Cáncer de vagina
Perspectiva general
El cáncer de vagina es un tipo raro de cáncer que se manifiesta en la vagina: el tubo muscular que conecta el útero con los genitales externos. El cáncer de vagina se origina con mayor frecuencia en las células que revisten la superficie de la vagina, a veces llamada canal de parto.
Si bien existen varios tipos de cáncer que pueden extenderse de otras partes del cuerpo a la vagina, el cáncer que se origina en la vagina (cáncer de vagina primario) es raro.
El diagnóstico temprano del cáncer de vagina ofrece las mejores probabilidades de cura. El cáncer que se extiende más allá de la vagina es mucho más difícil de tratar.
El cáncer vaginal es un cáncer que se manifiesta en la vagina (el tubo muscular que conecta el útero con los genitales exteriores).
Síntomas
El cáncer vaginal temprano puede no causar ningún signo ni síntoma. A medida que progresa, el cáncer vaginal puede causar signos y síntomas como los siguientes:
- Sangrado vaginal inusual, por ejemplo, después del coito o después de la menopausia
- Secreción vaginal acuosa
- Un bulto o masa en la vagina
- Dolor al orinar
- Necesidad de orinar a menudo
- Estreñimiento
- Dolor pélvico
Cuándo debes consultar con un médico
Consulta con tu médico si tienes cualquier signo o síntoma relacionado con el cáncer vaginal, como sangrado vaginal anormal. Debido a que el cáncer vaginal no siempre causa signos y síntomas, sigue las recomendaciones de tu médico sobre cuándo debes hacerte los exámenes pélvicos de rutina.
Los ovarios, las trompas de Falopio, el útero, el cuello del útero y la vagina (canal vaginal) forman el aparato reproductor femenino.
Causas
No está claro qué causa el cáncer vaginal. En general, el cáncer comienza cuando las células sanas adquieren una mutación genética que las convierte en células anormales.
Las células sanas crecen y se multiplican a una velocidad determinada, y finalmente mueren en un momento determinado. Las células cancerosas crecen y se multiplican fuera de control, y no mueren. Las células anormales acumuladas forman una masa (tumor).
Las células cancerosas invaden los tejidos cercanos y pueden separarse de un tumor inicial para diseminarse a otras partes del cuerpo (hacer metástasis).
Tipos de cáncer vaginal
El cáncer vaginal se divide en diferentes tipos según el tipo de célula donde comenzó el cáncer. Tipos de cáncer vaginal:
- Carcinoma de células escamosas vaginales, que comienza en las células delgadas y planas (células escamosas) que recubren la superficie de la vagina y es el tipo más común
- Adenocarcinoma vaginal, que comienza en las células glandulares de la superficie de la vagina
- Melanoma vaginal, que se desarrolla en las células productoras de pigmento (melanocitos) de la vagina
- Sarcoma vaginal, que se desarrolla en las células del tejido conectivo o células musculares de las paredes de la vagina
El cáncer vaginal suele comenzar en las células planas y delgadas que recubren la superficie de la vagina. Otros tipos de cáncer vaginal pueden desarrollarse en otras células en la superficie de la vagina o en capas de tejido más profundas.
Factores de riesgo
Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer vaginal se incluyen los siguientes:
- Envejecimiento. El riesgo de desarrollar cáncer vaginal aumenta a medida que envejeces. La mayoría de las mujeres que reciben un diagnóstico de cáncer vaginal tienen más de 60 años.
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Neoplasia intraepitelial vaginal (células atípicas en la vagina). Tener neoplasia intraepitelial vaginal aumenta el riesgo de desarrollar cáncer vaginal.
Con la neoplasia intraepitelial vaginal, las células de la vagina se ven diferentes de las células normales, pero no lo suficiente como para que se considere cáncer. Un pequeño número de las mujeres con neoplasia intraepitelial vaginal desarrolla, con el tiempo, cáncer vaginal; no obstante, los médicos no están seguros de qué es lo que hace que, en algunos casos, se convierta en cáncer y que, en otros, no.
Con frecuencia, la causa de la neoplasia intraepitelial vaginal es el virus del papiloma humano de transmisión sexual, que puede provocar cáncer de cuello uterino, de vagina y de vulva, entre otros. Se ofrecen vacunas que previenen algunos tipos de infección por el virus del papiloma humano.
- Exposición a un medicamento para prevenir abortos espontáneos. Si tu mamá tomó un medicamento denominado «dietilestilbestrol» durante el embarazo en la década de 1950, puedes correr un mayor riesgo de desarrollar un tipo de cáncer vaginal específico denominado «adenocarcinoma de células claras».
Otros factores de riesgo que se han vinculado con un mayor riesgo de cáncer vaginal incluyen los siguientes:
- Varias parejas sexuales
- Primera relación sexual a temprana edad
- Tabaquismo
- Infección por VIH
Complicaciones
El cáncer de vagina puede extenderse (hacer metástasis) en zonas distantes del cuerpo, como los pulmones, el hígado y los huesos.
Prevención
No hay una forma garantizada de prevenir el cáncer vaginal. Sin embargo, el riesgo puede reducirse si tomas estas medidas:
- Hazte exámenes de Papanicolaou y pélvicos con regularidad. Puedes aumentar las probabilidades de descubrir el cáncer vaginal de forma temprana si te haces exámenes de Papanicolaou y pélvicos con regularidad. Si se descubre en los estadios iniciales, es más probable que el cáncer vaginal se cure. Pregúntale a tu médico cuándo comenzar estos estudios y con qué frecuencia tienes que repetirlos.
- Pregúntale al médico sobre la vacuna contra el VPH. Recibir una vacuna para prevenir la infección por el VPH puede reducir el riesgo de cáncer vaginal y de otros tipos de cáncer relacionados con el VPH. Pregúntale al médico si la vacuna contra el VPH es adecuada para ti.
- No fumes. Si fumas, deja de hacerlo. Si no fumas, no empieces a hacerlo. Fumar aumenta el riesgo de cáncer vaginal.
Diagnóstico
Examen para detección de cáncer vaginal
El cáncer de vagina a veces es detectado durante un examen pélvico de rutina antes de que los signos y síntomas sean evidentes.
Durante el examen pélvico, el médico inspecciona cuidadosamente los genitales externos y luego inserta dos dedos de una mano adentro de la vagina y al mismo tiempo, presiona el abdomen con la otra mano para sentir el útero y los ovarios. Luego, inserta en la vagina un dispositivo llamado espéculo. El espéculo abre el canal vaginal para que el médico pueda inspeccionar la vagina y el cuello del útero en busca de anomalías.
Es posible que el médico también realice un Papanicolaou. Los Papanicolaou se usan generalmente para detectar el cáncer cervical, pero a veces las células cancerosas vaginales se pueden detectar en un Papanicolaou.
La frecuencia con que te realizas estos exámenes de detección depende de tus factores de riesgo de cáncer y si has tenido Papanicolaou anormales en el pasado. Consulta con tu médico sobre la frecuencia con que deberías realizarte estos exámenes de detección.
Estadificación
Una vez que el médico diagnostica el cáncer vaginal, se tomarán medidas para determinar la extensión del cáncer: un proceso llamado estadificación. La etapa del cáncer ayuda al médico a decidir qué tratamientos son apropiados en tu caso. Para determinar la etapa del cáncer, el médico puede utilizar lo siguiente:
- Pruebas de diagnóstico por imágenes. El médico puede ordenar exámenes de diagnóstico por imágenes para determinar si el cáncer se ha diseminado. Las pruebas de imágenes pueden incluir radiografías, tomografías computarizadas (TC), imágenes por resonancia magnética (RM) o tomografías por emisión de positrones.
- Pequeñas cámaras para ver dentro del cuerpo. Los procedimientos que utilizan cámaras diminutas para ver dentro del cuerpo pueden ayudar al médico a determinar si el cáncer se ha diseminado a ciertas áreas. Las cámaras ayudan al médico a ver el interior de la vejiga (cistoscopia) y el recto (proctoscopia).
Durante un examen pélvico, el médico u otro proveedor de atención médica se pone guantes, introduce dos dedos en la vagina y presiona la zona del estómago. Esto se hace para revisar el útero, los ovarios y otros órganos.
Tratamiento
Tus opciones de tratamiento para el cáncer vaginal dependen de varios factores, como el tipo de cáncer vaginal que tienes y la etapa en la que se encuentra. Tú y tu médico trabajan juntos para determinar cuáles son los mejores tratamientos para ti según los objetivos de tu tratamiento y los efectos secundarios que estás dispuesto a soportar. El tratamiento para el cáncer vaginal normalmente incluye cirugía y radiaciones.
Radioterapia
La radioterapia emplea haces de energía de gran potencia, como los rayos X, para eliminar las células cancerosas. La radiación puede administrarse de dos maneras:
- Radiación externa. La radiación con haces externos se dirige a todo el abdomen o solo a la pelvis, según la extensión del cáncer. Durante la radiación con haces externos, estás acostada en una mesa y una máquina grande se mueve a tu alrededor para dirigir la radiación a la zona en tratamiento. La mayoría de las mujeres con cáncer de vagina reciben radiación con haces externos.
- Radiación interna. Durante la radiación interna (braquirradioterapia), te colocan dispositivos radioactivos —semillas, alambres, cilindros u otros materiales— en la vagina o en el tejido circundante. Después de un tiempo determinado, pueden retirarse los dispositivos. Es posible que las mujeres con cáncer de vagina en estadio muy temprano reciban solo radiación interna. Otras pueden recibir radiación interna después de someterse a la radiación externa.
La radioterapia elimina rápidamente las células cancerosas en crecimiento, pero también puede dañar células sanas cercanas, lo que provoca efectos secundarios. Los efectos secundarios de la radiación dependen de la intensidad de la radiación y adónde se dirige.
Cirugía
Los tipos de cirugía que se pueden utilizar para tratar el cáncer vaginal incluyen los siguientes:
- Extirpación de pequeños tumores o lesiones. El cáncer que se limita a la superficie de la vagina se puede extirpar, junto con un pequeño margen de tejido sano circundante para asegurar que todas las células cancerosas hayan sido eliminadas.
- Extirpación de la vagina (vaginectomía). Es posible que sea necesario extirpar parte de la vagina (vaginectomía parcial) o toda la vagina (vaginectomía radical) para extirpar todo el cáncer. Según la extensión de tu cáncer, el cirujano puede recomendar una cirugía para extirpar el útero y los ovarios (histerectomía) y los ganglios linfáticos cercanos (linfadenectomía) junto con la vaginectomía.
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Extirpación de la mayoría de los órganos pélvicos (exenteración pélvica). Esta cirugía extensa puede ser una opción si el cáncer se ha diseminado hacia el área pélvica o bien si el cáncer vaginal ha vuelto a aparecer.
Durante la exenteración pélvica, el cirujano puede extirpar muchos de los órganos del área pélvica, entre ellos, la vejiga, los ovarios, el útero, la vagina, el recto y la parte inferior del colon. Se realizan orificios en el abdomen para permitir que la orina (urostomía) y los desechos (colostomía) salgan del cuerpo y se acumulen en bolsas de ostomía.
Si la vagina se extirpa por completo, puedes optar por someterte a una cirugía para construir una nueva vagina. Los cirujanos usan trozos de piel, secciones de intestino o colgajos de músculo de otras áreas del cuerpo para formarla.
Con algunos ajustes, una vagina reconstruida te permite tener relaciones sexuales vaginales. Sin embargo, una vagina reconstruida no es lo mismo que tu propia vagina. Por ejemplo, una vagina reconstruida carece de lubricación natural y genera una sensación diferente cuando se toca debido a los cambios en los nervios circundantes.
Otras opciones
Si no es posible controlar el cáncer con cirugía y radiación, podrían considerarse otros tratamientos, a saber:
- Quimioterapia. La quimioterapia emplea sustancias químicas para eliminar las células cancerosas. Aún no se sabe con certeza si la quimioterapia es eficaz para tratar el cáncer de vagina. Por este motivo, no se la suele indicar como único tratamiento del cáncer de vagina. En cambio, se la puede utilizar conjuntamente con radioterapia para incrementar la eficacia de la radiación.
- Ensayos clínicos. Los ensayos clínicos son experimentos en los que se prueban nuevos métodos de tratamiento. Por lo tanto, aunque ofrecen la oportunidad de probar los últimos avances terapéuticos, no son garantía de cura. Analiza con tu médico los ensayos clínicos en curso para comprender mejor tus opciones, o comunícate con el Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute) o con la Sociedad Americana contra el Cáncer (American Cancer Society) para saber en qué ensayos podrías participar.
Atención médica de apoyo (cuidados paliativos)
Los cuidados paliativos consisten en atención médica especializada que se centra en proporcionar alivio del dolor y otros síntomas de una enfermedad grave. Los especialistas en cuidados paliativos trabajan contigo, con tu familia y con otros médicos para proporcionar un nivel de apoyo adicional que complemente tu atención continua.
Cuando se emplean los cuidados paliativos junto con todos los demás tratamientos adecuados, las personas que padecen cáncer pueden sentirse mejor y vivir más.
Los cuidados paliativos están a cargo de un equipo de médicos, personal de enfermería y otros profesionales especialmente capacitados. Los equipos de cuidados paliativos tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas con cáncer y de sus familias. Esta forma de atención se ofrece junto con los tratamientos curativos o de otro tipo que puedas estar recibiendo.
Estrategias de afrontamiento, y apoyo
Cada persona responde a un diagnóstico de cáncer de un modo diferente. Quizás te gustaría que te rodeen tus amigos y familiares; quizás prefieras estar un momento solo para procesar lo que sientes. El impacto y la confusión que te causará el diagnóstico pueden hacer que te sientas perdido e inseguro. Puedes adoptar las siguientes medidas como ayuda para hacer frente a la enfermedad:
- Obtén suficiente información sobre el cáncer para tomar decisiones sobre tu atención. Anota las preguntas que deseas hacerle al médico en la próxima consulta. Pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe a las consultas para que tome nota. Pídeles a los miembros de tu equipo de atención que te faciliten fuentes de información. Cuanta más información tengas sobre tu afección, más tranquilo te sentirás cuando llegue el momento de tomar decisiones respecto a tu tratamiento.
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Tener intimidad con tu pareja. Es probable que los tratamientos contra el cáncer vaginal tengan efectos secundarios que hagan que tener relaciones sexuales sea más difícil para ti o para tu pareja. Si el tratamiento hace que tener relaciones sexuales sea doloroso o temporalmente imposible, intenta encontrar nuevas formas de tener intimidad.
Pasar tiempo de calidad juntos y tener charlas profundas son formas de construir intimidad emocional. Cuando estés lista para tener relaciones sexuales, tómalo con calma.
Si los efectos secundarios sexuales están afectando negativamente a la relación con tu pareja, habla con tu médico. El médico puede brindarte herramientas para hacer frente a los efectos secundarios sexuales y puede derivarte a un especialista.
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Crea una red de apoyo. Contar con amigos y familiares que te brinden su apoyo puede ser de mucho valor. Quizás te des cuenta de que contarle a alguien lo que sientes te ayuda. Otras fuentes de apoyo son los asistentes sociales y los psicólogos; pídele al médico que te derive si sientes que necesitas a alguien con quien hablar.
Habla con un sacerdote, con un rabino o con otro jefe espiritual. Otras personas que también tienen cáncer pueden brindarte un punto de vista único y entender mejor lo que estás viviendo; por eso, ten en cuenta la posibilidad de unirte a un grupo de apoyo, ya sea en tu comunidad o en línea. Ponte en contacto con la Sociedad Americana contra el Cáncer para obtener más información sobre los grupos de apoyo.
Preparación antes de la cita
Empieza por programar una consulta con tu médico de cabecera o ginecólogo si tienes signos o síntomas que te preocupan. Si se determina que tienes cáncer de vagina, es probable que te deriven a un médico especializado en tipos de cáncer del aparato reproductor femenino (oncólogo ginecológico).
Debido a que las consultas pueden ser breves y casi siempre hay mucho para hablar, es aconsejable prepararse bien. A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte y saber qué esperar del médico.
Qué puedes hacer
- Toma nota de cualquier síntoma que tengas, incluidos los que parezcan no tener relación con el motivo por el cual programaste la consulta.
- Anota tu información personal más importante, incluidos factores causantes de mucho estrés o cambios recientes en tu vida.
- Haz una lista de todos los medicamentos, vitaminas o suplementos que tomas.
- Pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe. A veces puede resultar difícil absorber toda la información que se te proporciona durante una consulta. Alguien que te acompañe puede recordar algún dato que olvidaste o que no notaste.
- Anota preguntas para hacerle a tu médico.
Tu tiempo con el médico es limitado. Por eso, preparar una lista de preguntas con anticipación te puede ayudar a aprovechar al máximo la consulta. Ordena las preguntas de la más importante a la menos importante, por si se acaba el tiempo. En el caso del cáncer de vagina, algunas preguntas básicas para hacerle a tu médico son:
- ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
- ¿Existen otras causas posibles de mis síntomas?
- ¿Qué tipos de pruebas necesito hacerme?
- ¿Qué tipos de tratamientos hay disponibles? ¿Qué tipos de efectos secundarios puedo esperar de cada tratamiento? ¿Cómo estos tratamientos afectarán mi sexualidad?
- ¿Cuál cree que sea el mejor modo de proceder para mí?
- ¿Cuáles son las alternativas al enfoque principal que me sugiere?
- Tengo otras afecciones. ¿Cuál es la mejor manera de controlarlas en forma conjunta?
- ¿Debo tener en cuenta alguna restricción?
- ¿El cáncer se extendió? ¿En qué estadio se encuentra?
- ¿Cuál es mi pronóstico?
- ¿Debería consultar con un especialista? ¿Cuánto costará? ¿Lo cubrirá mi seguro?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
Además de las preguntas que hayas preparado con anticipación, no dudes en hacer más preguntas que se te ocurran durante la consulta.
Qué esperar del médico
Es probable que tu médico tenga algunas preguntas para ti. Si estás listo para responderlas, puede ser útil hacerte un tiempo para otras preguntas que puedas tener. El médico puede preguntarte:
- ¿Cuándo comenzaste a experimentar los síntomas?
- ¿Los síntomas han sido continuos o aislados?
- ¿Qué tan graves son los síntomas?
- ¿Existe algo que, al parecer, mejore los síntomas?
- ¿Existe algo que, al parecer, empeore los síntomas?
- ¿Sabes si tu madre tomó dietilestilbestrol cuando estaba embarazada de ti?
- ¿Tienes antecedentes personales de cáncer?
- ¿Alguna vez te dijeron que tienes el VPH?
- ¿Alguna vez has tenido un Papanicolaou anormal?
Last Updated Jul 25, 2019
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