Síndrome de las piernas inquietas

Perspectiva general

El síndrome de las piernas inquietas es una afección que causa una necesidad incontrolable de mover las piernas, generalmente debido a una sensación de incomodidad. Suele ocurrir por la tarde o la noche cuando estás sentado o recostado. El movimiento alivia temporalmente la sensación desagradable.

El síndrome de las piernas inquietas, también conocido como la enfermedad de Willis-Ekbom, comienza a cualquier edad y generalmente empeora con la edad. Puede interrumpir el sueño, lo que interfiere en las actividades diarias.

Medidas sencillas de cuidado personal y cambios en el estilo de vida pueden ayudar a aliviar los síntomas. Los medicamentos también ayudan a muchas personas con el síndrome de las piernas inquietas.

Síntomas

El principal síntoma es la necesidad de mover las piernas. Las características acompañantes comunes del síndrome de las piernas inquietas incluyen, entre otras:

  • Sensaciones que comienzan durante el descanso. Por lo general, la sensación comienza después de haber estado acostado o sentado durante periodos prolongados (por ejemplo, en un automóvil, en un avión o en el cine).
  • Alivio con el movimiento. La sensación del síndrome de las piernas inquietas disminuye con el movimiento, como estirar las piernas, sacudir las piernas, pasear o caminar.
  • Los síntomas empeoran por la noche. Los síntomas aparecen principalmente de noche.
  • Movimientos involuntarios en las piernas por la noche. El síndrome de las piernas inquietas puede estar asociado a otra afección más común llamada movimiento periódico de las extremidades durante el sueño, que hace que muevas las piernas y patees, posiblemente durante la noche, mientras duermes.

La gente suele describir los síntomas del síndrome de las piernas inquietas como sensaciones intensas y desagradables en las piernas o los pies. Suelen ocurrir en ambos lados del cuerpo. Con menor frecuencia, estas sensaciones se presentan en los brazos.

Las sensaciones, que generalmente ocurren más bien dentro de la extremidad que sobre la piel, se describen como:

  • Cosquilleo
  • Hormigueo
  • Tirones
  • Sensación pulsátil
  • Dolor
  • Picazón
  • Sensación de choque eléctrico

A veces, las sensaciones son difíciles de explicar. Las personas con síndrome de las piernas inquietas no suelen describir la afección como un calambre o entumecimiento muscular. Sin embargo, es frecuente que la describan como un deseo intenso de mover las piernas.

Es frecuente que los síntomas varíen en cuanto a la intensidad. A veces, los síntomas desaparecen por periodos de tiempo y luego vuelven a aparecer.

Cuándo consultar al médico

Algunas personas con el síndrome de las piernas inquietas nunca buscan atención médica porque les preocupa que no se les tome en serio. Pero el síndrome de las piernas inquietas puede interferir con el sueño, causar somnolencia durante el día y afectar a la calidad de vida. Habla con el proveedor de atención médica si crees que puedes tener este síndrome.

Causas

A menudo, no hay causa conocida para el síndrome de las piernas inquietas. Los investigadores sospechan que la afección puede deberse a un desequilibrio de la dopamina, una sustancia química del cerebro que envía mensajes para controlar el movimiento de los músculos.

Factor hereditario

A veces el síndrome de las piernas inquietas es hereditario, especialmente si la afección comienza antes de los 40 años. Los investigadores han identificado sitios en los cromosomas donde pueden estar presentes los genes para el síndrome de las piernas inquietas.

Embarazo

El embarazo o los cambios hormonales pueden empeorar temporalmente los signos y síntomas del síndrome de las piernas inquietas. Algunas mujeres contraen síndrome de las piernas inquietas por primera vez durante el embarazo, especialmente durante el último trimestre. Sin embargo, los síntomas suelen desaparecer después del parto.

Factores de riesgo

El síndrome de las piernas inquietas puede manifestarse a cualquier edad, incluso durante la infancia. La afección es más frecuente a medida que avanza la edad y es más común en las mujeres que en los hombres.

Usualmente, el síndrome de las piernas inquietas no está relacionado con una enfermedad grave subyacente. Sin embargo, a veces viene acompañado de otras afecciones, como las siguientes:

  • Neuropatía periférica. En ocasiones, este daño a los nervios de las manos y los pies se debe a enfermedades crónicas, como la diabetes y el alcoholismo.
  • Deficiencia de hierro. Aun sin anemia, la deficiencia de hierro puede causar o empeorar el síndrome de las piernas inquietas. Si tienes antecedentes de sangrado estomacal o intestinal, tienes períodos menstruales abundantes o donas sangre con frecuencia, es posible que tengas deficiencia de hierro.
  • Insuficiencia renal. Si tienes insuficiencia renal, también puedes tener deficiencia de hierro, a menudo con anemia. Cuando los riñones no funcionan correctamente, las reservas de hierro en la sangre pueden disminuir. Esto, junto con otros cambios en la química del cuerpo, puede causar o empeorar el síndrome de las piernas inquietas.
  • Afecciones de la médula espinal. Se ha relacionado a las lesiones en la médula espinal como resultado de un daño o una lesión con el síndrome de las piernas inquietas. Si recibiste anestesia en la médula espinal, como bloqueo espinal, también aumenta el riesgo de desarrollar el síndrome de las piernas inquietas.
  • Enfermedad de Parkinson. Las personas que tienen la enfermedad de Parkinson y que toman determinados medicamentos llamados agonistas dopamínicos tienen un mayor riesgo de presentar el síndrome de las piernas inquietas.

Complicaciones

Aunque el síndrome de las piernas inquietas no provoca otras afecciones graves, los síntomas pueden variar desde apenas molestos hasta incapacitantes. Muchas personas con el síndrome de las piernas inquietas tienen dificultades para dormir o permanecer dormidas.

El síndrome grave de las piernas inquietas puede causar un notable deterioro en la calidad de vida y provocar depresión. Es posible que el insomnio provoque somnolencia diurna excesiva, pero el síndrome de las piernas inquietas puede dificultar dormir la siesta.

Diagnóstico

El proveedor de atención médica tomará tus antecedentes médicos y te pedirá que describas tus síntomas. El diagnóstico del síndrome de las piernas inquietas se basa en los siguientes criterios establecidos por el Grupo Internacional de Estudio sobre el Síndrome de las Piernas Inquietas:

  • Tienes una fuerte y, a menudo, irresistible necesidad de mover las piernas, generalmente acompañado de sensaciones incómodas.
  • Los síntomas aparecen o empeoran cuando estás en reposo, ya sea sentado o acostado.
  • Puedes aliviar parcial o temporalmente los síntomas realizando alguna actividad como caminar o estirarte.
  • Los síntomas empeoran por la noche.
  • Los síntomas no pueden explicarse únicamente con otra afección médica o conductual.

Es posible que el proveedor de atención médica realice una exploración física y otra neurológica. Es posible que se pidan análisis de sangre, en particular para la deficiencia de hierro, para descartar otras posibles causas de tus síntomas.

Además, es posible que el proveedor de atención médica te remita a un especialista del sueño. Esto puede implicar quedarte a dormir una noche y realizarte un estudio en una clínica del sueño, en caso de que se sospeche la presencia de otro trastorno del este tipo, como la apnea del sueño. Sin embargo, el diagnóstico del síndrome de las piernas inquietas no suele requerir un estudio del sueño.

Tratamiento

A veces, el tratamiento de una afección subyacente, como la deficiencia de hierro, alivia en gran medida los síntomas del síndrome de las piernas inquietas. La corrección de una deficiencia de hierro puede implicar la administración de suplementos de hierro por vía oral o intravenosa. Sin embargo, solo debes tomar suplementos de hierro con supervisión médica y después de que el proveedor haya controlado tu nivel de hierro en sangre.

Si tienes el síndrome de las piernas inquietas sin una afección asociada, el tratamiento se centra en cambios en el estilo de vida. Si eso no funciona, es posible que el proveedor de atención médica te recete medicamentos.

Medicamentos

Varios medicamentos de venta con receta médica, la mayoría de los cuales se desarrollaron para tratar otras enfermedades, están disponibles para reducir la agitación en las piernas. Estos incluyen los siguientes:

  • Medicamentos que aumentan el nivel de dopamina en el cerebro. Estos medicamentos afectan los niveles del neurotransmisor dopamina en el cerebro. La rotigotina (Neupro) y el pramipexol (Mirapex) están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos para el tratamiento del síndrome de las piernas inquietas de moderado a grave.

    Los efectos secundarios a corto plazo de estos medicamentos suelen ser leves e incluyen náuseas, aturdimiento y fatiga. Sin embargo, también pueden causar trastornos de control de los impulsos, como el juego compulsivo y la somnolencia diurna.

  • Medicamentos que afectan los canales de calcio. Ciertos medicamentos, como la gabapentina (Neurontin, Gralise), la gabapentina enacarbilo (Horizant) y la pregabalina (Lyrica), son eficaces para algunas personas con el síndrome de las piernas inquietas.
  • Relajantes musculares y medicamentos para dormir. Estos medicamentos ayudan a dormir mejor por la noche, pero no eliminan la sensación en las piernas y pueden causar somnolencia durante el día. Generalmente, estos medicamentos solo se administran si ningún otro tratamiento proporciona alivio.
  • Opioides. Los medicamentos narcóticos se utilizan principalmente para aliviar los síntomas fuertes, pero pueden ser adictivos si se usan en dosis altas. Algunos ejemplos son el tramadol (Ultram, ConZip), la codeína, la oxicodona (Oxycontin, Roxicodone u otros) y la hidrocodona (Hysingla ER).

Es posible que lleve varios intentos para que tú y el proveedor de atención médica encuentren el medicamento adecuado o la combinación de medicamentos que mejor se adapten a ti.

Estilo de vida y remedios caseros

Hacer cambios sencillos en el estilo de vida puede ayudar a aliviar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas:

  • Probar con baños y masajes. Tomar un baño tibio y masajearte las piernas puede relajar los músculos.
  • Aplicar compresas frías o tibias. El uso de frío o calor, o alternar entre ellos, puede disminuir las sensaciones en las extremidades.
  • Establecer una buena higiene del sueño. La fatiga tiende a empeorar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas, así que es importante que practiques una buena higiene del sueño. Lo ideal es tener un ambiente de sueño fresco, tranquilo y cómodo, acostarse y levantarse a la misma hora todos los días y dormir al menos siete horas por noche.
  • Hacer ejercicio. Hacer ejercicio moderado y regular puede aliviar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas, pero exagerar o hacer ejercicio demasiado tarde en el día puede intensificar los síntomas.
  • Evitar la cafeína. A veces, reducir la cantidad de cafeína puede ayudar con las piernas inquietas. Intenta evitar los productos que contienen cafeína, como el chocolate, el café, el té y los refrescos, durante unas semanas para ver si esto ayuda.
  • Considerar la posibilidad de usar una envoltura para los pies o una almohadilla vibratoria. Una envoltura para los pies especialmente diseñada para personas con síndrome de las piernas inquietas ejerce presión bajo el pie y puede ayudar a aliviar los síntomas. También puedes sentir alivio utilizando una almohadilla que vibra en la parte posterior de las piernas.

Estrategias de afrontamiento, y apoyo

El síndrome de las piernas inquietas es generalmente una afección crónica. Puede resultarte útil desarrollar estrategias de afrontamiento que funcionen para ti, como las siguientes:

  • Cuéntales a otras personas sobre tu afección. Compartir información sobre el síndrome de las piernas inquietas ayudará a tus familiares, a tus amigos y a tus compañeros de trabajo a comprenderte mejor cuando te vean pasear por los pasillos, pararte en la parte trasera del teatro o caminar hacia el dispensador de agua muchas veces durante el día.
  • No resistas la necesidad de moverte. Si intentas reprimir la necesidad de moverte, es posible que sientas que tus síntomas empeoren.
  • Lleva un registro del sueño. Lleva un registro de los medicamentos y de las estrategias que ayudan o que dificultan tu lucha contra el síndrome de las piernas inquietas, y comparte esta información con el proveedor de atención médica.
  • Haz estiramientos y masajes. Comienza y termina el día con ejercicios de estiramientos o con un masaje suave.
  • Busca ayuda. Los grupos de apoyo reúnen a los miembros de la familia y a las personas con síndrome de las piernas inquietas. Si participas en un grupo, tus percepciones no solo pueden ayudarte a ti, sino que también podrían ayudar a alguien más.

Preparación antes de la cita

Si tienes síntomas del síndrome de las piernas inquietas, solicita una cita con el proveedor de atención médica. Después de una evaluación inicial, es posible que este te remita a un médico que se especialice en afecciones del sistema nervioso (neurólogo) o a un especialista en sueño.

A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para la cita médica.

Qué puedes hacer

  • Anota tus síntomas, incluso cuándo comenzaron y cuándo suelen aparecer.
  • Anota la información médica más importante, incluidas otras afecciones que tengas y cualquier medicamento de venta libre o recetado que estés tomando, entre ellos vitaminas y suplementos. También anota si hay antecedentes de síndrome de las piernas inquietas en tu familia.
  • Pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe. La persona que te acompañe puede recordar información que hayas pasado por alto u olvidado.
  • Anota todas las preguntas que quieras hacerle al proveedor de atención médica.

Algunas preguntas básicas que debes hacerle al proveedor de atención médica sobre el síndrome de las piernas inquietas incluyen las siguientes:

  • ¿Cuál es la causa más probable de los signos y síntomas?
  • ¿Existen otras causas posibles?
  • ¿Qué pruebas necesito hacerme?
  • ¿Qué opciones de tratamiento están disponibles para esta afección?
  • Tengo otras afecciones médicas. ¿Cuál es la mejor manera de controlarlas?
  • ¿Qué medidas de cuidado personal podría tomar para mejorar mis síntomas?
  • ¿Hay algún material educativo que me pueda llevar? ¿Qué sitios web me recomiendas?
  • ¿Dónde puedo encontrar un grupo de apoyo para personas con síndrome de las piernas inquietas?

Qué esperar del médico

Es probable que también te haga estas preguntas:

  • ¿Tienes una necesidad irresistible de mover las piernas?
  • ¿Qué palabras describen los síntomas?
  • ¿Tus síntomas comienzan mientras estás sentado o acostado?
  • ¿Tus síntomas empeoran por la noche?
  • ¿El movimiento te hace sentir mejor?
  • ¿Te han dicho que pateas, sacudes o haces algún otro movimiento con las piernas mientras duermes?
  • ¿Sueles tener dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido?
  • ¿Estás cansado durante el día?
  • ¿Hay alguien más en tu familia que sufra de piernas inquietas?
  • ¿Cuánta cafeína consumes diariamente?
  • ¿Cuál es tu programa de ejercicios habitual?
  • ¿Corres riesgo de tener deficiencia de hierro debido a que limitas el consumo de carne en tu alimentación, donas sangre con frecuencia o has perdido sangre en una cirugía reciente?

Qué puedes hacer mientras tanto

Para aliviar tus síntomas, intenta:

  • Reducir o eliminar el consumo de cafeína, alcohol y tabaco.
  • Masajearte las piernas mientras tomas un baño de remojo tibio.

Last Updated Jan 26, 2024


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