Trasplante de hígado

Perspectiva general

Un trasplante de hígado es un procedimiento quirúrgico para extirpar el hígado que ya no funciona de forma adecuada (insuficiencia hepática) y reemplazarlo con un hígado saludable de un donante fallecido o con una parte de un hígado sano de un donante vivo.

El hígado es el órgano interno más grande y realiza varias funciones fundamentales, que incluyen las siguientes:

  • Procesa nutrientes, medicamentos y hormonas
  • Produce bilis, que ayuda al organismo a absorber grasas, colesterol y vitaminas liposolubles
  • Fabrica proteínas que intervienen en la coagulación sanguínea
  • Elimina bacterias y toxinas de la sangre
  • Previene infecciones y regula respuestas inmunitarias

En general, el trasplante de hígado se reserva como una opción de tratamiento para personas que tienen complicaciones significativas debido a una enfermedad hepática crónica en etapa terminal. El trasplante de hígado también puede ser una opción de tratamiento en casos raros de insuficiencia repentina de un hígado previamente sano.

La cantidad de personas que esperan un trasplante de hígado excede enormemente la cantidad disponible de hígados de donantes fallecidos.

Recibir parte del hígado de un donante vivo es una alternativa a tener que esperar un órgano proveniente de un donante fallecido. El trasplante de hígado de un donante vivo es posible porque el hígado humano se regenera y vuelve a su tamaño normal poco después de la extirpación quirúrgica de parte del órgano.

En 2018, se realizaron aproximadamente 8200 trasplantes de hígado en adultos y niños en los EE. UU. Entre estos, aproximadamente 390 se realizaron con hígados de donantes vivos. Al mismo tiempo, alrededor de 12 800 personas se registraron en la lista de espera para un trasplante de hígado.

El hígado

El hígado es el órgano más grande del cuerpo. Es casi del tamaño de una pelota de fútbol. Se ubica principalmente en la parte superior derecha de la zona del estómago, por encima del vientre.

Por qué se debe hacer

El trasplante de hígado es una opción de tratamiento para algunas personas con cáncer de hígado y para personas con insuficiencia hepática cuya afección no puede controlarse mediante otros tratamientos.

La insuficiencia hepática puede presentarse rápidamente o en un período más prolongado. La insuficiencia hepática que se produce rápidamente, en cuestión de semanas, se denomina insuficiencia hepática aguda. La insuficiencia hepática aguda es una afección poco común que suele ser resultado de complicaciones con ciertos medicamentos.

Aunque el trasplante de hígado puede tratar la insuficiencia hepática aguda, se utiliza con más frecuencia para tratar la insuficiencia hepática crónica. La insuficiencia hepática crónica aparece lentamente durante meses o años.

Es posible que la insuficiencia hepática crónica sea causada por diversas afecciones. La causa más común de insuficiencia hepática crónica es la cicatrización del hígado (cirrosis). Cuando se produce la cirrosis, el tejido cicatricial sustituye al tejido hepático normal y hace que el hígado no funcione correctamente. La cirrosis es el motivo más frecuentemente de un trasplante de hígado.

Algunas de las causas principales de la cirrosis que llevan a una insuficiencia hepática y un trasplante de hígado son las siguientes:

  • Hepatitis B y C.
  • Enfermedad hepática alcohólica, que causa daño en el hígado debido al consumo excesivo de alcohol.
  • Enfermedad del hígado graso no alcohólico, una afección en la que se acumula grasa en el hígado y esto causa inflamación o daño celular.
  • Enfermedades genéticas que afectan al hígado. Por ejemplo, la hemocromatosis, que causa una acumulación excesiva de hierro en el hígado, y la enfermedad de Wilson, que causa una acumulación excesiva de cobre en el hígado.
  • Enfermedades que afectan a los tubos que trasportan la bilis desde el hígado (conductos biliares). Por ejemplo, la cirrosis biliar primaria, la colangitis esclerosante primaria y la atresia biliar. La atresia biliar es el motivo más frecuente del trasplante de hígado en niños.

El trasplante de hígado también puede tratar ciertos tipos de cáncer que se originan en el hígado.

Hígado sano e hígado con cirrosis

Un hígado sano (izquierda) no muestra signos de cicatrices. En un hígado con cirrosis (derecha), el tejido cicatricial reemplaza el tejido hepático sano.

Riesgos

Complicaciones del procedimiento

La cirugía para el trasplante de hígado conlleva un riesgo de complicaciones serias. Existen riesgos asociados con el procedimiento en sí y con los medicamentos necesarios para prevenir el rechazo del hígado del donante después del trasplante.

Los riesgos asociados con el procedimiento comprenden los siguientes:

  • Complicaciones de los conductos biliares, como fugas del conducto colédoco o estrechamiento de los conductos biliares
  • Sangrado
  • Coágulos sanguíneos
  • Falla del hígado donado
  • Infección
  • Rechazo del hígado donado
  • Confusión mental o convulsiones

Las complicaciones a largo plazo también pueden comprender la recurrencia de la enfermedad hepática en el hígado trasplantado.

Efectos secundarios de los medicamentos contra el rechazo

Después de un trasplante de hígado, tomarás medicamentos durante el resto de tu vida para ayudar a evitar que el cuerpo rechace el hígado donado. Estos medicamentos antirrechazo pueden provocar diversos efectos secundarios, entre ellos se encuentran los siguientes:

  • Afinamiento del hueso
  • Diabetes
  • Diarrea
  • Dolores de cabeza
  • Presión arterial alta
  • Colesterol alto

Dado que los medicamentos antirrechazo funcionan mediante la supresión del sistema inmunitario, también aumentan el riesgo de contraer infecciones. El médico puede darte medicamentos que te ayuden a combatir las infecciones.

Cómo prepararte

Elección de un centro de trasplantes

Si el médico te recomienda un trasplante de hígado, es posible que te remita a un centro para trasplantes. Tienes la libertad de seleccionar un centro para trasplantes por tu cuenta o elegir un centro de la lista de proveedores preferidos de tu compañía de seguro.

Cuando consideres centros para trasplantes, te sugerimos lo siguiente:

  • Infórmate sobre la cantidad y los tipos de trasplantes que hace el centro por año.
  • Pide información sobre los índices de supervivencia de trasplante de hígado en el centro de trasplantes.
  • Compara las estadísticas del centro para trasplantes mediante la base de datos que mantiene el Registro Científico de Receptores de Trasplantes.
  • Conoce los costos que tendrás que afrontar antes, durante y después del trasplante. Los costos comprenderán exámenes, obtención del órgano, cirugía, internamiento en el hospital y trasporte desde y hasta el centro para el procedimiento y las citas médicas de seguimiento.
  • Ten en cuenta los servicios adicionales que presta el centro para trasplantes, como la coordinación de grupos de apoyo, la organización de viajes, la asistencia con el alojamiento local para el período de recuperación y las remisiones a otros recursos.
  • Evalúa el compromiso que tiene el centro de mantenerse actualizado con las tecnologías y técnicas de trasplante, lo cual indica que el programa está creciendo.

Después de haber seleccionado un centro de trasplante, necesitarás una evaluación para determinar si cumples con los requisitos de elegibilidad del centro. Cada centro para trasplantes tiene sus propios criterios de elegibilidad. Si un centro para trasplantes no te acepta, puedes realizar la evaluación en otro centro.

Los objetivos del proceso de evaluación son determinar si tú:

  • Estás lo suficientemente sano como para tolerar la cirugía y los medicamentos postrasplante de por vida
  • Tienes alguna enfermedad que pueda interferir en el éxito del trasplante
  • Estás dispuesto y eres capaz de tomar los medicamentos según las indicaciones y de seguir las sugerencias del equipo del trasplante

Algunas de las pruebas, procedimientos y consultas específicas que podrían realizarte son las siguientes:

  • Pruebas de laboratorio, como análisis de sangre y orina para evaluar la salud de los órganos, incluido el hígado
  • Pruebas de diagnóstico por imágenes, como una ecografía del hígado
  • Pruebas cardíacas para determinar la salud del aparato cardiovascular
  • Un examen de salud general, incluidos los exámenes de rutina de detección de cáncer, para evaluar tu salud general y para detectar cualquier otra enfermedad que pueda afectar el éxito del trasplante

La evaluación también puede incluir lo siguiente:

  • Asesoramiento nutricional con dietistas que evalúan tu dieta y te hacen recomendaciones sobre cómo planificar comidas saludables antes y después del trasplante
  • Evaluación psicológica para analizar y tratar problemas preexistentes, como depresión o ansiedad, y para determinar si comprendes por completo los riesgos de un trasplante de hígado
  • Reuniones con trabajadores sociales que evalúan tu red de apoyo para determinar si tienes amigos o familiares que ayuden a cuidarte después del trasplante
  • Asesoramiento para adicciones a fin de ayudar a personas que tienen dificultades para dejar el alcohol, las sustancias o el tabaco
  • Asesoramiento financiero para ayudarte a comprender el costo del trasplante y la atención médica posterior al trasplante y para determinar qué costos cubre tu seguro

Una vez que hayas realizado estas pruebas y consultas, el comité de selección del centro de trasplantes se reunirá para hablar sobre tu situación. El comité determinará si un trasplante de hígado es el mejor tratamiento para ti y si estás lo suficientemente sano para someterte a un trasplante.

Si la respuesta a ambas preguntas es afirmativa, te pondrán en la lista de espera de trasplantes de hígado.

Lo que puedes esperar

Antes del procedimiento

Colocación en la lista de espera

Los médicos utilizan los resultados de los análisis de la función hepática y otros factores para evaluar la gravedad de tu enfermedad, la urgencia con la que necesitas un trasplante y tu ubicación en la lista de espera de trasplantes de hígado.

La prioridad en la lista de espera de trasplantes se determina mediante un sistema de puntuación. Los médicos utilizan la puntuación del modelo para la enfermedad hepática terminal para adultos o de la enfermedad hepática en etapa terminal pediátrica para niños menores de 12 años.

Tu médico usará una fórmula específica para determinar la puntuación del modelo para la enfermedad hepática terminal, que puede variar entre 6 y 40. La puntuación calcula el riesgo de muerte en un plazo de 90 días sin trasplante. Una puntuación alta del modelo para la enfermedad hepática terminal indica la necesidad urgente de un trasplante.

A medida que se dispone de órganos de donantes fallecidos, estos se clasifican por grupo sanguíneo y se asignan de acuerdo con las puntuaciones del modelo para la enfermedad hepática terminal. Por lo general, a las personas con puntuaciones del modelo para la enfermedad hepática terminal más altas se les ofrece primero los hígados donados. El tiempo que transcurre en una lista de espera para un trasplante de hígado se utiliza para desempatar entre las personas con las mismas puntuaciones del modelo para la enfermedad hepática terminal y los mismos grupos sanguíneos.

Algunas afecciones hepáticas, como el cáncer de hígado, podrían hacer que una persona no obtenga una puntuación del modelo para la enfermedad hepática terminal alta. El centro de trasplantes puede solicitar puntos del modelo para la enfermedad hepática terminal adicionales para personas con enfermedades específicas si cumplen con los criterios de excepción definidos.

Además, los adultos con insuficiencia hepática aguda están exentos del sistema de priorización de órganos de donantes según el modelo para la enfermedad hepática terminal y pueden ser colocados en una posición más alta en la lista de espera de trasplantes según la gravedad de su enfermedad.

En espera de un hígado nuevo

La espera de un hígado donado puede variar mucho. Algunas personas esperan días, mientras que otras esperan meses o quizás nunca reciben un hígado de un donante fallecido.

Mientras esperas un hígado nuevo, el médico tratará las complicaciones de tu insuficiencia hepática para que te sientas lo más cómodo posible.

Las complicaciones de la insuficiencia hepática en etapa terminal son graves y es posible que te hospitalicen con frecuencia. Si tu hígado comienza a deteriorarse, se actualizará la puntuación del modelo para la enfermedad hepática terminal.

Donantes vivos de hígado

Un pequeño porcentaje de los trasplantes de hígado que se realizan cada año provienen de donantes vivos. En estos casos, los cirujanos trasplantan una pequeña parte del hígado de una persona sana. Los trasplantes de hígado de donantes vivos se utilizaron inicialmente en niños que necesitaban trasplantes de hígado debido a la escasez de órganos de tamaño adecuado de donantes fallecidos. Hoy en día, también es una opción para adultos que padecen enfermedad hepática en etapa terminal.

Los trasplantes de hígado de donantes vivos ofrecen una alternativa a la espera de un hígado de un donante fallecido, y permiten que el receptor del órgano evite posibles complicaciones de salud durante la espera de un trasplante. El primer paso consiste en identificar un donante vivo que esté sano y que pueda someterse con seguridad a un procedimiento quirúrgico importante. La edad, el grupo sanguíneo y el tamaño del órgano del donante también son consideraciones fundamentales para determinar si tú y el donante son compatibles para el trasplante de hígado de un donante vivo.

La mayoría de los donantes vivos de hígado son familiares o amigos cercanos del candidato a recibir el trasplante de hígado. Si tienes un familiar o amigo que desea donarte parte de su hígado, habla con el equipo del trasplante sobre esta opción.

Los trasplantes de donantes vivos tienen buenos resultados, al igual que los trasplantes de hígado de donantes fallecidos. Pero encontrar un donante vivo puede ser difícil. Los donantes vivos de hígado se someten a una evaluación extensa para asegurarse de que son compatibles con el receptor del órgano y para evaluar su salud física y mental. La cirugía también implica riesgos significativos para el donante.

El equipo del trasplante puede hablar sobre los beneficios y los riesgos contigo y con el posible donante.

Trasplante dominó de hígado

Otro tipo de trasplante de hígado de donante vivo no tan común es el llamado “trasplante dominó de hígado”. En un trasplante dominó de hígado, recibes un hígado de un donante vivo que tiene una enfermedad llamada amiloidosis familiar. La amiloidosis familiar es un trastorno muy poco común en el que depósitos anormales de proteínas se acumulan y con el tiempo dañan los órganos internos del cuerpo.

En este procedimiento, el donante con amiloidosis familiar recibe un trasplante de hígado para tratar su afección. Luego, el donante da su hígado en un trasplante dominó de hígado porque el órgano aún funciona bien. Con el tiempo, podrías tener síntomas de amiloidosis, pero suelen tardar décadas en desarrollarse.

Los médicos generalmente seleccionan receptores que tienen más de 55 años y de quienes se espera que no tengan síntomas antes del final de su expectativa natural de vida. Después del trasplante, los médicos controlan si hay signos de la afección.

Los médicos te evaluarán para determinar si eres candidato para un trasplante dominó de hígado o si otra opción de tratamiento sería más adecuada para tratar tu afección.

Mantente sano

Si estás esperando un hígado donado o si tu cirugía para el trasplante ya está programada, esfuérzate por mantenerte sano. Si estás sano y lo más activo posible, es más probable que estés preparado para la cirugía para el trasplante cuando llegue el momento. Esto también puede ayudar a acelerar tu recuperación de la cirugía. Esfuérzate y haz lo siguiente:

  • Toma los medicamentos según las indicaciones
  • Sigue las pautas de dieta y ejercicio
  • Asiste a todas las citas con el equipo de atención médica
  • Participa en actividades saludables, como relajarte y pasar tiempo con tus familiares y amigos.

Mantente en contacto con el equipo del trasplante y avísales si hay algún cambio significativo en tu salud. Si estás esperando un hígado donado, asegúrate de que el equipo del trasplante sepa cómo ponerse en contacto contigo en todo momento. Mantén preparado el bolso para el hospital y organiza el transporte hasta el centro de trasplantes con antelación.

Durante el procedimiento

Trasplante de hígado de donante fallecido

Si te notifican que el hígado de un donante fallecido está disponible, se te pedirá que vengas al hospital de inmediato. El equipo de atención médica te internará en el hospital y te realizará un examen para asegurar que estás en buenas condiciones de salud para la cirugía.

La cirugía para el trasplante de hígado se realiza bajo anestesia general, por lo que estarás en un estado similar al del sueño durante el procedimiento.

El cirujano de trasplante realiza una incisión larga en el estómago para acceder al hígado. La ubicación y el tamaño de la incisión varían según el criterio del cirujano y de tu propia anatomía.

El cirujano extrae el hígado y coloca el hígado del donante en el cuerpo. Luego, el cirujano conecta los vasos sanguíneos y los conductos biliares al hígado del donante. La cirugía puede durar hasta 12 horas, según tu situación.

Una vez que el nuevo hígado está en su lugar, el cirujano usa puntos y grapas para cerrar la incisión quirúrgica. Luego te llevan a la unidad de cuidados intensivos para comenzar con la recuperación.

Trasplante de hígado de donante vivo

Si recibirás un trasplante de hígado de un donante vivo, tu cirugía se programará con anticipación.

Los cirujanos primero operan al donante para retirar la parte del hígado para el trasplante. Luego los cirujanos retiran el hígado del paciente enfermo y colocan la parte donada del hígado en el cuerpo. Luego conectan los vasos sanguíneos y conductos biliares al nuevo hígado.

La parte del hígado trasplantada en el cuerpo y la parte que quedó en el cuerpo del donante se regeneran rápidamente, y alcanzan un volumen normal en varias semanas.

Después del procedimiento

Después de un trasplante de hígado

Después del trasplante de hígado, puedes esperar lo siguiente:

  • Posiblemente, permanecer algunos días en la unidad de cuidados intensivos. Los médicos y el personal de enfermería controlarán tu afección para detectar señales de complicaciones. También analizarán la función hepática con frecuencia para detectar señales de que tu nuevo hígado esté funcionando.
  • Estar entre 5 y 10 días en el hospital. Una vez que ya estés estable, te trasladarán a un área de recuperación de trasplante para continuar con la recuperación.
  • Realizarte exámenes médicos frecuentes mientras estés en recuperación en tu casa. El equipo del trasplante diseñará un programa de exámenes para ti. Al principio es probable que tengas que hacerte análisis de sangre varias veces por semana y, con el tiempo, con menos frecuencia.
  • Tomar medicamentos por el resto de tu vida. Deberás tomar varios medicamentos después del trasplante de hígado. Tendrás que seguir tomando muchos de estos por el resto de tu vida. Los medicamentos llamados inmunosupresores evitan que tu sistema inmunitario ataque el nuevo hígado. Otros medicamentos ayudan a reducir el riesgo de sufrir otras complicaciones después del trasplante.

Trascurrirán seis meses o más de tiempo de recuperación antes de que te sientas completamente curado luego de someterte a una cirugía para el trasplante de hígado. Es posible que puedas reanudar las actividades normales o volver a trabajar algunos meses después de la cirugía. El tiempo que te lleve recuperarte dependerá de lo enfermo que estabas antes del trasplante de hígado.

Trasplante de hígado de donante vivo

Durante la donación de hígado de donante vivo, los cirujanos extraen aproximadamente del 40 % al 70 % del hígado del donante y lo colocan en el receptor.

Regeneración del hígado del donante vivo

En un par de meses después de la cirugía de hígado de donante vivo, el hígado del donante generalmente vuelve a crecer y a alcanzar su tamaño, volumen y capacidad normales.

Resultados

Índices de supervivencia del trasplante de hígado

Las probabilidades de un trasplante de hígado exitoso y la supervivencia a largo plazo dependen de tu situación particular.

En general, alrededor del 75 % de las personas que se someten a un trasplante de hígado viven por lo menos cinco años más. Esto significa que de cada 100 personas que reciben un trasplante de hígado por cualquier motivo, cerca de 75 vivirán cinco años y 25 morirán en el transcurso de los cinco años.

Las personas que reciben un hígado de un donante vivo a menudo tienen mejores índices de supervivencia a corto plazo que las que reciben un hígado de un donante fallecido. Pero la comparación de los resultados a largo plazo es difícil pues quienes cuentan con un donante vivo por lo general tienen una espera más corta para el trasplante y no están tan enfermos como quienes reciben el hígado de un donante fallecido.

Los índices de supervivencia entre los receptores de un trasplante de hígado también varían entre los centros de trasplantes de los Estados Unidos y pueden encontrarse en línea en el Scientific Registry of Transplant Recipients (Registro Científico de Receptores de Trasplantes).

Last Updated Jan 19, 2024


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