Trastorno bipolar

Perspectiva general

El trastorno bipolar, antes denominado «depresión maníaca», es una enfermedad mental que causa cambios extremos en el estado de ánimo que comprenden altos emocionales (manía o hipomanía) y bajos emocionales (depresión).

Cuando te deprimes, puedes sentirte triste o desesperanzado y perder el interés o el placer en la mayoría de las actividades. Cuando tu estado de ánimo cambia a manía o hipomanía (menos extrema que la manía), es posible que te sientas eufórico, lleno de energía o inusualmente irritable. Estos cambios en el estado de ánimo pueden afectar el sueño, la energía, el nivel de actividad, el juicio, el comportamiento y la capacidad de pensar con claridad.

Los episodios de cambios en el estado de ánimo pueden ocurrir en raras ocasiones o muchas veces por año. Aunque la mayoría de las personas presenten síntomas emocionales entre los episodios, es posible que algunas no presenten ninguno.

Aunque el trastorno bipolar es una afección de por vida, puedes controlar los cambios en el estado de ánimo y otros síntomas siguiendo un plan de tratamiento. En la mayoría de los casos, el trastorno bipolar se trata con medicamentos y apoyo psicológico (psicoterapia).

Síntomas

Existen distintos tipos de trastorno bipolar y de trastornos relacionados. Estos pueden consistir en manía o hipomanía y depresión. Los síntomas pueden causar cambios impredecibles en el estado de ánimo y el comportamiento, lo cual da como resultado un gran sufrimiento e importantes dificultades en la vida.

  • Trastorno bipolar I. Has sufrido al menos un episodio maníaco que puede estar precedido o seguido de un episodio hipomaníaco o un episodio depresivo mayor. En algunos casos, la manía puede provocar una desconexión de la realidad (psicosis).
  • Trastorno bipolar II. Has sufrido, al menos, un episodio depresivo mayor y, como mínimo, un episodio hipomaníaco, pero nunca tuviste un episodio maníaco.
  • Trastorno ciclotímico. Has tenido durante al menos dos años —o un año en el caso de niños y adolescentes— muchos períodos con síntomas de hipomanía y períodos con síntomas depresivos (aunque menos graves que la depresión mayor).
  • Otros tipos. Estos comprenden, por ejemplo, el trastorno bipolar y los trastornos relacionados inducidos por ciertos medicamentos o bebidas alcohólicas, o debidos a una enfermedad, como la enfermedad de Cushing, la esclerosis múltiple o un accidente cerebrovascular.

El trastorno bipolar II no es una forma más leve de trastorno bipolar I, sino un diagnóstico diferente. Mientras que los episodios maníacos del trastorno bipolar I pueden ser graves y peligrosos, las personas que tienen trastorno bipolar II pueden estar deprimidas durante períodos más largos, lo cual puede causar un deterioro importante.

Si bien el trastorno bipolar puede aparecer a cualquier edad, generalmente se diagnostica en la adolescencia o poco después de los 20 años. Los síntomas pueden variar de una persona a otra y pueden cambiar con el paso del tiempo.

Manía e hipomanía

La manía y la hipomanía son dos tipos diferentes de episodios, pero tienen los mismos síntomas. La manía es más grave que la hipomanía y causa problemas más notorios en el trabajo, la escuela y las actividades sociales, así como dificultades en las relaciones. Además, la manía puede provocar una desconexión de la realidad (psicosis) y requerir hospitalización.

Tanto los episodios maníacos como los hipomaníacos comprenden tres o más de los siguientes síntomas:

  • Episodios anormales de optimismo, nerviosismo o tensión
  • Aumento de actividad, energía o agitación
  • Sensación exagerada de bienestar y confianza en sí mismo (euforia)
  • Menor necesidad de dormir
  • Locuacidad inusual
  • Frenesí de ideas
  • Distracción
  • Tomar malas decisiones, como hacer compras compulsivas, tener prácticas sexuales riesgosas o hacer inversiones absurdas

Episodio depresivo mayor

Un episodio depresivo mayor consiste en síntomas que son lo suficientemente graves para causar dificultades evidentes en las actividades cotidianas, como el trabajo, la escuela, las actividades sociales o las relaciones. Un episodio comprende cinco o más de los siguientes síntomas:

  • Estado anímico depresivo, como sentirse triste, vacío, desesperanzado o tener ganas de llorar (en niños y adolescentes, el estado anímico depresivo puede manifestarse como irritabilidad)
  • Marcada pérdida del interés o de la capacidad para sentir placer en todas —o en casi todas— las actividades
  • Adelgazamiento importante sin hacer dieta, aumento de peso, o disminución o aumento del apetito (en niños, la imposibilidad para aumentar de peso según lo esperado puede ser un signo de depresión)
  • Insomnio o dormir demasiado
  • Agitación o comportamiento más lento
  • Fatiga o pérdida de la energía
  • Sentimientos de inutilidad, o culpa excesiva o inadecuada
  • Disminución de la capacidad para pensar o para concentrarse, o indecisión
  • Pensar en el suicidio, planificarlo o intentarlo

Otras características del trastorno bipolar

Los signos y síntomas del trastorno bipolar I y II pueden comprender otras características, como depresión ansiosa, melancolía, psicosis u otros. De acuerdo con el momento en que ocurren los síntomas, estos pueden tener etiquetas de diagnóstico tales como «de ciclos rápidos» o «mixtos». Asimismo, los síntomas del trastorno bipolar pueden presentarse durante el embarazo o cambiar de acuerdo con las estaciones del año.

Síntomas en niños y en adolescentes

Los síntomas de trastorno bipolar pueden ser difíciles de identificar en niños y en adolescentes. Con frecuencia es difícil poder decir si esos altibajos son normales, si son el resultado de estrés o de un trauma, o señales de un problema de salud mental en lugar de trastorno bipolar.

Los niños y los adolescentes pueden tener episodios diferentes de trastorno depresivo mayor o de manía o hipomanía; sin embargo, el patrón puede apartarse del de los adultos con trastorno bipolar. Y los estados de ánimo pueden cambiar con rapidez durante los episodios. Es posible que algunos niños tengan, entre los episodios, períodos en los que no presenten síntomas relacionados con el estado de ánimo.

Los signos más notables de trastorno bipolar en niños y en adolescentes pueden comprender cambios importantes en el estado de ánimo que se diferencian de sus cambios anímicos habituales.

Cuándo consultar al médico

A pesar de los extremos anímicos, las personas que padecen trastorno bipolar a menudo no reconocen hasta qué punto su inestabilidad emocional altera su vida y la de sus seres queridos, y no reciben el tratamiento que necesitan.

Además, si eres como algunas personas que tienen trastorno bipolar, quizás disfrutes de la sensación de euforia y de los ciclos de ser más productivo. Sin embargo, la euforia siempre viene seguida de un bajón emocional que puede dejarte deprimido, exhausto —y hasta quizá con problemas económicos, legales o de relaciones—.

Consulta al médico o a un profesional de salud mental si tienes algún síntoma de depresión o de manía. El trastorno bipolar no mejora solo. Recibir tratamiento de parte de un profesional de salud mental con experiencia en trastornos bipolares puede ayudarte a controlar los síntomas.

Cuándo pedir ayuda de urgencia

Los pensamientos y los comportamientos suicidas son frecuentes en las personas que tienen trastorno bipolar. Si tienes pensamientos relacionados con lastimarte a ti mismo, llama al 911 o al número local de emergencias, dirígete a una sala de emergencias o cuéntaselo a un familiar o amigo de confianza. También puedes llamar a una línea directa para prevención del suicidio. En los EE. UU., llama o envía un mensaje de texto al 988 para comunicarte con la Línea de Prevención del Suicidio y Crisis 988, disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana. También puedes usar el chat de ayuda en línea Lifeline Chat. Los servicios son gratuitos y confidenciales.

Si tienes un ser querido que corre peligro de suicidarse o ha tenido un intento de suicidio, asegúrate de que alguien se quede con esa persona. Llama de inmediato al 911 o al número local de emergencias. Asimismo, si crees que puedes hacerlo de forma segura, lleva a la persona a la sala de emergencias del hospital más cercano.

Causas

Se desconoce la causa exacta del trastorno bipolar, pero este puede implicar varios factores, entre ellos:

  • Diferencias biológicas. Las personas con trastorno bipolar tienen cambios físicos en el cerebro. La importancia de estos cambios aún es incierta, pero con el tiempo puede ayudar a identificar las causas.
  • Genética. El trastorno bipolar es más frecuente en personas que tienen un familiar de primer grado (como hermanos o padres) con esta enfermedad. Los investigadores están buscando genes que puedan intervenir en el origen del trastorno bipolar.

Factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer trastorno bipolar o que pueden actuar como desencadenantes del primer episodio son:

  • Tener un pariente consanguíneo (como padre o hermano) con trastorno bipolar
  • Períodos de mucho estrés, como la muerte de un ser querido u otras experiencias traumáticas
  • Abuso de alcohol o de drogas

Complicaciones

Si no se trata, el trastorno bipolar puede provocar problemas graves que afectan todos los aspectos de la vida, como:

  • Problemas relacionados con el consumo de alcohol y de drogas
  • Suicidio o intentos de suicidio
  • Problemas legales o financieros
  • Relaciones dañadas
  • Desempeño deficiente en el trabajo o en la escuela

Afecciones simultáneas

Si padeces trastorno bipolar, es posible que también tengas otra afección que se deba tratar junto con este trastorno. Algunas afecciones pueden empeorar los síntomas del trastorno bipolar o hacer que el tratamiento tenga menos éxito. Por ejemplo:

  • Trastornos de ansiedad
  • Trastornos de la alimentación
  • Trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
  • Problemas de drogas o alcohol
  • Problemas de salud física, como enfermedades cardíacas, problemas de tiroides, dolores de cabeza u obesidad

Prevención

No existe una forma de prevenir el trastorno bipolar. Sin embargo, recibir tratamiento tan pronto aparecen los primeros signos de un trastorno de salud mental puede ayudar a evitar que el trastorno bipolar u otras enfermedades de salud mental empeoren.

Si te han diagnosticado trastorno bipolar, algunas estrategias pueden ayudarte a evitar que los síntomas leves se conviertan en episodios maníacos o depresivos completos:

  • Presta atención a las señales de advertencia. Tratar los síntomas de forma temprana puede evitar que los episodios empeoren. Es posible que hayas identificado un patrón en los episodios bipolares y qué es lo que los desencadena. Si sientes que estás a punto de entrar en un episodio maníaco o depresivo, llama a tu médico. Pídeles a tus familiares o amigos que también estén atentos a las señales de advertencia.
  • Evita las drogas y el alcohol. El consumo de alcohol o drogas recreativas puede empeorar los síntomas y aumentar las probabilidades de que regresen.
  • Toma tus medicamentos exactamente como se te indicó. Es posible que te sientas tentado a suspender el tratamiento: no lo hagas. Si dejas de tomar el medicamento o reduces la dosis por tu cuenta, es posible que sufras efectos de abstinencia o que los síntomas empeoren o regresen.

Diagnóstico

Para determinar si padeces trastorno bipolar, tu evaluación puede comprender:

  • Exploración física. El médico puede realizarte una exploración física y análisis de laboratorio para identificar cualquier problema médico que pudiera estar causando los síntomas.
  • Evaluación psiquiátrica. El médico puede derivarte a un psiquiatra, quien hablará contigo acerca de tus pensamientos, sentimientos y patrones de comportamiento. Es posible que también completes una autoevaluación psicológica o un cuestionario. Con tu permiso, les podría solicitar a tus familiares o amigos cercanos que brinden información sobre tus síntomas.
  • Llevar un registro del estado de ánimo. Es posible que te soliciten que lleves un registro diario de tu estado de ánimo, los patrones de sueño u otros factores que podrían ayudar con el diagnóstico y a encontrar el tratamiento correcto.
  • Criterios para el trastorno bipolar. El psiquiatra puede comparar tus síntomas con los criterios para el trastorno bipolar y trastornos relacionados que se describen en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-5), publicado por la American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría).

Diagnóstico en niños

Aunque el diagnóstico de trastorno bipolar en niños y adolescentes comprenda los mismos criterios aplicados a los adultos, sus síntomas suelen tener patrones diferentes y es posible que no se ajusten exactamente a las categorías de diagnóstico.

Asimismo, a los niños que padecen trastorno bipolar a menudo también se les diagnostican otras enfermedades de salud mental, como trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o problemas de conducta, lo que puede hacer que el diagnóstico sea más complicado. Se recomienda la derivación a un psiquiatra infantil con experiencia en trastorno bipolar.

Tratamiento

La mejor persona para guiar el tratamiento es un médico especializado en diagnosticar y tratar enfermedades mentales (psiquiatra) que esté capacitado en el tratamiento del trastorno bipolar y otros trastornos relacionados. Es posible que cuentes con un equipo de tratamiento que también conste de un psicólogo, un asistente social y un enfermero psiquiátrico.

El trastorno bipolar es una afección de por vida. El tratamiento está dirigido a controlar los síntomas. De acuerdo con tus necesidades, el tratamiento puede comprender:

  • Medicamentos. A menudo, deberás comenzar a tomar medicamentos para equilibrar de inmediato tus estados de ánimo.
  • Tratamiento continuo. El trastorno bipolar requiere tratamiento con medicamentos de por vida, incluso durante los períodos en los que te sientas mejor. Aquellas personas que se saltean el tratamiento de mantenimiento tienen un mayor riesgo de que reaparezcan los síntomas o de que los cambios menores en su estado de ánimo se conviertan en episodios completos de manía o de depresión.
  • Programas de tratamiento de día. Es posible que el médico recomiende un programa de tratamiento de día. Estos programas brindan el apoyo y la terapia que necesitas mientras mantienes los síntomas bajo control.
  • Tratamiento del abuso de sustancias. Si tienes problemas de consumo de alcohol o drogas, también necesitarás un tratamiento para el abuso de sustancias. De lo contrario, puede que sea difícil controlar el trastorno bipolar.
  • Hospitalización. El médico puede recomendar la hospitalización si estás teniendo comportamientos peligrosos, si tienes pensamientos de suicidio o si te sientes desconectado de la realidad (en estado psicótico). Recibir tratamiento psiquiátrico en un hospital puede ayudarte a mantenerte calmado y seguro, así como también puede estabilizar tu estado de ánimo, ya sea que estés teniendo un episodio maníaco o depresivo mayor.

Los tratamientos principales para el trastorno bipolar consisten en medicamentos y terapia psicológica (psicoterapia) para controlar los síntomas, y pueden comprender grupos de apoyo y de educación.

Medicamentos

Se utiliza una serie de medicamentos para tratar el trastorno bipolar. Los tipos y las dosis de medicamentos se recetan según los síntomas en particular.

Los medicamentos pueden comprender:

  • Estabilizadores del estado de ánimo. Generalmente, necesitarás tomar medicamentos estabilizadores del estado de ánimo para controlar los episodios maníacos o hipomaníacos. Los ejemplos de estabilizadores del estado de ánimo comprenden el litio (Lithobid), el ácido valproico (Depakene), el divalproato sódico (Depakote), la carbamazepina (Tegretol, Equetro u otros) y la lamotrigina (Lamictal).
  • Antipsicóticos. Si persisten los síntomas de depresión o manía a pesar del tratamiento con otros medicamentos, puede resultar útil añadir un medicamento antipsicótico como olanzapina (Zyprexa), risperidona (Risperdal), quetiapina (Seroquel), aripiprazol (Abilify), ziprasidona (Geodon), lurasidona (Latuda) o asenapina (Saphris). El médico puede recetarte algunos de estos medicamentos solos o junto con un estabilizador del estado de ánimo.
  • Antidepresivos. El médico puede añadir un antidepresivo para ayudar a controlar la depresión. Debido a que, en ocasiones, los antidepresivos pueden desencadenar un episodio maníaco, por lo general, se recetan junto con un estabilizador del estado de ánimo o un antipsicótico.
  • Antidepresivo-antipsicótico. El medicamento Symbyax combina el antidepresivo fluoxetina y el antipsicótico olanzapina. Funciona como tratamiento contra la depresión y como un estabilizador del estado de ánimo.
  • Medicamentos para la ansiedad. Las benzodiacepinas pueden ayudar con la ansiedad y mejorar el sueño, pero suelen utilizarse a corto plazo.

Encontrar el medicamento adecuado

Encontrar los medicamentos adecuados para ti probablemente requiera un poco de prueba y error. Si alguno no funciona contigo, hay otros que puedes probar.

Este proceso requiere paciencia, ya que algunos medicamentos tardan de semanas a meses en hacer efecto por completo. Por lo general, solo se modifica un medicamento por vez, para que el médico pueda identificar cuáles son aquellos que alivian los síntomas con la menor cantidad de efectos secundarios molestos. Quizás también sea necesario ajustar los medicamentos a medida que cambian los síntomas.

Efectos secundarios

Por lo general, los efectos secundarios leves mejoran a medida que se hallan los medicamentos indicados y las mejores dosis para ti, y tu cuerpo se adapta a la medicación. Habla con el médico o el profesional de salud mental si tienes efectos secundarios molestos.

No hagas ningún cambio ni dejes de tomar los medicamentos. Si dejas de tomar los medicamentos, es posible que sufras efectos de abstinencia o que los síntomas empeoren o regresen. Esto puede causar mucha depresión, pensamientos suicidas o un episodio maníaco o hipomaníaco. Si crees que necesitas hacer un cambio, llama a tu médico.

Medicamentos y embarazo

Existen varios medicamentos para el trastorno bipolar que pueden asociarse a defectos de nacimiento y que pueden pasar al bebé a través de la leche materna. Hay ciertos medicamentos, como ácido valproico y divalproato sódico, que no deben consumirse durante el embarazo. Además, los medicamentos anticonceptivos pueden perder efectividad cuando se toman junto con ciertos tipos de medicamentos para el trastorno bipolar.

Si es posible, habla con el médico acerca de las opciones de tratamiento antes de quedar embarazada. Si tomas medicamentos para tratar el trastorno bipolar y crees que puedes estar embarazada, habla con el médico de inmediato.

Psicoterapia

La psicoterapia es una parte fundamental del tratamiento para el trastorno bipolar y puede realizarse en forma individual, familiar o grupal. Existen varios tipos de terapias que pueden ayudar. Estas comprenden las siguientes:

  • Terapia interpersonal y de ritmo social. La terapia interpersonal y de ritmo social se centra en la estabilización de los ritmos diarios, como dormir, despertarse y comer. Una rutina regular permite controlar mejor el estado de ánimo. Las personas con trastorno bipolar pueden beneficiarse si establecen una rutina diaria de sueño, dieta y ejercicio.
  • Terapia cognitiva conductual. La atención se centra en identificar creencias y comportamientos negativos y poco saludables, y reemplazarlos por otros que sean positivos y saludables. La terapia cognitiva conductual puede ayudar a identificar qué desencadena los episodios bipolares. También aprendes estrategias eficaces para controlar el estrés y enfrentar situaciones angustiantes.
  • Psicoeducación. Obtener información sobre el trastorno bipolar (psicoeducación) puede ayudarlos a ti y a tus seres queridos a comprender esta enfermedad. Informarse sobre lo que sucede puede ayudar a obtener el mejor apoyo, a identificar problemas, a elaborar un plan para prevenir recaídas y a respetar el tratamiento.
  • Terapia centrada en la familia. El apoyo familiar y la comunicación pueden ayudarte a respetar el plan de tratamiento y pueden servir para que tú y tus seres queridos reconozcan y controlen los signos de advertencia de los cambios en el estado de ánimo.

Otras opciones de tratamiento

Según tus necesidades, pueden añadirse otros tratamientos a la terapia para la depresión.

Durante la terapia electroconvulsiva, se aplican corrientes eléctricas a través del cerebro para desencadenar a propósito una breve convulsión. Al parecer, la terapia electroconvulsiva provoca cambios en la química del cerebro que pueden revertir los síntomas de algunas enfermedades mentales. La terapia electroconvulsiva puede ser una opción de tratamiento para el trastorno bipolar si no mejoras con los medicamentos, si no puedes tomar antidepresivos por razones de salud, como un embarazo, o si corres un alto riesgo de suicidarte.

Se está investigando la estimulación magnética transcraneal como opción para quienes no responden a los antidepresivos.

Tratamiento en niños y adolescentes

Por lo general, los tratamientos para niños y adolescentes se deciden de acuerdo con el caso, según los síntomas, los efectos secundarios de los medicamentos y otros factores. Generalmente, los tratamientos comprenden:

  • Medicamentos. Por lo general, a los niños y adolescentes con trastorno bipolar se les recetan los mismos tipos de medicamentos que a los adultos. Existen menos investigaciones sobre la seguridad y la eficacia de los medicamentos para el trastorno bipolar en niños con respecto al trastorno bipolar en adultos, por lo que las decisiones de tratamiento se suelen basar en las investigaciones sobre este trastorno en los adultos.
  • Psicoterapia. La terapia inicial y a largo plazo puede ayudar a evitar que regresen los síntomas. La psicoterapia puede ayudar a los niños y a los adolescentes a vivir con sus rutinas, desarrollar la capacidad de enfrentar desafíos o situaciones, abordar dificultades de aprendizaje, resolver problemas sociales, y fortalecer la comunicación y los lazos familiares. Y, si es necesario, puede ayudar a tratar los problemas de abuso de sustancias que son frecuentes en niños mayores y adolescentes con trastorno bipolar.
  • Psicoeducación. La psicoeducación puede consistir en conocer los síntomas del trastorno bipolar y la manera en que difieren de la conducta relacionada con la edad de desarrollo de tu hijo, la situación y la conducta cultural adecuada. Comprender el trastorno bipolar también puede ayudarte a brindarle apoyo a tu hijo.
  • Apoyo. El trabajo conjunto con maestros y terapeutas escolares y el apoyo de familiares y amigos puede ser útil para identificar los servicios necesarios y lograr el éxito.

Estilo de vida y remedios caseros

Probablemente tengas que hacer un cambio en el estilo de vida para detener los ciclos de conducta que empeoran el trastorno bipolar. Estas son algunas medidas que puedes tomar:

  • Deja de beber alcohol o usar drogas recreativas. Uno de los problemas más grandes con el trastorno bipolar son las consecuencias negativas que tienen las conductas riesgosas y el abuso de drogas o alcohol. Si tienes dificultades para dejarlos por tu cuenta, pide ayuda.
  • Establece relaciones saludables. Rodéate de personas que sean una influencia positiva. Tus amigos y familiares pueden brindarte su apoyo y ayudarte a buscar los signos de advertencia de los cambios en el estado de ánimo.
  • Establece una rutina saludable. Tener una rutina habitual para dormir, comer y hacer actividad física puede ayudarte a equilibrar los estados de ánimo. Consulta con el médico antes de comenzar un programa de ejercicios. Lleva una dieta saludable. Si tomas litio, consulta con tu médico cuál es la ingesta adecuada de líquido y sal. Si tienes problemas para dormir, habla con el médico o profesional de salud mental sobre lo que puedes hacer.
  • Consulta antes de tomar otros medicamentos. Llama al médico que te está tratando por trastorno bipolar antes de tomar medicamentos recetados por otro médico o cualquier suplemento o medicamento de venta libre. En ocasiones, otros medicamentos desencadenan episodios de depresión o manía, o pueden interferir en la acción de los medicamentos que estás tomando para el trastorno bipolar.
  • Considera mantener un registro de tu estado de ánimo. Mantener un registro diario de tus estados de ánimo, tratamientos, hábitos de sueño, actividades y sentimientos puede ayudar a identificar desencadenantes, opciones de tratamiento efectivas y momentos en los que se necesite ajustar el tratamiento.

Medicina alternativa

No hay mucha investigación sobre la medicina complementaria o alternativa —a veces llamada «medicina integrativa»— y el trastorno bipolar. La mayoría de los estudios abordan la depresión mayor, por lo que no está claro cómo funcionan estos enfoques no tradicionales en el trastorno bipolar.

Si decides usar la medicina complementaria o alternativa además del tratamiento recomendado por el médico, primero toma algunas precauciones:

  • No suspendas los medicamentos recetados ni faltes a las sesiones de terapia. La medicina complementaria o alternativa no reemplaza a la atención médica habitual a la hora de tratar el trastorno bipolar.
  • Sé sincero con los médicos y con los profesionales de salud mental. Cuéntales exactamente qué tratamientos complementarios o alternativos usas o te gustaría probar.
  • Ten en cuenta los peligros potenciales. Los productos complementarios o alternativos no están regulados del mismo modo que los medicamentos con receta. Solo porque es natural no significa que sea seguro. Antes de usar la medicina complementaria o alternativa, habla con el médico acerca de los riesgos; entre ellos, las posibles interacciones graves con los medicamentos.

Estrategias de afrontamiento, y apoyo

Afrontar el trastorno bipolar puede ser un desafío. A continuación, te damos algunas estrategias que pueden ayudarte:

  • Infórmate acerca del trastorno bipolar. Aprender sobre la afección que padeces puede darte las herramientas necesarias y motivarte para continuar con tu plan de tratamiento y reconocer los cambios de estado de ánimo. Ayuda a educar a tu familia y a tus amigos sobre lo que afrontas.
  • Mantente concentrado en tus objetivos. Aprender a controlar el trastorno bipolar puede llevar tiempo. Mantente motivado teniendo presentes tus objetivos y recordándote que puedes comenzar a hacer lo posible para reparar las relaciones dañadas y el resto de los problemas causados por los cambios en el estado de ánimo.
  • Únete a un grupo de apoyo. Los grupos de apoyo para personas que padecen trastorno bipolar pueden ayudarte a ponerte en contacto con otras personas que enfrentan desafíos similares y a compartir experiencias.
  • Encuentra medios saludables. Investiga formas saludables de canalizar tu energía, como pasatiempos, ejercicio físico y actividades recreativas.
  • Aprende formas de relajarte y de controlar el estrés. El yoga, el taichí, los masajes, la meditación u otras técnicas de relajación pueden ser útiles.

Preparación antes de la cita

Puedes comenzar yendo a ver al médico de atención primaria o a un psiquiatra. Se recomienda que te acompañe a la consulta un familiar o un amigo, si es posible, para que te brinde su apoyo y te ayude a recordar información.

Qué puedes hacer

Antes de la consulta, haz una lista con lo siguiente:

  • Cualquier síntoma que hayas tenido, incluso los que parezcan no tener relación con el motivo de la consulta
  • Tu información personal más importante, incluso lo que te genere mayor estrés o cualquier cambio reciente en tu vida
  • Todos los medicamentos, vitaminas, hierbas u otros suplementos que tomes, y sus dosis
  • Preguntas para hacerle al médico

Algunas preguntas para hacerle al médico pueden ser:

  • ¿Tengo trastorno bipolar?
  • ¿Existen otras causas posibles de mis síntomas?
  • ¿Qué tipos de pruebas tendré que hacerme?
  • ¿Qué tratamientos hay disponibles? ¿Cuál me recomiendas?
  • ¿Qué efectos secundarios se pueden producir con este tratamiento?
  • ¿Cuáles son las alternativas al enfoque principal que sugieres?
  • Tengo otros problemas de salud. ¿Cómo puedo controlar mejor estas afecciones de manera conjunta?
  • ¿Debería consultar a un psiquiatra o a otro profesional de salud mental?
  • ¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento que me recetaron?
  • ¿Hay folletos u otro material impreso que pueda consultar?
  • ¿Qué sitios web recomiendas?

Durante la consulta, no dudes en hacer otras preguntas.

Qué esperar del médico

Probablemente el médico te hará una serie de preguntas. Prepárate para responderlas, de manera que ahorres tiempo y puedas dedicarlo a repasar los puntos en los que quieras concentrarte. El médico puede preguntarte:

  • ¿Cuándo fue la primera vez que tú o tus seres queridos comenzaron a notar los síntomas?
  • ¿Con qué frecuencia cambias de estado de ánimo?
  • ¿Alguna vez tienes pensamientos suicidas cuando te sientes triste?
  • ¿Los síntomas dificultan tu vida diaria o tus relaciones?
  • ¿Tienes algún familiar consanguíneo que tenga trastorno bipolar o depresión?
  • ¿Qué otras enfermedades físicas o mentales tienes?
  • ¿Bebes alcohol, fumas o usas drogas recreativas?
  • ¿Cuánto duermes en la noche? ¿Cambia con el tiempo?
  • ¿Atraviesas períodos en los que asumes riesgos que normalmente no asumirías, como relaciones sexuales inseguras o decisiones económicas espontáneas e imprudentes?
  • ¿Existe algo que, al parecer, esté mejorando los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, esté empeorando los síntomas?

Last Updated Dec 13, 2022


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