Cómo afrontar la ansiedad: ¿puede la alimentación marcar una diferencia?

Los síntomas de ansiedad pueden hacer que te sientas mal. Afrontar la ansiedad puede ser un desafío y, a menudo, requiere hacer modificaciones en el estilo de vida. No existen cambios alimentarios que puedan curar la ansiedad, pero prestar atención a lo que se come puede ayudar.

Prueba con poner en práctica estas medidas:

  • Incluye proteínas en el desayuno. Si comes proteínas en el desayuno, puedes sentirte satisfecho durante más tiempo y la glucemia se mantendrá en niveles normales, de modo que tendrás más energía para comenzar el día.
  • Consume hidratos de carbono complejos. Se cree que los hidratos de carbono aumentan el nivel de serotonina en el cerebro, lo cual genera un efecto tranquilizante. Consume alimentos ricos en hidratos de carbono complejos, como los granos integrales, por ejemplo, avena, quinua, y panes y cereales integrales. Evita los alimentos que contienen hidratos de carbono simples, como las comidas y bebidas azucaradas.
  • Bebe mucha agua. Incluso una deshidratación leve puede afectar el estado de ánimo.
  • Reduce o evita el consumo de alcohol. El alcohol puede producir inmediatamente un efecto tranquilizante. Pero, a medida que el organismo lo procesa, puedes ponerte irritable. El alcohol también puede interferir en el sueño.
  • Limita o evita la cafeína. No consumas bebidas con cafeína. Pueden hacerte sentir tenso y nervioso, además de interferir en el sueño.
  • Presta atención a la sensibilidad a los alimentos. En algunas personas, determinados alimentos o aditivos pueden provocar reacciones físicas desagradables. En ciertos casos, estas reacciones pueden generar cambios en el estado de ánimo, tales como irritabilidad o ansiedad.
  • Intenta consumir comidas equilibradas y saludables. La alimentación saludable es importante para la salud física y mental en general. Come muchas frutas y vegetales frescos, pero no en exceso. También ayuda comer regularmente pescados ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón.

Los cambios en la alimentación pueden marcar una diferencia en tu estado de ánimo general o en la sensación de bienestar, pero no sustituyen el tratamiento. Los cambios en el estilo de vida, como mejorar los hábitos de sueño, aumentar el apoyo social, utilizar técnicas para reducir el estrés y hacer actividad física de forma regular, también pueden ser de ayuda. Sé paciente, dado que puede pasar un tiempo hasta que estos cambios repercutan en la ansiedad.

Si la ansiedad es intensa o interfiere con las actividades cotidianas o con la alegría de vivir, quizás necesites apoyo psicológico (psicoterapia), medicamentos u otro tratamiento.

Last Updated May 24, 2017


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