Resuperficialización de cadera: ¿Una alternativa para el reemplazo de cadera convencional?

La resuperficialización de cadera ha disminuido en popularidad entre muchos cirujanos porque puede aumentar la cantidad de iones metálicos potencialmente dañinos en el torrente sanguíneo. También existe un riesgo de fractura ósea justo debajo de la tapa metálica colocada en la parte superior del hueso del muslo, especialmente en mujeres con mala calidad ósea.

A diferencia del reemplazo de cadera tradicional, la resuperficialización de cadera no reemplaza completamente la "bola" de la cadera con una bola de metal o cerámica. En su lugar, se moldea la forma del hueso y se cubre con una prótesis metálica. Se coloca una copa de metal en la cuenca de la cadera.

A medida que estas superficies metálicas se rozan, existe el potencial de desgaste y liberación de iones metálicos. Esto puede causar reacciones en algunas personas.

La prótesis de la cuenca para un reemplazo de cadera tradicional suele estar recubierta con una capa gruesa de plástico duro, por lo que no hay ningún contacto entre metales. Sin embargo, la porción de "bola" de una cadera artificial es generalmente mucho más pequeña que la original, por lo que existe un mayor riesgo de que se salga de la cavidad (se disloque).

El riesgo de dislocación es mucho menor en la resuperficialización de cadera, debido a que la porción esférica de la articulación puede ser más grande. Esto puede hacer que la resuperficialización de cadera sea una mejor opción para las personas que necesitan ponerse en cuclillas para trabajar.

Los mejores candidatos para la resuperficialización de cadera son los hombres menores de 60 años que tienen huesos fuertes y sanos. El riesgo de fractura es mayor en las personas mayores, especialmente en las mujeres de contextura pequeña con huesos debilitados por la osteoporosis.

Last Updated Mar 3, 2020


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