Síndrome de dolor patelofemoral

Perspectiva general

El síndrome de dolor patelofemoral es un dolor en la parte frontal de la rodilla, alrededor de la rótula. La rótula es el hueso que forma la articulación de la rodilla. El síndrome de dolor patelofemoral se denomina a veces rodilla de corredor. Es más frecuente en personas que corren y que practican deportes que implican correr y saltar.

El dolor de rodilla suele aumentar al correr, subir o bajar escaleras, estar sentado mucho tiempo o en cuclillas. Los tratamientos sencillos, como el reposo y el hielo, suelen ayudar, pero a veces el dolor patelofemoral necesita fisioterapia.

Síntomas

El síndrome de dolor patelofemoral suele causar un dolor sordo y poco intenso en la parte delantera de la rodilla. Los siguientes factores pueden aumentar el dolor:

  • Subir o bajar escaleras.
  • Arrodillarse o ponerse en cuclillas.
  • Sentarse con una rodilla flexionada durante períodos prolongados.

Cuándo consultar al médico

Si el dolor de rodilla no mejora al cabo de unos días o te resulta cada vez más difícil mover la rodilla, consulta al proveedor de atención médica.

Causas

El síndrome de dolor patelofemoral puede tener distintas causas. Se ha relacionado con las siguientes situaciones:

  • Uso excesivo. Los deportes que implican correr o saltar aplican una presión repetida en la articulación de la rodilla, lo que puede causar irritación debajo de la rótula.
  • Desequilibrios o debilidad musculares. El dolor patelofemoral puede producirse cuando los músculos alrededor de la cadera y la rodilla no mantienen la rótula alineada. Mover las rodillas hacia adentro durante una sentadilla se ha vinculado con el dolor patelofemoral.
  • Lesiones. Los traumatismos en la rótula, como cuando se disloca o fractura, se han vinculado con el síndrome de dolor patelofemoral.
  • Cirugía. La cirugía de rodilla puede aumentar el riesgo de dolor patelofemoral, sobre todo cuando se trata de la reparación del ligamento cruzado anterior usando el propio tendón rotuliano como injerto.

Factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar el riesgo son los siguientes:

  • Edad. Por lo general, el síndrome de dolor patelofemoral afecta a adolescentes y adultos jóvenes. En las personas mayores, los problemas de rodilla suelen deberse a la artritis.
  • Sexo. Las mujeres tienen el doble de probabilidades que los hombres de padecer dolor patelofemoral. Esto puede deberse a que las mujeres tienen pelvis más ancha. La pelvis más ancha aumenta el ángulo en que se unen los huesos en la articulación de la rodilla.
  • Determinados deportes. Practicar deportes que impliquen correr y saltar puede suponer una carga adicional para las rodillas. En especial cuando aumentas el nivel de entrenamiento.

Prevención

A veces el dolor de rodilla ocurre solamente porque sí, pero ciertas medidas pueden ayudar a prevenir el dolor.

  • Desarrolla la fuerza. Tener fuerza en los músculos de la pierna y la cadera ayuda a mantener el equilibrio de la rodilla durante la actividad. Evita hacer sentadillas profundas durante el entrenamiento con pesas.
  • Muévete con seguridad. Pregunta a un fisioterapeuta sobre ejercicios que te ayuden a saltar, correr y girar correctamente. Es muy importante fortalecer los músculos externos de la cadera. Esto evitará que tu rodilla se hunda hacia adentro cuando te pones en cuclillas, amortiguas un salto o bajas una escalera.
  • Pierde el exceso de peso. Si tienes sobrepeso, adelgazar alivia el esfuerzo sobre las rodillas.
  • Haz ejercicios de precalentamiento. Antes de correr o de hacer otro tipo de ejercicio, haz ejercicios suaves de precalentamiento por aproximadamente cinco minutos.
  • Haz estiramientos. Estimula la flexibilidad con ejercicios suaves de estiramiento.
  • Aumenta poco a poco. No aumentes repentinamente tus entrenamientos.
  • Usa calzado adecuado. Usa calzado que te quede bien y esté diseñado para la actividad.

Diagnóstico

El proveedor de atención médica podría preguntarte sobre tus antecedentes de problemas de rodilla, presionar zonas de la rodilla y colocar la pierna en distintas posiciones.

A veces, las pruebas por imágenes pueden ayudar a encontrar la causa del dolor de rodilla. Estas podrían ser algunas de las pruebas:

  • Radiografías. Las radiografías muestran los huesos con claridad. No son tan útiles para observar los tejidos blandos.
  • Tomografías computarizadas. Las tomografías computarizadas permiten ver huesos y tejidos blandos. Sin embargo, las tomografías computarizadas pueden implicar una dosis de radiación mucho más elevada que las radiografías convencionales.
  • Imágenes por resonancia magnética. La resonancia magnética utiliza ondas de radio y un campo magnético fuerte para obtener imágenes detalladas de los huesos y de los tejidos blandos, como los ligamentos y los cartílagos de las rodillas. Pero las imágenes por resonancia magnética cuestan más que las radiografías, las tomografías computarizadas o las ecografías.
  • Ecografía. Esta prueba utiliza ondas sonoras para generar imágenes de músculos y tendones.

Tratamiento

Por lo general, el tratamiento del dolor femororrotuliano comienza con algunas medidas simples. Descansa la rodilla lo más que puedas. Intenta no hacer actividades que intensifican el dolor, como subir escaleras, arrodillarte o ponerte en cuclillas.

Medicamentos

Si lo necesitas, toma un analgésico de venta libre. Por ejemplo, puedes tomar acetaminofén (Tylenol u otros), ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) y naproxeno sódico (Aleve). Estos medicamentos no deben tomarse durante más de 2 a 3 semanas.

Terapia

Un fisioterapeuta podría sugerirte lo siguiente:

  • Ejercicios de rehabilitación. Algunos ejercicios fortalecen los músculos que sostienen las rodillas y mantienen las partes de la pierna alineadas. El objetivo principal es evitar que la rodilla se mueva para adentro mientras nos ponemos en cuclillas.
  • Dispositivos de inmovilización. Los dispositivos de inmovilización de las rodillas o los soportes para el arco pueden ayudar a aliviar el dolor.
  • Tablillas. El fisioterapeuta te puede enseñar cómo colocarte una tablilla en la rodilla para reducir el dolor y mejorar tu capacidad de hacer ejercicio.
  • Hielo. Colocarte hielo en la rodilla después de hacer ejercicio puede ayudar a aliviar el dolor.
  • Órtesis. Las plantillas que están hechas a medida o que vienen hechas pueden ayudar a aliviar el estrés que se genera en la rodilla.
  • Deportes saludables para las rodillas. Durante la recuperación, hacer deportes en los que la rodilla no trabaje tanto, como ciclismo o natación, puede ser útil.

Cirugías y otros procedimientos

Si los tratamientos simples no alivian el dolor, el proveedor de atención médica podría indicar lo siguiente:

  • Artroscopia. Durante este procedimiento, el cirujano introduce un dispositivo delgado como un lápiz en la rodilla a través de un corte diminuto en la piel. Este dispositivo, llamado artroscopio, tiene un lente de cámara y una luz. Se pueden introducir instrumentos para reparar el problema mediante otros cortes pequeños en la piel.
  • Realineación. En los casos más graves, es posible que el cirujano deba operar la rodilla para corregir el ángulo de la rótula o aliviar la presión ejercida sobre el cartílago.

Preparación antes de la cita

Puedes comenzar por consultar a tu proveedor principal de atención médica. También es posible que te remitan a un especialista en medicina física y rehabilitación, que también se conoce como fisiatra, a un fisioterapeuta, a un cirujano ortopédico o a un especialista en medicina del deporte.

La siguiente información te ayudará a prepararte para la cita médica.

Qué puedes hacer

Antes de la cita médica, prepara una lista de lo siguiente:

  • Tus síntomas y cuándo comenzaron.
  • Información personal importante, como si alguna vez te lesionaste la rodilla o te sometiste a una cirugía de rodilla o qué tipo de ejercicio o deportes practicas.
  • Todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomes y las dosis.
  • Preguntas para hacerle al proveedor de atención médica.

Si es posible, pide a un familiar o un amigo que te acompañe para ayudarte a recordar la información que recibas. Además, si te han hecho radiografías u otras pruebas por imágenes de las rodillas, lleva copias de estas pruebas a la cita médica de ser posible.

En el caso del síndrome de dolor patelofemoral, estas son algunas preguntas que puedes hacer:

  • ¿Cuál es la causa probable del dolor de rodilla?
  • ¿Cuáles son otras causas posibles?
  • ¿Qué pruebas necesito?
  • ¿Es probable que mi afección sea temporal o crónica?
  • ¿Cuál es el mejor plan de acción?
  • ¿Tengo que limitar mis actividades?
  • ¿Debería consultar a un especialista?
  • ¿Hay folletos u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?

Haz cualquier otra pregunta que tengas.

Qué esperar del médico

Prepárate para responder preguntas como las siguientes:

  • ¿Cómo describirías el dolor de rodilla?
  • ¿Dónde te duele exactamente?
  • ¿Qué actividades mejoran o empeoran los síntomas?
  • ¿Empezaste a hacer ejercicio o has estado ejercitando más últimamente?
  • ¿Qué tratamientos caseros has probado? ¿Fueron útiles?

Last Updated May 12, 2023


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