Terapia sexual

Perspectiva general

La terapia sexual es un tipo especializado de psicoterapia, un término general para tratar problemas de salud mental al hablar con un profesional de salud mental. A través de la terapia sexual, puedes abordar tus inquietudes sobre la función sexual, los sentimientos sexuales y la intimidad, ya sea en una terapia individual o en una terapia familiar o de pareja. La terapia sexual puede ser eficaz para personas de cualquier edad, sexo u orientación sexual.

La terapia sexual generalmente es proporcionada por psicólogos, trabajadores sociales, médicos o terapeutas con licencia que tienen formación avanzada en temas relacionados con la salud sexual y de las relaciones. Los terapeutas sexuales certificados completaron una licenciatura y pueden demostrar sus competencias en terapia sexual mediante la acreditación de la American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists (Asociación Estadounidense de Educadores, Asesores y Terapeutas Sexuales, AASECT).

Los terapeutas sexuales no tienen contacto sexual con los clientes, ni en el consultorio ni en ningún otro lugar. La orientación sexual que implica el contacto físico no forma parte de la terapia sexual convencional.

La terapia sexual suele ser de corta duración, con un número limitado de sesiones. Sin embargo, los planes de tratamiento dependen de las inquietudes y los objetivos que se aborden.

Por qué se debe hacer

La terapia sexual puede ayudarte a resolver distintos problemas sexuales, desde inquietudes acerca de la función sexual hasta dificultades en tu relación sexual. Mediante la terapia sexual, puedes enfocarte en este tipo de problemas:

  • Cuestiones relacionadas con el deseo o la excitación sexual
  • Cuestiones relacionadas con los intereses sexuales o la orientación sexual
  • Conducta sexual impulsiva o compulsiva
  • Inquietudes de funcionamiento eréctil
  • Eyaculación precoz (eyacular antes de tiempo)
  • Dificultad con la excitación sexual
  • Problemas para llegar al orgasmo (anorgasmia)
  • Relaciones sexuales dolorosas (dispareunia)
  • Problemas en la intimidad relacionados con una discapacidad o enfermedad crónica
  • Problemas relacionados con experiencias sexuales previas no deseadas

Cómo prepararte

Puedes pedirle a tu proveedor de atención primara una derivación a un terapeuta sexual, o puedes averiguar en un hospital o centro médico local si tienen una clínica de medicina sexual. Tu seguro de salud o programa de asistencia del empleado también podrían ofrecer recomendaciones.

Como otra opción podrías verificar con una organización profesional como AASECT (American Association of Sexuality Educators, Counselors and Therapists, Asociación Estadounidense de Educadores, Asesores y Terapeutas Sexuales). O busca en los sitios web de organizaciones profesionales de psicólogos, trabajadores sociales clínicos con licencia y psiquiatras para encontrar a un proveedor de terapia sexual calificado y con licencia.

Antes de programar sesiones con un terapeuta sexual, considera si el terapeuta sería adecuado para ti. Podrás realizar preguntas como las que se detallan a continuación.

  • Educación y experiencia. ¿Cuáles son tus antecedentes académicos y de capacitación? ¿Tienes autorización estatal? ¿Tienes credenciales de la AASECT? ¿Qué experiencia tienes con mi problema sexual en particular?
  • Logística. ¿Dónde está tu consultorio? ¿Cuál es el horario de atención en tu consultorio?
  • Plan de tratamiento. ¿Cuánto dura cada sesión? ¿Con qué frecuencia se programan las sesiones? ¿Cuánto tiempo podría esperar que continúe el tratamiento? ¿Cuál es la política en cuanto a cancelación de sesiones?
  • Honorarios y seguro médico. ¿Cuánto cuesta cada sesión? ¿Tus servicios están cubiertos por mi plan de seguro médico? ¿Debo pagar la tarifa completa por adelantado?

Antes de la consulta

Prepárate para tu consulta haciendo una lista de lo siguiente:

  • Detalles de tu problema, como por ejemplo cuándo comenzó, si está siempre presente o aparece y desaparece, los profesionales que has visto y los tratamientos que has probado junto con sus resultados
  • Información personal clave, como por ejemplo tus enfermedades médicas y cualquier estrés importante o cambio reciente en la vida
  • Todos los medicamentos que estés tomando, incluidos los medicamentos de venta libre, las vitaminas, otros suplementos o preparados de hierbas, y las dosis
  • Preguntas para hacer a tu terapeuta sobre tus inquietudes sexuales

Lo que puedes esperar

Es posible que comiences la terapia sexual describiendo tus preocupaciones sexuales específicas. Los problemas sexuales pueden ser complicados, y el terapeuta debe contar con una idea clara de todos los factores involucrados. Por lo general, esto implica una evaluación inicial profunda de tus antecedentes y la presentación de inquietudes sexuales o de relación. Una vez que tu terapeuta sexual comprenda la situación, tú y tu terapeuta conversarán sobre formas de resolver tus inquietudes y mejorar tu comunicación e intimidad.

Hablar de sexo e intimidad inicialmente puede parecer incómodo o causarte ansiedad, pero los terapeutas sexuales están capacitados para tranquilizarte y tienen habilidad para identificar y explorar inquietudes sexuales.

Si tienes una relación, generalmente es muy útil incluir a tu pareja en las reuniones con el terapeuta sexual. Es probable que a ti y tu pareja se les asigne una serie de ejercicios de tarea, tales como:

  • Ejercicios de comunicación con tu pareja
  • Calmarse y concentrarse en lo que están sintiendo durante encuentros íntimos, por ejemplo, técnicas de atención plena
  • Leer artículos o ver videos educativos sobre salud sexual
  • Cambiar la manera de interactuar con tu pareja, tanto desde el punto de vista sexual como del no sexual

La terapia sexual suele ser a corto plazo. Algunas inquietudes pueden abordarse rápidamente, en unas pocas consultas. No obstante, comúnmente se necesitan varias sesiones de terapia psicológica.

A medida que avanza la terapia sexual, puedes usar las experiencias en tu hogar para identificar más inquietudes y mejorarlas con la terapia. Recuerda: el entrenamiento sexual que involucra el contacto físico no es parte de la terapia sexual convencional y va contra la ética de los profesionales de salud mental con licencia.

Otras cuestiones

Ten presente que las preocupaciones sobre las relaciones sexuales y la intimidad están vinculadas con cuestiones ocultas, como el estrés, la ansiedad o la depresión. En otros casos, la función sexual se ve afectada por enfermedades crónicas, los efectos secundarios de los medicamentos, la cirugía o el envejecimiento.

Dependiendo de tus inquietudes y de tu salud física, ver solo a un terapeuta sexual puede ser suficiente, o tu terapeuta sexual puede ser parte de un equipo que incluye a tu proveedor de atención primaria y otro profesional de la salud. Los medicamentos pueden ayudar con determinados problemas sexuales. Realizar una evaluación médica completa puede ayudar a determinar la naturaleza del problema y las opciones de tratamiento que podrían ser adecuadas.

Resultados

Mediante la terapia sexual, puedes aprender a expresar tus inquietudes de manera clara, a comprender mejor tus propias necesidades sexuales y a entender mejor las necesidades sexuales de tu pareja.

Recuerda que una terapia sexual eficaz requiere confianza y buena comunicación con tu terapeuta. Si no te sientes cómodo con tu terapeuta sexual o no confías en él, considera conversar sobre estas inquietudes en una sesión de terapia, o buscar otro terapeuta con quien te sientas más cómodo.

Last Updated Jun 20, 2019


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