Gestión responsable de los opioides: ¿de qué se trata?

Esta gestión consiste en recetar opioides de forma segura, correcta y en las circunstancias adecuadas. Los opioides son medicamentos que se usan para tratar el dolor intenso. Aunque pueden ser útiles para aliviar el dolor, también tienen riesgos graves. Los riesgos de tomar opioides pueden incluir la sedación, la sobredosis y el desarrollo de tolerancia. El desarrollo de la dependencia a los opioides y del trastorno por su consumo también son riesgos graves.

Los profesionales de atención médica siguen pautas establecidas para decidir si recetan opioides. Deben considerar si son la opción correcta para el tipo de dolor que hay que tratar. Si son la mejor opción, el profesional elige qué opioide utilizar, en qué cantidad y cuánto tiempo durará el tratamiento.

Por lo general, los opioides deben usarse durante poco tiempo. Si una persona aún siente dolor después de tomar todos los analgésicos, el profesional puede decidir si continuar con los opioides o probar un enfoque nuevo.

Al elegir un tratamiento, los profesionales de atención médica evalúan el riesgo y los posibles daños para cada paciente.

La gestión responsable de los opioides también implica crear conciencia sobre cómo tomarlos, almacenarlos y eliminarlos de manera adecuada, así como conocer los signos de una sobredosis y la manera de tratarla.

Todos desempeñan un papel en la gestión responsable de los opioides. Los profesionales de atención médica se encargan de su prescripción responsable. Las personas que los toman se ocupan de almacenarlos de forma segura y de desechar los que no se utilicen para evitar que el medicamento caiga en las manos equivocadas.

Toma, almacenamiento y eliminación de opioides

Los opioides son seguros y eficaces cuando se usan correctamente. Los profesionales de atención médica conocen los riesgos de su uso, por lo que deciden cuidadosamente qué medicamentos administrar y en qué cantidad. Habla con tu equipo de atención médica sobre el motivo por el cual tomas un opioide y la forma correcta de tomarlo.

El almacenamiento adecuado de opioides desempeña un papel clave en la seguridad de los opioides. Es más seguro almacenar los opioides en sus envases originales y con sus tapas originales. De esta manera, cualquier persona que encuentre los opioides sabrá lo que son y no los tomará. La etiqueta original también te ayuda a recordar las dosis que debes tomar.

Los opioides deben almacenarse en una caja cerrada con llave o en una habitación lejos del alcance de niños, adolescentes, mascotas y adultos vulnerables.

Desecha los medicamentos opioides si ya no los necesitas. Algunas comunidades tienen buzones para dejar los medicamentos que ya no usas. Si no hay sitios de entrega cerca de ti, la mayoría de los opioides se pueden desechar por el inodoro.

En muchas farmacias se pueden comprar bolsas especiales para desecharlos de forma segura. Si no hay bolsas disponibles, los opioides pueden mezclarse con sedimentos del café o arena para gatos en una bolsa sellada y tirarse a la basura.

Reconocer una sobredosis y cómo ayudar

La sobredosis es la complicación más perjudicial del consumo de medicamentos opioides. Puede ocurrir accidentalmente, incluso cuando el medicamento se toma de forma correcta. El riesgo de sobredosis aumenta si:

  • Tomas dosis de opioides más altas de las que te recetaron.
  • Te administras opioides por inyección.
  • Tomas opioides con otros medicamentos sedantes o alcohol.
  • Has tenido una sobredosis anteriormente.
  • Tienes antecedentes de abuso de sustancias adictivas.
  • Recibes tratamiento por trastorno por consumo de opioides.
  • Tienes otras enfermedades que afectan la respiración.
  • Tienes problemas con los órganos.
  • Tienes un problema de salud mental preexistente.

Algunas personas pueden tener solo uno o dos síntomas de sobredosis, por lo que saber qué síntomas buscar podría ayudar a salvar una vida. Los síntomas de una sobredosis de opioides pueden incluir:

  • Respiración irregular y lenta.
  • Latidos cardíacos lentos.
  • Cambios en el color de la piel alrededor de la boca.
  • Cambios en el color de las uñas.
  • Piel que ha cambiado de color y está fría al tacto.
  • Pupilas pequeñas.
  • Somnolencia o falta de respuesta.
  • Confusión.

Si sospechas que alguien ha sufrido una sobredosis con opioides, llama a los servicios de emergencia y sigue las instrucciones que te den hasta que llegue la ayuda. Es posible que debas observar tu entorno para garantizar la seguridad. Los posibles peligros pueden ser el tráfico, las agujas y el polvo suelto.

Los servicios de emergencia también pueden pedirte que administres naloxona (Narcan, Evzio, Kloxxado) si es posible. La naloxona es un medicamento que se usa para tratar la sobredosis con opioides. La naloxona puede ser un atomizador nasal o una inyección. En los EE. UU., la naloxona puede comprarse sin receta médica.

La naloxona revierte rápidamente la sobredosis de opioides, pero solo por un corto tiempo. Es posible que dure solo de 30 a 90 minutos y que debas administrar dosis repetidas hasta que lleguen los servicios de emergencia. Administra naloxona incluso si no estás seguro de que la persona esté sufriendo una sobredosis con opioides.

Si estás tomando un opioide, debes llevar contigo naloxona siempre que sea posible. Es importante informar a los familiares o cuidadores sobre la seguridad cuando se toman opioides. Deben conocer los síntomas de una sobredosis, dónde acceder a la naloxona y cómo usarla.

Last Updated Apr 20, 2024


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