Rodilla hinchada

Perspectiva general

Una rodilla se hincha cuando se acumula exceso de líquido en la articulación de la rodilla o a su alrededor. Los proveedores de atención médica podrían denominar a esta afección como un derrame en la articulación de la rodilla.

Esta afección puede ser el resultado de un traumatismo, de una lesión por sobrecarga o de una enfermedad o afección médica subyacentes. Para encontrar la causa de la hinchazón, es posible que el proveedor de atención médica necesite analizar una muestra del líquido o sangre de una lesión para detectar infecciones o enfermedades.

La extracción de parte del líquido puede ayudar a reducir el dolor y la rigidez relacionados con la hinchazón. Una vez que se conoce la causa subyacente, se puede comenzar un tratamiento.

Síntomas

Los signos y los síntomas generalmente incluyen los siguientes:

  • Hinchazón. La piel alrededor de la rótula puede inflamarse de manera notable, en especial, cuando comparas la rodilla afectada con la otra.
  • Rigidez. Cuando la articulación de la rodilla contiene exceso de líquido, quizás no puedas doblar o estirar la pierna completamente.
  • Dolor. Según la causa de la acumulación de líquido, la rodilla puede doler mucho, hasta el punto de que sea imposible soportar el peso del cuerpo sobre ella.

Cuándo debes consultar con un médico

Consulta con el proveedor de atención médica si los síntomas no mejoran con las medidas de cuidado personal, como aplicar hielo y descansar. Busca atención médica de inmediato si una rodilla se pone roja y se siente caliente al tacto en comparación con la otra rodilla. Esto puede ser un signo de infección en la articulación.

Causas

Muchos tipos de problemas, desde lesiones traumáticas hasta enfermedades y otras afecciones, pueden hacer que la rodilla se hinche.

Lesiones

El daño a cualquier parte de la rodilla puede generar que el líquido excedente de las articulaciones se acumule. Las lesiones que pueden provocar una acumulación de líquido dentro y alrededor de la articulación de la rodilla son:

  • Ligamento desgarrado, particularmente el ligamento cruzado anterior
  • Desgarre del cartílago (meniscos)
  • Irritación por uso excesivo
  • Fractura de huesos

Enfermedades y afecciones

Las enfermedades y afecciones subyacentes que pueden provocar una acumulación de líquido dentro y alrededor de la articulación de la rodilla son las siguientes:

  • Artrosis
  • Artritis reumatoide
  • Infección
  • Gota
  • Seudogota
  • Bursitis
  • Quistes
  • Tumores
Ligamento cruzado anterior

El ligamento cruzado anterior es uno de los ligamentos clave que te ayuda a estabilizar la articulación de la rodilla. El ligamento cruzado anterior conecta el muslo (fémur) a la tibia. Es más común que te desgarres al practicar deportes que implican movimientos bruscos y cambios de dirección, como por ejemplo baloncesto, fútbol, tenis y vóleibol.

Rotura de menisco

El menisco es un cartílago gomoso y duro en forma de C que actúa como amortiguador de golpes y que está entre la tibia y el fémur. Si giras la rodilla de manera repentina mientras cargas peso sobre ella, puedes desgarrarte el menisco.

Factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar el riesgo de tener hinchazón de rodilla incluyen:

  • Edad. La probabilidad de desarrollar hinchazón de rodilla en relación con la artritis aumenta con la edad.
  • Deportes. Las personas que participan en deportes que implican rotar la rodilla, como el básquetbol, tienen más probabilidad de experimentar los tipos de lesiones de rodillas que provocan hinchazón.
  • Obesidad. El sobrepeso ejerce presión adicional en la articulación de la rodilla, lo que contribuye a la sobrecarga del tejido y de la articulación y a la degeneración de la rodilla; esto puede provocar hinchazón de rodilla.

Complicaciones

Las complicaciones de una rodilla hinchada pueden incluir las siguientes:

  • Disminución de la masa muscular. La presencia de líquido en la rodilla puede dañar el funcionamiento de los músculos y provocar que los músculos del muslo se debiliten y se atrofien.
  • Saco lleno de líquido (quiste de Baker). La acumulación de líquido en la rodilla puede generar la formación de un quiste de Baker en la parte posterior de la rodilla. Un quiste de Baker hinchado puede ser doloroso, pero, por lo general, mejora si se le coloca hielo y se hacen compresiones. Si la hinchazón es grave, es posible que tengan que extraerte líquido con una aguja.

Prevención

Por lo general, una rodilla hinchada es el resultado de una lesión o de una enfermedad crónica. Para controlar la salud general y prevenir lesiones, haz lo siguiente:

  • Fortalece los músculos que se encuentran alrededor de la rodilla. Los músculos fuertes alrededor de una articulación pueden ayudar a aliviar la presión sobre esta.
  • Elige un ejercicio de bajo impacto. Ciertas actividades, como el aquaeróbic y la natación, no imponen estrés continuo para soportar el peso en las articulaciones de las rodillas.
  • Mantén un peso saludable. El exceso de peso contribuye al daño por desgaste, lo que puede hacer que una rodilla se hinche.

Diagnóstico

Es probable que el proveedor de atención médica comience con una revisión detallada de tus antecedentes y un examen físico. Después, es posible que se te hagan pruebas para determinar la causa de la inflamación de la rodilla.

Pruebas por imágenes

Las pruebas por imágenes sirven para mostrar dónde se encuentra el problema. Estas son algunas opciones:

  • Radiografía. Los rayos X pueden descartar huesos fracturados o dislocados, y determinar si tienes artritis.
  • Ecografía. Esta prueba usa ondas de sonido para detectar trastornos que afectan a los tendones o los ligamentos.
  • Imágenes por resonancia magnética. Mediante las ondas de radio y un campo magnético fuerte, las imágenes por resonancia magnética pueden detectar lesiones en los tendones, los ligamentos y los tejidos blandos que no son visibles en una radiografía.

Aspiración articular (artrocentesis)

Se utiliza una aguja para extraer el líquido del interior de la rodilla. Luego, se comprueba si este líquido presenta lo siguiente:

  • Sangre, que puede provenir de lesiones o trastornos de sangrado
  • Bacterias, que pueden estar causando una infección
  • Cristales frecuentes en la enfermedad de la gota o la seudogota

Tratamiento

El tratamiento varía según la causa de la rodilla inflamada, su gravedad y tus antecedentes médicos.

Terapia

Los ejercicios de fisioterapia pueden mejorar la función y la fuerza de la rodilla. En algunas situaciones, puede ser útil usar rodillera.

Cirugías y otros procedimientos

Tratar la causa subyacente de una rodilla hinchada puede requerir lo siguiente:

  • Artrocentesis. Extraer líquido de la rodilla puede aliviar la presión en la articulación. Después de extraer parte del líquido articular, tu médico podría inyectar un corticoide en la articulación para tratar la inflamación.
  • Artroscopia. Se inserta un tubo iluminado (artroscopio) a través de una incisión diminuta que se hace en la articulación de la rodilla. Las herramientas que están sujetas al artroscopio pueden extraer tejido blando o reparar el daño en la rodilla.

Estilo de vida y remedios caseros

Cuando tienes una rodilla hinchada, las medidas de cuidado personal incluyen las siguientes:

  • Reposo. Evita las actividades que impliquen cargar mucho peso en la mayor medida posible.
  • Hielo y elevación de la pierna. Para controlar el dolor y la hinchazón, aplica hielo en la rodilla entre 15 y 20 minutos cada 2 o 4 horas. Cuando te coloques el hielo, asegúrate de levantar la rodilla a una altura más elevada que el nivel del corazón. Para ello, usa almohadas debajo de las rodillas a fin de lograr una mayor comodidad.
  • Compresión. Envuelve la rodilla con un vendaje elástico; esto puede ayudar a controlar la hinchazón.
  • Analgésicos. Los medicamentos de venta libre como el acetaminofén (Tylenol y otros) o el ibuprofeno (Advil, Motrin IB y otros) pueden ayudarte a reducir el dolor en la rodilla.

Preparación antes de la cita

Te pueden derivar a un proveedor de atención médica que se especializa en problemas musculoesqueléticos y articulares.

Qué puedes hacer

  • Anota tus síntomas y cuándo comenzaron.
  • Anota tu información médica clave, incluidas otras afecciones.
  • Anota tu información personal más importante, incluidos cualquier cambio o situación estresante reciente en tu vida.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomes.
  • Averigua si algún miembro de tu familia tuvo una enfermedad autoinmunitaria.
  • Pídele a un familiar o un amigo que te acompañe para ayudarte a recordar lo que diga el proveedor de atención médica.
  • Anota las preguntas que desees hacerle al médico.

Preguntas para hacerle al médico

  • ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
  • ¿Qué tipo de pruebas necesito hacerme?
  • ¿Qué tratamientos hay disponibles?
  • Tengo otras afecciones médicas. ¿Cuál es la mejor manera de controlar estas afecciones de manera conjunta?

Qué esperar del médico

Es probable que el proveedor de atención médica te haga algunas preguntas. Estar preparado para responderlas te permitirá reservar tiempo para revisar los puntos sobre los que quieras hablar en profundidad. Es posible que te pregunte lo siguiente:

  • ¿Te lesionaste la rodilla recientemente? Si es así, describe la lesión en detalle.
  • ¿Se te "traba" la rodilla o la sientes inestable?
  • ¿Has sentido la rodilla caliente o ha tenido un aspecto rojizo? ¿Tienes fiebre?
  • ¿Practicas deportes recreativos? Si es así, ¿cuáles?
  • ¿Tienes algún tipo de artritis?
  • ¿Tienes antecedentes familiares de enfermedad autoinmunitaria?

Last Updated Aug 11, 2022


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