Síndrome de dolor regional complejo

Perspectiva general

El síndrome de dolor regional complejo es un tipo de dolor crónico que suele afectar a un brazo o una pierna. El síndrome de dolor regional complejo suele desarrollarse después de una lesión, una cirugía, un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco. El dolor es desproporcionado en relación con la gravedad de la lesión inicial.

El síndrome de dolor regional complejo es poco común, y su causa no se entiende claramente. El tratamiento es más eficaz cuando se inicia de forma temprana. En esos casos, la mejoría e incluso la remisión son posibles.

Síntomas

Los signos y síntomas del síndrome de dolor regional complejo incluyen:

  • Dolor ardiente o palpitante continuo, por lo general en el brazo, la pierna, la mano o el pie
  • Sensibilidad al tacto o al frío.
  • Hinchazón de la zona dolorida.
  • Cambios en la temperatura de la piel, que alterna entre sudor y frío.
  • Cambios en el color de la piel, que van desde el blanco y las manchas hasta el rojo o el azul.
  • Cambios en la textura de la piel, que puede volverse sensible, delgada o brillosa en la zona afectada.
  • Cambios en el crecimiento del cabello y las uñas.
  • Rigidez, hinchazón y daño articulares.
  • Espasmos musculares, temblores y debilidad (atrofia).
  • Limitación para mover la parte del cuerpo afectada.

Los síntomas pueden cambiar con el paso del tiempo y variar según la persona. El dolor, la hinchazón, el enrojecimiento, los cambios notables de temperatura y la hipersensibilidad (en particular al frío y al tacto) suelen ocurrir primero.

Con el tiempo, la extremidad afectada puede volverse fría y pálida. Puede sufrir cambios en la piel y las uñas, así como espasmos y tensión musculares. Una vez que suceden estos cambios, la afección a menudo es irreversible.

El síndrome de dolor regional complejo ocasionalmente puede propagarse desde su fuente a otras partes del cuerpo, como la extremidad opuesta.

En algunas personas, los signos y síntomas del síndrome de dolor regional complejo desaparecen por sí solos. En otras, los signos y síntomas persisten durante meses a años. El tratamiento puede ser más eficaz si se inicia al principio de la enfermedad.

Cuándo consultar al médico

Si sientes un dolor intenso y constante en una extremidad que provoca que al tocarla o moverla el dolor sea intolerable, consulta con tu proveedor de atención médica para que determine la causa. Es importante tratar a tiempo el síndrome de dolor regional complejo.

Causas

La causa del síndrome de dolor regional complejo no se ha llegado a entender del todo. Se cree que es causado por una lesión o una divergencia de los sistemas nerviosos periférico y central. El síndrome de dolor regional complejo suele ocurrir como resultado de un traumatismo o una lesión.

Existen dos tipos de síndrome de dolor regional complejo, con signos y síntomas parecidos, pero con diferentes causas:

  • Tipo 1. También conocido como distrofia simpática refleja, este tipo se manifiesta después de una enfermedad o lesión que no dañó directamente los nervios del miembro afectado. Aproximadamente el 90 % de las personas con síndrome de dolor regional complejo padecen el tipo 1.
  • Tipo 2. Este tipo (que solía denominarse causalgia) tiene síntomas similares a los del tipo 1. Sin embargo, el síndrome de dolor regional complejo tipo 2 ocurre después de una lesión nerviosa específica.

Muchos casos de síndrome de dolor regional complejo ocurren después de un fuerte traumatismo en un brazo o una pierna. Esto puede incluir una lesión por aplastamiento o una fractura.

Otros traumatismos importantes y leves, como una cirugía, ataques cardíacos, infecciones e incluso un esguince de tobillo, también pueden dar lugar al síndrome de dolor regional complejo.

No se entiende bien por qué estas lesiones pueden desencadenar el síndrome de dolor regional complejo. No todo el mundo que tiene una lesión va a desarrollar el síndrome de dolor regional complejo. Podría deberse a una interacción entre el sistema nervioso central y el periférico que no es normal y a respuestas inflamatorias diferentes.

Complicaciones

Si el síndrome de dolor regional complejo no se diagnostica ni se trata a tiempo, la enfermedad puede avanzar y provocar signos y síntomas más incapacitantes.

  • Desgaste del tejido (atrofia). La piel, los huesos y los músculos pueden comenzar a deteriorarse y debilitarse si evitas mover un brazo o una pierna, o tienes problemas para hacerlo, debido al dolor o la rigidez.
  • Tensión muscular (contractura). Es posible que también tengas tensión muscular. Esto puede provocar una afección en la que las manos y los dedos de las manos, o los pies y los dedos de los pies, se contraen en una posición fija.

Prevención

Estos pasos podrían ayudarte a reducir el riesgo de padecer el CRPS:

  • Tomar vitamina C después de una fractura de muñeca. Los estudios han demostrado que las personas que toman una dosis alta diaria de vitamina C después de una fractura de muñeca podrían tener un menor riesgo de CRPS en comparación con las que no lo toman.
  • Movilización temprana después de un accidente cerebrovascular. Algunas investigaciones sugieren que las personas que se levantan de la cama y caminan poco después de un accidente cerebrovascular (movilización temprana) disminuyen el riesgo de CRPS.

Diagnóstico

El diagnóstico del SDRC se basa en un examen físico y en tus antecedentes médicos. No hay una sola prueba que pueda diagnosticar definitivamente el SDRC, pero los siguientes procedimientos pueden proporcionar pistas importantes:

  • Gammagrafía ósea. Este procedimiento puede ayudar a encontrar cambios en los huesos. Una sustancia radioactiva inyectada en una de las venas permite ver los huesos con una cámara especial.
  • Pruebas de producción de sudor. Algunas pruebas pueden medir la cantidad de sudor en ambos miembros. Los resultados desiguales pueden indicar SDRC.
  • Radiografías. La pérdida de minerales en los huesos puede verse en una radiografía en estadios más avanzadas de la enfermedad.
  • Imágenes por resonancia magnética (RM). Las imágenes captadas con una IRM pueden mostrar cambios en los tejidos que descartan otras afecciones.

Tratamiento

Hay pruebas de que el tratamiento temprano podría ayudar a mejorar los síntomas del síndrome de dolor regional complejo. Generalmente, es necesaria una combinación de diferentes tratamientos, adaptados a su caso específico. Algunas opciones de tratamiento son:

Medicamentos

Los médicos utilizan diversos medicamentos para tratar los síntomas del síndrome de dolor regional complejo.

  • Analgésicos. Los analgésicos disponibles sin receta médica, como la aspirina, el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y el naproxeno sódico (Aleve), pueden aliviar el dolor leve y la inflamación.

    El médico puede recetarte analgésicos más fuertes si los de venta libre no son de ayuda. Los medicamentos opioides podrían ser una opción. Si se toman en dosis bajas, pueden ayudar a controlar el dolor.

  • Medicamentos antidepresivos y anticonvulsivos. A veces, los antidepresivos, como la amitriptilina, y los anticonvulsivos, como la gabapentina (Gralise, Neurontin), se utilizan para tratar el dolor que se origina en un nervio lesionado (dolor neuropático).
  • Corticoides. Es posible que los medicamentos esteroides, como la prednisona, reduzcan la inflamación y mejoren el movimiento de la extremidad afectada.
  • Medicamentos contra la pérdida de masa ósea. Es posible que el proveedor de atención médica te sugiera medicamentos para prevenir o detener la pérdida de masa ósea, como el alendronato (Binosto, Fosamax) y la calcitonina (Miacalcin).
  • Medicamentos para el bloqueo de los nervios simpáticos. Es posible que la inyección de un anestésico para bloquear las fibras de dolor en los nervios afectados alivie el dolor en algunas personas.
  • Ketamina intravenosa. Algunos estudios muestran que las dosis bajas de ketamina intravenosa, un anestésico fuerte, pueden aliviar sustancialmente el dolor.
  • Medicamentos para disminuir la presión arterial. A veces, los medicamentos para la presión arterial alta, incluidos la prazosina (Minipress), la fenoxibenzamina (Dibenzyline) y la clonidina pueden ayudar a controlar el dolor.

Terapias

  • Terapia de calor. La aplicación de calor puede ofrecer un alivio de la hinchazón y la incomodidad en la piel fría.
  • Analgésicos tópicos. Existen diversos tratamientos tópicos que pueden reducir la hipersensibilidad, como la crema de capsaicina (que se puede adquirir sin receta médica) o la crema o los parches de lidocaína (Lidoderm, ZTlido, entre otros).
  • Fisioterapia o terapia ocupacional. El ejercicio suave y guiado de las extremidades afectadas o la modificación de las actividades diarias podría ayudar a disminuir el dolor y mejorar la amplitud de movimiento y la fuerza. Cuanto antes se diagnostique la enfermedad, más eficaces serán los ejercicios.
  • Terapia del espejo. Este tipo de terapia utiliza un espejo para ayudar a engañar al cerebro. Sentado ante un espejo o caja de espejos, se mueve la extremidad sana para que el cerebro lo perciba como la afectada por el síndrome de dolor regional complejo. Las investigaciones muestran que este tipo de terapia podría ayudar a mejorar la función y reducir el dolor de quienes tienen síndrome de dolor regional complejo.
  • Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea. El dolor crónico, a veces, se puede aliviar si se aplican impulsos eléctricos a las terminaciones nerviosas.
  • Biorretroalimentación. En algunos casos, podría ser útil aprender técnicas de biorretroalimentación. En la biorretroalimentación, aprendes a tomar mayor consciencia de tu cuerpo para que puedas relajarte y aliviar el dolor.
  • Estimulación de la médula espinal. El proveedor de atención médica introduce electrodos diminutos a lo largo de la médula espinal. Una pequeña corriente eléctrica dirigida a la médula espinal provoca el alivio del dolor.
  • Bombas para administrar un fármaco intratecal. En esta terapia, los medicamentos que alivian el dolor se administran por una bomba en el líquido de la médula espinal.
  • Acupuntura. La inserción de agujas largas y delgadas puede ayudar a estimular los nervios, los músculos y el tejido conectivo para aumentar el flujo sanguíneo y aliviar el dolor.

Es posible que el síndrome de dolor regional complejo vuelva a aparecer, a veces debido a un desencadenante, como la exposición al frío o al estrés emocional intenso. Las recurrencias pueden tratarse con pequeñas dosis de un antidepresivo u otro medicamento.

Estrategias de afrontamiento, y apoyo

Vivir con una afección crónica y dolorosa puede ser un desafío, especialmente cuando tus amigos y familiares no creen que estés sintiendo tanto dolor como el que describes, como suele ser el caso del síndrome de dolor regional complejo. Comparte la información de fuentes confiables sobre el síndrome de dolor regional complejo con otras personas cercanas a ti para ayudarlas a entender lo que te está pasando.

Sigue estas sugerencias para cuidar tu salud física y mental:

  • Continúa con las actividades diarias habituales de la mejor manera posible.
  • Tómate tu tiempo y asegúrate de descansar lo suficiente.
  • Mantente en contacto con tus amigos y familiares.
  • Continúa con los pasatiempos que disfrutas y que puedes hacer.

Si el síndrome de dolor regional complejo te impide hacer cosas que disfrutas, pregúntale a tu proveedor de atención médica cuáles son las mejores maneras de moverte y sortear los obstáculos.

Ten presente que tu salud física puede afectar directamente tu salud mental. La negación, la ira y la frustración son muy frecuentes en las enfermedades crónicas.

Habrá momentos en los que necesitarás más herramientas para lidiar con tus emociones. Un terapeuta, un psicólogo de la conducta u otro profesional puede ayudarte a poner las cosas en perspectiva. También pueden enseñarte estrategias para tener una mayor capacidad de afrontar una situación difícil, tales como técnicas de relajación o de meditación.

A veces, unirse a un grupo de apoyo donde puedas compartir experiencias y sentimientos con otras personas es una buena opción. Pregunta a tu proveedor de atención médica qué grupos de apoyo hay en tu comunidad.

Preparación antes de la cita

Para recibir la mejor atención médica, tómate tiempo para prepararte para la cita médica.

Qué puedes hacer

Anota todos los síntomas que experimentes, incluso la intensidad y ubicación del dolor, rigidez o sensibilidad. También es buena idea anotar las preguntas que quieras hacerle al proveedor de atención médica.

Estas son algunas de las preguntas que podrías hacerle al proveedor de atención médica:

  • ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
  • ¿Qué clase de pruebas, si las hubiera, necesito hacerme?
  • ¿Mi afección es temporal o posiblemente crónica?
  • ¿Qué tipos de tratamientos disponibles hay? ¿Qué me recomienda?
  • ¿Cuáles son las alternativas al enfoque principal que me indican?
  • Tengo otras afecciones médicas. ¿Cuál es la mejor manera de controlarlas?
  • ¿Existe una alternativa genérica al medicamento que me está recetando?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme a casa? ¿Qué sitios web me recomienda?

Además de las preguntas que hayas preparado para hacerle al proveedor de atención médica, no dudes en hacerle otras durante la cita médica.

Qué esperar del médico

Es probable que el proveedor de atención médica también te haga algunas preguntas. Estar listo para responderlas puede darte tiempo para revisar los puntos a los que quieras dedicarles más tiempo. En cuanto al síndrome de dolor regional complejo, el proveedor de atención médica puede preguntar lo siguiente:

  • ¿Has tenido un accidente, una enfermedad o una lesión reciente, como un traumatismo en las extremidades, un ataque cardíaco o una infección?
  • ¿Has tenido alguna cirugía recientemente?
  • ¿Cuándo comenzaste a experimentar dolor o ardor?
  • ¿Durante cuánto tiempo has experimentado los síntomas?
  • ¿El dolor es ocasional o continuo?
  • ¿Hay algo que parezca mejorar o empeorar los síntomas?
  • ¿Has experimentado síntomas similares después de lesiones anteriores?

Last Updated May 10, 2022


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