Salud de las mujeres
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Haz que el dolor de espalda desaparezca
El dolor de espalda es una dolencia común. En la mayoría de los casos, puedes tomar medidas para prevenir el dolor de espalda. Prueba lo siguiente: 1. Haz ejercicio regularmente. 2. Adopta una buena postura. 3. Usa técnicas de levantamiento adecuadas. 4. Siéntate en sillas en las que puedas apoyar la parte baja de la espalda. 5. Mantén un peso saludable.
Fibra: ¿soluble o insoluble?
Necesitas ambos tipos de fibra en tu dieta. La soluble, que se disuelve en agua, puede ayudar a reducir los niveles de colesterol y glucosa. Algunas buenas fuentes de fibra soluble son la avena, los frijoles, las manzanas, los cítricos, las zanahorias y la cebada. La fibra insoluble, que no se disuelve en agua, promueve el movimiento del alimento a través de tu sistema digestivo y puede ayudar con el estreñimiento o las heces irregulares. Algunas buenas fuentes de fibra insoluble son la harina de trigo integral, el salvado de trigo, los frutos secos y muchas verduras.
Evita la piel seca
Para mantener la piel hidratada y saludable: 1. Hidrata la piel. Un producto hidratante sella la piel para evitar que el agua se escape. 2. Limita el tiempo que pasas en la bañera o la ducha a 10 minutos o menos. Dúchate o báñate con agua tibia y no caliente. 3. Usa cremas limpiadoras o limpiadores cutáneos suaves y geles de baño que contengan productos hidratantes.
Estrés y dolores de cabeza: Detén el ciclo
El estrés puede provocarte dolor de cabeza, y un dolor de cabeza realmente puede estresarte. De cualquier manera, puedes disminuir el dolor con estos consejos para mantener el estrés bajo control: 1. Simplifica. Pregúntate qué es lo que realmente debe hacerse y qué puede dejarse de lado. 2. Delega. Revisa tu lista de tareas pendientes y delega lo que puedas. 3. Ríete. Mantener una actitud positiva con humor es una excelente manera de aliviar el estrés. 4. Relájate. Cuando sientas que los músculos comienzan a tensarse, respira profundamente. Concéntrate en inhalar y exhalar lenta y profundamente durante al menos 10 minutos. 5. Haz ejercicio. El ejercicio regular proporciona un descanso saludable del estrés de la vida diaria.
Estar en forma: tómalo con calma
Cuando se trata del ejercicio, establece un objetivo que lograr. Comienza con metas sencillas y luego avanza hacia objetivos de mayor alcance. Recuerda establecer metas realistas y alcanzables. Es fácil frustrarse y darse por vencido si las metas son demasiado ambiciosas. Si hace tiempo que no te ejercitas, una meta a corto plazo puede ser caminar durante 10 minutos, 5 días a la semana. Una meta intermedia puede ser caminar durante 30 minutos, 5 días a la semana. Un objetivo a largo plazo puede ser completar una caminata de 5 kilómetros.
Estar en forma supone mucho más que quedar exhausto
Cuando se trata de hacer actividad física, quedar extenuado después de hacer ejercicios aeróbicos como correr, andar en bicicleta o nadar no es lo único importante. Un programa de ejercicios equilibrado y adecuado incluye cinco elementos clave: actividad física aeróbica, fortalecimiento muscular, ejercicios para fortalecer la zona media, entrenamiento del equilibrio y ejercicios de flexibilidad y estiramiento. Si no estás poniendo en práctica estos cinco elementos, es hora de combinar tu rutina.
El ánimo y la comida: cómo romper el vínculo
¿Comes cuando no tienes hambre? Es posible que comas como respuesta al estrés o al aburrimiento. Presta atención a cuándo comes y cómo te sientes. ¿Tu hambre es física o emocional? Si comiste hace solo unas horas y el estómago no te hace ruido, es probable que no tengas hambre. Dale tiempo al antojo hasta que pase. Distráete y opta por un comportamiento más saludable. Da un paseo, escucha música o llama a un amigo.
El poder del pensamiento positivo
Los pensamientos negativos pueden alimentar el pesimismo y crear estrés innecesario. Puedes aprender a convertir los pensamientos negativos en pensamientos positivos. El proceso es simple, pero lleva tiempo y práctica. Comienza siguiendo una regla simple: No te digas nada a ti mismo que no les dirías a los demás. Detente y evalúa lo que estás pensando a lo largo del día. Si tienes un pensamiento negativo, evalúalo de manera racional y responde con afirmaciones sobre lo que tienes de bueno.
El invierno no significa que puedas dejar de lado el protector solar
Es tan fácil quemarse con el sol en invierno como en verano. La nieve refleja los rayos del sol, por lo que es posible quemarse con el sol aunque tengas frío. Cuando estés al aire libre en el invierno, usa protector solar en cualquier área expuesta. Usa también bálsamo labial que contenga protector solar.
Disminuye el riesgo de cáncer de mama
Las investigaciones demuestran que los cambios en el estilo de vida pueden reducir el riesgo de cáncer mamario, incluso si tienes un riesgo alto. Para reducir tu riesgo: 1. Limita el consumo de alcohol. Incluso pequeñas cantidades aumentan tu riesgo. 2. Limita la terapia hormonal posmenopáusica. 3. Haz actividad física. 4. Mantén un peso saludable.
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