Dejar de fumar y aumentar de peso: ¿es inevitable?

Es común aumentar de peso después de dejar de fumar, en especial durante los primeros meses, pero puedes evitarlo.

El cigarrillo actúa como un supresor del apetito y puede acelerar levemente el metabolismo. Cuando dejas de fumar, el apetito y el metabolismo vuelven a la normalidad, lo cual puede hacerte comer más y quemar menos calorías.

Además, después de dejar de fumar, mejoran los sentidos del olfato y del gusto. La comida puede parecerte más atractiva, lo que te llevará a comer más. Y si reemplazas el cigarrillo con refrigerios, las calorías pueden sumarse rápidamente.

Para evitar aumentar de peso al dejar de fumar, la dieta y el ejercicio deben ser parte de tu plan para abandonar el hábito de fumar. Esto puede ayudarte:

• Ponte en marcha. Incluye la actividad física en tu rutina diaria. El ejercicio regular no solo quema calorías, sino que también ayuda a aliviar los síntomas de abstinencia y los antojos.
• Elige los alimentos de manera inteligente. Planifica comidas saludables que incluyan muchas frutas y verduras. Come porciones más pequeñas. Limita los dulces y el alcohol.
• Opta por refrigerios saludables. Si sientes hambre entre las comidas, elige refrigerios más saludables, como frutas frescas o enlatadas con su propio jugo, maíz inflado con bajo contenido de grasa o yogur sin grasa.
• Consulta a un nutricionista. Si tienes sobrepeso o fumas mucho, habla con el médico sobre la posibilidad de consultar a un nutricionista que te brinde apoyo personalizado para controlar el peso.

Sobre todo, recuerda que los beneficios para la salud que obtendrás al dejar de fumar superan en gran medida los problemas asociados incluso con un aumento de peso moderado.