Quistes de ovario

Perspectiva general

Los quistes ováricos son sacos, generalmente llenos de líquido, que se forman en un ovario o en su superficie. Las mujeres tienen dos ovarios, los cuales se encuentran a cada lado del útero.

Cada ovario tiene un tamaño y una forma similares a los de una almendra. Los óvulos se desarrollan y maduran en los ovarios, y se liberan en ciclos mensuales durante los años fértiles.

Los quistes ováricos son comunes. Por lo general, causan poca o ninguna molestia y son inofensivos. La mayoría de los quistes desaparece sin tratamiento en unos pocos meses.

Sin embargo, a veces, pueden retorcerse o abrirse (ruptura). Esto puede causar síntomas graves. Para proteger tu salud, hazte exámenes pélvicos regulares e infórmate sobre los síntomas que podrían indicar la presencia de un problema potencialmente grave.

Sistema reproductor femenino

Los ovarios, las trompas de Falopio, el útero, el cuello del útero y la vagina (canal vaginal) forman el aparato reproductor femenino.

Síntomas

La mayoría de los quistes ováricos no provocan síntomas y desaparecen por sí solos. Sin embargo, un quiste ovárico grande puede provocar:

  • Dolor abdominal que puede desaparecer y reaparecer. Es posible que sientas un dolor sordo o punzante en la zona bajo el ombligo, en uno de los lados.
  • Sensación de saciedad, presión o pesadez en el estómago (abdomen).
  • Hinchazón abdominal.

Cuándo debes consultar a un médico

Busca ayuda médica de inmediato si tienes lo siguiente:

  • dolor pélvico o abdominal intenso o repentino;
  • dolor con fiebre o vómitos;
  • signos de choque, que incluyen piel fría y húmeda, respiración agitada, aturdimiento o debilidad.

Causas

Muchos quistes ováricos se forman como resultado del ciclo menstrual. A estos se los llama quistes funcionales. Otros tipos de quistes son mucho menos comunes.

Quistes funcionales

Todos los meses, en los ovarios, crecen pequeños quistes llamados folículos. Los folículos producen las hormonas estrógeno y progesterona, y se rompen para liberar un óvulo cuando ovulas.

Un folículo que sigue creciendo se llama quiste funcional. Existen dos tipos de quistes funcionales:

  • Quiste folicular. Aproximadamente, en la mitad del ciclo menstrual, un óvulo sale de su folículo. Luego, el óvulo se desplaza hacia abajo por una trompa de Falopio. Un quiste folicular comienza cuando el folículo no se rompe. No libera su óvulo y sigue creciendo.
  • Quiste con cuerpo lúteo. Después de que el folículo libera su óvulo, se encoge y comienza a producir estrógeno y progesterona. Estas hormonas son necesarias para la concepción. Ahora el folículo se llama cuerpo lúteo. A veces, la abertura por donde salió el óvulo se obstruye. Se acumula líquido dentro del cuerpo lúteo, lo que provoca un quiste.

Por lo general, los quistes funcionales son inofensivos. En pocas ocasiones provocan dolor, y suelen desaparecer por sí solos al cabo de 2 a 3 ciclos menstruales.

Otros quistes

Existen otros tipos de quistes que no están relacionados con los ciclos menstruales:

  • Quistes dermoides. Estos quistes, también llamados teratomas, se forman a partir de las células reproductoras que producen los óvulos en el ovario (células germinales). Estos quistes pueden contener tejidos como pelos, piel o dientes. No suelen ser un cáncer.
  • Cistoadenoma. Este tipo de quiste se forma a partir de células en la superficie de un ovario. El quiste puede estar lleno de material acuoso o mucoso. Un cistoadenoma puede adquirir un tamaño muy grande.
  • Endometrioma. La endometriosis es una afección que hace que las células similares a las que recubren el interior del útero crezcan fuera de este órgano. Parte de ese tejido puede adherirse al ovario y formar un quiste; a esto se le denomina "endometrioma".

Los quistes dermoides y los cistoadenomas se pueden agrandar y provocar que el ovario se desplace de su posición normal. Esto aumenta la posibilidad de que se produzca una torsión dolorosa del ovario, llamada "torsión ovárica". La torsión ovárica puede reducir o interrumpir el flujo de sangre al ovario.

Quiste folicular en el ovario

Un quiste folicular se produce cuando el folículo del ovario no se rompe o no libera su óvulo. En cambio, crece hasta que se forma un quiste.

Quiste de cuerpo lúteo en el ovario

Los cambios en el folículo del ovario luego de la liberación de un óvulo pueden causar que la abertura de salida del óvulo se cierre. Se acumula líquido dentro del folículo y se desarrolla un quiste con cuerpo lúteo.

Factores de riesgo

El riesgo de padecer un quiste ovárico es mayor en estos casos:

  • Problemas hormonales. Se incluye el consumo de un medicamento para mejorar la fertilidad que provoque la ovulación, como, por ejemplo, clomifeno o letrozol (Femara).
  • Embarazo. A veces, el folículo que se forma al ovular permanece en el ovario durante todo el embarazo. A veces puede volverse más grande.
  • Endometriosis. Parte de ese tejido puede adherirse al ovario y formar un quiste.
  • Infección pélvica grave. Si la infección se propaga a los ovarios, puede provocar quistes.
  • Quistes ováricos previos. Si ya has tenido un quiste ovárico, es probable que aparezcan más.

Complicaciones

No suelen suceder con frecuencia, pero pueden surgir complicaciones con los quistes ováricos. Entre estos, se incluyen los siguientes:

  • Torsión ovárica. Los quistes que se agrandan pueden provocar que el ovario se desplace. Esto aumenta la posibilidad de que se produzca una torsión dolorosa del ovario (torsión ovárica). Si esto sucede, puedes sentir un dolor pélvico fuerte e inesperado, o tener náuseas y vómitos. La torsión ovárica también puede reducir o interrumpir el flujo de sangre al ovario.
  • Rotura de un quiste. Cuando un quiste se revienta (se rompe), puedes sentir un dolor intenso y presentar un sangrado en el interior de la pelvis. Cuanto más grande sea el quiste, mayor es el riesgo de que se rompa. Hacer actividades vigorosas que afecten la pelvis, como el sexo vaginal, también aumenta el riesgo de ruptura.

Prevención

Aunque no hay manera de prevenir la formación de quistes ováricos, hacerse exámenes pélvicos periódicos ayuda a garantizar que los cambios en los ovarios se diagnostiquen lo más pronto posible. Presta atención a los cambios en tu ciclo mensual. Anota los síntomas menstruales poco frecuentes, especialmente aquellos que persisten durante más de un par de ciclos. Habla con el proveedor de atención médica sobre los cambios que te preocupen.

Diagnóstico

Se puede detectar un quiste en el ovario durante un examen pélvico o en una prueba por imágenes, como una ecografía pélvica. Según el tamaño del quiste y si está relleno de líquido o materia sólida, es probable que tu proveedor de atención médica recomiende otras pruebas para determinar el tipo de quiste y la necesidad de tratamiento.

Los exámenes posibles comprenden:

  • Prueba de embarazo. Una prueba positiva podría sugerir que hay un embarazo inicial. Es normal ver quistes con cuerpo lúteo durante el embarazo.
  • Ecografía pélvica. Un dispositivo con forma de varilla (transductor) envía y recibe ondas sonoras de alta frecuencia para generar una imagen del útero y los ovarios en una pantalla de video (ecografía). La imagen se usa para confirmar que tienes un quiste, localizarlo y determinar si es sólido o contiene líquido.
  • Laparoscopia. Se introduce un instrumento delgado provisto de una luz (laparoscopio) en el abdomen a través de un pequeño corte (incisión). Mediante el laparoscopio, el proveedor de atención médica puede observar los ovarios y cualquier quiste. Normalmente, si se detecta un quiste, el tratamiento se realiza en el mismo procedimiento. Se trata de un procedimiento quirúrgico que requiere anestesia.
  • Pruebas de marcadores tumorales. A menudo, en el caso de un cáncer de ovarios, se detectan niveles en sangre elevados de una proteína denominada antígeno del cáncer. Si el quiste parece ser sólido y presentas riesgo de cáncer de ovario, el proveedor de atención médica puede solicitar una prueba de antígeno del cáncer 125 (CA 125) u otros exámenes de sangre. También puede haber niveles elevados de CA 125 en afecciones no cancerosas, como endometriosis y enfermedad inflamatoria pélvica.

A veces, un proveedor de atención médica descubre tipos de quistes menos frecuentes durante un examen pélvico. Los quistes ováricos sólidos que aparecen después de la menopausia pueden son cancerosos (malignos). Por eso es importante hacerse exámenes pélvicos con regularidad.

Tratamiento

El tratamiento depende de tu edad y del tipo y tamaño del quiste. También depende de los síntomas que tengas. El proveedor de atención médica podría sugerir lo siguiente:

  • Espera en observación. En muchos casos, puedes esperar y volver a hacerte el examen para ver si el quiste desaparece luego de unos meses. Esto es por lo general una opción, sin importar tu edad, si no tienes síntomas y una ecografía indica que tienes un quiste pequeño lleno de líquido. Es posible que te hagan varias ecografías pélvicas de seguimiento para ver si el quiste ha cambiado de tamaño o aspecto.
  • Medicamento. Los anticonceptivos hormonales, como las píldoras anticonceptivas, hacen que no ovules. Y eso podría evitar que se formen más quistes ováricos. Sin embargo, las píldoras anticonceptivas no reducen el tamaño de quistes existentes.
  • Cirugía. El proveedor de atención médica puede sugerir extirpar el quiste si es grande, no tiene el aspecto de un quiste funcional, sigue creciendo o causa dolor. Algunos quistes pueden extirparse sin necesidad de extirpar el ovario (cistectomía). En algunos casos, se extirpa el ovario que tiene el quiste (ooforectomía).

    Con frecuencia, el procedimiento quirúrgico se puede hacer mediante una cirugía de invasión mínima (laparoscopia) en la que se introduce un laparoscopio e instrumentos a través de pequeños cortes en el abdomen. Si el quiste es grande o hay preocupación de que haya cáncer, es posible que deba hacerse un procedimiento abierto con un corte más grande.

    Los quistes ováricos que aparecen después de la menopausia a veces son cancerosos. En ese caso, es posible que debas consultar a un especialista en cáncer ginecológico. Podrías necesitar una cirugía para extirpar el útero, el cuello del útero, las trompas de Falopio y los ovarios. También es posible que necesites recibir quimioterapia o radioterapia.

Preparación antes de la cita

La primera consulta puede ser con el proveedor principal de atención médica o con un especialista en afecciones del aparato reproductor femenino (ginecólogo).

Considera pedirle a un familiar o a un amigo que te acompañe a la cita médica, si es posible, para que escuche lo que dice el proveedor de atención médica y te ayude a recordar la información.

Qué puedes hacer

Antes de la cita médica, prepara una lista de lo siguiente:

  • Los síntomas, incluidos aquellos que quizás no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita médica, y cuándo comenzaron.
  • Todos los medicamentos, vitaminas, suplementos a base de plantas medicinales y de otro tipo que tomes, así como las dosis.
  • Tus antecedentes médicos, incluidas las irregularidades menstruales.
  • Preguntas para hacerle al proveedor de atención médica.

Estas son algunas preguntas que puedes hacerle al proveedor de atención médica:

  • ¿Cuál puede ser la causa de mis síntomas?
  • ¿Qué pruebas podría necesitar?
  • ¿El quiste desaparecerá por sí solo o necesitaré tratamiento?
  • ¿Tiene material impreso o folletos que me pueda llevar? ¿Qué sitios web me recomienda?

No dudes en hacerle todas las preguntas que te surjan durante la cita médica.

Qué esperar del médico

Entre las preguntas que te pueden hacer, se incluyen las siguientes:

  • ¿Con qué frecuencia se presentan los síntomas?
  • ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
  • ¿Los síntomas parecen estar relacionados con el ciclo menstrual?
  • ¿Hay algo que mejore los síntomas?
  • ¿Hay algo que empeore los síntomas?
  • ¿Tuviste quistes ováricos en el pasado?

El proveedor de atención médica te hará otras preguntas en función de tus respuestas, síntomas y necesidades. Estar preparado para responderlas te ayudará a aprovechar al máximo la cita.

Last Updated Jul 28, 2023


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