Enfermedad de Parkinson

Perspectiva general

La enfermedad de Parkinson es un trastorno progresivo que afecta el sistema nervioso y las partes del cuerpo controladas por los nervios. Los síntomas aparecen lentamente. El primero puede ser un temblor apenas perceptible en una sola mano. Los temblores son habituales, aunque el trastorno también puede causar rigidez o una disminución del movimiento.

En las etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson, el rostro puede tener una expresión leve o nula. Es posible que los brazos no se balanceen cuando caminas. El habla puede volverse suave o incomprensible. Los síntomas de la enfermedad de Parkinson se agravan a medida que la afección evoluciona.

A pesar de que la enfermedad de Parkinson no tiene cura, los medicamentos podrían mejorar notablemente los síntomas. En ocasiones, el proveedor de atención médica puede sugerir una cirugía para regular determinadas zonas del cerebro y mejorar los síntomas.

Síntomas

Los síntomas de la enfermedad de Parkinson varían según la persona. Los primeros síntomas pueden ser leves y pasar desapercibidos. Por lo general, los síntomas se manifiestan en un lado del cuerpo y continúan empeorando en ese lado, incluso cuando comienzan a afectar las extremidades de ambos lados.

Algunos de los síntomas de la enfermedad de Parkinson son:

  • Temblores. Las sacudidas rítmicas, llamadas temblores, generalmente comienzan en una extremidad, a menudo la mano o los dedos. Es posible que frotes el pulgar y el índice de un lado a otro, lo que se conoce como "temblor de rodamiento de la píldora". Puede que te tiemble la mano mientras estás en reposo y que el temblor disminuya cuando lleves a cabo alguna tarea.
  • Lentitud en los movimientos, también llamado bradicinesia. Con el tiempo, la enfermedad de Parkinson puede ralentizar tus movimientos, y hacer que las tareas simples te resulten complicadas y te lleven más tiempo. También es posible que des pasos más cortos cuando camines o que te resulte más difícil levantarte de una silla. Además, puede que arrastres los pies al intentar caminar.
  • Rigidez muscular. La rigidez muscular puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Los músculos rígidos pueden causarte dolor y limitar tu amplitud de movimiento.
  • Deterioro de la postura y el equilibrio. Es posible que adoptes una postura encorvada. Además, podrías caerte o tener problemas de equilibrio como consecuencia de la enfermedad de Parkinson.
  • Pérdida de los movimientos automáticos. Es posible que se reduzca tu capacidad para realizar movimientos inconscientes, como parpadear, sonreír o mover los brazos al caminar.
  • Cambios en el habla. Es posible que hables a un volumen muy bajo o muy rápido, insultes o dudes antes de hablar. Además, tu discurso puede volverse más monótono en lugar de seguir los patrones del habla habituales.
  • Cambios en la escritura. Puede que te resulte difícil escribir y tu letra puede parecer pequeña.

Cuándo debes consultar con un médico

Consulta a un profesional de la salud si presentas alguno de los síntomas asociados con la enfermedad de Parkinson; no solo para que diagnostique la afección, sino también para que descarte otras causas de tus síntomas.

Causas

En la enfermedad de Parkinson, algunas células nerviosas del cerebro llamadas neuronas se degradan o mueren progresivamente. Muchos de los síntomas del Parkinson obedecen a una pérdida de las neuronas que producen dopamina, un tipo de neurotransmisor del cerebro. El descenso de los niveles causa una actividad cerebral irregular, lo que provoca problemas de movilidad y otros síntomas de la enfermedad de Parkinson.

Se desconoce la causa de la enfermedad de Parkinson, pero hay varios factores que parecen influir, como los siguientes:

  • Genes. Los investigadores han identificado cambios genéticos específicos que pueden causar la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, son poco comunes salvo en algunos casos en los que muchos miembros de la familia tienen enfermedad de Parkinson.

    No obstante, ciertas variaciones genéticas parecen aumentar el riesgo de tener enfermedad de Parkinson, pero con un riesgo relativamente menor de la enfermedad para cada uno de estos marcadores genéticos.

  • Desencadenantes ambientales. La exposición a ciertas toxinas o factores ambientales puede aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson en el futuro, pero el riesgo es pequeño.

Los investigadores también han observado que se producen muchos cambios en el cerebro de las personas con la enfermedad de Parkinson, aunque no está claro por qué ocurren. Entre ellos, se incluyen los siguientes:

  • La presencia de cuerpos de Lewy. Las masas de sustancias específicas dentro de las neuronas cerebrales son marcadores microscópicos de la enfermedad de Parkinson. Estas masas se llaman cuerpos de Lewy y los investigadores creen que estos cuerpos de Lewy contienen un indicio importante sobre la causa de la enfermedad de Parkinson.
  • Alfa-sinucleína que se encuentra dentro de los cuerpos de Lewy. Si bien hay muchas sustancias en los cuerpos de Lewy, los científicos creen que una sustancia importante es la proteína natural y generalizada llamada alfa-sinucleína, que también se conoce como a-sinucleína. Se encuentra en todos los cuerpos de Lewy en forma de una masa que las células no pueden descomponer. Actualmente, esta sustancia es un objetivo importante entre los investigadores de la enfermedad de Parkinson. Los investigadores han encontrado restos de la proteína alfa-sinucleína en el líquido cefalorraquídeo de personas que posteriormente han desarrollado la enfermedad de Parkinson.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de la enfermedad de Parkinson incluyen los siguientes:

  • Edad. Es poco frecuente que los adultos jóvenes tengan la enfermedad de Parkinson. Por lo general, comienza en la segunda mitad de la vida o en edad avanzada, y el riesgo aumenta a medida que envejecemos. Las personas suelen contraer la enfermedad aproximadamente a partir de los 60 años. Si una persona joven tiene enfermedad de Parkinson, la consejería genética podría ser útil para tomar decisiones de planificación familiar. El trabajo, las situaciones sociales y los efectos secundarios de los medicamentos también son diferentes de los de una persona mayor con enfermedad de Parkinson, por lo que requieren consideraciones especiales.
  • Herencia. Tener un familiar cercano con la enfermedad de Parkinson aumenta las posibilidades de padecer este trastorno. Sin embargo, el riesgo sigue siendo bajo, a menos que tengas muchos familiares con dicha enfermedad.
  • Sexo. Los hombres tienen mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad de Parkinson que las mujeres.
  • Exposición a toxinas. La exposición continua a herbicidas y pesticidas puede aumentar ligeramente el riesgo de tener la enfermedad de Parkinson.

Complicaciones

La enfermedad de Parkinson suele estar acompañada de estos problemas adicionales (que pueden tratarse):

  • Dificultad para pensar. Es posible que tengas problemas cognitivos como demencia y dificultad para pensar. Esto suele suceder en las etapas más avanzadas de la enfermedad de Parkinson. Por lo general, no resulta útil tomar medicamentos para tratar estos problemas cognitivos.
  • Depresión y cambios emocionales. Es posible que tengas depresión, a veces en las primeras etapas. El tratamiento para la depresión puede hacer que te resulte más fácil lidiar con otras dificultades que ocasiona la enfermedad de Parkinson.

    También es posible que experimentes otros cambios emocionales, como miedo, ansiedad o pérdida de la motivación. El equipo de atención médica puede recetarte medicamentos para aliviar estos síntomas.

  • Problemas de deglución. Es posible que tengas dificultades para tragar a medida que la enfermedad avanza. Puede que se te acumule saliva en la boca porque tragas lento, lo que hará que babees.
  • Problemas para masticar y comer. La enfermedad de Parkinson en etapa avanzada afecta a los músculos de la boca, lo que dificulta la masticación. Esto puede derivar en atragantamiento y mala nutrición.
  • Problemas para dormir y trastornos del sueño. Las personas con enfermedad de Parkinson suelen tener problemas para dormir, lo que incluye despertarse frecuentemente durante la noche, despertarse temprano o quedarse dormido durante el día.

    También es posible que presenten trastorno de conducta del sueño en fase de movimientos oculares rápidos y tengan sueños vívidos. Los medicamentos pueden ayudar a dormir mejor.

  • Problemas con la vejiga. La enfermedad de Parkinson puede ocasionar problemas en la vejiga, como incapacidad para contener la orina o dificultad para orinar.
  • Estreñimiento. Muchas personas con enfermedad de Parkinson manifiestan estreñimiento, principalmente porque el sistema digestivo funciona más lento.

Es posible que también sufras lo siguiente:

  • Cambios en la presión arterial. Quizás te sientas mareado o aturdido al ponerte de pie debido a una disminución repentina de la presión arterial (hipotensión ortostática).
  • Disfunción del olfato. Es posible que tengas problemas con el sentido del olfato. Quizás tengas problemas para identificar o diferenciar algunos olores.
  • Cansancio. Muchas personas con enfermedad de Parkinson pierden energía y sienten fatiga, en especial al final del día. En muchos casos, se desconoce el motivo.
  • Dolor. Algunos pacientes con enfermedad de Parkinson sienten dolor, ya sea en áreas específicas o en todo el cuerpo.
  • Disfunción sexual. En algunos casos, los pacientes con enfermedad de Parkinson notan una disminución del deseo o el rendimiento sexual.

Prevención

Debido a que se desconoce la causa de la enfermedad de Parkinson, no hay maneras comprobadas para prevenirla.

En algunas investigaciones se demostró que el ejercicio aeróbico regular podría reducir el riesgo de tener la enfermedad de Parkinson.

En algunas otras, se demostró que las personas que consumen cafeína (que se encuentra en el café, el té y las bebidas de cola) desarrollan la enfermedad de Parkinson con menos frecuencia que aquellas que no la consumen. El té verde también está relacionado con un riesgo menor de tener la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, aún se desconoce si la cafeína protege contra la enfermedad de Parkinson o si está relacionada de alguna otra manera. En la actualidad, no existe evidencia suficiente para indicar que el consumo de bebidas con cafeína tenga un efecto protector contra la enfermedad de Parkinson.

Diagnóstico

Actualmente, no hay una prueba específica para diagnosticar la enfermedad de Parkinson. El diagnóstico lo realiza un médico especializado en enfermedades del sistema nervioso, llamado neurólogo. El diagnóstico del Parkinson se basa en los antecedentes médicos, una revisión de los síntomas y un examen neurológico y físico.

Es posible que un miembro del equipo de atención médica te sugiera un tipo específico de tomografía computarizada por emisión de fotón único llamada "estudio del transportador de dopamina". Aunque esto puede ayudar a respaldar la sospecha de que tienes la enfermedad de Parkinson, los síntomas y los resultados del examen neurológico son los que finalmente determinarán el diagnóstico correcto. La mayoría de las personas no necesitan someterse a un estudio del trasportador de dopamina.

Es posible que el equipo de atención médica solicite pruebas de laboratorio, como análisis de sangre, para descartar otras afecciones que podrían ser la causa de los síntomas.

También se pueden usar pruebas por imágenes, como la resonancia magnética, la ecografía cerebral y la tomografía por emisión de positrones, para descartar otros trastornos. Sin embargo, estas pruebas no son particularmente útiles para diagnosticar la enfermedad de Parkinson.

Además de la evaluación, un miembro del equipo de atención médica puede indicarte que tomes carbidopa y levodopa (Rytary, Sinemet u otros), un medicamento para la enfermedad de Parkinson. Es necesario recibir una dosis suficiente para comprobar el beneficio, ya que recibir dosis bajas durante uno o dos días no es fiable. Por lo general, la mejora significativa con este medicamento confirma el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson.

A veces, diagnosticar esta enfermedad lleva algo de tiempo. Es posible que los profesionales de la salud recomienden citas de seguimiento con neurólogos especializados en trastornos del movimiento para evaluar la afección y los síntomas con el tiempo a fin de diagnosticar la enfermedad de Parkinson.

Pero puede que haya una prueba nueva en el horizonte. Se está investigando una prueba capaz de detectar la enfermedad de Parkinson antes de que aparezcan los síntomas. La prueba se denomina ensayo de amplificación de semillas de alfa-sinucleína. En un estudio de 2023, un grupo de investigadores analizó el líquido cefalorraquídeo de más de 1000 personas en busca de depósitos de la proteína alfa-sinucleína. La alfa-sinucleína se encuentra en los cuerpos de Lewy. Forma depósitos que el cuerpo no puede descomponer. Estos depósitos se diseminan y dañan las neuronas cerebrales.

Los depósitos de alfa-sinucleína son un signo distintivo de la enfermedad de Parkinson. Esta prueba permitió identificar con precisión a personas con enfermedad de Parkinson el 87,7 % de las veces. La prueba también resultó muy eficaz para identificar a personas con riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson.

Esta investigación sobre el ensayo de amplificación de semillas de alfa-sinucleína ha sido la mayor realizada hasta la fecha. Algunos investigadores afirman que el estudio puede suponer un gran cambio para el diagnóstico, la investigación y los ensayos de tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Pero se necesita hacer estudios a mayor escala. Los investigadores confían en que, en el futuro, la prueba pueda realizarse utilizando muestras de sangre en lugar de líquido cefalorraquídeo.

Tratamiento

La enfermedad de Parkinson no tiene cura, pero los medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas, generalmente de forma notable. En algunos casos más avanzados, se puede aconsejar la cirugía.

El equipo de atención médica también puede recomendar algunos cambios en el estilo de vida, especialmente, ejercicios aeróbicos continuos. En algunos casos, la fisioterapia que se centra en el equilibrio y el estiramiento desempeña un papel importante. Un experto en el habla y el lenguaje puede ayudar a mejorar los problemas del habla.

Medicamentos

Los medicamentos pueden ayudarte a controlar los problemas para caminar, relacionados con el movimiento y los temblores. Estos medicamentos aumentan o reemplazan la dopamina.

Las personas con enfermedad de Parkinson tienen niveles bajos de dopamina en el cerebro. Sin embargo, la dopamina no se puede administrar directamente porque no puede entrar en el cerebro.

Después de comenzar el tratamiento para la enfermedad de Parkinson, los síntomas pueden mejorar considerablemente. No obstante, con el tiempo, los beneficios de los medicamentos con frecuencia disminuyen o se vuelven menos constantes. Por lo general, aun así puedes controlar los síntomas bastante bien.

Entre los medicamentos que puede recetarte el equipo de atención médica se incluyen:

  • Carbidopa y levodopa (Rytary, Sinemet, Duopa, otros). La levodopa, el medicamento más eficaz contra la enfermedad de Parkinson, es una sustancia química natural que entra en el cerebro y se convierte en dopamina.

    La levodopa se combina con la carbidopa (Lodosyn), que evita la conversión prematura de la levodopa en dopamina fuera del cerebro. Esto previene o disminuye los efectos secundarios, como las náuseas.

    Los efectos secundarios pueden ser náuseas o vahídos cuando te pones de pie, lo que se conoce como hipotensión ortostática.

    Después de algunos años, a medida que la enfermedad avanza, el beneficio de la levodopa puede disminuir, con una tendencia a fluctuar (deja de tener efecto).

    Además, puedes presentar movimientos involuntarios, llamados discinesia, después de consumir dosis más altas de levodopa. El equipo de atención médica puede reducir la dosis o ajustar los horarios en que las tomas para controlar estos efectos.

    A menos que el equipo de atención médica te indique lo contrario, es mejor tomar la carbidopa y la levodopa con el estómago vacío si tienes enfermedad de Parkinson avanzada.

  • Carbidopa y levodopa inhaladas. Inbrija es la marca de un medicamento que administra carbidopa y levodopa mediante inhalación. Puede resultar útil para controlar los síntomas que surgen cuando los medicamentos que se toman por vía oral dejan de hacer efecto repentinamente durante el día.
  • Infusión de carbidopa y levodopa. Duopa es la marca de un medicamento que combina carbidopa y levodopa. Sin embargo, se administra a través de una sonda de alimentación que suministra el medicamento en forma de gel directamente al intestino delgado.

    La Duopa se administra a pacientes en etapas más avanzadas de la enfermedad de Parkinson, que todavía responden a la carbidopa y levodopa, pero cuya respuesta tiene muchas fluctuaciones. Debido a que la Duopa se administra de manera continua, los niveles en sangre de los dos medicamentos se mantienen constantes.

    La colocación de la sonda requiere un procedimiento quirúrgico menor. Los riesgos relacionados con la sonda incluyen que la sonda se desprenda o que aparezcan infecciones en la zona de infusión.

  • Agonistas de la dopamina. A diferencia de la levodopa, los agonistas de la dopamina no se transforman en dopamina. En cambio, imitan los efectos de la dopamina en el cerebro.

    Los agonistas de la dopamina no son tan eficaces como la levodopa para tratar los síntomas. Sin embargo, duran más tiempo y pueden usarse con la levodopa para atenuar los efectos, a menudo irregulares, de la levodopa.

    Los agonistas de la dopamina son el pramipexol (Mirapex ER) y la rotigotina (Neupro), que se administra a través de un parche. La apomorfina (Apokyn) es un agonista de la dopamina inyectable de rápida acción que se usa para proporcionar un alivio rápido.

    Algunos de los efectos secundarios de los agonistas de la dopamina son similares a los de la carbidopa y levodopa. Pero también pueden incluir alucinaciones, somnolencia y comportamientos compulsivos como hipersexualidad, adicción al juego y exceso de apetito. Si tomas estos medicamentos y te comportas de una manera extraña, consulta con el equipo de atención médica.

  • Inhibidores de la monoaminooxidasa tipo B (MAO B). Estos medicamentos son la selegilina (Zelapar), la rasagilina (Azilect) y la safinamida (Xadago). Ayudan a evitar la disolución de la dopamina en el cerebro, ya que inhiben la enzima monoaminooxidasa tipo B. Esta enzima disuelve la dopamina cerebral. La selegilina que se administra con levodopa puede ayudar a prevenir la disolución.

    Los efectos secundarios de los inhibidores de la MAO B pueden incluir dolores de cabeza, náuseas o insomnio. Cuando se suman a la combinación de carbidopa y levodopa, estos medicamentos aumentan el riesgo de alucinaciones.

    Estos medicamentos no suelen usarse en combinación con la mayoría de los antidepresivos o determinados analgésicos debido a las reacciones potencialmente graves, aunque poco frecuentes. Consulta con el equipo de atención médica antes de tomar cualquier otro medicamento con un inhibidor de la enzima MAO B.

  • Inhibidores de la catecol-O-metiltransferasa. La entacapona (Comtan) y la opicapona (Ongentys) son los medicamentos principales de esta clase. Este medicamento prolonga moderadamente el efecto del tratamiento con levodopa, dado que bloquea una enzima que disuelve la dopamina.

    Los efectos secundarios, como un mayor riesgo de movimientos involuntarios conocidos como discinesia, aparecen principalmente por un efecto potenciado de la levodopa. Otros efectos secundarios incluyen diarrea, náuseas o vómitos.

    La tolcapona (Tasmar) es otro inhibidor de la COMT que suele recetarse en muy pocos casos debido al riesgo de daño de los riñones y a la insuficiencia hepática.

  • Anticolinérgicos. Estos medicamos se usaron durante muchos años para ayudar a controlar el temblor asociado a la enfermedad de Parkinson. Hay varios medicamentos anticolinérgicos disponibles, como la benzatropina (Cogentin) o el trihexifenidilo.

    Sin embargo, sus beneficios moderados suelen ser contrarrestados por los efectos secundarios como alteración de la memoria, confusión, alucinaciones, estreñimiento, sequedad en la boca y problemas para orinar.

  • Amantadina. Los profesionales de la salud pueden recetar amantadina (Gocovri) sola para brindar alivio a corto plazo de los síntomas de la enfermedad de Parkinson leve y en etapa temprana. También puede administrarse junto con el tratamiento de carbidopa y levodopa durante las etapas finales de la enfermedad de Parkinson para controlar los movimientos involuntarios (discinesia) inducidos por la combinación de carbidopa y levodopa.

    Los efectos secundarios pueden incluir cambios en el color de la piel, hinchazón de los tobillos o alucinaciones.

  • Antagonistas del receptor de adenosina (antagonistas del receptor A2A). Estos medicamentos actúan sobre áreas del cerebro que regulan la respuesta a la dopamina y permiten que se libere más dopamina. La istradefilina (Nourianz) es uno de los medicamentos antagonistas del A2A.
  • Nuplazid (Pimavanserin). Este medicamento se usa para tratar las alucinaciones y las ideas delirantes que pueden aparecer con la enfermedad de Parkinson. Los expertos no están seguros de cómo actúa.

Procedimientos quirúrgicos

  • Estimulación cerebral profunda. Cuando se realiza la estimulación cerebral profunda, los cirujanos implantan electrodos en una parte específica del cerebro. Los electrodos están conectados a un generador implantado en el tórax cerca de la clavícula. El generador envía pulsos eléctricos al cerebro y puede reducir los síntomas de la enfermedad de Parkinson.

    El equipo de atención médica puede ajustar la configuración según sea necesario para el tratamiento de la afección. La cirugía tiene algunos riesgos, como la aparición de infecciones, accidentes cerebrovasculares o hemorragia cerebral. Algunas personas tienen problemas con el sistema de estimulación cerebral profunda o tienen complicaciones a causa de la estimulación. Es posible que un miembro del equipo de atención médica deba ajustar o reemplazar algunas partes del sistema.

    La estimulación cerebral profunda se ofrece más a menudo a aquellos pacientes con enfermedad de Parkinson avanzada que tienen respuestas inestables a la levodopa. La estimulación cerebral profunda puede estabilizar las fluctuaciones de los medicamentos, reducir o detener los movimientos involuntarios, denominados discinesia, reducir los temblores y la rigidez, y mejorar los movimientos.

    La estimulación cerebral profunda es eficaz para el control de las respuestas cambiantes a la levodopa, o para controlar las discinesias que no mejoran con los ajustes del medicamento.

    Sin embargo, la estimulación cerebral profunda no es útil para tratar aquellos problemas que no responden a la terapia con levodopa, excepto los temblores. La estimulación cerebral profunda puede controlar los temblores aun si estos no responden a la levodopa.

    Aunque la estimulación cerebral profunda proporciona un beneficio continuado sobre los síntomas de la enfermedad de Parkinson, esta no evita que la enfermedad evolucione.

Tratamientos avanzados

La ecografía focalizada guiada por resonancia magnética es un tratamiento mínimamente invasivo que ha ayudado a algunas personas con enfermedad de Parkinson a controlar los temblores. Una sonda ecográfica se guía con la resonancia magnética hacia la zona del cerebro en la que comienzan los temblores. Las ondas de la ecografía están a una temperatura muy elevada y queman las zonas que contribuyen a los temblores.

Estimulación cerebral profunda

En la estimulación cerebral profunda, se implanta un electrodo dentro del cerebro. La magnitud de la estimulación generada por el electrodo se controla mediante un dispositivo similar a un marcapasos que se coloca bajo la piel del pecho. Un cable que va por debajo de la piel conecta el dispositivo con el electrodo.

Estilo de vida y remedios caseros

Tendrás que trabajar junto con el equipo de atención médica para encontrar un plan de tratamiento para la enfermedad de Parkinson que te brinde el mayor alivio de los síntomas con la menor cantidad posible de efectos secundarios. Determinados medicamentos pueden empeorar los síntomas, por lo que se recomienda hablar con el equipo de atención médica sobre los medicamentos que tomas actualmente.

Algunos cambios en el estilo de vida también pueden facilitar la vida de quien tiene la enfermedad de Parkinson.

Alimentación saludable

Si bien no se ha comprobado que un alimento o una combinación de alimentos ayuden en la enfermedad de Parkinson, es posible que determinados alimentos alivien algunos de los síntomas. Por ejemplo, consumir alimentos con un alto contenido de fibra y beber mucho líquido puede ayudar a prevenir el estreñimiento, que es común en la enfermedad de Parkinson.

Una alimentación equilibrada también aporta nutrientes, como ácidos grasos omega-3, que pueden ser beneficiosos para las personas con enfermedad de Parkinson.

Tratamiento

Ejercicio

Hacer ejercicio puede aumentar la fuerza muscular, flexibilidad y equilibrio. El ejercicio también puede mejorar el bienestar y reducir la depresión o la ansiedad.

Es posible que el equipo de atención médica te sugiera que trabajes con un fisioterapeuta para obtener un programa de ejercicios adecuado para ti. También puedes probar a hacer otras actividades como caminar, nadar, jardinería, bailar, hacer gimnasia acuática o hacer estiramientos.

La enfermedad de Parkinson puede alterar el sentido del equilibrio, lo que dificulta que camines con normalidad. El ejercicio puede mejorar el equilibrio. Las siguientes recomendaciones también pueden ser útiles:

  • Trata de no moverte demasiado rápido.
  • Cuando camines, trata de apoyar primero el talón en el suelo.
  • Si notas que arrastras los pies, detente y controla la postura. Es mejor estar de pie.
  • Cuando camines, mira hacia adelante, no directamente hacia abajo.

Estilo de vida y remedios caseros

Evitar caídas

En las etapas más avanzadas de la enfermedad, puedes caer más fácilmente. De hecho, puedes perder el equilibrio con solo un pequeño empujón o golpe. Las siguientes sugerencias pueden ayudarte:

  • Haz una vuelta en U en lugar de girar tu cuerpo sobre los pies.
  • Distribuye tu peso uniformemente entre ambos pies y no te inclines.
  • Evita cargar cosas mientras caminas.
  • Evita caminar hacia atrás.

Actividades de la vida cotidiana

Las actividades de la vida cotidiana, como vestirse, comer, bañarse y escribir, pueden ser difíciles para las personas con la enfermedad de Parkinson. Un terapeuta ocupacional puede enseñarte técnicas que faciliten tu vida cotidiana.

Si tienes problemas para hablar, un terapeuta del habla puede ayudarte. Muchas personas con enfermedad de Parkinson tienen dificultades para hablar, como una voz lenta y débil, problemas para pronunciar consonantes, habla incomprensible, voz baja, de un solo tono y con poca expresión, y silencios inadecuados. Un terapeuta del habla puede ayudarte con estos problemas.

Medicina alternativa

Las terapias de apoyo pueden aliviar algunos de los síntomas y las complicaciones de la enfermedad de Parkinson, como el dolor, la fatiga y la depresión. Cuando se administran en combinación con los tratamientos, estas terapias pueden mejorar la calidad de vida:

  • Masajes. La masoterapia puede reducir la tensión muscular y facilitar la relajación. Sin embargo, esta terapia no suele tener cobertura del seguro de salud.
  • Taichí. El taichí es una antigua forma de ejercicio chino que usa movimientos lentos y fluidos que pueden mejorar la flexibilidad, el equilibrio y la fuerza muscular. También puede ayudar a prevenir las caídas. Hay varios tipos de taichí adaptados para personas de cualquier edad o condición física.

    Un estudio demostró que, en las personas con enfermedad de Parkinson de leve a moderada, el taichí puede mejorar el equilibrio más que el estiramiento y el entrenamiento de resistencia.

  • Yoga. En el yoga, los movimientos suaves de estiramiento y las posturas pueden aumentar la flexibilidad y el equilibrio. Puedes modificar la mayoría de las posturas para adaptarlas a tus habilidades físicas.
  • Técnica Alexander. Esta técnica, que se centra en la postura muscular, el equilibrio y la conciencia sobre cómo usar los músculos, puede reducir la tensión y el dolor musculares.
  • Meditación. En la meditación, reflexionas en silencio y enfocas tu mente en una idea o imagen. La meditación puede ayudarte a reducir el estrés y el dolor, y a mejorar tu sensación de bienestar.
  • Terapia con mascotas. Tener un perro o un gato puede ayudarte a aumentar la flexibilidad y el movimiento, y a mejorar tu salud emocional.
  • Técnicas de relajación. Estas prácticas ayudan a disminuir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, y a mejorar el tono muscular.

Estrategias de afrontamiento, y apoyo

Vivir con una enfermedad crónica puede ser difícil, y es normal sentir enojo, depresión o desánimo en ocasiones. Tener la enfermedad de Parkinson puede ser muy frustrante, ya que caminar, hablar e incluso comer se hace más difícil y lleva más tiempo.

Es común que las personas con enfermedad de Parkinson se sientan deprimidas. Sin embargo, los medicamentos antidepresivos pueden aliviar los síntomas. Habla con el equipo de atención médica si te sientes triste o sin esperanzas de forma constante.

Aunque es posible que tus amigos y familiares sean tus mejores aliados, las personas que saben por lo que estás pasando pueden ser de gran ayuda. Los grupos de apoyo no son para todos. No obstante, para muchas personas con enfermedad de Parkinson y sus familias, un grupo de apoyo puede ser un buen recurso para obtener información práctica sobre la afección médica.

Además, estos grupos te ofrecen un lugar donde encontrar a otras personas que están atravesando situaciones similares y pueden brindarte apoyo.

Tratar de mantener algunas de tus actividades cotidianas puede resultarte útil. Intenta hacer todo lo que podías hacer antes de la aparición de la enfermedad de Parkinson. Concéntrate en el presente y trata de mantener una actitud positiva.

Si deseas obtener información sobre los grupos de apoyo disponibles en tu comunidad, habla con el equipo de atención médica, un trabajador social especializado en la enfermedad de Parkinson o el personal de enfermería de salud pública de tu área. También puedes comunicarte con la Parkinson's Foundation (Fundación de Parkinson) o la American Parkinson Disease Association (Asociación Estadounidense de la Enfermedad de Parkinson).

Tú y tu familia también pueden beneficiarse si hablan con un profesional de la salud mental, como un psicólogo o un trabajador social especializado en el trabajo con personas que tienen afecciones crónicas.

Preparación antes de la cita

Es probable que consultes primero con un profesional de la salud. Es posible que te remitan a un médico especializado en trastornos del sistema nervioso, llamado neurólogo.

Debido a que generalmente hay muchas cosas de las que hablar, es una buena idea estar preparado para la cita. A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para la cita.

Qué puedes hacer

  • Anota los síntomas que tengas, incluidos aquellos que quizás no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita.
  • Anota información personal clave, como episodios de estrés importantes o cambios recientes en tu vida.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas y los suplementos que tomes.
  • Pide a un familiar o a un amigo que te acompañe, si es posible. A veces, puede ser difícil recordar toda la información que te proporcionan durante una cita. Quien te acompañe podría recordar algún detalle que olvidaste o pasaste por alto.
  • Anota las preguntas que quieras hacer durante la cita.

La consulta médica dura poco, por lo que preparar una lista de preguntas con antelación te ayudará a aprovechar al máximo la cita. Para la enfermedad de Parkinson, estas son algunas preguntas básicas que puedes hacer:

  • ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
  • ¿Existen otras causas posibles?
  • ¿Qué tipo de pruebas necesitan hacerme? ¿Estas pruebas requieren alguna preparación especial?
  • ¿Cómo suele evolucionar la enfermedad de Parkinson?
  • ¿Necesitaré cuidados a largo plazo con el tiempo?
  • ¿Cuáles son los tratamientos disponibles y cuál me recomienda?
  • ¿Qué tipos de efectos secundarios suele ocasionar el tratamiento?
  • Si el tratamiento no funciona o deja de hacerlo, ¿hay otras opciones?
  • Tengo otras enfermedades. ¿Cómo puedo controlar estas afecciones de manera conjunta?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?

Además de las preguntas que has preparado para hacerle al equipo de atención médica, no dudes en plantear las dudas que se te ocurran durante la cita.

Lo que puedes esperar del médico

Es probable que el equipo de atención médica te haga varias preguntas. Estar preparado para responderlas puede darte tiempo para analizar los puntos que quieras tratar con mayor detenimiento. Es posible que te pregunte lo siguiente:

  • ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas?
  • ¿Los síntomas están presentes todo el tiempo o aparecen y desaparecen?
  • ¿Hay algo que haga que los síntomas mejoren?
  • ¿Hay algo que haga empeorar los síntomas?

Last Updated Aug 2, 2023


© 2024 Mayo Foundation for Medical Education and Research (MFMER). All rights reserved. Terms of Use