Trastorno de síntomas somáticos

Perspectiva general

En el trastorno somatomorfo, hay un foco importante en los síntomas físicos, como dolor o fatiga, hasta el punto en que causa una gran angustia emocional y problemas para desenvolverse en la vida diaria. Puedes o no tener otra enfermedad asociada con estos síntomas, pero tu reacción a los síntomas no es normal.

A menudo, piensas lo peor acerca de tus síntomas y haces consultas frecuentes con el médico, ya que continúas buscando una explicación, aun cuando se han descartado otras enfermedades graves. Los problemas de salud pueden convertirse en un foco tan importante de tu vida que te resulte difícil desenvolverte, lo que en ocasiones puede llevar a la discapacidad.

Si tienes un trastorno somatomorfo, es posible que padezcas una gran angustia física y emocional. El tratamiento puede ayudar a aliviar los síntomas, ayudarte a enfrentarlos y mejorar tu calidad de vida.

Síntomas

Las características de los síntomas del trastorno somatomorfo pueden ser las siguientes:

  • Son sensaciones específicas, como dolor o dificultad para respirar, o síntomas más generales, como cansancio o debilidad
  • No están relacionados con una causa médica identificable, o se relacionan con un trastorno médico como el cáncer o la enfermedad cardíaca pero son más importantes de lo que se espera
  • Son síntomas únicos, múltiples o variables
  • Son leves, moderados o graves

El dolor es el síntoma más frecuente, pero cualquiera sean los síntomas, existen pensamientos, sentimientos o comportamientos excesivos relacionados con tales síntomas, que pueden causar problemas importantes, dificultar la funcionalidad o, en ocasiones, incapacitar.

Estos pensamientos, sentimientos y comportamientos pueden tener las siguientes características:

  • Preocupación constante sobre posibles enfermedades
  • Interpretación de sensaciones físicas normales como signos de enfermedades físicas graves
  • Temor sobre la gravedad de los síntomas, aún sin que exista evidencia
  • Pensamientos sobre la amenaza o daño que representan las sensaciones físicas
  • Sensación de que la evaluación o el tratamiento médico no han sido adecuados
  • Temor de que la actividad física pueda causar daños al cuerpo
  • Revisión repetitiva del cuerpo en busca de anomalías
  • Consultas frecuentes al médico que no eliminan las preocupaciones o que las empeoran
  • Ausencia de respuesta al tratamiento médico o sensibilidad inusual a los efectos secundarios de los medicamentos
  • Afectación más intensa de la esperada para el trastorno médico

En el caso del trastorno somatomorfo, cobra más importancia que los síntomas físicos que se tengan, la forma en que se interpretan, la reacción que provocan y el efecto que tienen sobre la vida cotidiana.

Cuándo debes consultar con un médico

Ya que los síntomas físicos pueden estar relacionados con problemas médicos, es importante recibir la evaluación del proveedor principal de atención médica si no estás seguro de qué causa los síntomas. Si el proveedor principal de atención médica cree que tienes trastorno somatomorfo, quizás te derive con un profesional de la salud mental.

El cuidado de un ser querido

Cuando se producen los síntomas físicos que se consideran trastorno somatomorfo, puede ser difícil aceptar que se ha eliminado una enfermedad potencialmente mortal como la causa. Los síntomas causan una angustia real para la persona y el consuelo no siempre resulta útil. Anima a tu ser querido a considerar la derivación con un profesional de la salud mental para aprender formas de enfrentar las reacciones a los síntomas y las incapacidades que provocan.

La incapacidad física puede hacer que la persona se haga dependiente, y necesite atención física y apoyo emocional adicional, lo que puede resultar agotador para la persona responsable del cuidado y generar estrés a las familias y las relaciones. Si te sientes abrumado por tu papel como persona responsable del cuidado, quizás necesites hablar con un profesional de la salud mental para hablar sobre tus propias necesidades.

Causas

La causa exacta del trastorno de síntomas somáticos no es clara, pero cualquiera de estos factores puede influir:

  • Factores genéticos y biológicos, como mayor sensibilidad al dolor
  • Influencia familiar, que puede ser genética, ambiental o ambas
  • Rasgo de negatividad en la personalidad, que puede impactar en la forma en que identificas y percibes la enfermedad y los síntomas corporales
  • Menor percepción de las emociones o problemas para procesarlas, lo que provoca que el foco sea los síntomas físicos en lugar de los problemas emocionales
  • Conducta aprendida, por ejemplo, la atención y otros beneficios obtenidos luego de haber padecido una enfermedad; o las «conductas de dolor» en respuesta a síntomas, como evitar excesivamente la actividad, lo cual puede aumentar tu nivel de discapacidad

Factores de riesgo

Los factores de riesgo del trastorno de síntomas somáticos comprenden:

  • Sentir ansiedad o depresión
  • Tener una enfermedad o estar recuperándose de una enfermedad
  • Estar en riesgo de padecer una enfermedad, por ejemplo, tener antecedentes familiares importantes de una enfermedad
  • Vivir sucesos estresantes, traumas o violencia
  • Haber vivido traumas en el pasado, como abuso sexual infantil
  • Tener un nivel de educación o socioeconómico bajos

Complicaciones

El trastorno de síntomas somáticos puede asociarse con lo siguiente:

  • Salud deficiente
  • Problemas para desenvolverse en la vida diaria, entre ellos, discapacidad física
  • Problemas con las relaciones
  • Problemas en el trabajo o desempleo
  • Otros trastornos mentales, como ansiedad, depresión o trastornos de personalidad
  • Aumento del riesgo de suicidio relacionado con depresión
  • Problemas económicos debido a exceso de consultas para el cuidado de la salud

Prevención

Poco se sabe acerca de cómo prevenir el trastorno de síntomas somáticos. Sin embargo, estas recomendaciones pueden ayudar.

  • Si tienes problemas de ansiedad o depresión, busca ayuda profesional lo antes posible.
  • Aprende a reconocer cuándo estás estresado y cómo esto afecta tu cuerpo, y practica periódicamente técnicas de control del estrés y de relajación.
  • Si crees que padeces un trastorno de síntomas somáticos, busca un tratamiento a tiempo, a fin de ayudar a evitar que los síntomas se agraven y perjudiquen tu calidad de vida.
  • Cumple con tu plan de tratamiento para ayudar a evitar las recaídas o el agravamiento de los síntomas.

Diagnóstico

Para determinar un diagnóstico, es probable que deban hacerte un examen físico y las pruebas que recomiende el médico. El médico u otro proveedor de atención médica pueden ayudarte a determinar si tienes alguna enfermedad que requiera tratamiento.

El médico también puede derivarte a un profesional de salud mental, que puede que haga lo siguiente:

  • Realizar una evaluación psicológica para hablar de tus síntomas, temores o preocupaciones, situaciones estresantes, problemas en tus relaciones, situaciones que puedes estar evitando y antecedentes familiares
  • Pedirte que llenes una autoevaluación o un cuestionario psicológico
  • Preguntarte sobre el consumo de alcohol, drogas u otras sustancias

Criterios para el diagnóstico

El Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5), publicado por American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría), enfatiza estos puntos en el diagnóstico del trastorno somatomorfo:

  • Tienes uno o más síntomas somáticos, por ejemplo, dolor y fatiga, que son angustiantes o causan problemas en tu vida diaria
  • Tienes pensamientos excesivos y constantes sobre la gravedad de tus síntomas, tienes un nivel de ansiedad persistentemente alto acerca de tu salud o de tus síntomas, o dedicas demasiado tiempo y energía a tus síntomas o preocupaciones sobre tu salud
  • Continúas teniendo síntomas que te preocupan, por lo general, durante más de seis meses, a pesar de que los síntomas pueden variar

Tratamiento

El propósito del tratamiento es mejorar los síntomas y la capacidad de funcionar en la vida diaria. La psicoterapia, también llamada terapia conversacional, puede ser útil para el trastorno somatomorfo. En ocasiones se puede agregar medicación, en especial si también te sientes con depresión.

Psicoterapia

Ya que los síntomas físicos pueden estar relacionados con el agotamiento psicológico y con ansiedad de alto nivel, la psicoterapia, especialmente la terapia cognitivo-conductual (CBT), puede ayudar a mejorar los síntomas físicos.

La terapia cognitivo-conductual puede ayudarte con lo siguiente:

  • Examinar y adaptar tus creencias y expectativas sobre la salud y los síntomas físicos
  • Aprender a reducir el estrés
  • Aprender a lidiar con los síntomas físicos
  • Reducir la preocupación sobre los síntomas
  • Dejar de evitar situaciones o actividades a causa de las sensaciones físicas incómodas
  • Mejorar la funcionalidad cotidiana en el hogar, el trabajo, las relaciones y las situaciones sociales
  • Enfrentar la depresión y otros trastornos de salud mental

La terapia familiar también puede ser útil para examinar las relaciones familiares, y mejorar el apoyo y funcionamiento familiar.

Medicamentos

Los medicamentos antidepresivos pueden ayudar a reducir los síntomas relacionados con la depresión y el dolor que suelen aparecer con el trastorno somatomorfo.

Si un medicamento no funciona bien para ti, es posible que el médico recomiende cambiar a otro medicamento o combinar algunos medicamentos para aumentar la efectividad. Ten en cuenta que es posible que la mejoría en los síntomas se note recién después de varias semanas de haber iniciado el tratamiento con medicamentos.

Consulta con el médico acerca de las opciones de medicamentos y los efectos secundarios y riesgos posibles.

Estilo de vida y remedios caseros

Aunque el tratamiento profesional ayuda a mejorar el trastorno somatomorfo, también puedes adoptar medidas de estilo de vida y cuidado personal, que incluyen las siguientes:

  • Trabaja con los proveedores de atención. Trabaja con el proveedor de atención médica y con el profesional de la salud mental para determinar un cronograma de consultas regular en el que hablarán de tus preocupaciones y construirán una relación de confianza. También pongan límites razonables en la cantidad de análisis, evaluaciones y derivaciones con otros especialistas. Evita buscar el consejo de varios médicos o de visitas a la sala de emergencias que podrían dificultar la coordinación de la atención y te pueden exponer a análisis duplicados.
  • Pon en práctica técnicas de relajación y control del estrés. El aprendizaje de técnicas de relajación y de control del estrés, como la relajación muscular progresiva, pueden ayudar a mejorar los síntomas.
  • Realiza actividad física. Un programa de actividad gradual puede tener un efecto relajante sobre tu humor, mejorar los síntomas físicos y ayudarte a mejorar la función física.
  • Sé parte de actividades. Involúcrate en tu trabajo y en las actividades sociales y familiares. No esperes a que tus síntomas desaparezcan para participar.
  • Evita el alcohol y las drogas recreativas. El consumo de sustancias puede dificultar la atención. Habla con el proveedor de atención médica si necesitas ayuda para dejar estos hábitos.

Preparación antes de la cita

Además de una evaluación médica, es posible que tu médico de atención primaria te derive a un psiquiatra o un psicólogo para una evaluación y un tratamiento.

Lo que puedes hacer

Antes de la consulta, prepara una lista de lo siguiente:

  • Tus síntomas, incluso cuándo aparecieron por primera vez y cómo afectaron tu vida diaria
  • Información personal esencial, incluidos eventos traumáticos en el pasado o cualquier factor estresante importante
  • Información médica, que comprende otras enfermedades de salud física o mental que tengas
  • Medicamentos, vitaminas, suplementos a base de hierbas y de otro tipo, así como las dosis
  • Preguntas para hacerle al médico o profesional de salud mental

Pídele a un familiar o a un amigo de confianza que te acompañe a la consulta, si es posible, para que te brinde su apoyo y te ayude a recordar información.

Estas son algunas preguntas que puedes hacer:

  • ¿Tengo un trastorno somatomorfo?
  • ¿Qué enfoque de tratamiento me recomienda?
  • ¿La terapia sería útil en mi caso?
  • Si me recomienda terapia, ¿con qué frecuencia la necesitaré y durante cuánto tiempo?
  • Si me recomienda medicamentos, ¿cuáles son los posibles efectos secundarios?
  • ¿Durante cuánto tiempo tendré que tomar medicamentos?
  • ¿Cómo controlará si mi tratamiento funciona?
  • ¿Hay alguna medida de cuidado personal que pueda tomar para ayudar a controlar mi enfermedad?
  • ¿Tiene folletos u otro material impreso que me pueda llevar?
  • ¿Qué sitios web me recomienda?

No tengas miedo de hacer otras preguntas que puedas tener.

Qué esperar de tu médico

Es posible que el proveedor de atención primaria o el profesional de la salud mental te pregunte lo siguiente:

  • ¿Cuáles son tus síntomas y cuándo aparecieron por primera vez?
  • ¿De qué manera los síntomas afectan tu vida, por ejemplo en la escuela, el trabajo y las relaciones personales?
  • ¿Te han diagnosticado un trastorno de salud mental o se lo diagnosticaron a algún familiar cercano?
  • ¿Te han diagnosticado alguna enfermedad?
  • ¿Consumes alcohol o drogas recreativas? ¿Con qué frecuencia?
  • ¿Haces actividad física con regularidad?

El proveedor de atención médica o el profesional de salud mental te harán otras preguntas según tus respuestas, síntomas y necesidades. Preparar y anticipar las preguntas te ayudará a aprovechar al máximo el tiempo de la consulta.

Last Updated Nov 20, 2018


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