Embolización arterial uterina

Perspectiva general

La embolización arterial uterina es un tratamiento mínimamente invasivo para los fibromas uterinos, tumores no cancerosos en el útero. En la embolización arterial uterina, también llamada embolización de fibromas uterinos, el médico utiliza un tubo flexible y delgado (catéter) para inyectar pequeñas partículas (agentes embólicos) en las arterias uterinas, las cuales suministran sangre a los fibromas y el útero. El objetivo es bloquear los vasos sanguíneos de los fibromas, restringir el flujo de sangre en los fibromas y causar que estos se reduzcan y mueran.

Por qué se debe hacer

Los fibromas uterinos pueden producir síntomas graves en algunas mujeres, como sangrado menstrual intenso, dolor pélvico e hinchazón del abdomen. La embolización arterial uterina destruye el tejido fibroide y alivia estos síntomas. Y provee una alternativa a la cirugía para remover los fibromas (miomectomía).

Podrás elegir la embolización arterial uterina si eres premenopáusica y:

  • Si tienes dolor intenso o sangrado intenso por los fibromas uterinos
  • Si quieres evitar la cirugía, o si la cirugía es muy riesgosa para ti
  • No quieres perder el útero
  • Optimizar un futuro embarazo no es tu mayor preocupación

Riesgos

En raras ocasiones, las mujeres que se someten a una embolización arterial uterina sufren complicaciones importantes. El riesgo de complicaciones de una embolización arterial uterina es casi igual al de los tratamientos quirúrgicos de fibromas. Estos pueden ser:

  • Infección. Un fibroma que se degenera puede dar lugar al crecimiento de bacterias y provocar una infección en el útero (endomiometritis). Muchas infecciones uterinas se pueden tratar con antibióticos, pero, en casos extremos, es posible que la infección requiera una histerectomía.
  • Daños en otros órganos. Se puede producir la embolización involuntaria en otro órgano o tejido, aunque no existe un riesgo alto como con la cirugía. Tanto si te sometes a una embolización como a una cirugía, existe la posibilidad de que se produzca una interrupción en la irrigación sanguínea del ovario, ya que los ovarios y el útero comparten algunos vasos sanguíneos. Si te encuentras cerca de la menopausia (perimenopausia), dicha interrupción puede llevar a la menopausia, pero esto es algo raro si tienes 40 años o menos.
  • Posibles problemas en embarazos futuros. Muchas mujeres tienen embarazos saludables luego de someterse a una embolización arterial uterina. Sin embargo, cierta evidencia sugiere que las complicaciones en el embarazo, como anomalías en la placenta que se implanta en el útero, pueden aumentar después del procedimiento.

    Si quieres tener un hijo, habla con el médico sobre los riesgos de la cirugía y sobre cómo la embolización arterial uterina puede afectar tu fertilidad y tu futuro embarazo.

Motivos para evitar este procedimiento

Evita la embolización arterial uterina en los siguientes casos:

  • Si estás embarazada
  • Si tienes un posible cáncer pélvico
  • Si tienes una infección pélvica activa, reciente o crónica
  • Si tienes una enfermedad que afecta los vasos sanguíneos (enfermedad vascular)
  • Si eres alérgica a material de contraste que contiene yodo

La mayoría de los tamaños y de las ubicaciones de los fibromas se pueden tratar con una embolización arterial uterina. Sin embargo, los fibromas extremadamente grandes pueden ser tan grandes que provocan complicaciones y es necesario otro método para quitarlos.

Algunos fibromas que se encuentran principalmente dentro del útero (submucoso pediculado) se pueden expulsar por vía vaginal luego del procedimiento. Por último, si los fibromas ya no tienen irrigación sanguínea (se degeneraron), la embolización arterial uterina no tendrá ningún beneficio.

Habla acerca de los beneficios y los riesgos de la embolización arterial uterina con tu ginecólogo-obstetra o con un radiólogo intervencionista, un médico que utiliza técnicas de diagnóstico por imágenes para guiar procedimientos que serían imposibles con una cirugía convencional.

Cómo prepararte

La embolización arterial uterina, por lo general, la realiza un radiólogo intervencionista o un especialista en ginecología y obstetricia que cuenta con una capacitación en embolización arterial uterina.

Alimentos y medicamentos

La noche anterior al procedimiento, no comas ni bebas después de la medianoche o después de la hora que te indique el médico. Si estás tomando medicamentos, pregúntale al médico si debes dejar de tomarlos antes o después del procedimiento.

Lo que puedes esperar

Para ver el útero y los vasos sanguíneos, el radiólogo utiliza un radioscopio. El dispositivo es un haz de rayos X pulsante que produce imágenes en movimiento de las estructuras internas y las muestra en el monitor de una computadora.

Antes del procedimiento

En la sala de radiología, te colocarán en una de tus venas una vía intravenosa (IV) mediante la cual recibirás líquidos, anestesia, antibióticos y analgésicos.

Durante el procedimiento

El procedimiento comprende lo siguiente:

  • Anestesia. Se te administrará un tipo de anestesia que reduce el dolor y ayuda a que te relajes, pero que te mantiene despierta (sedación consciente).
  • Acceso a vasos sanguíneos. El médico realiza una pequeña incisión en la piel sobre la arteria femoral, un vaso sanguíneo grande que pasa a lo largo de la ingle. Luego, el médico inserta un catéter en la arteria y lo guía hasta una de las dos arterias uterinas. Por lo general, puede acceder a ambas arterias uterinas a través de una incisión.
  • Cartografía del vaso sanguíneo e inyección. El líquido de contraste que se inyecta, que generalmente contiene yodo, fluye por la arteria uterina y sus ramas, y permite que se puedan ver en el monitor del radioscopio. Los fibromas se «iluminan» más que otro tejido uterino.

    El radiólogo identifica el área correcta de la arteria uterina y luego inyecta el vaso sanguíneo con partículas pequeñas hechas de plástico o gelatina. El flujo sanguíneo transporta las partículas para obstruir los vasos del fibroma.

    Luego de inyectar más contraste en la arteria uterina, el médico controla imágenes adicionales para asegurarse de que la sangre no esté llegando a los fibromas. Luego, se repiten los mismos pasos en la segunda arteria uterina.

Después del procedimiento

En la habitación de recuperación, el equipo de atención supervisa tu estado y te administra medicamentos para controlar episodios de náuseas y dolor. Cuando desaparecen los efectos de la anestesia, te llevan a la habitación del hospital para tenerte bajo observación durante la noche.

  • Posición. Debes permanecer recostada por varias horas para evitar los estancamientos de sangre (hematoma) en la arteria femoral.
  • Dolor. El efecto secundario primario de la embolización arterial uterina es el dolor, que puede ser una reacción de la restricción del flujo sanguíneo hacia los fibromas y una disminución temporal del flujo sanguíneo al tejido uterino normal. Por lo general, el mayor dolor se siente durante las primeras 24 horas. Para controlar el dolor, te administran analgésicos.
  • Observación. El síndrome de posembolización —caracterizado por fiebre baja, dolor, fatiga, náuseas y vómitos— es frecuente luego de la embolización arterial uterina.

    Los síntomas del síndrome de posembolización alcanzan su pico máximo aproximadamente dentro de las 48 horas luego del procedimiento y, por lo general, desaparecen solos dentro de una semana. Se deben evaluar los síntomas continuos que no mejoran gradualmente para detectar trastornos más graves, como una infección.

    Al día siguiente, se retira la sonda urinaria y se te aconseja que camines. La recuperación generalmente es rápida, y las complicaciones no son frecuentes.

Recuperación

La mayoría de las mujeres regresan a casa el día posterior al procedimiento con analgésicos orales recetados. Por lo general, el dolor desaparece en uno o dos días, pero en algunas mujeres puede durar hasta por algunas semanas.

Controla tu recuperación para detectar lo siguiente:

  • Flujo vaginal. Es posible que tengas un flujo vaginal acuoso o con aspecto de mucosidad por unas pocas semanas a un mes luego de la embolización arterial uterina. El flujo debería desaparecer sin tratamiento. En algunas mujeres, los restos de los fibromas se eliminan a través de la vagina.
  • Infección. Dentro de las cuatro semanas del procedimiento, regresa al médico de atención primaria o ginecólogo-obstetra para que te realice un examen de seguimiento a fin de descartar una infección. Los signos y síntomas de la infección comprenden fiebre, escalofríos y dolor. Raramente, se informan casos de flujo vaginal e infecciones retrasadas semanas o meses después del procedimiento.

Seguimiento

Es posible que te hagan una resonancia magnética (RM) el próximo año para controlar la disminución del tamaño u otros cambios en los fibromas o en el útero. Normalmente, los médicos programan el primer examen para tres meses después de la intervención quirúrgica.

Liberación de los agentes embólicos

Se inyectan partículas pequeñas (agentes embólicos) en la arteria uterina a través de un catéter pequeño. Los agentes embólicos se dirigen a los fibromas y se alojan en las arterias que los alimentan. Esto detiene el suministro de sangre para eliminar la fuente de alimentación de los tumores.

Ilustración de la cateterización de arteria uterina

El radiólogo realiza una incisión menor de 1/4 pulgada (6 milímetros) en la piel sobre la ingle. Luego introduce un catéter en la arteria femoral, lo guía hasta una de las arterias uterinas y libera diminutas partículas en los vasos.

Resultados

Por lo general, la embolización arterial uterina proporciona un alivio significativo de los síntomas. También afecta el período menstrual y puede tener algún impacto sobre la fertilidad.

  • Alivio de los síntomas. La mayoría de las mujeres sienten un alivio significativo de los síntomas en los primeros tres meses luego del tratamiento. Además, algunas investigaciones muestran que, cinco años después del tratamiento, la embolización arterial uterina continúa reduciendo síntomas como el sangrado intenso, la incontinencia urinaria y el agrandamiento abdominal en la mayoría de las mujeres. Estos resultados parecen ser comparables con los de la miomectomía, donde se retiran quirúrgicamente los fibromas y se repara el útero.
  • Menstruación. Es posible que el período menstrual continúe con su regla normal. Si no se presenta algún período, probablemente lo tendrás dentro de unos pocos meses.

    Una cantidad reducida de mujeres ingresan a la menopausia luego del procedimiento. El riesgo parece ser mayor entre las mujeres de 45 años de edad o más.

  • Efecto en la infertilidad. Si bien el riesgo de entrar en la menopausia después del procedimiento es bajo, el daño sutil en los ovarios puede hacer que sea más difícil quedar embarazada. También puede existir un mayor riesgo de sufrir complicaciones en el embarazo, especialmente la conexión o la colocación anormales de la placenta. A pesar de estos riesgos, muchas mujeres han tenido embarazos saludables luego de someterse a una embolización arterial uterina.

    Sin embargo, se necesitan estudios más extensos y a más largo plazo para determinar el impacto de la embolización arterial uterina en la fertilidad y el embarazo, y también se deben comparar los riesgos de esta con los riesgos de la cirugía.

Last Updated Jun 8, 2019


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