Menorragia (sangrado menstrual intenso)

Perspectiva general

«Menorragia» es el término médico que se usa para denominar los períodos menstruales con sangrado anormalmente intenso o prolongado. Aunque el sangrado menstrual intenso es una preocupación frecuente, la mayoría de las mujeres no sufre una pérdida de sangre lo suficientemente grave como para definirla como menorragia.

Si tienes menorragia, no puedes realizar tus actividades habituales cuando tienes el período menstrual porque pierdes demasiada sangre y tienes calambres. Si el sangrado menstrual es tan intenso que temes cuando tienes tu período menstrual, habla con el médico. Existen muchos tratamientos eficaces para la menorragia.

Síntomas

Algunos de los signos y síntomas de la menorragia pueden ser los siguientes:

  • Empapar una o más compresas higiénicas o tampones cada hora durante varias horas consecutivas
  • Necesidad de usar protección higiénica doble para controlar el flujo menstrual
  • Necesidad de despertarte durante la noche para cambiar la protección higiénica
  • Presentar sangrado durante más de una semana
  • Expulsar coágulos sanguíneos más grandes que una moneda de un cuarto de dólar
  • Limitar las actividades diarias debido al flujo menstrual abundante
  • Síntomas de anemia, como cansancio, fatiga o dificultad para respirar

Cuándo consultar al médico

Busca ayuda médica antes de la próxima consulta programada si tienes:

  • Sangrado vaginal tan abundante que empapa, al menos, una compresa o un tampón por hora durante más de dos horas
  • Sangrado entre períodos o sangrado vaginal irregular
  • Sangrado vaginal después de la menopausia

Causas

En algunos casos, no se conoce la causa del sangrado menstrual intenso, pero diversas enfermedades pueden provocar una menorragia. Algunas de las causas más frecuentes son:

  • Desequilibrio hormonal. En un ciclo menstrual normal, el equilibrio de las hormonas estrógeno y progesterona regula la acumulación del revestimiento del útero (endometrio), que se elimina durante la menstruación. Si se produce un desequilibrio hormonal, el endometrio se desarrolla en exceso y, finalmente, se desprende a través de un sangrado menstrual intenso.

    El desequilibrio hormonal puede deberse a distintas afecciones, como el síndrome de ovario poliquístico, la obesidad, la resistencia a la insulina y los problemas de tiroides.

  • Disfunción de los ovarios. Si los ovarios no liberan un óvulo (ovulación) durante un ciclo menstrual (anovulación), el cuerpo no produce la hormona progesterona, como ocurriría durante un ciclo menstrual normal. Esto provoca un desequilibrio hormonal y puede tener como resultado una menorragia.
  • Fibromas uterinos. Estos tumores no cancerosos (benignos) del útero aparecen durante los años fértiles. Los fibromas uterinos pueden provocar un sangrado menstrual más intenso o prolongado de lo normal.
  • Pólipos. Los tumores pequeños benignos en el revestimiento del útero (pólipos uterinos) pueden causar un sangrado menstrual intenso o prolongado.
  • Adenomiosis. Esta enfermedad aparece cuando las glándulas del endometrio se integran en el músculo uterino, lo que suele causar un sangrado intenso y períodos menstruales dolorosos.
  • Dispositivo intrauterino (DIU). La menorragia es un efecto secundario conocido del uso de un dispositivo intrauterino no hormonal como anticonceptivo. El médico te ayudará a planificar opciones de control alternativas.
  • Complicaciones en el embarazo. Un período menstrual tardío intenso único puede deberse a un aborto espontáneo. Otra causa del sangrado intenso durante el embarazo es una ubicación inusual de la placenta, como una placenta baja o previa.
  • Cáncer. El cáncer uterino y el cáncer de cuello uterino pueden provocar un sangrado menstrual intenso, especialmente si eres menopáusica o si tuviste un Papanicolaou anormal en el pasado.
  • Trastornos hemorrágicos hereditarios. Algunos trastornos hemorrágicos, como la enfermedad de von Willebrand, en la cual existe una deficiencia importante o alteración de un factor de coagulación de la sangre, pueden provocar un sangrado menstrual anormal.
  • Medicamentos. Determinados medicamentos, entre ellos, los antiinflamatorios, los medicamentos hormonales, como el estrógeno y la progesterona, así como los anticoagulantes, como la warfarina (Coumadin, Jantoven) o la enoxaparina (Lovenox), pueden favorecer el sangrado menstrual intenso o prolongado.
  • Otras afecciones. Otras afecciones médicas, como las enfermedades renales y hepáticas, pueden asociarse a la menorragia.
Ubicaciones de fibromas

Existen tres tipos principales de fibromas uterinos. Los fibromas intramurales crecen dentro de la pared muscular uterina. Los fibromas submucosos sobresalen dentro de la cavidad uterina. Los fibromas subserosos se proyectan por fuera del útero. Algunos fibromas submucosos o suberosos pueden ser pediculados, es decir, colgar como de un tallo dentro o fuera del útero.

Pólipos uterinos

Uterine polyps attach to the uterus by a large base or a thin stalk. They can grow to be several centimeters in size. Uterine polyps can cause irregular menstrual bleeding, bleeding after menopause, very heavy menstrual flow or bleeding between periods.

Útero normal y útero con adenomiosis

En un útero con adenomiosis, el mismo tejido que recubre el útero (tejido endometrial) está presente adentro y crece en las paredes musculares del útero.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo varían con la edad y si tienes otras afecciones médicas que puedan explicar tu menorragia. En un ciclo normal, cuando un óvulo sale de los ovarios, esto estimula al cuerpo para que produzca progesterona, la hormona femenina principalmente responsable de la regularidad del período menstrual. Si no hay ovulación, la cantidad insuficiente de progesterona puede ocasionar un sangrado copioso.

La menorragia en las adolescentes se debe típicamente a la anovulación. Las adolescentes son especialmente propensas a los ciclos anovulatorios en el primer año después de su primer período menstrual (menarquia).

La menorragia en las mujeres mayores en edad reproductiva se debe típicamente a patologías uterinas, entre ellas fibromas, pólipos y adenomiosis. Sin embargo, otros problemas, como el cáncer de útero, los trastornos de sangrado, los efectos secundarios de los medicamentos y las enfermedades del hígado o los riñones podrían ser factores contribuyentes.

Complicaciones

El sangrado menstrual excesivo o prolongado puede provocar otros trastornos médicos, entre ellos:

  • Anemia. La menorragia puede provocar anemia por pérdida de sangre al reducir la cantidad de glóbulos rojos en circulación. La cantidad de glóbulos rojos en circulación se mide a través de la hemoglobina, una proteína que permite que los glóbulos rojos transporten oxígeno a los tejidos.

    La anemia por deficiencia de hierro ocurre cuando el cuerpo intenta compensar la pérdida de glóbulos rojos al utilizar las reservas de hierro para producir más hemoglobina, la cual entonces puede transportar oxígeno en los glóbulos rojos. La menorragia puede disminuir los niveles de hierro lo suficiente para aumentar el riesgo de tener anemia por deficiencia de hierro.

    Algunos de los signos y síntomas comprenden piel pálida, debilidad y fatiga. Aunque la dieta es importante en la anemia por deficiencia de hierro, el problema se complica con períodos menstruales intensos.

  • Dolor intenso. Además de sangrado menstrual intenso, puedes tener calambres menstruales dolorosos (dismenorrea). A veces, los calambres relacionados con la menorragia son lo suficientemente intensos como para requerir una evaluación médica.

Diagnóstico

Es muy probable que el médico te pregunte sobre tu historia clínica y tus ciclos menstruales. Es posible que te indiquen que lleves un registro diario de los días de sangrado y los días sin sangrado, incluso que tomes nota de cuán copioso es el flujo y de cuánta protección sanitaria precisas para controlarlo.

El médico te realizará una exploración física y puede recomendar una o más pruebas o procedimientos, entre ellos:

  • Análisis de sangre. Se evaluará una muestra de sangre para detectar la insuficiencia de hierro (anemia) y otras enfermedades, como trastornos de la tiroides o anomalías de la coagulación sanguínea.
  • Papanicolaou. Esta prueba consiste en recolectar células del cuello uterino para analizar si existen infecciones, inflamación o alteraciones que podrían ser cancerosas o provocar cáncer.
  • Biopsia endometrial. El médico puede tomar una muestra de tejido del interior del útero para que lo analice un patólogo.
  • Ecografía. Una ecografía utiliza ondas sonoras para producir imágenes del útero, de los ovarios y de la pelvis.

Según los resultados de tus pruebas iniciales, el médico podría recomendarte otros análisis, entre ellos:

  • Sonohisterografía. Esta prueba consiste en inyectar un líquido dentro del útero por medio de una sonda a través de la vagina y el cuello uterino. Luego el médico utiliza la ecografía para detectar problemas en el revestimiento del útero.
  • Histeroscopia. Este examen consiste en insertar un instrumento iluminado y delgado a través de la vagina y el cuello uterino hasta el útero para que el médico pueda observar su interior.

Los médicos solo pueden estar seguros acerca del diagnóstico de menorragia después de descartar otros trastornos menstruales, enfermedades o medicamentos como posibles causas generadoras o agravantes de esta afección.

Histeroecografía

Durante la histerosonografía, el proveedor de atención médica utiliza una sonda (catéter) delgada y flexible para inyectar agua salada (solución salina) en la parte hueca del útero. Una sonda ecográfica obtiene imágenes del interior del útero para verificar si hay algo inusual.

Histeroscopia

Durante la histeroscopia, un instrumento delgado e iluminado (histeroscopio) permite observar el interior del útero.

Tratamiento

El tratamiento específico para la menorragia se basa en diferentes factores, entre ellos:

  • Tu salud general y tu historia clínica
  • La causa y la gravedad de la enfermedad
  • Tu tolerancia a medicamentos específicos, procedimientos o terapias
  • La probabilidad de que tu período menstrual pronto disminuya su intensidad
  • Tus planes futuros de tener hijos
  • Efectos de la enfermedad en tu estilo de vida
  • Tu opinión o preferencia personal

Medicamentos

El tratamiento médico para la menorragia puede comprender lo siguiente:

  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE). Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides, como ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) o naproxeno sódico (Aleve), ayudan a reducir la pérdida de sangre menstrual. Estos medicamentos además cuentan con el beneficio de aliviar los dolorosos calambres menstruales (dismenorrea).
  • Ácido tranexámico. El ácido tranexámico (Lysteda) ayuda a reducir la pérdida de sangre menstrual y solo debe tomarse al momento del sangrado.
  • Anticonceptivos orales. Además de prevenir embarazos, los anticonceptivos orales pueden ayudar a regular los ciclos menstruales y a reducir los episodios de sangrado menstrual excesivo o prolongado.
  • Progesterona oral. La hormona progesterona puede ayudar a corregir el desequilibrio hormonal y a reducir la menorragia.
  • DIU hormonal (Liletta, Mirena). Este dispositivo intrauterino libera un tipo de progestina llamado «levonorgestrel», que afina el recubrimiento del útero y disminuye el flujo menstrual y los calambres.

Si tienes menorragia por tomar medicamentos hormonales, es posible que tú y el médico puedan tratar esta enfermedad cambiando el medicamento o dejando de tomarlo.

Si también tienes anemia debido a la menorragia, es posible que tu médico recomiende que tomes suplementos de hierro con regularidad. Si tus niveles de hierro son bajos pero todavía no estás anémico, es posible que comiences a tomar suplementos de hierro en lugar de esperar a que estés anémico.

Procedimientos

Es posible que necesites un tratamiento quirúrgico para la menorragia si la terapia con medicamentos no tiene éxito. Algunas opciones de tratamiento son las siguientes:

  • Dilatación y legrado. En este procedimiento, tu médico abre (dilata) el cuello del útero y luego retira o succiona tejido del recubrimiento del útero para reducir el sangrado menstrual. Si bien este es un procedimiento frecuente y a menudo tiene éxito en el tratamiento del sangrado agudo o activo, es posible que necesites procedimientos de dilatación y legrado adicionales si vuelve a presentarse la menorragia.
  • Embolización de las arterias uterinas. Para las mujeres en las que la menorragia está causada por fibromas, el objetivo de este procedimiento es reducir el tamaño de los fibromas presentes en el útero mediante el bloqueo de las arterias uterinas y la reducción de la irrigación sanguínea. Durante la embolización arterial uterina, el cirujano pasa un catéter a través de la arteria grande del muslo (arteria femoral) y lo guía hasta las arterias uterinas, donde el vaso sanguíneo se inyecta con microesferas de plástico que disminuyen el flujo sanguíneo al fibroma.
  • Cirugía con ultrasonido concentrado. De manera similar a la embolización arterial uterina, la cirugía con ultrasonido concentrado trata el sangrado causado por fibromas reduciendo el tamaño de los fibromas. Este procedimiento utiliza ondas de ultrasonido para destruir el tejido del fibroma. Este procedimiento no requiere incisiones.
  • Miomectomía. Este procedimiento implica la eliminación de fibromas uterinos. Dependiendo del tamaño, la cantidad y ubicación de los fibromas, es posible que tu cirujano elija realizar la miomectomía con una cirugía abdominal abierta, a través de varias incisiones pequeñas (laparoscopia) o a través de la vagina y el cuello del útero (histeroscopia).
  • Ablación endometrial. Este procedimiento implica destruir (extirpar) el revestimiento del útero (endometrio). En este procedimiento, se aplica láser, radiofrecuencia o calor al endometrio para destruir el tejido.

    Después de la ablación endometrial, la mayoría de las mujeres tienen períodos menstruales mucho más leves. El embarazo después de la ablación del endometrio presenta muchas complicaciones relacionadas. Si has tenido ablación del endometrio, se recomienda el uso de anticonceptivos permanentes o fiables hasta la menopausia.

  • Resección endometrial. Este procedimiento quirúrgico utiliza un asa de alambre electroquirúrgico para extraer el recubrimiento del útero. Tanto la ablación endometrial como la resección endometrial benefician a las mujeres que tienen un sangrado menstrual muy intenso. No se recomienda el embarazo después de este procedimiento.
  • Histerectomía. Es la cirugía con la que se retiran el útero y el cuello del útero. La histerectomía es un procedimiento permanente que causa esterilidad y pone fin a los períodos menstruales. La histerectomía se realiza con anestesia y requiere hospitalización. Es posible que la extracción adicional de los ovarios (ooforectomía bilateral) cause menopausia prematura.

Muchos de estos procedimientos quirúrgicos son ambulatorios. Si bien es posible que necesites anestesia general, es probable que te puedas ir a tu casa más tarde el mismo día. En general, una miomectomía abdominal o una histerectomía requieren una estancia hospitalaria.

Cuando la menorragia es un signo de otra enfermedad, como enfermedad tiroidea, el tratamiento de esa enfermedad usualmente da como resultado períodos menstruales más leves.

Liberación de los agentes embólicos

Se inyectan partículas pequeñas (agentes embólicos) en la arteria uterina a través de un catéter pequeño. Los agentes embólicos se dirigen a los fibromas y se alojan en las arterias que los alimentan. Esto detiene el suministro de sangre para eliminar la fuente de alimentación de los tumores.

Cirugía con ultrasonido focalizado para el tratamiento de fibromas uterinos

Durante la cirugía con ecografía focalizada, se utilizan ondas de alta frecuencia y de alta energía para atacar y destruir los fibromas uterinos. Este procedimiento se hace mientras estás dentro de un escáner de resonancia magnética. El aparato le permite a tu médico visualizar el útero, localizar fibromas y destruir el tejido del fibroma sin hacer ninguna incisión.

Ablación por radiofrecuencia

Durante la ablación por radiofrecuencia, un dispositivo de ablación triangular utiliza energía de radiofrecuencia para destruir el tejido que recubre el útero. El recubrimiento se llama endometrio. Después, el dispositivo para ablación se retira del útero.

Cómo se realiza el procedimiento de dilatación y curetaje

Durante un procedimiento de dilatación y curetaje, el proveedor de atención médica utiliza un espéculo vaginal para mantener las paredes de la vagina separadas. Luego, inserta una serie de varillas (dilatadores) de espesor creciente para abrir (dilatar) el cuello del útero y permitir el acceso al útero. A continuación, a través del cuello del útero, el proveedor de atención médica inserta un instrumento largo y delgado (cureta) en el útero y extirpa cuidadosamente el tejido que recubre el interior de este.

Preparación antes de la cita

Si tus períodos son tan abundantes que limitan tu estilo de vida, pide una consulta con tu médico u otro proveedor de atención médica.

La siguiente información te ayudará a prepararte para la consulta y a saber qué esperar del profesional de la salud.

Qué puedes hacer

Como preparación para tu consulta:

  • Pregunta si hay instrucciones previas a la consulta. El médico puede pedirte el seguimiento de tus ciclos menstruales en un calendario, tomando nota del tiempo que duran y de la abundancia del sangrado.
  • Anota cualquier síntoma que tengas y la duración. Además de la frecuencia y el volumen de tus períodos, informa al médico acerca de otros síntomas que se producen típicamente en el momento del período, como sensibilidad en los senos, cólicos menstruales o dolor pélvico.
  • Anota tu información personal más importante, incluso lo que te genere mayor estrés o cualquier cambio reciente en tu vida. Estos factores pueden afectar tu ciclo menstrual.
  • Anota tu información médica más importante, que comprenda otros trastornos para los cuales estés recibiendo tratamiento, así como nombres de medicamentos, vitaminas o suplementos que tomas.
  • Anota las preguntas que desees hacerle al médico, a fin de aprovechar al máximo el tiempo juntos.

Algunas preguntas básicas para hacerle al médico acerca de la menorragia son las siguientes:

  • ¿Mis períodos son anormalmente abundantes?
  • ¿Necesito realizarme algún examen?
  • ¿Qué enfoque de tratamiento me recomiendas?
  • Estos tratamientos, ¿tienen efectos secundarios asociados?
  • Estos tratamientos, ¿afectarán mi capacidad para quedar embarazada?
  • ¿Puedo hacer cambios en el estilo de vida que me ayuden a controlar los síntomas?
  • Mis síntomas, ¿podrían cambiar con el tiempo?

No dudes en hacer cualquier otra pregunta que te surja durante la consulta.

Qué esperar del médico

Es probable que el médico te haga una serie de preguntas, como las siguientes:

  • ¿Cuándo comenzó tu último período?
  • ¿A qué edad comenzaste a menstruar?
  • ¿De qué manera cambiaron tus períodos con el tiempo?
  • ¿Tienes sensibilidad en los senos o dolor pélvico durante tu ciclo menstrual?
  • ¿Cuánto duran tus períodos?
  • ¿Con qué frecuencia tienes que cambiar el tampón o la compresa cuando estás menstruando?
  • ¿Tienes cólicos intensos durante el período menstrual?
  • ¿Tu peso corporal ha cambiado recientemente?
  • ¿Eres sexualmente activa?
  • ¿Qué tipo de método anticonceptivo usas?
  • ¿Tienes antecedentes familiares de trastornos hemorrágicos?
  • Tus síntomas, ¿limitan tu capacidad de desempeño? Por ejemplo, ¿has tenido que faltar alguna vez a la escuela o al trabajo debido a tu período?
  • ¿Recibes o has recibido tratamiento recientemente por alguna otra afección?

Qué puedes hacer mientras tanto

Mientras esperas la consulta, averigua entre tus familiares si a alguien le han diagnosticado trastornos hemorrágicos. Por otra parte, comienza a tomar nota acerca de la frecuencia y la cantidad del sangrado cada mes. Para determinar el volumen del sangrado, cuenta cuántos tampones o compresas saturas durante un período menstrual promedio.

Last Updated Jun 25, 2022


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