Principios básicos de la condición física
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Consejo para la presión arterial: Obtén más potasio
¿Quieres bajar la presión arterial? Reduce el consumo de sodio en tu dieta y agrega más potasio. El sodio aumenta la presión arterial. El potasio puede reducir los efectos del sodio en la presión arterial. Muchas frutas y vegetales son buenas fuentes de potasio, como las bananas (plátanos), frutillas (fresas), melón cantalupo, espinaca, arvejas (guisantes, chícharos) y tomates.
Consejo para mantener la presión arterial: conoce los límites de alcohol
Beber más de tres tragos de una sola vez puede elevar temporalmente la presión arterial. Los atracones de alcohol provocan aumentos significativos y repentinos de la presión arterial e incrementan el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular. Si consumes alcohol en exceso o en atracones, habla con el proveedor de atención médica sobre cómo puedes reducir la cantidad.
Cereales integrales para un corazón saludable
Los cereales integrales son naturalmente ricos en fibra, ayudan a sentirse lleno, lo que hace que sea más fácil mantener un peso saludable. Los cereales integrales también se relacionan con un riesgo más bajo de sufrir enfermedades cardíacas, diabetes y otros problemas de salud. Para incorporar más fibra en tu dieta, prueba con estos simples consejos: 1. Empieza el día con cereales integrales, como hojuelas de salvado de trigo integral, trigo rallado o avena. 2. Prepara sándwiches con pan o bollos de pan hechos de cereales 100 por ciento integrales. 3. Opta por arroz integral en lugar de arroz blanco.
¿Tienes mal aliento? ¡Cepíllate la lengua!
Cepillarte suavemente la lengua elimina células muertas, bacterias y restos de comida. Usa un cepillo de dientes de cerdas suaves o un rascador lingual. Otra opción es usar un cepillo de dientes que tenga un limpiador de lengua incorporado en la parte posterior. Asegúrate de cepillarte los dientes y la lengua al menos dos veces por día.
¿Estás demasiado enfermo para hacer ejercicio?
El resfriado común no tiene por qué ser un impedimento. En general, puedes hacer ejercicios leves a moderados si presentas síntomas por encima del cuello, como goteo de la nariz, congestión nasal, estornudos o dolor de garganta leve. Sin embargo, si presentas síntomas por debajo del cuello, como acumulación de flemas en los bronquios, tos áspera o malestar estomacal, retrasa el entrenamiento. Tampoco hagas ejercicio si tienes fiebre, fatiga, dolores generalizados en los músculos o una enfermedad contagiosa.
¿Sin dolor no hay gloria? ¡De ninguna manera!
A la hora de hacer ejercicio, el famoso dicho «Sin dolor no hay gloria» no es un buen consejo. El ejercicio no debería doler. A lo sumo, puedes sentir un poco de dolor muscular cuando practicas una actividad o un entrenamiento nuevo. Si sientes dolor, mareos, náuseas o falta de aire durante el ejercicio, detente. Es posible que te estés esforzando demasiado.
Presión arterial alta: ¿cómo prevenirla?
La presión arterial alta puede causar estragos en tu cuerpo durante años sin un solo síntoma. Es por eso que la detección temprana es tan importante. Si te diagnostican presión arterial alta o simplemente deseas mantener la presión arterial controlada, los hábitos saludables pueden marcar la diferencia: 1. Sigue una dieta enfocada en frutas, vegetales, cereales y lácteos descremados. 2. Consume menos grasas saturadas y grasas totales, y limita la cantidad de sodio en tu dieta. 3. Mantén un peso saludable. 4. Aumenta la actividad física. 5. No fumes. 6. Controla el estrés.
¿Te has reído mucho hoy?
El humor es una gran manera de aliviar el estrés. La risa libera endorfinas, sustancias naturales que te ayudan a sentirte mejor y a mantener una actitud positiva. Adelante. Inténtalo. Cuelga fotos divertidas o tiras cómicas en tu espacio de trabajo. Adopte la costumbre de pasar tiempo con amigos que lo hagan reír. ¿Quién sabe? Ríete y el mundo podría reírse contigo.
Estar en forma: tómalo con calma
Cuando se trata del ejercicio, establece un objetivo que lograr. Comienza con metas sencillas y luego avanza hacia objetivos de mayor alcance. Recuerda establecer metas realistas y alcanzables. Es fácil frustrarse y darse por vencido si las metas son demasiado ambiciosas. Si hace tiempo que no te ejercitas, una meta a corto plazo puede ser caminar durante 10 minutos, 5 días a la semana. Una meta intermedia puede ser caminar durante 30 minutos, 5 días a la semana. Un objetivo a largo plazo puede ser completar una caminata de 5 kilómetros.
¿La actividad física es una obligación? ¡Ya no más!
Es más probable que adhieras a un programa de ejercicios si te diviertes. Si no disfrutas de tus entrenamientos, prueba algo diferente. Únete a una liga de volley o de softball. Toma una clase de bailes de salón. Cambia tus zapatillas por un traje de baño. Recuerda, el ejercicio no tiene por qué ser monótono.
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