Artritis psoriásica

Perspectiva general

La artritis psoriásica es una forma de artritis que afecta a algunas personas con psoriasis, una enfermedad que provoca manchas rojas en la piel cubiertas con escamas plateadas. La mayoría de las personas tienen psoriasis antes de recibir el diagnóstico de artritis psoriásica. Sin embargo, para algunas personas los problemas en las articulaciones comienzan antes o al mismo tiempo que aparecen las manchas en la piel.

El dolor, la rigidez y la hinchazón de las articulaciones son los principales signos y síntomas de la artritis psoriásica. Pueden afectar cualquier parte del cuerpo, lo que incluye las yemas de los dedos y la columna vertebral, y pueden ser de leves a graves. Tanto en la psoriasis como en la artritis psoriásica, los brotes de la enfermedad pueden alternar con períodos de remisión.

No hay cura para la artritis psoriásica. El tratamiento intenta controlar los síntomas y evitar el daño en las articulaciones. Sin tratamiento, la artritis psoriásica puede ser incapacitante.

Psoriasis en placa

La psoriasis en placa es el tipo de psoriasis más común. Por lo general, produce lesiones secas y enrojecidas en la piel (placas) cubiertas de escamas plateadas.

Síntomas

Tanto la artritis psoriásica como la psoriasis son enfermedades crónicas que empeoran con el tiempo. Sin embargo, podrías tener períodos en los que los síntomas mejoran o desparecen por un tiempo.

La artritis psoriásica puede afectar las articulaciones de uno o ambos lados del cuerpo. Los signos y síntomas de la artritis psoriásica a menudo se parecen a los de la artritis reumatoide. Ambas enfermedades hacen que las articulaciones se vuelvan dolorosas, hinchadas y calientes al tacto.

Sin embargo, es más probable que la artritis psoriásica también cause:

  • Dedos hinchados de las manos y los pies. La artritis psoriásica puede causar una hinchazón dolorosa en forma de salchicha en los dedos de las manos y de los pies.
  • Dolor en el pie. La artritis psoriásica también puede causar dolor en los puntos donde los tendones y los ligamentos se adhieren a los huesos, especialmente en la parte posterior del talón (tendinitis del tendón de Aquiles) o en la planta del pie (fascitis plantar).
  • Dolor en la región lumbar de la espalda. Algunas personas tienen una afección llamada espondilitis como resultado de la artritis psoriásica. La espondilitis causa principalmente inflamación de las articulaciones entre las vértebras de la columna vertebral y en las articulaciones entre la columna vertebral y la pelvis (sacroilitis).
  • Cambios en las uñas. Las uñas pueden desarrollar pequeñas hendiduras (hoyuelos), pueden romperse o separarse del lecho ungueal.
  • Inflamación ocular. La uveítis puede causar dolor en los ojos, enrojecimiento y visión borrosa. Si no se la trata, la uveítis puede causar pérdida de la visión.

Cuándo debes consultar al médico

Si tienes psoriasis, dile a tu médico si desarrollas dolor articular. La artritis psoriásica puede dañar gravemente tus articulaciones si no se trata.

Causas

La artritis psoriásica ocurre cuando el sistema inmunitario ataca células y tejidos sanos. La respuesta inmunitaria causa inflamación en las articulaciones, así como la sobreproducción de células de la piel.

Parece probable que intervengan tanto los factores genéticos como los ambientales en esta respuesta del sistema inmunitario. Muchas personas con artritis psoriásica tienen antecedentes familiares de psoriasis o artritis psoriásica. Los investigadores han descubierto ciertos marcadores genéticos que parecen estar asociados con la artritis psoriásica.

Un traumatismo físico o algo en el ambiente, como una infección viral o bacteriana, podría desencadenar artritis psoriásica en personas con una tendencia hereditaria.

Factores de riesgo

Varios factores pueden aumentar tu riesgo de artritis psoriásica, entre los que se incluyen los siguientes:

  • Psoriasis. Tener psoriasis es el factor de riesgo más importante de sufrir artritis psoriásica.
  • Antecedentes familiares. Muchas personas con artritis psoriásica tienen un padre o un hermano con la enfermedad.
  • Edad. Aunque cualquier persona puede sufrir artritis psoriásica, esta ocurre con más frecuencia en adultos entre los 30 y 55 años.
Miniaturas con afecciones por psoriasis

En algunos casos, la psoriasis puede provocar orificios y malformaciones en las uñas que se vuelven gruesas y descoloridas. Las uñas también pueden separarse del lecho ungueal.

Complicaciones

Un pequeño porcentaje de personas con artritis psoriásica desarrollan artritis mutilante, una forma grave, dolorosa e incapacitante de la enfermedad. Con el tiempo, la artritis mutilante destruye los pequeños huesos de las manos, especialmente los dedos, lo que lleva a una deformidad y discapacidad permanentes.

La artritis psoriásica también hace que algunas personas tengan mayor riesgo de presentar hipertensión, síndrome metabólico, diabetes y enfermedad cardiovascular.

Diagnóstico

Durante el examen, tu médico podría:

  • Examinarte las articulaciones para detectar signos de hinchazón o sensibilidad
  • Revisarte las uñas para detectar hoyos, descamación u otras anomalías
  • Presionarte las plantas de los pies y alrededor del talón para comprobar si hay puntos sensibles

Ninguna prueba puede confirmar un diagnóstico de artritis psoriásica. Pero algunos tipos de pruebas pueden descartar otras causas del dolor articular, como artritis reumatoide o gota.

Estudios por imágenes

  • Radiografías. Pueden ayudar a precisar los cambios en las articulaciones que ocurren en la artritis psoriásica, pero no en otras afecciones artríticas.
  • Imágenes por resonancia magnética. Utilizan ondas de radio y un potente campo magnético para producir imágenes detalladas de los tejidos duros y blandos del cuerpo. Las imágenes por resonancia magnética se pueden utilizar para verificar si hay problemas con los tendones y ligamentos en los pies y la región lumbar.

Análisis de laboratorio

  • Factor reumatoide. El factor reumatoide es un anticuerpo que a menudo está presente en la sangre de las personas con artritis reumatoide, pero no suele estar en la sangre de las personas con artritis psoriásica. Esta prueba puede ayudar al médico a distinguir entre las dos afecciones.
  • Análisis del líquido sinovial. Con una aguja, el médico extrae una pequeña muestra de líquido de una de las articulaciones afectadas, a menudo la rodilla. Los cristales de ácido úrico en el líquido sinovial podrían indicar que tienes gota en lugar de artritis psoriásica. También es posible tener gota y artritis psoriásica al mismo tiempo.

Tratamiento

No existe cura para la artritis psoriásica. El tratamiento se centra en controlar la inflamación de las articulaciones afectadas para evitar el dolor articular y la discapacidad, y en controlar la piel que se vea afectada. Uno de los tratamientos más comunes son los medicamentos recetados a los que se llama fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad.

El tratamiento dependerá de la gravedad de tu enfermedad y de las articulaciones afectadas. Es posible que tengas que probar diferentes tratamientos antes de encontrar el que te cause alivio.

Medicamentos

Los medicamentos que se utilizan para tratar la artritis psoriásica incluyen los siguientes:

  • Antiinflamatorios no esteroides. Los antiinflamatorios no esteroides pueden aliviar el dolor y reducir la inflamación en personas con artritis psoriásica leve. Los antiinflamatorios no esteroides de venta sin receta médica incluyen el ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) y el naproxeno sódico (Aleve). Los antiinflamatorios no esteroides más potentes están disponibles con receta médica. Los efectos secundarios pueden incluir irritación estomacal, problemas cardíacos y daño hepático y renal.
  • Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad convencionales. Estos medicamentos pueden retrasar la evolución de la artritis psoriásica y evitar que las articulaciones y otros tejidos sufran un daño permanente.

    El medicamento antirreumático modificador de la enfermedad utilizado más frecuentemente es el metotrexato (Trexall, Otrexup u otros). Otros incluyen la leflunomida (Arava) y la sulfasalazina (Azulfidine). Los efectos secundarios pueden incluir daño hepático, supresión de la médula ósea e inflamación pulmonar o formación de cicatrices en los pulmones (fibrosis).

  • Agentes biológicos. Esta clase de medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad, a los que también se los conoce como modificadores de la respuesta biológica, se enfocan en las vías del sistema inmunitario. Los agentes biológicos incluyen adalimumab (Humira), certolizumab (Cimzia), etanercept (Enbrel), golimumab (Simponi), infliximab (Remicade), ustekinumab (Stelara), secukinumab (Cosentyx), ixekizumab (Taltz), guselkumab (Tremfya) y abatacept (Orencia). Estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de padecer infecciones.
  • Medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad sintéticos y con diana específica. El tofacitinib (Xeljanz) puede usarse en caso de que los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad convencionales y los agentes biológicos no hayan sido eficaces. Las dosis más altas de tofacitinib pueden aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos en los pulmones, eventos cardíacos graves y cáncer.
  • Medicamentos orales más nuevos. El apremilast (Otezla) disminuye la actividad de una enzima en el cuerpo que controla la actividad de la inflamación dentro de las células. El apremilast se usa en personas con artritis psoriásica de leve a moderada que no quieren o no se pueden tratar con medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad ni con agentes biológicos. Los posibles efectos secundarios incluyen diarrea, náusea y dolores de cabeza.

Terapias

La fisioterapia y la terapia ocupacional podrían aliviar el dolor y facilitar hacer las tareas diarias. Pídele derivaciones a tu médico. La masoterapia también podría ofrecer alivio.

Procedimientos quirúrgicos y otros

  • Infiltraciones con esteroides. Las inyecciones en una articulación afectada pueden reducir la inflamación.
  • Cirugía de reemplazo de articulación. Algunas articulaciones gravemente dañadas por la artritis psoriásica pueden reemplazarse por prótesis artificiales hechas de metal y de plástico.

Estilo de vida y remedios caseros

  • Protégete las articulaciones. Cambiar la manera en que realizas las tareas diarias puede marcar una diferencia en cómo te sientes. Por ejemplo, utiliza aparatos, como abridores de frascos, para girar las tapas de los frascos, levanta objetos pesados con ambas manos y empuja las puertas para abrirlas con todo el cuerpo en lugar de solo con las manos.
  • Mantén un peso saludable. Esto ejerce menos presión sobre las articulaciones, lo que reduce el dolor y aumenta la energía y el movimiento. Bajar de peso, si es necesario, también puede ayudar a que los medicamentos funcionen mejor. Algunos medicamentos para la artritis psoriásica son menos eficaces en personas que tienen sobrepeso.
  • Haz ejercicio con regularidad. El ejercicio puede ayudar a mantener las articulaciones flexibles y los músculos fuertes. Los tipos de ejercicios que representan un menor esfuerzo para las articulaciones incluyen andar en bicicleta, nadar, caminar, hacer yoga y tai chi.
  • Deja de fumar. Fumar se asocia con un mayor riesgo de tener psoriasis y con síntomas más graves de psoriasis.
  • Limite el consumo de alcohol. El alcohol puede disminuir la eficacia del tratamiento y aumentar los efectos secundarios de algunos medicamentos, como el metotrexato.
  • Tómate tu tiempo. La lucha contra el dolor y la inflamación puede hacer que te sientas exhausto. Además, algunos medicamentos para la artritis pueden causar cansancio. No dejes de hacer actividad física, pero descansa antes de cansarte demasiado. Divida el ejercicio o las actividades de trabajo en segmentos cortos. Encuentra momentos para relajarse durante el día.

Estrategias de afrontamiento, y apoyo

El apoyo de amigos y de familiares puede marcar una enorme diferencia cuando afrontas los desafíos de la artritis psoriásica. Para algunas personas, los grupos de apoyo pueden ofrecer los mismos beneficios. Un consejero o terapeuta puede ayudarte a crear estrategias de afrontamiento para reducir tu nivel de estrés.

Preparación antes de la cita

Probablemente, primero analices tus signos y síntomas con tu médico de cabecera. Él puede derivarte a un médico que se especialice en el tratamiento de la artritis y los trastornos relacionados (reumatólogo).

Qué puedes hacer

Si es posible, lleva a un amigo o a un familiar a la cita para que te ayude a recordar la información que recibas.

Prepara una lista de lo siguiente:

  • Tus síntomas y cuándo comenzaron
  • Tus antecedentes médicos y familiares, incluso cualquier miembro de la familia con artritis psoriásica
  • Todos los medicamentos, vitaminas y otros suplementos que tomes, y la dosis
  • Preguntas para hacerle al médico

Entre las preguntas básicas sobre la artritis psoriásica se incluyen las siguientes:

  • ¿Cuál es la causa de mis síntomas?
  • ¿Qué pruebas necesito hacerme?
  • ¿Qué tratamientos hay disponibles?
  • ¿Qué cambios de estilo de vida tendré que hacer?
  • ¿Hay información impresa sobre la artritis psoriásica que me pueda llevar? ¿Qué sitios web recomiendas?

No dudes en hacer otras preguntas que tengas.

Qué esperar del médico

El médico podría hacerte algunas de las siguientes preguntas:

  • ¿Cuáles son las articulaciones afectadas?
  • ¿Hay actividades o posiciones que mejoren o empeoren tus síntomas?
  • ¿Qué tratamientos probaste? ¿Alguno de ellos fue útil?

Last Updated Dec 14, 2021


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