Golpes en la cabeza: ¿en qué casos son lesiones graves?

Probablemente no. El traumatismo de cabeza por jugar o practicar deportes es una inquietud común de los padres, pero rara vez un golpe en la cabeza provoca una lesión grave.

La frente y el cuero cabelludo tienen un suministro elevado de sangre, y las lesiones en estas zonas a menudo provocan sangrado debajo de la piel. Cuando el sangrado solo ocurre en una zona, provoca moretones e hinchazón (hematoma).

Ten en cuenta que incluso un golpe menor en la cabeza puede provocar una hinchazón grande. La velocidad, el impulso y el tamaño de la persona (adolescentes mayores en comparación con niños pequeños) y las fuerzas implicadas (como el impacto contra un suelo de hormigón u otra superficie dura) pueden aumentar la posibilidad de sufrir una lesión grave.

Cuándo debes consultar a un médico

La American Academy of Pediatrics (Academia Estadounidense de Pediatría) recomienda que llames al proveedor de atención médica de tu hijo por cualquier cosa que sea más que un ligero golpe en la cabeza.

Si tu hijo no tiene signos de una lesión grave en la cabeza, permanece alerta, se mueve con normalidad y te responde, la lesión probablemente sea leve y no suele necesitar más pruebas.

Generalmente, se produce cuando la lesión en la cabeza es lo suficientemente grave como para ocasionar sangrado en el cerebro o alrededor de este. Este tipo de sangrado puede provocar un hematoma intracraneal, que es una afección grave que genera presión sobre el cerebro.

Consulta a un proveedor en el plazo de 1 a 2 días tras una lesión importante en la cabeza con síntomas continuos, incluso si no se necesita atención de emergencia.

Busca atención médica de emergencia si tu hijo tiene lo siguiente:

  • Pérdida del conocimiento, confusión o desorientación después de una lesión en la cabeza

También debes buscar atención médica de emergencia si tu hijo presenta los siguientes signos o síntomas después de una lesión en la cabeza, que pueden indicar una conmoción cerebral:

  • Dolor de cabeza persistente o que empeora
  • Falta de equilibrio
  • Vómitos
  • Sangre o líquidos transparentes que salen de la nariz o de los oídos
  • Pérdida de la memoria o confusión
  • Cambios de humor, como irritabilidad

Last Updated Jul 19, 2022


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