Principios básicos de la condición física
Learning Center
¿Estás demasiado enfermo para hacer ejercicio?
El resfriado común no tiene por qué ser un impedimento. En general, puedes hacer ejercicios leves a moderados si presentas síntomas por encima del cuello, como goteo de la nariz, congestión nasal, estornudos o dolor de garganta leve. Sin embargo, si presentas síntomas por debajo del cuello, como acumulación de flemas en los bronquios, tos áspera o malestar estomacal, retrasa el entrenamiento. Tampoco hagas ejercicio si tienes fiebre, fatiga, dolores generalizados en los músculos o una enfermedad contagiosa.
¿Sin dolor no hay gloria? ¡De ninguna manera!
A la hora de hacer ejercicio, el famoso dicho «Sin dolor no hay gloria» no es un buen consejo. El ejercicio no debería doler. A lo sumo, puedes sentir un poco de dolor muscular cuando practicas una actividad o un entrenamiento nuevo. Si sientes dolor, mareos, náuseas o falta de aire durante el ejercicio, detente. Es posible que te estés esforzando demasiado.
Estar en forma: tómalo con calma
Cuando se trata del ejercicio, establece un objetivo que lograr. Comienza con metas sencillas y luego avanza hacia objetivos de mayor alcance. Recuerda establecer metas realistas y alcanzables. Es fácil frustrarse y darse por vencido si las metas son demasiado ambiciosas. Si hace tiempo que no te ejercitas, una meta a corto plazo puede ser caminar durante 10 minutos, 5 días a la semana. Una meta intermedia puede ser caminar durante 30 minutos, 5 días a la semana. Un objetivo a largo plazo puede ser completar una caminata de 5 kilómetros.
¿La actividad física es una obligación? ¡Ya no más!
Es más probable que adhieras a un programa de ejercicios si te diviertes. Si no disfrutas de tus entrenamientos, prueba algo diferente. Únete a una liga de volley o de softball. Toma una clase de bailes de salón. Cambia tus zapatillas por un traje de baño. Recuerda, el ejercicio no tiene por qué ser monótono.
¿Haces ejercicio regularmente? ¡Lleva un registro de tu progreso!
Si haces ejercicio con regularidad, felicitaciones. Sigue así. Llevar un diario de ejercicios puede ayudar. Registra lo que hiciste durante cada sesión de ejercicio, el tiempo ejercitado y cómo te sentiste después. Hacer un seguimiento de tus esfuerzos puede ser un buen recordatorio de que estás progresando constantemente hacia tus objetivos de acondicionamiento físico.
¿Hiciste ejercicio hoy? ¡Recompénsate!
Después de hacer ejercicio, tómate unos minutos para disfrutar de las sensaciones agradables te que produce. Reflexiona sobre lo que acabas de lograr. Este tipo de recompensa interna puede ayudarte a que te comprometas a largo plazo con el ejercicio regular. Las recompensas externas también pueden ser útiles. Cuando alcances una meta de mayor alcance, regálate un nuevo par de calzado deportivo o canciones nuevas para disfrutar mientras te ejercitas.
¿Faltaste a un entrenamiento? ¡No te rindas!
Si estás demasiado ocupado para ejercitarte o simplemente no tienes ganas de hacerlo, tómate uno o dos días de descanso. Si necesitas un descanso, sé considerado contigo mismo. Después de todo, es bueno ser flexible. Lo importante es que vuelvas a tu rutina en cuanto puedas.
¿No te alcanza el presupuesto para hacer ejercicio? ¡Elige lo económico!
¿Son demasiado costosos la membresía de un gimnasio o el equipo de ejercicio en el hogar? Considera opciones más económicas para ponerte en forma. Puedes basar un programa de acondicionamiento físico en caminatas diarias enérgicas a modo de ejercicio aeróbico y flexiones de brazos o sentadillas para el fortalecimiento muscular. O prueba comprar algunas pesas de mano o bandas de resistencia económicas. Consulta al departamento de recreación local para ver si ofrecen clases de acondicionamiento físico con descuento.
Consejo para estar en forma: incluye a tus amigos
Hacer ejercicio no tiene que ser una tarea fastidiosa. Además, no tienes que hacerlo solo. Inscríbete en una clase de actividad física grupal o únete a un equipo de sóftbol, fútbol o vóleibol. Haz ejercicio con un amigo en un gimnasio o en un club deportivo. Crea un grupo para salir a caminar con amigos y vecinos.
Obstáculos para estar en forma: supéralos
No es fácil mantener una rutina de ejercicios regular. Pero puedes hacerlo. ¿No tienes tiempo? Divide el ejercicio en partes pequeñas o cuenta las actividades diarias, por ejemplo, subir y bajar las escaleras, como parte de tu programa de actividad física. ¿Te preocupa lesionarte? Tómalo con calma. Comienza caminando. ¿Es demasiado costoso? Entrena en casa en lugar de hacerlo en un gimnasio. ¿Te sientes desanimado? Recuerda tus logros pasados. ¿Te aburre? Entrena con amigos o familiares.
Refine Your Search
Type
- All
- HealthTip
Age
- All
- Adulto de 45 a 64 años
- Adulto de 19 a 44 años
- De 65 a más de 80
- 80 años y más