Cómo tratar el eccema del bebé

El baño y la humectación diarios son clave para tratar el eccema del bebé, también llamado dermatitis atópica infantil. Usa un limpiador suave y agua tibia. Después de un baño de no más de 15 minutos, enjuaga completamente y seca con golpecitos suaves a tu bebé y aplícale un ungüento o una crema sin fragancia, como vaselina, mientras la piel aún está húmeda. Humecta la piel al menos dos veces por día, quizás cuando le cambies el pañal. Cuando pruebes una nueva crema humectante, hazlo primero en una pequeña área de la piel del niño para asegurarte de que la tolera bien.

Los signos y síntomas del eccema del bebé también se pueden aliviar evitando agentes irritantes, como telas que pican y jabones fuertes, así como temperaturas extremas. Para evitar que el niño se rasque la erupción, puede ser útil mantenerle las uñas cortas o ponerle guantes de algodón mientras duerme.

Haz examinar a tu bebé si la afección persiste o la erupción es de color violeta, tiene costras y piel supurante o ampollas. Un niño que tiene fiebre y erupción puede necesitar también una evaluación. Habla con el médico sobre la aplicación de un ungüento o una crema medicinales o los baños de lejía para aliviar los síntomas. Administra medicamentos y baños de lejía según las indicaciones del pediatra.

La mayoría de los niños dejan de presentar eccema infantil al alcanzar los 3 a 5 años de edad.