiones de la médula espinal después de los 65 años.
  • Actos de violencia. Alrededor del 12 % de las lesiones de la médula espinal son el resultado de encuentros violentos, generalmente por heridas de bala. Las heridas por arma blanca también son comunes.
  • Lesiones deportivas y recreativas. Las actividades atléticas, como los deportes de impacto y el buceo en aguas poco profundas, causan alrededor del 10 % de las lesiones de la médula espinal.
  • Enfermedades. El cáncer, la artritis, la osteoporosis y la inflamación de la médula espinal también pueden causar lesiones en la médula espinal.
La anatomía del sistema nervioso central

La médula espinal se extiende hacia abajo desde la base del cerebro. Se compone de células nerviosas y grupos de nervios que transportan mensajes entre el cerebro y el resto del cuerpo.

Factores de riesgo

Aunque generalmente las lesiones de la médula espinal se deben a accidentes y pueden ocurrirle a cualquiera, existen ciertos factores que pueden predisponerte a un mayor riesgo de sufrir una lesión de la médula espinal. Entre estos factores se incluyen los siguientes:

  • Ser hombre. Las lesiones de la médula espinal afectan a un número desproporcionado de hombres. De hecho, en Estados Unidos, las mujeres representan solo alrededor del 20 % de las lesiones traumáticas de la médula espinal.
  • Tener entre 16 y 30 años. Más de la mitad de las lesiones en la médula espinal suceden en esta franja etaria.
  • Tener 65 años o más. Otro pico en las lesiones de la médula espinal ocurre a los 65 años. Las caídas causan la mayoría de las lesiones en los adultos mayores.
  • Consumo de alcohol. El consumo de alcohol está involucrado en alrededor del 25 % de las lesiones traumáticas de la médula espinal.
  • Tener conductas de riesgo. Lanzarte de clavado en aguas muy poco profundas, o practicar deportes sin usar el equipo de seguridad adecuado o sin tomar las precauciones correspondientes, pueden provocar lesiones de la médula espinal. Los accidentes automovilísticos son la causa principal de lesiones de la médula espinal en personas menores de 65 años.
  • Tener ciertas enfermedades. Si tienes otro trastorno que afecte tus huesos o articulaciones, como osteoporosis, una lesión relativamente menor puede causar una lesión de la médula espinal.

Complicaciones

Al principio, los cambios en la forma en que funciona el cuerpo pueden ser abrumadores. Sin embargo, el equipo de rehabilitación te ayudará a desarrollar las herramientas que necesitas para abordar los cambios causados por la lesión de la médula espinal, además de recomendar equipos y recursos para fomentar la calidad de vida y la independencia. Estas son algunas de las áreas que suelen verse afectadas:

  • Control de la vejiga. La vejiga continuará almacenando la orina de los riñones. Sin embargo, es posible que el cerebro no pueda controlar la vejiga porque se ha lesionado el portador del mensaje (la médula espinal).

    Los cambios en el control de la vejiga aumentan el riesgo de contraer infecciones de las vías urinarias. Los cambios también pueden causar infecciones renales y cálculos renales o vesicales. Durante la rehabilitación, aprenderás sobre maneras de ayudarte a vaciar la vejiga.

  • Control intestinal. Aunque el estómago y los intestinos funcionan de manera muy similar a como lo hacían antes de la lesión, la evacuación se suele ver afectada. Una dieta rica en fibra puede ayudar a regular los intestinos. Además, durante la rehabilitación aprenderás sobre las maneras en que puedes controlar los intestinos.
  • Lesiones por presión. Por debajo del nivel neurológico de la lesión, es posible que hayas perdido parcial o completamente la sensación en la piel. Por lo tanto, la piel no podrá enviarle un mensaje al cerebro cuando se lesiona por ciertas razones como la presión prolongada.

    Esto puede hacer que seas más propenso a las úlceras por presión; sin embargo, cambiar de posición con frecuencia (con ayuda, si es necesario) te ayudará a prevenirlas. Aprenderás cómo cuidar adecuadamente la piel durante la rehabilitación, lo que podrá ayudarte a evitar estos problemas.

  • Control circulatorio. Una lesión de la médula espinal puede causar problemas circulatorios que van desde presión arterial baja al levantarse (hipotensión ortostática) hasta hinchazón de las extremidades. Estos cambios en la circulación también pueden aumentar el riesgo de que se formen coágulos sanguíneos, como trombosis venosa profunda o un émbolo pulmonar.

    Otro problema con el control circulatorio es un aumento de la presión arterial que puede poner en riesgo la vida (disreflexia autonómica). Tu equipo de rehabilitación te enseñará cómo tratar estos problemas si te afectan.

  • Sistema respiratorio. Una lesión puede dificultar la respiración y la tos si los músculos abdominales y torácicos están afectados.

    El nivel neurológico de la lesión determinará qué tipo de problemas respiratorios puedes tener. Si tienes una lesión de la médula espinal cervical y torácica, puedes tener un mayor riesgo de neumonía u otros problemas pulmonares. Los medicamentos y la terapia pueden ayudar a prevenir y tratar estos problemas.

  • Densidad ósea. Después de una lesión de la médula espinal, hay un mayor riesgo de osteoporosis y fracturas por debajo del nivel de la lesión.
  • Tono muscular. Algunas personas con lesiones de la médula espinal tienen uno de los dos tipos de problemas con el tono muscular: tensión o movimiento incontrolados en los músculos (espasticidad) o músculos blandos y débiles que carecen de tono muscular (flacidez).
  • Condición física y bienestar. La pérdida de peso y la atrofia muscular son comunes poco después de una lesión de la médula espinal. La movilidad limitada puede tener como resultado un estilo de vida más sedentario, lo que te pone en riesgo de tener obesidad, enfermedad cardiovascular y diabetes.

    Un dietista podrá ayudarte a llevar una dieta nutritiva para mantener un peso adecuado. Los fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales pueden ayudarte a desarrollar un programa de ejercicios y acondicionamiento físico.

  • Salud sexual. Los hombres podrían notar cambios en la erección y la eyaculación; las mujeres podrían notar cambios en la lubricación después de una lesión de la médula espinal. Los médicos especializados en urología o fertilidad pueden ofrecer opciones para el funcionamiento sexual y la fertilidad.
  • Dolor. Algunas personas tienen dolor, como dolor muscular o articular, por el uso excesivo de determinados grupos musculares. La neuralgia puede ocurrir después de una lesión de la médula espinal, especialmente en una persona con una lesión incompleta.
  • Depresión. Afrontar los cambios que conlleva una lesión de la médula espinal y vivir con dolor causa depresión en algunas personas.

Prevención

Si sigues estos consejos, podrías reducir el riesgo de una lesión de la médula espinal:

  • Conduce de manera segura. Los accidentes automovilísticos son una de las causas más frecuentes de lesiones en la médula espinal. Cada vez que estés en un vehículo en movimiento, usa el cinturón de seguridad.

    Asegúrate de que tus hijos usen el cinturón de seguridad o usa un asiento de seguridad para niños que sea adecuado para su edad y peso. Para protegerlos de las lesiones de las bolsas de aire, los niños menores de 12 años deben viajar siempre en el asiento trasero.

  • Comprueba la profundidad del agua antes de zambullirte. No te zambullas en una piscina a menos que tenga 12 pies (aproximadamente 3,7 metros) o más de profundidad, no te zambullas en una piscina que esté por encima del nivel del suelo y no te zambullas en el agua si no sabes qué profundidad hay.
  • Evita las caídas. Usa un taburete con una barra de agarre para alcanzar objetos en lugares altos. Añade pasamanos a las escaleras. Coloca alfombrillas antideslizantes en pisos de cerámica y en la bañera o ducha. Si tienes niños pequeños, usa puertas de seguridad para bloquear las escaleras y considera la posibilidad de instalar rejas en las ventanas.
  • Toma precauciones cuando practiques deportes. Usa siempre el equipo de seguridad recomendado. Cuando hagas deporte evita los impactos en la cabeza. Por ejemplo, no te deslices con la cabeza por delante en el béisbol, y no hagas un placaje con la parte superior del casco en el fútbol americano. Si vas a hacer movimientos nuevos en gimnasia, asegúrate de que te acompaña un observador.
  • Si vas a conducir, no bebas. No conduzcas si estás ebrio o bajo los efectos de drogas ilícitas. No viajes con un conductor que haya estado bebiendo.

Diagnóstico

En la sala de emergencias, es posible que el médico pueda descartar una lesión de la médula espinal a través de un examen, un análisis para comprobar la función sensorial y el movimiento, y algunas preguntas sobre el accidente.

Sin embargo, si la persona lesionada se queja del dolor de cuello, no está completamente consciente o presenta signos evidentes de debilidad o lesión neurológica, es posible que deban hacerse pruebas de diagnóstico de urgencia.

Estas pruebas pueden comprender lo siguiente:

  • Radiografías. Las radiografías pueden revelar problemas en las vértebras (columna vertebral), tumores, fracturas o cambios degenerativos en la columna vertebral.
  • Tomografía computarizada. Una tomografía computarizada puede proporcionar una imagen más clara de las anomalías que se observan en las radiografías. Esta exploración utiliza computadoras para formar una serie de imágenes transversales que pueden identificar problemas en los huesos, en los discos y otros tipos de problemas.
  • Imágenes por resonancia magnética. La resonancia magnética utiliza un campo magnético potente y ondas radioeléctricas para producir imágenes generadas por computadora. Esta prueba es útil para observar la médula espinal e identificar hernias de disco, coágulos sanguíneos y otros tumores que puedan comprimir la médula espinal.

Unos días después de la lesión, cuando la hinchazón disminuya un poco, el médico hará un examen neurológico más extenso para determinar el nivel y la amplitud de la lesión. Esto implica evaluar la fuerza de los músculos y la capacidad para sentir toques suaves y sensaciones de pinchazo.

Tratamiento

Lamentablemente, no hay manera de revertir el daño a la médula espinal. Pero los investigadores trabajan continuamente en tratamientos nuevos, que comprenden prótesis y medicamentos que pueden promover la regeneración de las neuronas o mejorar la actividad de los nervios que no se dañaron después de una lesión de la médula espinal.

Mientras tanto, el tratamiento de las lesiones de la médula espinal se centra en prevenir más lesiones y en empoderar a las personas con una lesión de la médula espinal para que puedan volver a tener a una vida activa y productiva.

Acciones de urgencia

La atención médica urgente es fundamental para minimizar los efectos de un traumatismo en la cabeza o el cuello. Por lo tanto, a menudo, el tratamiento para una lesión de la médula espinal comienza en el lugar del accidente.

Por lo general, el personal de urgencia inmoviliza la columna vertebral de la manera más cuidadosa y rápida posible con un collarín rígido y una camilla rígida, que usarán durante el traslado al hospital.

Etapas tempranas (agudas) del tratamiento

En la sala de emergencias, los médicos se concentran en:

  • Mantener la capacidad de respirar
  • Prevenir el choque
  • Inmovilizar el cuello para prevenir más daño a la médula espinal
  • Evitar posibles complicaciones, como retención de heces u orina, dificultad respiratoria o cardiovascular, y formación de coágulos sanguíneos en las venas profundas de las extremidades

Si tienes una lesión de la médula espinal, por lo general serás admitido en la unidad de cuidados intensivos para recibir tratamiento. Puede que te trasladen a un centro regional de lesiones de la médula espinal que cuente con un equipo de neurocirujanos, cirujanos ortopédicos, especialistas en medicina de la médula espinal, psicólogos, personal de enfermería, terapeutas y trabajadores sociales con experiencia en lesiones de la médula espinal.

  • Medicamentos. La metilprednisolona (Solu-Medrol) que se administra a través de una vena del brazo (intravenosa) se ha utilizado como una opción de tratamiento para lesiones agudas de la médula espinal en el pasado. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que los posibles efectos secundarios, como coágulos sanguíneos y neumonía, del uso de este medicamento superan los beneficios.

    Debido a esto, la metilprednisolona ya no se recomienda para uso rutinario después de una lesión de la médula espinal.

  • Inmovilización. Podrías necesitar tracción para estabilizar o alinear la columna vertebral. Las opciones incluyen collarines blandos y diversos dispositivos ortopédicos.
  • Cirugía. A menudo es necesaria la cirugía para extirpar fragmentos de huesos, objetos extraños, corregir hernias de disco o vértebras fracturadas que parecen estar comprimiendo la columna vertebral. También puede ser necesaria una cirugía para estabilizar la columna vertebral y prevenir futuros dolores o deformidades.
  • Tratamientos experimentales. Los científicos están tratando de encontrar maneras de detener la muerte celular, controlar la inflamación y promover la regeneración de los nervios. Por ejemplo, disminuir significativamente la temperatura corporal (un estado conocido como hipotermia) durante 24 a 48 horas podría ayudar a prevenir una inflamación perjudicial. Es necesario hacer más estudios.

Atención continua

Después de que la lesión o afección inicial se estabiliza, los médicos se centran en la prevención de problemas secundarios que pueden surgir, como el desacondicionamiento, las contracturas musculares, las úlceras por presión, los problemas intestinales y de vejiga, las infecciones respiratorias y los coágulos sanguíneos.

La duración de tu hospitalización dependerá de tu afección y de los problemas médicos que tengas. Una vez que estés lo suficientemente bien para participar en terapias y tratamientos, podrán trasladarte a un centro de rehabilitación.

Rehabilitación

Los miembros del equipo de rehabilitación comenzarán a trabajar contigo mientras te encuentras en las primeras etapas de recuperación. Tu equipo puede incluir un fisioterapeuta, un terapeuta ocupacional, personal de enfermería de rehabilitación, un psicólogo de rehabilitación, un trabajador social, un dietista, un terapeuta recreativo y un médico que se especialice en medicina física (fisiatra) o en lesiones de la médula espinal.

Durante las etapas iniciales de la rehabilitación, los terapeutas suelen hacer hincapié en mantener y fortalecer la función muscular, en el redesarrollo de las habilidades de motricidad fina y en aprender maneras de adaptarte para realizar las tareas cotidianas.

Te informarán sobre los efectos de una lesión de la médula espinal y cómo prevenir complicaciones, y te darán consejos para reconstruir tu vida y aumentar tu calidad de vida y tu independencia.

Te enseñarán muchas habilidades nuevas, y usarás equipos y tecnologías que te ayudarán a vivir por tu cuenta en la medida de lo posible. Te animarán a que reanudes tus pasatiempos favoritos, participes en actividades sociales y de acondicionamiento físico, y regreses a la escuela o al trabajo.

Medicamentos

Podrían usarse medicamentos para controlar algunos de los efectos de la lesión de la médula espinal. Estos comprenden medicamentos para controlar el dolor y la espasticidad muscular, así como medicamentos que puedan mejorar el control de la vejiga, el control del intestino y el funcionamiento sexual.

Nuevas tecnologías

Los innovadores dispositivos médicos pueden ayudar a las personas con una lesión de la médula espinal a ser más independientes y tener mayor movilidad. Entre estos, se incluyen los siguientes:

  • Sillas de ruedas modernas. Las sillas de ruedas mejoradas y de menor peso permiten que las personas con lesiones de la médula espinal puedan tener mayor movilidad y estar más cómodas. Algunas personas necesitan una silla de ruedas eléctrica. Algunas sillas de ruedas pueden hasta subir escaleras, desplazarse sobre terreno irregular y elevar al usuario para llegar a lugares altos sin ayuda.
  • Adaptaciones para computadora. Para alguien que tiene limitada la función de las manos, las computadoras pueden ser difíciles de manejar. Las adaptaciones para computadora pueden ser de simples a complejas, como la protección para teclados "Keyguards" y el reconocimiento de voz.
  • Dispositivos electrónicos de ayuda para la vida diaria. Esencialmente, cualquier aparato eléctrico puede controlarse con un dispositivo electrónico de ayuda para la vida diaria. Los dispositivos pueden encenderse o apagarse con un interruptor o con mandos a distancia activados por voz y por computadora.
  • Dispositivos para estimulación eléctrica. A menudo denominados sistemas de estimulación eléctrica funcional, estos dispositivos tan sofisticados usan estimuladores eléctricos para controlar los músculos de los brazos y las piernas, a fin de conseguir que las personas con lesiones de la médula espinal puedan ponerse de pie, caminar, alcanzar y agarrar objetos.

Pronóstico y recuperación

Es probable que el médico no pueda darte un pronóstico de inmediato. La recuperación, si se produce, suele estar relacionada con la gravedad y el nivel de la lesión. La tasa de recuperación más rápida a menudo se observa en los primeros seis meses, pero algunas personas continúan presentando pequeñas mejoras durante un periodo de hasta 1 o 2 años.

Estrategias de afrontamiento, y apoyo

Un accidente que cause una parálisis es un hecho que cambia la vida. Sufrir una discapacidad de manera repentina puede resultar atemorizante y confuso, y adaptarse no es una tarea sencilla. Posiblemente te preguntes cómo la lesión de la médula espinal afectará tus actividades diarias, tu trabajo, tus relaciones y tu felicidad a largo plazo.

La recuperación lleva tiempo, pero muchas personas que se encuentran paralizadas evolucionan hasta llevar vidas productivas y satisfactorias. Es fundamental mantenerse motivado y recibir el apoyo necesario.

Duelo

Si te has lesionado recientemente, es probable que tú y tu familia tengan un período de duelo. El proceso de duelo, que es una parte normal y saludable de tu recuperación, es diferente para cada persona.

Es natural e importante lamentar la pérdida de tu vida antes de la lesión. Pero también es necesario establecer nuevos objetivos y encontrar maneras de seguir adelante.

Probablemente tendrás inquietudes sobre cómo tu lesión afectará tu estilo de vida, tu situación financiera y tus relaciones. El duelo y el estrés emocional son normales y comunes.

Sin embargo, si tu sufrimiento está afectando tus cuidados, hace que te aísles o te incita a tener un consumo excesivo de alcohol o de drogas ilícitas, es recomendable que hables con un trabajador social, un psicólogo o un psiquiatra. Asimismo, puede resultarte útil unirte a un grupo de apoyo de personas con lesiones de médula espinal.

Hablar con otras personas que comprenden por lo que estás pasando puede ser alentador. Además, pueden ofrecerte asesoramiento sobre cómo adaptar las áreas de tu hogar o tu espacio de trabajo a tus necesidades. Pregúntale al médico o al especialista en rehabilitación si hay grupos de apoyo en tu zona.

Tomar el control

Una de las mejores maneras de recuperar el control de tu vida es informarte sobre la lesión y sobre tus opciones para tener más independencia. En la actualidad hay una gama de equipamientos para conducir y modificaciones para los vehículos.

Lo mismo ocurre con los productos para realizar modificaciones en el hogar. Rampas, puertas más anchas, lavabos especiales, agarraderas y perillas de puertas fáciles de girar hacen posible que pueda vivir con mayor autonomía.

Los costos de una lesión de médula espinal pueden ser abrumadores, pero podrías ser elegible para recibir asistencia económica o servicios de apoyo por parte del gobierno estatal o federal o de organizaciones de beneficencia. Tu equipo de rehabilitación puede ayudarte a identificar recursos en tu zona.

Hablar sobre tu discapacidad

Es posible que algunos amigos y familiares no sepan cómo actuar cuando estén contigo. Estar informado sobre tu lesión de la médula espinal y estar dispuesto a educar a otros puede beneficiarlos a todos.

Explica los efectos de tu lesión y qué pueden hacer para ayudar. Al mismo tiempo, no dudes en decirles a tus amigos y seres queridos cuando ayuden por demás. Aunque al principio puede resultar incómodo, hablar sobre tu lesión a menudo fortalece la relación con amigos y familiares.

Cómo lidiar con la intimidad, la sexualidad y la actividad sexual

Tu lesión de la médula espinal puede afectar la respuesta sexual de tu cuerpo. Sin embargo, eres un ser sexual con deseos sexuales. Es posible conseguir una relación emocional y física satisfactoria, pero se requiere comunicación, experimentación y paciencia.

Un asesor profesional puede ayudarlos a ti y a tu pareja a comunicar los sentimientos y las necesidades. Tu médico puede brindarte la información médica que necesitas acerca de la salud sexual. Puedes tener un futuro satisfactorio lleno de intimidad y placer sexual.

Mirar hacia adelante

A medida que te informas más sobre tu lesión y tus opciones de tratamiento, podrías sorprenderte de todo lo que puedes hacer. Gracias a las nuevas tecnologías y a los nuevos tratamientos y dispositivos, las personas que tienen lesiones de la médula espinal pueden jugar al básquetbol y participar en competencias de atletismo de carrera, saltos y lanzamientos. Pueden pintar y tomar fotografías. Pueden casarse, tener hijos y criarlos y tener trabajos gratificantes.

Los avances en la investigación sobre células madre y la regeneración de las neuronas dan esperanza de una mejor recuperación a las personas que tienen lesiones de la médula espinal. Además, se investiga sobre nuevos tratamientos para las personas que tienen lesiones de la médula espinal de larga duración.

Nadie sabe cuándo estarán disponibles los nuevos tratamientos, pero puedes seguir teniendo esperanza acerca del futuro de la investigación sobre la médula espinal, y mientras tanto vivir tu vida al máximo.

Preparación antes de la cita

Las lesiones traumáticas de la médula espinal son emergencias y es posible que las personas lesionadas no sean capaces de participar en su atención médica al principio.

Para estabilizar la afección, trabajarán una serie de especialistas, como un médico que se especialice en trastornos del sistema nervioso (neurólogo) y un cirujano que se especialice en lesiones de médula espinal y otros problemas del sistema nervioso (neurocirujano), entre otros.

Un médico especializado en lesiones de la médula espinal dirigirá tu equipo de rehabilitación, que incluirá diversos especialistas.

Si tienes una posible lesión de la médula espinal o acompañas a alguien que la tuvo y que no puede dar la información necesaria, a continuación mencionamos algunas cosas que puedes hacer.

Qué puedes hacer

  • Prepárate para dar información acerca de las circunstancias del hecho que causó la lesión, incluso todas las que parezcan no estar relacionadas.
  • En lo posible, pídele a otro miembro de la familia o amigo que te acompañe cuando hables con los médicos. Quien te acompañe puede ayudarte a recordar la información que recibas y a comunicársela a la persona lesionada cuando sea oportuno.
  • Anota las preguntas que desees hacerles a los médicos.

En el caso de la lesión de la médula espinal, algunas preguntas básicas para hacerle al médico son las siguientes:

  • ¿Cuál es el pronóstico?
  • ¿Qué sucederá a corto plazo? ¿Qué sucederá a largo plazo? ¿Cuáles son los tratamientos disponibles y cuál me recomiendas?
  • ¿Podría ayudar una cirugía?
  • ¿Qué tipo de rehabilitación podría ayudar?
  • ¿Qué investigaciones se llevan a cabo actualmente para ayudar a las personas con esta afección?
  • ¿Tienes folletos u otro material impreso que me pueda llevar? ¿Qué sitios web recomiendas?

No dudes en hacer otras preguntas que tengas.

Qué puedes esperar del médico

Es probable que el médico te haga las siguientes preguntas:

  • ¿Qué circunstancias produjeron la lesión?
  • ¿Cuándo sucedió?
  • ¿A qué te dedicas y qué haces en tu tiempo libre?
  • ¿Con quién vives?
  • ¿Cómo es tu vivienda (casa, departamento, cantidad de escaleras)?
  • ¿Tú o alguien de tu familia tienen antecedentes de coágulos sanguíneos?
  • ¿Tienes otras enfermedades?

Last Updated Oct 2, 2021


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