Dermatitis

Perspectiva general

La dermatitis es una afección frecuente que causa la hinchazón y la irritación de la piel. Tiene muchas causas y tipos, y a menudo implica piel con picazón y seca o un sarpullido. O bien, puede hacer que la piel se ampolle, exude, forme costras o se descame. Tres tipos frecuentes de esta afección son la dermatitis atópica, la dermatitis de contacto y la dermatitis seborreica. La dermatitis atópica también se conoce como eczema.

La dermatitis no es contagiosa, pero puede ser muy molesta. Aplicar con regularidad crema hidratante ayuda a controlar los síntomas. El tratamiento también puede consistir, por ejemplo, en ungüentos, cremas y champús medicinales.

Síntomas

Cada tipo de dermatitis tiende a ocurrir en diferentes partes del cuerpo. Los síntomas pueden incluir:

  • Picor que puede ser doloroso.
  • Piel seca, agrietada y escamosa, que es más frecuente en la piel blanca.
  • Erupción en la piel hinchada, cuyo color varía según el de la piel.
  • Ampollas, quizás con exudado y formación de costras.
  • Caspa.
  • Engrosamiento de la piel.
  • Pequeñas protuberancias, más comunes en la piel morena o negra.

Cuándo debes consultar con un médico

Consulta al médico si:

  • Las molestias son tales que la afección interfiere en el sueño y en las actividades cotidianas.
  • Te duele la piel.
  • Tienes una infección en la piel, debes vigilar por si aparecen rayas nuevas, pus o costras amarillentas.
  • Tienes síntomas incluso después de intentar medidas de cuidado personal.

Solicita atención médica inmediata si tienes fiebre y la erupción parece estar infectada.

Dermatitis por contacto en cuatro tonos de piel diferentes.

Ilustración de la dermatitis por contacto en diferentes tonos de piel. La dermatitis por contacto puede aparecer como un sarpullido que produce picor.

Causas

Una causa común de la dermatitis es el contacto con alguna sustancia que irrita la piel o desencadena una reacción alérgica. Estos pueden incluir la hiedra venenosa, los perfumes, las lociones o las joyas que contienen níquel. Otras causas de la dermatitis incluyen la piel seca, una infección viral, bacterias, el estrés, la composición genética y un problema en el sistema inmunitario.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo frecuentes de la dermatitis incluyen:

  • Edad. La dermatitis se puede presentar a cualquier edad, pero la dermatitis atópica es más frecuente en los niños que en los adultos. Suele comenzar en la infancia.
  • Alergia, dermatitis atópica y asma. Las personas son más propensas a desarrollar dermatitis atópica cuando tienen antecedentes personales o familiares de la afección, alergias, fiebre del heno o asma.
  • Profesión. Los trabajos que te ponen en contacto con ciertos metales, solventes o productos de limpieza aumentan el riesgo de dermatitis por contacto. Ser un trabajador de atención médica está vinculado con el eccema de las manos.
  • Otras enfermedades. Las enfermedades que hacen que corras un mayor riesgo de tener dermatitis seborreica incluyen la enfermedad de Parkinson, la inmunodeficiencia y el VIH o el SIDA.

Complicaciones

Perforarse la piel por rascarse repetidamente puede causar llagas abiertas y grietas. Esto aumenta el riesgo de infección por bacterias y hongos. Estas infecciones cutáneas pueden diseminarse y poner en peligro la vida, aunque esto es poco frecuente.

En las personas con piel de tono oscuro o negro, la dermatitis puede hacer que la piel afectada se oscurezca o se aclare. Estas afecciones se denominan hiperpigmentación posinflamatoria e hipopigmentación posinflamatoria. La piel puede tardar meses o años en volver a su color habitual.

Prevención

Usa ropa protectora si trabajas en algo con sustancias irritantes o productos químicos cáusticos.

Desarrollar una rutina básica de cuidado de la piel también puede ayudar a prevenir la dermatitis. Los siguientes hábitos pueden ayudar a reducir los efectos de sequedad por tomar baños:

  • Toma baños y duchas por menos tiempo. Limita el tiempo de la ducha o del baño a unos 10 minutos. Utiliza agua tibia, no caliente. Los aceites para baño también pueden ser útiles.
  • Usa un jabón suave o un limpiador sin jabón. Elige un limpiador que no contenga tintes, alcohol ni fragancias. Algunos jabones pueden secar la piel. En el caso de los niños pequeños, por lo general, solo se necesita agua tibia para bañarlos; no es necesario usar jabón ni baños de espuma. No frotes la piel con una toallita o esponja vegetal.
  • Sécate con toquecitos suaves. No frotes la piel con una toallita o esponja vegetal. Evita los frotamientos agresivos.
  • Hidrata toda la piel. Mientras la piel aún esté húmeda, sella la humedad con aceite, crema o loción. Humecta la piel a lo largo del día según sea necesario.

    Hay muchas cremas humectantes a la venta. Prueba diferentes productos hasta encontrar uno que sea adecuado para ti. La crema humectante ideal debe ser segura, sin perfume, eficaz, asequible y una que te guste utilizarla con regularidad. Algunos ejemplos son Vanicream, Eucerin, CeraVe y Cetaphil.

Diagnóstico

Para diagnosticar la dermatitis, es probable que el médico te examine la piel y hable contigo sobre tus síntomas y tus antecedentes médicos. Es posible que deban extraerte una pequeña parte de piel para analizarla en un laboratorio a fin de descartar otras afecciones. Este procedimiento se llama biopsia de piel.

Prueba del parche

Es posible que el médico sugiera una prueba con parches para identificar la causa de los síntomas. Durante esta prueba, se aplican pequeñas cantidades de posibles alérgenos en parches adhesivos. Luego, los parches se colocan sobre la piel. Deben permanecer en la piel de 2 a 3 días. Durante este período, deberás mantener la espalda seca. El proveedor de atención médica revisa la piel para ver si hay alguna reacción debajo de los parches y determina si se necesitan más pruebas.

Tratamiento

El tratamiento para la dermatitis varía, según la causa y los síntomas. El médico puede recetarte medicamentos, si los cuidados en casa no alivian tus síntomas. Estos son algunos posibles tratamientos:

  • Aplicarle al salpullido una crema, gel o ungüento con corticoide con receta médica.
  • Aplicarle al salpullido una crema o ungüento con inhibidor de la calcineurina. Este es un medicamento que afecta el sistema inmunitario. Para ello necesitarás una receta médica del médico.
  • Se trata de exponer el sarpullido a cantidades controladas de luz natural o artificial. Este método se conoce como fototerapia.
  • Usar pastillas o medicamentos inyectados con receta médica para la enfermedad más grave. Los ejemplos incluyen corticoides o un inyectable biológico llamado dupilumab.
  • Usar apósitos húmedos, que es un tratamiento médico para la dermatitis atópica grave. Consiste en aplicar un ungüento con corticoide, envolverlo con vendas húmedas y cubrirlo con una gasa seca.

Estilo de vida y remedios caseros

Estos hábitos de autocuidado pueden ayudar a controlar la dermatitis y a sentirte mejor:

  • Aplica un ungüento o una crema contra la comezón. Prueba a usar una crema o ungüento de hidrocortisona al 1 % (Cortizone 10 y otros). Es un producto que puedes comprar en una tienda sin receta médica. Aplícalo 1 o 2 veces por día durante unos días. Prueba a enfriarlo en el refrigerador antes de aplicarlo.
  • Hidrata la piel. Aplica una crema hidratante una o dos veces al día como capa superior sobre cualquier medicamento en crema que estés utilizando. Los ungüentos y cremas suelen proteger mejor la piel que las lociones con alto contenido en agua. Elige un producto que no tenga colorantes, alcohol, fragancias ni otros ingredientes que puedan irritar la piel. Deja que la crema hidratante se absorba en la piel antes de vestirte.
  • Aplica un paño húmedo y frío. Coloca un paño frío y húmedo en el sarpullido durante 15 a 30 minutos varias veces por día. Esto puede ayudar a calmar la piel.
  • Báñate con agua tibia. Rocía el agua de la bañera con avena finamente molida que se fabrica para usarla en bañeras. Puede que la veas en la tienda etiquetada como avena coloidal (Aveeno, otras). Sumérgete durante menos de 10 minutos y, luego, seca la piel con golpecitos suaves. Aplica una crema hidratante mientras la piel aún está húmeda. Una loción que contenga 12 % de lactato de amonio ayudará con la piel escamosa y seca.
  • Usa champús medicinales. Para la caspa, primero usa champús de venta libre que contengan sulfuro de selenio, piritiona de zinc, alquitrán de hulla o ketoconazol. Si eso no ayuda, habla con tu médico sobre un champú más fuerte, como los que solo se venden con receta médica.
  • Báñate con lejía. Esto puede ayudar a las personas con dermatitis atópica grave ya que disminuye las bacterias en la piel. Para un baño de lejía diluida, agrega 1/2 taza (118 mililitros) de lejía de uso doméstico, lejía no concentrada, en una bañera de 40 galones (151 litros) llena de agua tibia. Las medidas son para una bañera de tamaño estándar en EE. UU. llena hasta los orificios de desagüe de desbordamiento. Sumérgete del cuello hacia abajo o solo las zonas afectadas de la piel durante 5 a 10 minutos. No introduzcas la cabeza debajo del agua. Enjuaga con agua del grifo y seca la piel con golpecitos suaves. Báñate con lejía de 2 a 3 veces por semana.

    A muchas personas les ayudó bañarse con vinagre diluido en lugar de con lejía. Agrega 1 taza (236 mililitros) de vinagre a una bañera llena de agua tibia.

    Habla con tu médico sobre si alguno de estos enfoques es una buena idea para ti.

  • Protege la piel. Evita frotarte y rascarte. Cubre el área con un apósito si no puedes evitar rascarte. Córtate las uñas y, por la noche, usa guantes. Mientras la piel se cura, no te expongas al sol o toma otras medidas de protección solar.
  • Evita los productos irritantes y los alérgenos conocidos. Evita las prendas ásperas y que raspen. Y trata de identificar y eliminar del ambiente los alérgenos y otros factores que irriten tu piel. Las fragancias utilizadas en los productos para el cuidado de la piel son uno de los alérgenos más frecuentes. Evita utilizar perfumes, colonias y jabones, desodorantes y detergentes perfumados. Elige opciones sin perfume. Evita utilizar suavizantes en la lavadora o la secadora.
  • Controla el estrés. El estrés emocional puede causar el brote de algunos tipos de dermatitis. Ser consciente del estrés y la ansiedad, y tomar medidas para mejorar la salud emocional también puede ayudar a la piel.

Medicina alternativa

Muchas terapias alternativas, como las que se enumeran a continuación, han ayudado a algunas personas a controlar la dermatitis.

  • Administración de suplementos alimentarios, como la vitamina D y los probióticos, para la dermatitis atópica.
  • Aplicación de consomé de harina de salvado de arroz en la piel para la dermatitis atópica.
  • Uso de champú para la caspa con aceite de árbol de té al 5 %.
  • Aplicación de un producto de áloe sobre la piel, para la dermatitis seborreica.
  • Uso de una terapia herbal china.

Los resultados al comprobar si estos métodos funcionan son contradictorios. Y, en ocasiones, los remedios herbales y tradicionales producen irritación o una reacción alérgica.

Las terapias alternativas a veces se llaman medicina integrativa. Si estás considerando la posibilidad de usar suplementos alimentarios u otros métodos de medicina integrativa, habla con el médico acerca de las ventajas y desventajas.

Preparación antes de la cita

Es probable que primero le informes al proveedor principal de atención médica acerca de tus inquietudes. O puedes ver a un médico que se especialice en el diagnóstico y tratamiento de afecciones de la piel (dermatólogo) o alergias (alergólogo).

A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para la cita médica.

Qué puedes hacer

  • Anota los síntomas, el momento en que ocurrieron y el tiempo que duraron. Además, puede ser útil anotar los factores que desencadenaron o empeoraron los síntomas, como jabones o detergentes, humo de tabaco, sudoración o duchas calientes prolongadas.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, vitaminas, suplementos y plantas medicinales que tomes. Mejor aún, lleva los frascos originales, junto con una lista de las dosis e indicaciones.
  • Haz una lista de preguntas para hacerle al proveedor de atención médica. Pregunta todo lo que quieras que te aclaren.

Qué esperar del médico

Es probable que el médico te haga algunas preguntas. Estar preparado para responderlas puede darte tiempo para analizar los puntos que quieras tratar con mayor detenimiento. Tu médico podría preguntar lo siguiente:

  • ¿Los síntomas aparecen y desaparecen, o son bastante constantes?
  • ¿Con qué frecuencia te duchas o te bañas?
  • ¿Qué productos usas en la piel, como jabones, lociones y cosméticos?
  • ¿Qué productos usas en la limpieza de tu hogar?
  • ¿Estás expuesto a alguna sustancia posiblemente irritante a causa de tu trabajo o algún pasatiempo?
  • ¿Has estado deprimido o bajo estrés inusual en el último tiempo?
  • ¿En qué medida los síntomas afectan tu calidad de vida, como la capacidad para dormir?
  • ¿Qué tratamientos has probado hasta ahora? ¿Alguno ha sido útil?

Last Updated Mar 16, 2024


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