Nacimiento prematuro

Perspectiva general

Un nacimiento prematuro significa que un bebé nace demasiado pronto. El nacimiento se produce antes de la semana 37 de embarazo. Un embarazo típico dura aproximadamente 40 semanas.

Los bebés prematuros a menudo tienen problemas graves de salud, especialmente cuando nacen mucho antes. Estos problemas suelen variar. Pero cuanto más temprano nace un bebé, más alto es el riesgo de tener problemas de salud.

Un recién nacido prematuro puede ser:

  • Prematuro tardío, si nació entre la semana 34 y la semana 36 completa de embarazo.
  • Prematuro moderado, si nació entre la semana 32 y la semana 34 de embarazo.
  • Muy prematuro, si nació entre la semana 28 y la semana 32 de embarazo.
  • Prematuro extremo, si nació antes de las 28 semanas de embarazo.

La mayoría de los partos prematuros son prematuros tardíos.

Síntomas

Tu bebé puede tener síntomas muy leves de nacimiento prematuro o problemas de salud más graves.

Estos son algunos de los signos de nacimiento prematuro:

  • Tamaño pequeño, con una cabeza grande en comparación con el cuerpo.
  • Apariencia más delgada con rasgos menos redondeados que los de un bebé que nació a término, debido a la falta de células que almacenan grasa.
  • Vello fino que cubre gran parte del cuerpo.
  • Temperatura corporal baja, en especial inmediatamente después del nacimiento en la sala de partos.
  • Dificultad para respirar.
  • Problemas de alimentación.

Los siguientes cuadros muestran el promedio al nacer para el peso, la longitud y el perímetro cefálico de los bebés prematuros en distintas edades gestacionales y según el sexo.

Peso, longitud y perímetro cefálico por edad gestacional para niños
Edad gestacional Peso Longitud Perímetro cefálico
40 semanas 7 lb, 15 oz
(3,6 kg)
20 in (51 cm) 13,8 in (35 cm)
35 semanas 5 lb, 8 oz
(2,5 kg)
18,1 in (46 cm) 12,6 in (32 cm)
32 semanas 3 lb, 15,5 oz
(1,8 kg)
16,5 in (42 cm) 11,6 in (29,5 cm)
28 semanas 2 lb, 6,8 oz
(1,1 kg)
14,4 in (36,5 cm) 10,2 in (26 cm)
24 semanas 1 lb, 6,9 oz
(0,65 kg)
12,2 in (31 cm) 8,7 in (22 cm)
Peso, longitud y perímetro cefálico por edad gestacional para niñas
Edad gestacional Peso Longitud Perímetro cefálico
40 semanas 7 lb, 7,9 oz
(3,4 kg)
20 in (51 cm) 13,8 in (35 cm)
35 semanas 5 lb, 4,7 oz
(2,4 kg)
17,7 in (45 cm) 12,4 in (31,5 cm)
32 semanas 3 lb, 12 oz
(1,7 kg)
16,5 in (42 cm) 11,4 in (29 cm)
28 semanas 2 lb, 3,3 oz
(1,0 kg)
14,1 in (36 cm) 9,8 in (25 cm)
24 semanas 1 lb, 5,2 oz
(0,60 kg)
12,6 in (32 cm) 8,3 in (21 cm)

Atención médica especial

Si tienes un bebé prematuro, es probable que tenga que permanecer en una unidad neonatal especial en el hospital. Algunos bebés necesitan pasar tiempo en una unidad en la que reciben atención médica y se lleva a cabo un seguimiento de su salud durante el día y la noche. Esto se conoce como Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales.

Antes de ingresar a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales hay una sala neonatal intermedia en la que se brinda atención médica menos intensiva. Las unidades neonatales especiales cuentan con proveedores de atención médica y un equipo capacitado para ayudar a los bebés prematuros.

Es posible que tu bebé necesite más ayuda para alimentarse y adaptarse inmediatamente después del parto. El equipo de atención médica puede ayudarte a entender las necesidades de tu bebé y cuál será su plan de atención médica. No dudes en hacerle preguntas.

Factores de riesgo

Generalmente, no se sabe cuál es la causa exacta de un parto prematuro. Sin embargo, determinados factores pueden aumentar el riesgo.

Entre algunos factores de riesgo relacionados con embarazos pasados y presentes, se encuentran los siguientes:

  • Embarazo de mellizos, trillizos o más.
  • Un lapso de menos de seis meses entre embarazos. Es ideal esperar de 18 a 24 meses entre embarazos.
  • Tratamientos para ayudarte a quedar embarazada, que reciben el nombre de reproducción asistida, como la fertilización in vitro.
  • Más de un aborto espontáneo o voluntario.
  • Un parto prematuro anterior.

Algunos problemas de salud pueden aumentar el riesgo de partos prematuros, como los siguientes:

  • Problemas en el útero, el cuello del útero o la placenta.
  • Algunas infecciones, principalmente del líquido amniótico y del aparato genital inferior.
  • Problemas de salud continuos, como la presión arterial alta y la diabetes.
  • Lesiones o traumatismos en el cuerpo.

Las elecciones del estilo de vida también pueden aumentar el riesgo de un embarazo prematuro, por ejemplo, las siguientes:

  • Fumar cigarrillos, consumir drogas ilícitas o beber alcohol a menudo o con mucha frecuencia durante el embarazo.
  • Tener peso insuficiente o sobrepeso durante el embarazo.
  • Quedar embarazada antes de los 17 años o después de los 35.
  • Pasar por sucesos estresantes, como la muerte de un ser querido o violencia doméstica.

Por causas desconocidas, las mujeres de piel negra e indígenas estadounidenses tienen más probabilidad de presentar partos prematuros que las mujeres de otras razas. Sin embargo, cualquiera puede tener partos prematuros. De hecho, muchos partos prematuros no tienen factores de riesgo conocidos.

Complicaciones

No todos los bebés prematuros tienen complicaciones de salud, pero nacer antes puede ocasionar problemas médicos a corto y largo plazo. Por lo general, cuanto más temprano nace un bebé, más alto es el riesgo de tener complicaciones. El peso al nacer también es fundamental.

Algunos problemas pueden ser claros desde el nacimiento. Otros pueden aparecer más adelante.

Complicaciones a corto plazo

Durante las primeras semanas, estas son algunas de las complicaciones de un parto prematuro:

  • Problemas respiratorios. Un bebé prematuro puede tener dificultad para respirar debido a que nació con pulmones que no están completamente desarrollados. Si a los pulmones del bebé les falta una sustancia que les permite expandirse, el bebé puede tener dificultad para inhalar suficiente cantidad de aire. Este es un problema que tiene tratamiento y se llama síndrome de dificultad respiratoria.

    Es común que los bebés prematuros tengan pausas en la respiración llamadas apnea. La mayoría de los bebés superan la apnea cuando se les da el alta del hospital. Algunos bebés prematuros tienen un trastorno pulmonar menos común llamado displasia broncopulmonar. Necesitan oxígeno durante algunas semanas o meses, pero, por lo general, logran superar este problema.

  • Problemas cardíacos. Algunos problemas cardíacos frecuentes que tienen los bebés prematuros son de conducto arterioso persistente y presión arterial baja. El conducto arterioso persistente es una abertura entre dos vasos sanguíneos importantes, la aorta y la arteria pulmonar. Este defecto cardíaco a menudo se cierra solo, pero sin tratamiento, puede derivar en problemas como insuficiencia cardíaca. Esto ocurre cuando el corazón no puede bombear sangre como debería. La presión arterial baja puede necesitar tratamiento con líquidos administrados a través de una vena, medicamentos y, algunas veces, transfusiones sanguíneas.
  • Problemas cerebrales. Cuanto más prematuro nace un bebé, mayor es el riesgo para sangrado en el cerebro. Esto se conoce como hemorragia intraventricular. La mayoría de las hemorragias son leves y se resuelven con pocos efectos a corto plazo. Sin embargo, algunos bebés pueden tener un mayor sangrado cerebral que causa una lesión cerebral permanente.
  • Problemas de control de temperatura. Los bebés prematuros pueden perder calor rápidamente. No tienen la misma grasa corporal almacenada que un bebé que nació a término y no pueden generar el calor suficiente como para contrarrestar lo que se pierde a través de la superficie corporal. Si la temperatura corporal es demasiado baja, puede derivar en un problema peligroso llamado hipotermia.

    La hipotermia en un bebé prematuro puede derivar en problemas respiratorios y niveles bajos de glucosa en la sangre. Además, un bebé prematuro puede usar toda la energía que obtiene de la alimentación solo para mantener la temperatura. Por eso, los bebés prematuros que son más pequeños, al principio, necesitan el calor adicional de un calentador o una incubadora.

  • Problemas digestivos. Los bebés prematuros son más propensos a tener sistemas digestivos que no están totalmente desarrollados. Esto puede derivar en problemas como enterocolitis necrosante. En la enterocolitis necrosante (NEC, por sus siglas en inglés), se dañan las células que recubren la pared del intestino. Este problema puede ocurrir en bebés prematuros una vez que comienzan a alimentarse. Los bebés prematuros que solo reciben leche materna tienen un riesgo mucho más bajo de tener enterocolitis necrosante.
  • Problemas sanguíneos. Los bebés prematuros corren riesgo de tener problemas sanguíneos como anemia e ictericia del recién nacido. Con la anemia, el bebé no tiene glóbulos rojos suficientes. Todos los recién nacidos sufren una lenta disminución de los glóbulos rojos durante el primer mes de vida, pero esa disminución puede ser mayor en los bebés prematuros. Con la ictericia del recién nacido, el bebé tiene un color amarillento en la piel y en los ojos. Esto ocurre porque la sangre del bebé contiene demasiada cantidad de una sustancia de color amarillo proveniente del hígado o de los glóbulos rojos. Esta sustancia se denomina bilirrubina. La ictericia tiene muchas causas, pero es más común en los bebés prematuros.
  • Problemas de metabolismo. Los bebés prematuros suelen tener problemas con el metabolismo. Este es el proceso en el que el cuerpo trasforma los alimentos y los líquidos en energía. Algunos bebés prematuros pueden tener un nivel muy bajo de glucosa en la sangre. Esto puede ocurrir porque los bebés prematuros generalmente tienen cantidades más reducidas de glucosa en la sangre que los bebés nacidos a término. Los bebés prematuros también tienen más dificultades para convertir la glucosa almacenada en tipos más activos y utilizables de glucosa sanguínea.
  • Problemas del sistema inmunitario. Es común que los bebés prematuros tengan sistemas inmunitarios que no estén completamente desarrollados. Esto puede derivar en un mayor riesgo de sufrir enfermedades. En un bebé prematuro, una infección se puede diseminar con rapidez al torrente sanguíneo y causar un problema que pone en riesgo la vida y se llama septicemia.

Complicaciones a largo plazo

A largo plazo, el nacimiento prematuro puede provocar los siguientes problemas de salud:

  • Parálisis cerebral. Este grupo de trastornos puede provocar problemas con el movimiento, el tono muscular o la postura. Puede deberse a una infección o flujo de sangre deficiente. También puede producirse a partir de una lesión en el cerebro de un recién nacido, ya sea en una etapa temprana del embarazo o cuando el bebé todavía es pequeño.
  • Problemas de aprendizaje. Es más probable que los bebés prematuros se retrasen en diferentes acontecimientos, en comparación con los bebés que nacieron a término. En edad escolar, un niño que nació demasiado prematuro puede ser más propenso a tener problemas de aprendizaje.
  • Problemas de visión. Los bebés prematuros pueden tener una enfermedad ocular conocida como retinopatía del prematuro. Esta se da cuando los vasos sanguíneos se hinchan y crecen en exceso en el tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo, llamada retina. A veces, estos vasos que crecieron de manera excesiva provocan una cicatrización lenta de la retina y la desplazan del lugar. Cuando la retina se desplaza de la parte posterior del ojo, se denomina desprendimiento de retina. Sin tratamiento, esto puede provocar daños en la visión y ceguera.
  • Problemas de audición. Los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de perder algún grado de audición. A todos los bebés se les debería controlar la audición antes del alta hospitalaria.
  • Problemas dentales. Los bebés prematuros pueden tener más probabilidades que los bebés que nacieron a término de tener defectos en la cubierta dura externa de los dientes, conocida como esmalte. Los bebés que nacieron muy prematuramente o demasiado pronto también pueden tener más probabilidades de que se retrase el desarrollo de los dientes.
  • Problemas conductuales y de salud mental. En comparación con los niños que nacieron a término, es más probable que los niños que nacieron de forma prematura tengan ciertos problemas de salud mental, como retrasos en el desarrollo.
  • Problemas de salud constantes. Los bebés prematuros son más propensos a tener problemas de salud a largo plazo que los bebés que nacieron a término. Hay más posibilidades de que se manifiesten enfermedades, asma y problemas de alimentación, o de que estos perduren. Los bebés prematuros también corren un mayor riesgo de tener el síndrome de muerte infantil súbita. Este síndrome causa la muerte de un bebé sin motivos claros, a menudo mientras duerme.

Prevención

A menudo se desconoce la causa exacta del nacimiento prematuro. Sin embargo, es posible tomar algunas medidas para ayudar a reducir el riesgo para nacimiento prematuro, incluidas las siguientes:

  • Tomar suplementos de progesterona. La progesterona es una hormona que tiene una función importante en el embarazo. Una versión de la progesterona hecha en el laboratorio puede reducir el riesgo para nacimiento prematuro si tuviste antes un bebé prematuro. También puede reducir el riesgo para nacimiento prematuro cuando el cuello del útero es corto. El cuello del útero es el extremo inferior del útero que se abre durante el trabajo de parto para que pueda nacer el bebé.
  • Cerclaje cervical. Es una cirugía que se hace durante el embarazo. El proveedor de atención médica puede sugerirla si tu cuello del útero es corto o si ya tuviste un parto prematuro.

    Durante este procedimiento, el cuello del útero se cierra con suturas fuertes. Esto puede otorgarle más resistencia al útero. Las suturas se sacan cuando llega el momento de dar a luz al bebé. Pregunta al proveedor de atención médica si debes evitar actividades intensas durante el resto del embarazo.

Algo que no ayuda a evitar un nacimiento prematuro es quedarse en la cama. El reposo en cama puede aumentar el riesgo para coágulos sanguíneos, huesos más débiles y menor fuerza muscular. Incluso puede aumentar las probabilidades de tener un parto prematuro.

Diagnóstico

Un bebé prematuro que está en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales puede necesitar muchas pruebas. Algunas pruebas son continuas. Otras pueden realizarse solo si el personal de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales cree que el bebé podría tener un determinado problema de salud.

Las pruebas que podrían realizarle a un bebé prematuro incluyen:

  • Control de la respiración y la frecuencia cardíaca. La respiración y la frecuencia cardíaca del bebé se controlan de forma constante. También se mide con frecuencia la presión arterial.
  • Medición del ingreso y la eliminación de líquidos. El equipo de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales controla cuánto líquido recibe tu bebé a través de la alimentación y a través de una vena. El equipo también controla cuánto líquido elimina el bebé en forma de orina y heces.
  • Análisis de sangre. Se toman muestras de sangre pinchando el talón o colocando una aguja en una vena. Estas pruebas le permiten al personal de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales controlar los niveles de sustancias importantes en la sangre del bebé, como calcio y glucosa en la sangre. También pueden analizarse las muestras de sangre para buscar indicios de problemas como anemia u otras enfermedades.

    El proveedor de atención médica de tu bebé puede pedirle al personal de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales que tome muchas muestras de sangre. De ser así, el personal puede insertar una vía delgada en una vena del muñón del cordón umbilical del bebé. De esta forma, el personal no deberá pinchar al bebé con una aguja cada vez que necesiten una muestra de sangre.

  • Ecocardiografía. Esta prueba por imágenes es una ecografía del corazón. Busca problemas en el funcionamiento del corazón. Usa ondas sonoras para producir imágenes en movimiento que se muestran en una pantalla.
  • Ecografía. Esta prueba por imágenes puede realizarse para buscar sangrado o acumulación de líquido en el corazón. También puede usarse para buscar problemas en los órganos de la zona del estómago, como el tracto digestivo, el hígado o los riñones.
  • Examen ocular. Un médico de la vista, llamado oftalmólogo, puede revisar los ojos del bebé y su visión para buscar problemas en la retina.

Pueden requerirse más pruebas si el bebé tiene otros problemas de salud.

Tratamiento

La unidad de cuidados intensivos neonatales o el personal de enfermería especializado vigila atentamente la salud de tu bebé prematuro.

Atención complementaria

Este tipo de cuidados médicos para tu bebé puede comprender lo siguiente:

  • Colocación en una incubadora. La incubadora es una cuna de plástico cerrada en la que probablemente permanecerá tu bebé. Se mantiene a una temperatura cálida para ayudar a que la temperatura corporal del bebé sea normal. Más tarde, el personal de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales te puede mostrar un modo de sostener a tu bebé con contacto directo piel con piel. Esto se conoce como “método madre canguro”.
  • Control de los signos vitales de tu bebé. Es posible que se adhieran sensores al cuerpo de tu bebé para controlar la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la respiración y la temperatura. Se puede usar una máquina, conocida como respirador, o un dispositivo de presión positiva continua sobre las vías respiratorias para ayudar a que tu bebé respire.
  • Colocación de una sonda de alimentación. Al principio, tu bebé puede recibir líquidos y nutrientes a través de una sonda en una vena. Luego, se le puede dar leche materna por una sonda que se pasa a través de la nariz del bebé y llega al estómago. Cuando el bebé esté lo suficientemente fuerte para succionar, con frecuencia es posible amamantarlo o darle el biberón.
  • Consumo de líquidos suficientes. Tu bebé necesita una determinada cantidad de líquidos por día. La cantidad exacta depende de su edad y el estado de su salud. El equipo de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales supervisa de cerca los niveles de líquido, sodio y potasio para garantizar que los niveles de líquido de tu bebé sean los indicados. Si se necesitan líquidos, podrá administrarse a través de una sonda intravenosa.
  • Tiempo debajo de bililuces. Para tratar la ictericia infantil, es posible que coloquen al bebé debajo de un conjunto de luces especiales. Estas luces ayudan a que el sistema del bebé descomponga el exceso de bilirrubina. Esta es una sustancia de color amarilla que se acumula en el cuerpo si el hígado no puede procesarla. Mientras esté debajo de las luces, tu bebé tendrá una máscara de protección para los ojos para que descanse con más facilidad.
  • Recepción de sangre de un donante. Algunos bebés prematuros necesitan transfusiones de sangre. Esto puede deberse a ciertos problemas de salud, o porque se han obtenido muchas muestras de sangre para análisis.

Medicamentos

Se pueden administrar medicamentos a tu bebé por diferentes motivos. Por ejemplo, algunos medicamentos ayudan a los pulmones y al corazón a funcionar mejor. Según el estado de salud de tu bebé, los medicamentos que reciba pueden incluir los siguientes:

  • Surfactante, que se utiliza para tratar el síndrome de dificultad respiratoria.
  • Vapor fino o medicamentos intravenosos para fortalecer la respiración y la frecuencia cardíaca.
  • Antibióticos para una enfermedad causada por bacterias, o si existe un riesgo para dicha enfermedad.
  • Diuréticos, que hacen que el bebé orine más para controlar el exceso de líquido.
  • Una inyección de un medicamento en el ojo para detener el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos, lo que puede ocasionar una enfermedad ocular llamada retinopatía.
  • Medicamentos que ayudan a cerrar el defecto cardíaco llamado conducto arterioso persistente.

Cirugía

A veces se necesita una cirugía para tratar los problemas de salud de un bebé prematuro. Habla con el equipo de atención médica de tu bebé para comprender cuáles son las complicaciones que podrían derivar en una cirugía. Aprende también cuáles son los tipos de cirugía que pueden necesitarse para tratar estos problemas.

Llevar al bebé a casa

Los siguientes signos indican que tu bebé está listo para ir a casa:

  • Puede respirar sin ayuda.
  • Tiene temperatura corporal estable.
  • Se lo puede amamantar o alimentar con biberón.
  • Aumenta de peso con el paso del tiempo.
  • No tiene ningún problema de salud importante.

El hospital puede dar el alta al bebé antes de cumplir con uno de estos requisitos. Sin embargo, el equipo médico y la familia del bebé primero deben establecer y acordar un plan para cuidados en casa y atención médica con citas de seguimiento.

El equipo de atención médica de tu bebé te enseñará cómo cuidarlo en casa. Es probable que, antes de que se le dé el alta hospitalaria al bebé, el personal de enfermería a cargo de este o la persona que planifica el alta te hagan preguntas sobre lo siguiente:

  • Dónde vives y con quién.
  • Otros niños en el hogar.
  • Familiares y amigos adultos que puedan ayudarte a cuidar del bebé.
  • Quién será el proveedor principal de atención médica del bebé.

Estilo de vida y remedios caseros

La idea de llevar a tu bebé a casa del hospital podría aliviarte, entusiasmarte o ponerte nerviosa. Puedes hacer algunas cosas por adelantado para prepararte para la vida en el hogar:

  • Comprende cómo cuidar de tu bebé. Antes de dejar el hospital, realiza un curso de reanimación cardiopulmonar (RCP) para bebés. Esto puede salvarle la vida a un bebé que dejó de respirar. Pregunta al equipo médico de tu bebé las dudas que puedas tener y toma nota.

    Asegúrate de estar cómoda al cuidar de tu bebé. Esto es muy importante si usarás monitores de salud o si le darás medicamentos, oxígeno u otros tratamientos al bebé. Pregunta para qué síntomas deberías llamar al proveedor de atención médica del bebé, como problemas de respiración o alimentación.

  • Consulta sobre la alimentación. Pregunta al equipo médico si tu bebé necesita nutrición adicional. El equipo puede sugerir que uses productos como suplementos de fortificación de la leche materna o fórmula para lactantes prematuros. Ten en cuenta que, a menudo, los bebés prematuros comen menos y podrían tener que alimentarse con más frecuencia que los bebés nacidos a término. Infórmate sobre cuánto y con qué frecuencia debe alimentarse tu bebé.
  • Protege la salud de tu bebé. Los bebés prematuros tienen más probabilidades de padecer enfermedades graves que otros recién nacidos. Intenta minimizar la exposición de tu bebé a lugares muy concurridos. Asegúrate de que quienes tengan contacto con tu bebé se laven las manos primero. Pide a las personas que estén enfermas que pospongan su visita hasta que estén bien.

    Los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de contraer una enfermedad grave llamada infección por virus respiratorio sincicial. Esta enfermedad es producto de un virus. Afecta los pulmones y otros órganos implicados en la respiración. El proveedor de atención médica de tu bebé puede sugerir un medicamento llamado palivizumab (Synagis) para ayudar a proteger al bebé de este virus.

  • Sigue el cronograma sugerido para los controles. Consulta sobre la necesidad de controles futuros para el bebé con el proveedor de atención médica y con otros especialistas. Al principio, es posible que el bebé deba ver a un proveedor de atención primaria cada una o dos semanas. De esta forma, se podrán controlar de cerca el crecimiento, las necesidades de salud y la atención del bebé.
  • Vacuna a tu bebé. Las vacunas ayudan a proteger a las personas de enfermedades peligrosas. Se sugiere que los bebés prematuros con una salud estable reciban las vacunas correspondientes a su edad. Es posible que el equipo de atención médica de tu hijo te hable sobre el cronograma de vacunación del bebé. Es común que haya retrasos en este cronograma. Trabaja con el proveedor de atención médica de tu bebé para asegurarte de que reciba todas las vacunas del cronograma.

    Además, asegúrate de que los miembros de tu familia que vivan contigo estén al día con sus vacunas, incluidas las vacunas contra la gripe y la COVID-19. Los familiares y los cuidadores adultos del bebé también deben hablar con su proveedor de atención médica para asegurarse de que estén al día con la vacuna contra la tos ferina (pertussis). Si estás embarazada, asegúrate también de estar al día con esta vacuna.

  • Presta atención a los retrasos del desarrollo. En los próximos meses, el proveedor de atención médica de tu bebé puede buscar signos de que el bebé esté tardando más de lo habitual en alcanzar los hitos fundamentales. Los bebés que están en riesgo de tener dichos retrasos o discapacidades pueden necesitar más pruebas. Es posible que te remitan a servicios y sistemas de apoyo que pueden ser útiles, llamados servicios de intervención temprana. Las reglas que determinan quién puede usar estos servicios varían según el lugar donde vivas.

Estrategias de afrontamiento, y apoyo

Cuidar a un bebé prematuro puede ser muy agotador. Es posible que sientas ansiedad por la salud de tu bebé. También puedes sentir enojo, culpa o que la situación te supera.

Algunas de estas sugerencias podrían ser útiles durante este tiempo difícil:

  • Infórmate todo lo posible acerca de la salud de tu bebé. Habla con los proveedores de atención médica de tu bebé. Pide folletos, libros y sitios web confiables para obtener más información sobre cómo cuidar a tu bebé prematuro.
  • Cuídate. Descansa tanto como puedas. Come también alimentos saludables. Te sentirás más fuerte y capaz de cuidar a tu bebé.
  • Desarrolla tu suministro de leche. Utiliza un extractor de leche materna hasta que puedas amamantar a tu bebé. Pide ayuda al personal del hospital. Ellos te pueden enseñar cómo utilizar un extractor de leche materna y encontrar los suministros que necesitas para almacenarla.
  • Acepta ayuda de otras personas. Deja que tus amigos y familiares te ayuden. Ellos pueden cuidar a tus otros hijos, cocinar, limpiar la casa o hacer los mandados. De esta forma, podrás ahorrar energía para tu bebé.
  • Lleva un diario personal. Registra la información del progreso de tu bebé, así como tus pensamientos y sentimientos. Puedes colocar fotos de tu bebé. De ese modo, podrás ver cuánto cambia de una semana a la otra.
  • Busca personas que sepan escuchar para que te brinden apoyo. Habla con tu pareja o cónyuge, tus amigos, familiares o con los cuidadores de tu bebé. A menudo, los trabajadores sociales de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales pueden ser de ayuda. Si te interesa, los cuidadores del bebé pueden sugerirte un grupo de apoyo en tu área o en Internet. Para muchos padres, es muy útil hablar con otros padres que están cuidando a un bebé prematuro.

Cuidar a un bebé prematuro es un gran desafío. Tómalo día a día y con calma. A pesar de las preocupaciones y dificultades, celebra la fuerza y la capacidad de adaptación de tu bebé prematuro. Valora el tiempo que puedes pasar conociéndolo.

Preparación antes de la cita

Como madre o padre de un bebé prematuro, deberás hablar con muchos proveedores de atención médica en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. Los miembros del equipo de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales que cuidan a tu bebé pueden ser los siguientes:

  • Enfermero neonatal: enfermero diplomado con capacitación especial en la atención de recién nacidos prematuros y de alto riesgo.
  • Enfermero neonatal especializado: enfermero neonatal con experiencia y capacitación adicional para ayudar a los neonatólogos a atender a los recién nacidos.
  • Pediatra: médico que atiende a los niños desde que nacen hasta el final de la infancia.
  • Neonatólogo: pediatra capacitado para tratar problemas de salud en recién nacidos.
  • Residente de pediatría: médico que está capacitándose en el tratamiento de niños.
  • Terapeuta respiratorio: un proveedor de atención médica que ayuda a cuidar a los recién nacidos con problemas respiratorios.
  • Cirujano pediátrico: cirujano capacitado para hacer cirugías a recién nacidos y niños.

También es posible que conozcas a un trabajador social pediátrico. Este profesional puede ayudarte a buscar servicios que podrían ser útiles durante y después de la hospitalización de tu bebé.

Lo ideal es que trabajes junto con los proveedores de atención médica de tu bebé. Con el tiempo, te mostrarán como sostener, alimentar y cuidar a tu bebé.

Qué puedes hacer

Puedes hacer cualquier pregunta que tengas sobre la afección de tu bebé al equipo de atención médica de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. O bien, puedes anotar tus preguntas y obtener las respuestas cuando estés listo.

Por ejemplo, podrías preguntar lo siguiente:

  • ¿Cómo está la salud de mi bebé? ¿Cambió algo?
  • ¿Cómo ayuda este equipo a mi bebé?
  • ¿Por qué le están dando medicamentos a mi bebé?
  • ¿Qué tipos de pruebas necesita mi bebé?

También puedes hacer preguntas sobre cómo ayudar a cuidar de tu bebé, como las siguientes:

  • ¿Cuándo puedo sostener a mi bebé? ¿Se me mostrará cómo hacerlo?
  • ¿Cuándo puedo intentar amamantar a mi bebé o darle el biberón?
  • ¿A quién debería contactar si tengo preguntas sobre el cuidado de mi bebé?
  • ¿Puedo traer una manta o fotos de la familia para personalizar la incubadora de mi bebé?

Quizás también tengas preguntas sobre cómo llevar al bebé a casa, como las siguientes:

  • ¿Cuándo podrá ir a casa mi bebé?
  • ¿Qué debo saber sobre los cuidados de mi bebé una vez que estemos en casa?
  • ¿Con qué frecuencia debemos volver al hospital para citas de seguimiento?

Mientras el bebé se encuentre en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, no dudes en preguntar al personal cómo puedes participar más en su cuidado. Esto puede darte confianza como madre o padre primerizo. También puede hacerte la vida más fácil una vez que lleves a tu hijo a casa.

Last Updated Apr 15, 2023


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