Enfermedad intestinal inflamatoria

Perspectiva general

"Enfermedad intestinal inflamatoria" es un término que describe diversos trastornos que implican inflamación de los tejidos del tracto digestivo por tiempo prolongado (crónica). Entre los distintos tipos de enfermedad intestinal inflamatoria se pueden mencionar:

  • Colitis ulcerosa. Esta afección causa inflamación y llagas (úlceras) en el recubrimiento del intestino grueso (colon) y el recto.
  • Enfermedad de Crohn. Este tipo de enfermedad inflamatoria intestinal se caracteriza por la inflamación del recubrimiento del tracto digestivo, generalmente sus capas más profundas. La enfermedad de Crohn afecta con mayor frecuencia al intestino delgado. Sin embargo, también puede afectar al intestino grueso y, en raras ocasiones, al tracto gastrointestinal superior.

Tanto la colitis ulcerosa como la enfermedad de Crohn generalmente se presentan con diarrea, sangrado rectal, dolor abdominal, fatiga y pérdida de peso.

Para algunas personas, la enfermedad intestinal inflamatoria solo causa una enfermedad leve. Para otras, es una afección debilitante que puede desencadenar complicaciones que ponen en riesgo la vida.

Sistema digestivo

En la enfermedad de Crohn, se puede ver afectada cualquier parte del intestino delgado o grueso. Puede afectar varios segmentos o ser continua. La enfermedad de Crohn suele afectar más a la última parte del intestino delgado (íleon) y partes del colon.

Síntomas

Los síntomas de la enfermedad intestinal inflamatoria varían según la intensidad de la inflamación y el lugar donde se desarrolla. Los síntomas pueden ser de leves a severos. Es probable que tengas períodos en los que la enfermedad está activa seguidos de períodos de remisión.

Entre los signos y síntomas frecuentes de la enfermedad de Crohn y de la colitis ulcerosa se incluyen los siguientes:

  • Diarrea
  • Fatiga
  • Dolor y cólicos abdominales
  • Presencia de sangre en las heces
  • Disminución del apetito
  • Pérdida de peso involuntaria

Cuándo debes consultar a un médico

Consulta a tu médico si presentas un cambio persistente en los hábitos intestinales o si tienes algún signo o síntoma de enfermedad intestinal inflamatoria. Si bien las enfermedades intestinales inflamatorias no suelen ser mortales, son graves y, en algunos casos, pueden provocar complicaciones que ponen la vida en peligro.

Causas

Se desconoce la causa exacta de la enfermedad intestinal inflamatoria. Antes, se sospechaba que la dieta y el estrés eran la causa. Sin embargo, en la actualidad los médicos saben que estos factores pueden agravar los síntomas, pero no causan la enfermedad intestinal inflamatoria.

Una posible causa es el mal funcionamiento del sistema inmunitario. Cuando el sistema inmunitario intenta combatir una bacteria o un virus invasor, se produce una respuesta inmunitaria atípica que hace que el sistema inmunitario también ataque las células del tracto digestivo.

Algunas mutaciones genéticas se han asociado con la enfermedad intestinal inflamatoria. El factor hereditario también parece incidir, ya que la enfermedad intestinal inflamatoria es más frecuente en personas con antecedentes familiares de esta enfermedad. Sin embargo, la mayoría de las personas con enfermedad intestinal inflamatoria no tienen antecedentes familiares.

Factores de riesgo

  • Edad. Si bien la mayoría de las personas que desarrollan enfermedad inflamatoria intestinal reciben un diagnóstico antes de los 30 años, algunas personas no la desarrollan hasta los 50 o 60 años de edad.
  • Raza o grupo étnico. Aunque la enfermedad inflamatoria intestinal es más frecuente en personas de raza blanca, puede darse en cualquier raza. Los casos también están aumentando en otras razas y etnias.
  • Antecedentes familiares. Si algún familiar cercano, como un padre, hermano o hijo, padece esta enfermedad, tienes un mayor riesgo de contraerla.
  • Fumar cigarrillos. Fumar cigarrillos es el factor de riesgo controlable más importante para el desarrollo de la enfermedad de Crohn.

    Es posible que fumar ayude a prevenir la colitis ulcerosa. Sin embargo, el daño que produce a la salud en general es mayor que cualquier posible beneficio. Dejar de fumar mejora el estado general del tubo digestivo y también brinda muchos otros beneficios para la salud.

  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroides. Estos incluyen ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros), naproxeno sódico (Aleve), diclofenaco sódico y otros. Estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad inflamatoria intestinal o de que empeoren tus síntomas si ya la tienes.

Complicaciones

La colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn tienen algunas complicaciones comunes y otras que son específicas de cada una. Algunas de las complicaciones que son comunes en ambos trastornos son:

  • Cáncer de colon. Si tienes colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn que afecta la mayor parte del colon, aumenta tu riesgo de tener cáncer de colon. Los exámenes de detección del cáncer con una colonoscopia a intervalos regulares, en general, comienzan aproximadamente de 8 a 10 años después de que se realizó el diagnóstico. Pregúntale al médico cuándo y con qué frecuencia debes realizarte este examen.
  • Inflamación de la piel, los ojos y las articulaciones Durante los recrudecimientos de la enfermedad intestinal inflamatoria, pueden aparecer ciertos trastornos, como por ejemplo artritis, lesiones de la piel e inflamación de los ojos (uveitis).
  • Efectos secundarios de los medicamentos. Ciertos medicamentos para la enfermedad intestinal inflamatoria se asocian con un riesgo de infecciones. Algunos conllevan un pequeño riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer. Los corticoides pueden asociarse con un cierto riesgo de padecer osteoporosis e hipertensión arterial, entre otras afecciones.
  • Colangitis esclerosante primaria. En esta afección bastante poco frecuente que se observa en personas con enfermedad intestinal inflamatoria, la inflamación provoca cicatrices en el interior de los conductos biliares. Con el tiempo, las cicatrices estrechan los conductos, lo que restringe el flujo de bilis. En algún momento, esto puede causar daño hepático.
  • Coágulos sanguíneos. La enfermedad intestinal inflamatoria aumenta el riesgo de que se formen coágulos sanguíneos en las venas y las arterias.
  • Deshidratación grave. Cuando la diarrea es excesiva, puede sobrevenir la deshidratación.

Entre las complicaciones de la enfermedad de Crohn se pueden incluir las siguientes:

  • Obstrucción intestinal. La enfermedad de Crohn afecta a todo el grosor de la pared intestinal. Con el transcurso del tiempo, algunas partes del intestino pueden engrosarse y estrecharse, lo cual puede bloquear el flujo del contenido digestivo. Es posible que debas someterte a una cirugía para que te extirpen la parte afectada del intestino.
  • Malnutrición. La presencia de diarrea, dolor abdominal o calambres puede dificultar la ingesta de alimentos o la absorción intestinal de los nutrientes necesarios para una buena salud. También es común desarrollar anemia debido a los bajos niveles de hierro o vitamina B12 que provoca la enfermedad.
  • Fístulas. En ocasiones la inflamación puede extenderse completamente a través de la pared intestinal, lo cual provoca una fístula, es decir, una conexión atípica entre diferentes partes del organismo. Las fístulas cercanas o alrededor del área anal (perianales) son las más frecuentes. Sin embargo, también pueden producirse internamente o hacia la pared de la zona abdominal. En algunos casos, es posible que la fístula se infecte y forme una acumulación de pus infectada conocida como absceso.
  • Fisura anal. Se trata de una pequeña rotura en el tejido que recubre el ano o en la piel que se encuentra alrededor del ano, lo que favorece la formación de infecciones. Está asociada con deposiciones dolorosas y es posible que provoque una fístula perianal.

Estas son algunas de las complicaciones de la colitis ulcerosa:

  • Megacolon tóxico. En presencia de colitis ulcerosa, el colon podría ensancharse e hincharse rápidamente, un proceso grave conocido como megacolon tóxico.
  • Orificio en el colon (colon perforado). El colon perforado casi siempre es consecuencia del megacolon tóxico, pero también podría ocurrir independientemente de este.

Diagnóstico

Para poder confirmar un diagnóstico de enfermedad intestinal inflamatoria, tendrás que realizarte un conjunto de pruebas y procedimientos:

Análisis de laboratorio

  • Análisis para detectar anemia o infección. El proveedor de atención médica podría sugerir la realización de un análisis de sangre para detectar la presencia de anemia (afección en la que no se cuenta con una cantidad suficiente de glóbulos rojos como para transportar una cantidad adecuada de oxígeno a los tejidos) o para detectar signos de una infección provocada por bacterias o virus.
  • Estudios de las heces. Es posible que debas proporcionar una muestra de heces para que el proveedor de atención médica pueda examinarla para detectar sangre oculta u organismos, como parásitos.

Procedimientos endoscópicos

  • Colonoscopia. Este examen le permite al proveedor de atención médica ver todo el colon usando un tubo delgado y flexible con luz y una cámara en el extremo. Durante el procedimiento, se pueden tomar pequeñas muestras de tejido (biopsia) para su análisis en el laboratorio. Una biopsia es la forma de hacer el diagnóstico de la enfermedad intestinal inflamatoria comparada con otras formas de inflamación.
  • Sigmoidoscopia flexible. El proveedor de atención médica usa un tubo delgado, flexible y con luz para examinar el recto y el sigmoide, la última parte del colon. Si el colon está muy inflamado, el proveedor de atención médica puede realizar esta prueba en lugar de una colonoscopia completa.
  • Endoscopia superior. En este procedimiento, el proveedor de atención médica emplea un tubo delgado, flexible y con luz para examinar el esófago, el estómago y la primera parte del intestino delgado (duodeno). Si bien es poco frecuente que estas áreas se vean afectadas por la enfermedad de Crohn, es posible que se recomiende esta prueba si tienes náuseas y vómitos, dificultad para comer o dolor en la parte superior del abdomen.
  • Cápsula endoscópica. Esta prueba a veces se usa para ayudar a diagnosticar la enfermedad de Crohn que compromete el intestino delgado. Tragas una cápsula que contiene una cámara en su interior. Las imágenes se trasmiten a una grabadora que llevas en el cinturón y después eliminas la cápsula de manera indolora junto con las heces. Es posible que, de todos modos, necesites una endoscopia con una biopsia para confirmar un diagnóstico de enfermedad de Crohn. No se debe realizar una cápsula endoscópica si se sospecha la presencia de una obstrucción intestinal.
  • Enteroscopia asistida por globo. Para esta prueba, se usa un endoscopio junto con un dispositivo llamado sobretubo. Esto le permite al técnico explorar más profundamente el intestino delgado donde los endoscopios estándar no llegan. Esta técnica es útil cuando una cápsula endoscópica muestra anomalías, pero el diagnóstico aún está en duda.

Procedimientos por imágenes

  • Radiografías. Si tienes síntomas graves, es posible que el proveedor de atención médica use una radiografía estándar de la zona abdominal para descartar complicaciones graves, como megacolon o colon perforado.
  • Tomografía computarizada. Es posible que te realicen una tomografía computarizada, una técnica radiográfica especial que brinda información más detallada que la radiografía estándar. Mediante esta prueba, se mira todo el intestino y los tejidos del exterior del intestino. La enterografía por tomografía computarizada es una tomografía computarizada especial que brinda mejores imágenes del intestino delgado. En la mayoría de los centros médicos, esta prueba reemplazó a la radiografía con bario.
  • Resonancia magnética (RM). Un escáner de resonancia magnética utiliza un campo magnético y ondas de radio para crear imágenes detalladas de los órganos y los tejidos. Las resonancias magnéticas son particularmente útiles para evaluar una fístula alrededor del área anal (resonancia magnética pélvica) o del intestino delgado (enterografía por resonancia magnética). A diferencia de una tomografía computarizada, no hay exposición a la radiación en una resonancia magnética.
Examen de colonoscopia

Durante una colonoscopia, el médico introduce un colonoscopio en tu recto para verificar si hay anomalías en todo tu colon.

Estudio de sigmoidoscopía flexible

Durante una sigmoidoscopia flexible, el proveedor de atención médica inserta un sigmoidoscopio en el recto para identificar la presencia de anomalías en la parte inferior del colon.

Tratamiento

El objetivo del tratamiento de la enfermedad intestinal inflamatoria es reducir la inflamación que desencadena los signos y síntomas. En el mejor de los casos, podría conducir no solo al alivio de los síntomas, sino también a la remisión a largo plazo y a la reducción de los riesgos de sufrir complicaciones. El tratamiento de la enfermedad intestinal inflamatoria implica la administración de medicamentos o cirugía.

Medicamentos antiinflamatorios

Por lo general, los medicamentos antiinflamatorios son el primer paso en el tratamiento de la colitis ulcerativa, de leve a moderada. Los medicamentos antiinflamatorios incluyen aminosalicilatos, como mesalazina (Delzicol, Rowasa, entre otros), balsalazida (Colazal) y olsalazina (Dipentum).

Para inducir la remisión, también se administran ciclos de corticoides durante un tiempo limitado. Los esteroides, además de tener propiedades antiinflamatorias, son inmunosupresores. El medicamento que tomes dependerá del área del colon que está afectada.

Inhibidores del sistema inmunitario

Estos medicamentos actúan de diversas formas para suprimir la respuesta inmunitaria que libera las sustancias químicas que inducen la inflamación en el cuerpo. Cuando se liberan, estas sustancias químicas pueden dañar el recubrimiento del tracto digestivo.

Algunos ejemplos de medicamentos inmunosupresores incluyen azatioprina (Azasan y Imuran), mercaptopurina (Purinethol y Purixan) y metotrexato (Trexall).

En el último tiempo, surgieron agentes que se administran por vía oral, también conocidos como “pequeñas moléculas”, para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal. Estos incluyen tofacitinib (Xeljanz), upadacitinib (Rinvoq) y ozanimod (Zeposia).

Recientemente, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) emitió una advertencia sobre el tofacitinib, en la que se indica que los estudios preliminares muestran un mayor riesgo de sufrir problemas cardíacos graves y cáncer al tomar este medicamento. Si estás tomando tofacitinib para tratar la colitis ulcerosa, no lo suspendas sin consultar antes con el médico.

Medicamentos biológicos

Los medicamentos biológicos forman parte de una categoría más avanzada de terapia en la que el tratamiento se dirige a neutralizar las proteínas del cuerpo que causan inflamación. Algunos se administran mediante infusiones intravenosas y otros son inyecciones que te administras tú mismo. Entre los ejemplos, se incluyen el infliximab (Remicade), el adalimumab (Humira), el golimumab (Simponi), el certolizumab (Cimzia), el vedolizumab (Entyvio), el ustekinumab (Stelara) y el risankizumab (Skyrizi).

Antibióticos

Se pueden usar antibióticos junto con otros medicamentos o cuando las infecciones plantean una inquietud, por ejemplo, ante casos de enfermedad de Crohn perianal. Los antibióticos que se suelen recetar con frecuencia son la ciprofloxacina (Cipro) y el metronidazol (Flagyl).

Otros medicamentos y suplementos

Además de controlar la inflamación, es posible que algunos medicamentos ayuden a aliviar los signos y los síntomas; sin embargo, debes consultar siempre con el médico antes de tomar medicamentos de venta libre. Según la intensidad de la enfermedad intestinal inflamatoria, el médico puede recomendar uno o más de los siguientes medicamentos:

  • Medicamentos antidiarreicos. Un suplemento de fibras, como el psilio en polvo (Metamucil) o la metilcelulosa (Citrucel), puede ayudar a aliviar la diarrea leve a moderada, ya que incrementa el volumen de las heces. Para la diarrea aguda, la loperamida (Imodium A-D) puede ser eficaz.

    Estos medicamentos podrían ser ineficaces o perjudiciales en algunas personas con constricciones o determinadas infecciones. Consulta con el médico antes de tomar estos medicamentos.

  • Analgésicos. Para el dolor leve, es posible que el médico recomiende acetaminofén (Tylenol, otros). Sin embargo, es probable que el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros), el naproxeno sódico (Aleve) y el diclofenaco sódico empeoren los síntomas y también la enfermedad.
  • Vitaminas y suplementos. Si tu cuerpo no absorbe suficientes nutrientes, el médico puede recomendarte vitaminas y suplementos nutricionales.

Apoyo nutricional

Cuando la pérdida de peso es grave, es posible que el médico recomiende una dieta especial por sonda de alimentación (nutrición enteral) o bien la inyección de nutrientes por vena (nutrición parenteral) para tratar la enfermedad intestinal inflamatoria. Esto puede mejorar la nutrición en general y darle un descanso al intestino. El descanso intestinal puede reducir la inflamación en el corto plazo.

Si tienes estenosis o un constricción en el intestino, es posible que el médico te recomiende una dieta baja en residuos. Esto ayudará a disminuir la probabilidad de que los alimentos no digeridos se atoren en la parte estrecha del intestino y provoquen una obstrucción.

Cirugía

Si los cambios en la alimentación y el estilo de vida, la terapia con medicamentos u otros tratamientos no ayudan a aliviar los signos y síntomas de la enfermedad intestinal inflamatoria, es posible que el proveedor de atención médica recomiende una cirugía.

  • Cirugía para la colitis ulcerosa. La cirugía consiste en extraer el colon y el recto completos y crear un saco interno unido al ano para que puedas realizar tus deposiciones sin utilizar una bolsa.

    En algunos casos, no es posible construir este saco. En su lugar, los cirujanos crean una apertura permanente en el abdomen (ileostomía) a través de la cual pasan las heces para que se puedan recolectar en una bolsa que está conectada.

  • Cirugía para la enfermedad de Crohn. Hasta dos tercios de las personas con enfermedad de Crohn requerirán, al menos, una cirugía. Sin embargo, la cirugía no cura la enfermedad de Crohn.

    Durante la cirugía, el cirujano extirpa una parte dañada de tu tracto digestivo y luego vuelve a conectar las partes sanas. Es posible que también se recurra a la cirugía para cerrar las fístulas y drenar los abscesos.

    Los beneficios de la cirugía para la enfermedad de Crohn suelen ser temporales. La enfermedad suele volver a aparecer, por lo general, cerca del tejido reconectado. El mejor enfoque es tomar medicamentos después de la cirugía para minimizar el riesgo de recurrencia.

Estilo de vida y remedios caseros

A veces, es posible que el paciente con enfermedad intestinal inflamatoria se sienta desesperanzado. Sin embargo, los cambios en la alimentación y el estilo de vida pueden ayudar a controlar los síntomas y prolongar los períodos entre brotes.

Alimentación

Aunque no hay evidencia establecida que asegure que lo que uno come realmente provoca enfermedad intestinal inflamatoria, determinados alimentos y bebidas empeoran los signos y síntomas, en especial, durante un brote.

Podría ser útil llevar un diario de comidas para hacer el seguimiento de lo que comes y cómo te sientes. Si descubres que algunos alimentos agudizan los síntomas, puedes tratar de dejar de consumirlos.

Estas son algunas sugerencias generales sobre alimentación que pueden ayudarte a controlar la afección:

  • Reduce el consumo de productos lácteos. Muchas personas con enfermedad intestinal inflamatoria descubren que algunos problemas, como la diarrea, el dolor abdominal o los gases, mejoran al reducir o eliminar el consumo de productos lácteos. Es posible que seas intolerante a la lactosa, lo que significa que el cuerpo no puede digerir el azúcar de la leche (lactosa) presente en los productos lácteos. También puede ser útil consumir un preparado enzimático, como Lactaid.
  • Come porciones de comida pequeñas. Consumir cinco o seis raciones pequeñas por día en lugar de dos o tres grandes podría caerte mejor.
  • Bebe mucho líquido. Intenta beber mucho líquido diariamente. El agua es la mejor opción. El alcohol y las bebidas que contienen cafeína estimulan los intestinos y pueden empeorar la diarrea, mientras que las bebidas carbonatadas producen gases.
  • Considera tomar un suplemento multivitamínico. Como la enfermedad de Crohn puede afectar la capacidad de absorber nutrientes y dadas las limitaciones nutricionales, los suplementos multivitamínicos y de minerales suelen ser útiles. Consulta a tu médico antes de tomar cualquier vitamina o suplemento.
  • Consulta a un dietista. Si comienzas a perder peso o tu alimentación se vuelve demasiado limitada, habla con un dietista diplomado.

Tabaquismo

Fumar aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad de Crohn y, una vez que la padeces, continuar con el hábito puede empeorarla. Los fumadores con enfermedad de Crohn tienen más probabilidades de tener recaídas y necesitan medicamentos y nuevas cirugías.

Es posible que fumar ayude a prevenir la colitis ulcerosa. Sin embargo, el daño que produce a la salud en general es mayor que cualquier posible beneficio. Dejar de fumar mejora el estado general del tubo digestivo y también brinda muchos otros beneficios para la salud.

Estrés

Si bien la asociación del estrés con la enfermedad de Crohn es un tema controvertido, muchas personas que padecen la enfermedad informaron que los síntomas empeoran durante los períodos de mucho estrés. Si tienes problema para controlar el estrés, prueba alguna de estas estrategias:

  • Ejercicio. El ejercicio, aunque sea leve, puede ayudar a reducir el estrés, aliviar la depresión y normalizar la función intestinal. Habla con tu médico sobre un plan de ejercicios que sea adecuado para ti.
  • Biorretroalimentación. Esta técnica para reducir el estrés podría brindarte las herramientas necesarias para aliviar la tensión muscular y desacelerar el ritmo cardíaco con la ayuda de una máquina de retroalimentación. El objetivo es ayudarte a lograr un estado de relajación para que te resulte más fácil lidiar con el estrés.
  • Ejercicios periódicos de relajación y respiración. Una manera de afrontar el estrés consiste en practicar regularmente las técnicas de relajación y de respiración lenta y profunda para calmarte.

Medicina alternativa

Muchas personas con trastornos digestivos han usado algún tipo de medicina complementaria y alternativa. Sin embargo, existen pocos estudios bien diseñados sobre la seguridad y la eficacia de estos tratamientos.

Los investigadores sospechan que agregar una mayor cantidad de las bacterias beneficiosas (probióticos) que normalmente se encuentran en el tracto digestivo podría ayudar a combatir las enfermedades intestinales inflamatorias. Si bien las investigaciones son limitadas, hay evidencias de que incorporar probióticos junto con otros medicamentos podría ser beneficioso, aunque esto aún no se ha demostrado.

Estrategias de afrontamiento, y apoyo

La enfermedad inflamatoria intestinal no solo te afecta físicamente, también tiene un costo emocional. Si los signos y los síntomas son severos, es posible que tu vida gire en torno a una necesidad constante de ir al baño. Incluso si los síntomas son leves, podría ser difícil estar en público. Todos estos factores pueden afectar tu vida y derivar en depresión. A continuación, ofrecemos algunos consejos:

  • Mantente informado. Una de las mejores maneras de tener un mejor control es obtener la mayor cantidad de información posible sobre las enfermedades inflamatorias intestinales. Busca información de fuentes confiables como la Fundación para la Enfermedad de Crohn y la Colitis.
  • Únete a un grupo de apoyo. Si bien los grupos de ayuda no son para todas las personas, pueden brindar información valiosa sobre tu enfermedad, así como contención emocional. Por lo general, los integrantes del grupo conocen lo último en tratamientos médicos o terapias integrativas. También puede resultar reconfortante estar con otras personas con una enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Habla con un terapeuta. A algunas personas les resulta útil consultar a un profesional de salud mental que esté familiarizado con las enfermedades inflamatorias intestinales y con las dificultades emocionales que provocan.

Si bien vivir con una enfermedad inflamatoria intestinal puede ser desalentador, se siguen haciendo investigaciones y el panorama mejora día a día.

Preparación antes de la cita

Al presentarse síntomas de la enfermedad intestinal inflamatoria, es posible que primero consultes al proveedor principal de atención médica. Sin embargo, es posible que después te remitan a un médico que se especializa en el tratamiento de los trastornos digestivos (gastroenterólogo).

Dado que las citas médicas pueden ser breves y es necesario tratar muchos temas, es recomendable que estés preparado. A continuación, incluimos información que te ayudará a prepararte y a saber qué puedes esperar del proveedor de atención médica.

Qué puedes hacer

  • Ten en cuenta las restricciones previas a la cita médica. Cuando programes la cita, asegúrate de preguntar si hay algo que debas hacer con anticipación, como restringir tu dieta.
  • Anota los síntomas que presentes, incluidos aquellos que quizás no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita médica.
  • Anota información personal clave, como episodios de estrés importantes o cambios recientes en tu vida.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, incluidos los medicamentos de venta libre y las vitaminas o los suplementos que tomes.
  • Pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe. A veces, puede ser difícil recordar toda la información que se proporciona en una cita. La persona que te acompañe podría recordar algún detalle que tú hayas pasado por alto u olvidado.
  • Anota todas las preguntas que quieras hacerle al proveedor de atención médica.

Preparar una lista de preguntas de antemano te ayudará a sacar el mayor provecho de tu consulta. Organiza tus preguntas de la más a la menos importante por si no tienes el tiempo suficiente para hacerlas todas. Algunas preguntas básicas para hacer sobre la enfermedad intestinal inflamatoria incluyen las siguientes:

  • ¿Cuál es la causa de los síntomas?
  • ¿Existen otras causas posibles de mis síntomas?
  • ¿Qué tipo de pruebas necesito hacerme? ¿Estas pruebas requieren alguna preparación especial?
  • ¿Esta afección es temporal o persistente?
  • ¿Cuáles son los tratamientos disponibles y cuál me recomienda?
  • ¿Hay algún medicamento que deba evitar?
  • ¿Qué tipos de efectos secundarios suele ocasionar el tratamiento?
  • ¿Qué clase de atención de seguimiento necesito? ¿Con qué frecuencia debo hacerme una colonoscopia?
  • ¿Existe alguna alternativa al enfoque primario que me indica?
  • Tengo otras afecciones médicas. ¿Cómo puedo controlarlas de manera conjunta?
  • ¿Debo respetar alguna restricción en la dieta?
  • ¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento que me recetan?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
  • ¿Existe algún riesgo para mí o mi hijo si quedo embarazada?
  • ¿Puede haber alguna complicación en el embarazo de mi pareja si tengo enfermedad intestinal inflamatoria y concibo un hijo?
  • ¿Qué riesgo tiene mi hijo de desarrollar enfermedad intestinal inflamatoria si yo la tengo?
  • ¿Hay grupos de apoyo para personas con enfermedad intestinal inflamatoria y su familia?

Qué esperar del médico

Es probable que el proveedor de atención médica te haga algunas preguntas. Estar preparado para responderlas te permitirá reservar tiempo para revisar los temas en los que deseas enfocarte más. El proveedor de atención médica podría hacerte estas preguntas:

  • ¿Cuándo comenzaste a tener síntomas?
  • ¿Has tenido síntomas de forma continua o intermitente?
  • ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
  • ¿Tienes dolor abdominal?
  • ¿Tuviste diarrea? ¿Con qué frecuencia?
  • ¿Te despiertas por la noche debido a la diarrea?
  • ¿Hay alguien más con diarrea en tu hogar?
  • ¿Bajaste de peso de forma involuntaria?
  • ¿Alguna vez tuviste problemas hepáticos, hepatitis o ictericia?
  • ¿Sufriste problemas con las articulaciones, los ojos o la piel, incluidas erupciones y llagas, o tuviste llagas en la boca?
  • ¿Tienes antecedentes familiares de enfermedad intestinal inflamatoria?
  • ¿Los síntomas afectan tu capacidad para trabajar o hacer otras actividades?
  • ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
  • ¿Has notado algo que empeore tus síntomas?
  • ¿Fumas?
  • ¿Tomas medicamentos antiinflamatorios no esteroides, por ejemplo, ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros), naproxeno sódico (Aleve) o diclofenaco sódico (Voltaren)?
  • ¿Tomaste antibióticos recientemente?
  • ¿Viajaste recientemente? Si es así, ¿adónde?

Last Updated Jan 27, 2023


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