Linfoma de Hodgkin (enfermedad de Hodgkin)
Perspectiva general
El linfoma de Hodgkin es un tipo de cáncer que afecta el sistema linfático, que es parte del sistema inmunitario del cuerpo que se encarga de combatir los gérmenes. En el linfoma de Hodgkin, los glóbulos blancos, denominados linfocitos, crecen sin control, lo que provoca que los ganglios linfáticos se inflamen y que aparezcan bultos en todo el cuerpo.
El linfoma de Hodgkin, que solía denominarse enfermedad de Hodgkin, es una de dos categorías generales de linfoma. La otra es el linfoma no hodgkiniano.
Los avances en el diagnóstico y el tratamiento del linfoma de Hodgkin han contribuido a brindar a las personas con esta enfermedad la posibilidad de una recuperación completa. El pronóstico sigue mejorando para las personas con linfoma de Hodgkin.
Síntomas
Entre los signos y síntomas del linfoma de Hodgkin se pueden incluir los siguientes:
- Hinchazón indolora de los ganglios linfáticos en el cuello, las axilas o la ingle
- Fatiga persistente
- Fiebre
- Sudoraciones nocturnas
- Pérdida de peso de forma no intencional
- Picazón intensa
- Dolor en los ganglios linfáticos después de beber alcohol
Cuándo consultar al médico
Si tienes signos o síntomas persistentes que te preocupan, programa una cita con el proveedor de atención médica.
Causas
Los médicos no saben con exactitud cuál es la causa del linfoma de Hodgkin. Saben que comienza cuando los glóbulos blancos que combaten las infecciones, llamados linfocitos, desarrollan cambios en su ADN. El ADN de una célula contiene las instrucciones que le dicen a una célula qué hacer.
Los cambios en el ADN les dicen a las células que se multipliquen rápidamente y continúen viviendo cuando otras células morirían naturalmente. Las células del linfoma atraen a muchas células saludables del sistema inmunitario para que lo protejan y lo ayuden a crecer. Las células adicionales se acumulan en los ganglios linfáticos y provocan hinchazón y otros signos y síntomas del linfoma de Hodgkin.
Hay varios tipos de linfoma de Hodgkin. El tipo que tienes se basa en las características de las células involucradas en la enfermedad y su conducta. Conocer el tipo de linfoma que presentas permite determinar tus opciones de tratamiento.
Linfoma de Hodgkin clásico
El linfoma de Hodgkin clásico es el tipo más común de esta enfermedad. Las personas diagnosticadas con este tipo tienen células de linfoma grandes llamadas células de Reed-Sternberg en los ganglios linfáticos.
Los subtipos del linfoma de Hodgkin clásico comprenden los siguientes:
- Linfoma de Hodgkin con esclerosis nodular
- Linfoma de Hodgkin con celularidad mixta
- Linfoma de Hodgkin con agotamiento de linfocitos
- Linfoma de Hodgkin rico en linfocitos
Linfoma de Hodgkin nodular con predominio linfocítico
Este tipo más raro de linfoma de Hodgkin involucra a células linfomatosas que a veces se denominan "células palomitas de maíz" debido a su aspecto. El linfoma de Hodgkin nodular con predominio linfocítico generalmente se diagnostica en una etapa temprana y puede requerir tratamientos menos intensivos que la enfermedad clásica.
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer linfoma de Hodgkin son los siguientes:
- La edad. El linfoma de Hodgkin se diagnostica con mayor frecuencia en personas de entre 20 y 30 años y mayores de 55 años.
- Antecedentes familiares del linfoma. Tener un pariente consanguíneo con linfoma de Hodgkin incrementa el riesgo de padecer linfoma de Hodgkin.
- Ser un hombre. Las personas que nacen hombres son más propensas a padecer linfoma de Hodgkin que las que nacen mujeres.
- Infección anterior por el virus de Epstein-Barr. Las personas que padecieron enfermedades provocadas por el virus de Epstein-Barr, como mononucleosis infecciosa, son más propensas a padecer linfoma de Hodgkin que las personas que no tuvieron infecciones por el virus de Epstein-Barr.
- Infección por VIH. Las personas infectadas con el VIH tienen un mayor riesgo de linfoma de Hodgkin.
Diagnóstico
Entre las pruebas y los procedimientos que se utilizan para diagnosticar el linfoma de Hodgkin se incluyen los siguientes:
- Un examen físico. Es posible que el proveedor de atención médica te pregunte sobre los síntomas y te haga una exploración física. Esto puede consistir en comprobar si hay ganglios linfáticos inflamados, incluidos en el cuello, la axila y la ingle, además de comprobar si el bazo o el hígado están inflamados.
- Análisis de sangre. Se analiza una muestra de tu sangre en un laboratorio para conocer tu estado de salud en general y averiguar si hay indicios de cáncer.
- Pruebas por imágenes. Estas pruebas se usan para buscar signos del linfoma de Hodgkin en otras partes del cuerpo. Las pruebas pueden incluir radiografías, tomografía computarizada y tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés).
-
Procedimiento para extirpar un ganglio linfático. El proveedor de atención médica puede recomendar un procedimiento de biopsia de ganglio linfático y analizarlo en el laboratorio en busca de signos de cáncer.
Otras pruebas de laboratorio analizarán las células del linfoma en busca de marcadores en la superficie de las células que puedan indicar al equipo de atención médica el tipo exacto de linfoma de Hodgkin que tienes y los tratamientos más adecuados para el tipo de cáncer en particular.
- Procedimiento para extraer una muestra de médula ósea. Un procedimiento de biopsia y aspiración de médula ósea consiste en introducir una aguja en el hueso de la cadera para extraer una muestra de médula ósea. La muestra se analiza para buscar células de linfoma de Hodgkin.
Según tu situación, quizás se puedan hacer otras pruebas y procedimientos.
Etapas del linfoma de Hodgkin
El equipo de atención médica usa los resultados de tus pruebas para asignarle una etapa a tu linfoma de Hodgkin. Conocer la etapa resulta útil para comprender la gravedad de tu afección y determinar qué tratamientos tienen más probabilidades de ayudarte.
Para establecer la etapa del linfoma de Hodgkin, se usan números del 1 al 4. Un número más bajo indica una etapa del cáncer más temprana con mayores probabilidades de cura. Un número más alto significa que el cáncer está más avanzado.
A veces, las etapas del linfoma de Hodgkin también incluyen las letras A y B. La letra A significa que no presentas síntomas preocupantes de cáncer. La letra B significa que tienes algunos signos y síntomas, como fiebre persistente, pérdida de peso sin causa aparente o sudoración nocturna.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento del linfoma de Hodgkin es destruir tantas células de linfoma como sea posible y lograr la remisión de la enfermedad. Los tratamientos que son adecuados para ti dependen del tipo y la etapa del cáncer, de tu estado general de salud y de tus preferencias.
Quimioterapia
La quimioterapia es un tratamiento con medicamentos en el que se utilizan sustancias químicas para destruir las células del linfoma. Los medicamentos de quimioterapia se desplazan por el torrente sanguíneo y pueden llegar a casi todas las partes del cuerpo. Los medicamentos de la quimioterapia se pueden tomar en forma de tabletas, o se pueden inyectar por vía intravenosa en el brazo o a veces se utilizan ambos métodos de administración.
El tratamiento típico para el linfoma de Hodgkin suele comenzar con la quimioterapia. Puede ser el único tratamiento necesario o puede combinarse con la radioterapia.
Para el linfoma de Hodgkin nodular con predominio de linfocitos, la quimioterapia a menudo se combina con fármacos que atacan directamente a las células cancerosas (terapia dirigida) y radioterapia.
Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen de los medicamentos que estés tomando. Algunos de los efectos secundarios frecuentes son náuseas y caída del pelo. Se pueden producir graves complicaciones a largo plazo, como por ejemplo enfermedad cardíaca, daño pulmonar, problemas de fertilidad y otros tipos de cáncer.
Radioterapia
La radioterapia utiliza haces de alta energía, como rayos X y protones, para destruir las células cancerosas. Durante la radioterapia, estás recostado en una camilla mientras una máquina grande se mueve a tu alrededor y dirige haces de energía a puntos específicos del cuerpo.
Para el tratamiento del linfoma de Hodgkin, la radiación se puede apuntar a los ganglios linfáticos afectados y a las zonas cercanas donde la enfermedad podría extenderse. Suele utilizarse con quimioterapia. Para las personas con linfoma de Hodgkin nodular con predominio de linfocíticos en fase inicial, la radioterapia puede ser el único tratamiento necesario.
Los efectos secundarios de la radioterapia incluyen fatiga y enrojecimiento de la piel en el lugar donde se dirigió la radiación. Otros efectos secundarios dependen del lugar al que se dirija la radiación. Por ejemplo, la radiación en el cuello puede provocar sequedad en la boca y problemas de tiroides, como una tiroides poco activa (hipotiroidismo). La radiación en el pecho puede causar problemas cardíacos y pulmonares.
Trasplante de médula ósea
El trasplante de médula ósea, también conocido como trasplante de células madre, es un tratamiento para reemplazar la médula ósea afectada por la enfermedad con células madre sanas que ayudan a desarrollar una nueva médula ósea. Un trasplante de médula ósea puede ser una opción si el linfoma de Hodgkin regresa o no responde a otros tratamientos.
Durante un trasplante de médula ósea, tus propias células madre sanguíneas se extraen, se congelan y se almacenan para su uso en el futuro. A continuación, recibes una alta dosis de quimioterapia y radioterapia para destruir las células cancerosas del cuerpo. Por último, las células madre se descongelan y se vuelven a introducir en el cuerpo, en el que ayudan a crear una médula ósea sana.
Los efectos secundarios de un trasplante de médula ósea incluyen aquellos que podría provocar la quimioterapia o la radiación a las que te sometes antes del trasplante. Además, es posible que corras un mayor riesgo de sufrir una infección después del trasplante.
Tratamiento con otros medicamentos
Otros fármacos que se suelen utilizar para tratar el linfoma de Hodgkin son los siguientes:
- Terapia dirigida. Los tratamientos dirigidos con fármacos se enfocan en debilidades específicas presentes en las células cancerosas. Al bloquear estas debilidades, los tratamientos dirigidos con fármacos pueden producir la muerte de las células cancerosas. La terapia dirigida a menudo se combina con la quimioterapia para tratar el linfoma de Hodgkin nodular con predominio de linfocitos. En el caso del linfoma de Hodgkin clásico, esta terapia puede ser una opción en determinadas situaciones.
- Inmunoterapia. La inmunoterapia utiliza el sistema inmunitario para combatir el cáncer. Es posible que el sistema inmunitario que lucha contra las enfermedades del cuerpo no ataque el cáncer porque las células cancerosas producen proteínas que las ayudan a esconderse de las células del sistema inmunitario. La inmunoterapia interfiere en ese proceso. En el caso del linfoma de Hodgkin, la inmunoterapia puede considerarse en determinadas situaciones, por ejemplo, si la enfermedad no responde a otros tratamientos.
Medicina alternativa
No se han encontrado medicamentos alternativos para tratar el linfoma de Hodgkin. Sin embargo, es posible que los medicamentos alternativos te ayuden a sobrellevar el estrés de un diagnóstico de cáncer y los efectos secundarios del tratamiento oncológico. Habla con el proveedor de atención médica acerca de tus opciones, como las siguientes:
- Terapia artística
- Ejercicio
- Meditación
- Musicoterapia
- Ejercicios de relajación
- Espiritualidad
Estrategias de afrontamiento, y apoyo
Un diagnóstico de linfoma de Hodgkin puede ser un desafío. Las siguientes estrategias y recursos pueden ayudarte a enfrentar el diagnóstico:
- Infórmate sobre el linfoma de Hodgkin. Infórmate lo suficiente sobre el tipo de cáncer que tengas para que te sientas cómodo al tomar decisiones sobre el tratamiento y la atención médica. Además de hablar con el equipo de atención médica, busca información en la biblioteca local y en Internet. Comienza tu búsqueda de información con la fundación Lymphoma Research Foundation (Fundación para la Investigación del Linfoma) y la Sociedad de Lucha contra la Leucemia y el Linfoma.
- Mantén un sistema de apoyo sólido. Tener un sistema de apoyo puede ayudarte a enfrentar los problemas, los dolores y las inquietudes que puedas tener. Aunque los amigos y la familia pueden ser los mejores aliados, a veces pueden tener dificultades para enfrentar tu enfermedad. Si eso ocurre, el interés y la comprensión por parte de un grupo de apoyo formal o de otras personas que afrontan el cáncer pueden ser útiles.
- Establece metas razonables. Tener metas te da una sensación de control y te puede dar un propósito. Sin embargo, evita fijarte metas prácticamente imposibles de cumplir. Quizá no puedas trabajar a tiempo completo, por ejemplo, pero sí puedas trabajar al menos media jornada. De hecho, para muchas personas es útil continuar trabajando.
- Dedícate tiempo. Comer bien, relajarse y descansar lo suficiente puede ayudar a combatir el estrés y la fatiga del cáncer. Además, planea los períodos de inactividad en los que posiblemente necesites descansar más o limitar las tareas que realizas.
- Haz actividad física. Recibir un diagnóstico de cáncer no significa que debas dejar de hacer las cosas que disfrutas o haces usualmente. Si te sientes lo suficientemente bien como para hacer algo, hazlo. Es importante que sigas haciendo actividad física y participes en todo lo que puedas.
Preparación antes de la cita
Si tienes signos o síntomas que te preocupan, programa una cita con el proveedor de atención médica. Si tu proveedor de atención médica sospecha que tienes un tipo de linfoma, puede remitirte a un médico que se especialice en enfermedades que afectan las células sanguíneas (hematólogo).
Dado que las citas pueden ser breves y suele haber mucha información para analizar, es una buena idea estar bien preparado. A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte.
Qué puedes hacer
- Ten en cuenta cualquier restricción previa a la cita médica. Cuando programes la cita, asegúrate de preguntar si hay algo que debes hacer con anticipación, como restringir tu dieta antes del análisis.
- Anota los síntomas que tengas, incluidos aquellos que quizás no parezcan relacionados con el motivo de la cita.
- Anota información personal clave, como episodios de estrés importantes o cambios recientes en tu vida.
- Haz una lista de todos los medicamentos, vitaminas y suplementos que tomas.
- Considera pedirle a un familiar o a un amigo de confianza que te acompañe. A veces puede ser difícil asimilar toda la información que recibes durante una cita médica. La persona que te acompañe puede recordar algún detalle que tú pasaste por alto u olvidaste.
- Anota las preguntas que quieras hacer.
Tu tiempo con el proveedor de atención médica es limitado; por eso, preparar una lista de preguntas puede ser útil para aprovechar al máximo el tiempo juntos. Organiza tus preguntas, de la más importante a la menos importante, en caso de que se acabe el tiempo. En el caso del linfoma de Hodgkin, algunas de las preguntas básicas para hacer incluyen las siguientes:
- ¿Tengo linfoma de Hodgkin?
- ¿Qué tipo de linfoma de Hodgkin tengo?
- ¿En qué etapa está mi afección?
- ¿Necesitaré más pruebas?
- ¿Necesitaré tratamiento?
- ¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
- ¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de cada tratamiento?
- ¿Cómo afectará el tratamiento mi vida diaria? ¿Puedo continuar trabajando?
- ¿Cuánto durará el tratamiento?
- ¿Hay algún tratamiento que considere mejor para mí?
- Si tuviera un amigo o ser querido en mi situación, ¿qué consejo le daría?
- ¿Debería consultar con un especialista? ¿Cuánto costará? ¿Lo cubrirá mi seguro?
- ¿Tiene folletos u otro material impreso que me pueda llevar? ¿Qué sitios web me recomienda?
Además de las preguntas que hayas preparado, no dudes en hacer preguntas adicionales.
Qué puedes esperar del proveedor de atención médica
Es probable que el proveedor de atención médica te haga algunas preguntas. Estar preparado para responderlas puede darte tiempo para revisar los puntos en los que deseas enfocarte más. Es posible que el proveedor de atención médica te haga estas preguntas:
- ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas?
- ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?
- ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
- ¿Hay algo que, al parecer, empeore los síntomas?
- ¿Tienes algún familiar que tuvo cáncer, incluso linfoma de Hodgkin?
- ¿Tú o alguien de tu familia padecieron afecciones del sistema inmunitario?
- ¿Tuviste infecciones en el pasado?
- ¿Tú o tu familia estuvieron expuestos a toxinas?
Last Updated Mar 8, 2022
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