Trasplante de tráquea y laringe

Perspectiva general

Por qué se debe hacer

Si tienes la laringe o la tráquea dañada y otros tratamientos no funcionaron, es posible que necesites un trasplante de tráquea.

Entre algunos de los motivos para tener un trasplante de tráquea, se incluyen los siguientes:

• Formación de cicatrices en la laringe o la tráquea
• Lesiones y daño graves en la laringe o la tráquea
• Estrechamiento de la tráquea desde el nacimiento
• Tumores en la laringe o la tráquea

El trasplante de tráquea puede ser una opción si estos tratamientos no te ayudaron:

• Una abertura en el cuello (traqueostomía)
• Una cirugía anterior en la laringe o la tráquea
• Una sonda (estent) colocada para abrir más la tráquea

Riesgos

Los riesgos pueden ocurrir durante el trasplante o después de este. Podrían ocurrir algunos problemas justo después de la cirugía y otros podrían ocurrir después.

Los riesgos son:

• Sangrado. El equipo de atención médica estará pendiente de que no pierdas sangre.

• Rechazo de la nueva tráquea. Después de un trasplante, tu sistema inmunitario detecta algo extraño en tu cuerpo y lo ataca.

  Recibirás medicamentos para disminuir la posibilidad de que tu cuerpo rechace la nueva tráquea. Es posible que tengas efectos secundarios como glucosa sanguínea elevada, problemas de riñones, hinchazón, infecciones, náuseas y otras afecciones. Si esto ocurre, recibirás tratamiento de inmediato.

• Infección. Puede ocurrir una infección después de cualquier cirugía y cuando tomas medicamentos contra el rechazo. Si presentas signos de una infección, como escalofríos, fiebre alta, fatiga reciente o dolor de cuerpo, llama al proveedor de atención médica de inmediato.

  También es importante reducir las posibilidades de contraer una infección. Evita las multitudes y el contacto con personas enfermas; lávate las manos con frecuencia y asegúrate de tener tus vacunas al día. También cuida de tus dientes y no compartas utensilios con otras personas.

Cómo prepararte

Si te estás preparando para un trasplante de laringe o tráquea, vienes de un recorrido muy largo.

Tomar las primeras medidas

Cuando tú y el médico hayan decidido que se te hará un trasplante, deberás elegir un centro de trasplantes. Los médicos de este centro te harán un examen para determinar si eres elegible para un trasplante. Tu equipo de atención médica examinará tu historial médico y todas tus pruebas anteriores. El equipo analizará contigo los beneficios y riesgos del trasplante.

Cuando elijas un centro, observa cuánta experiencia tiene. Cada centro debería tener estadísticas para que puedas consultar y comparar con otros centros.

Pregunta si el centro de trasplantes proporciona otros servicios que necesitarás, como grupos de apoyo, asistencia para los viajes y seguimiento a largo plazo.

Lo que puedes esperar

Durante tu trasplante

Estarás dormido durante el trasplante y recibirás medicamentos para que no sientas dolor. El cirujano retirará la tráquea dañada y coserá la nueva en su lugar.

Este procedimiento tarda varias horas, pero no tendrás noción del tiempo.

Después del trasplante

Cuando te despiertas, tendrás tubos en el cuerpo que te ayudarán a recuperarte. Tendrá tubos para la administración de oxígeno y líquidos intravenosos (IV), una intubación endotraqueal y un tubo para drenar la orina. Recibirás medicamentos para el dolor.

Pasarás de la sala de operaciones a la unidad de cuidados intensivos (UCI) para que te supervisen de cerca.

Con el paso del tiempo, el equipo te quitará los tubos y te pasará a una cama de hospital normal.

La cantidad de tiempo que se debe pasar en el hospital varía de una persona a otra, pero generalmente es unas pocas semanas.

Cuando te vayas del hospital, necesitarás atención de seguimiento por parte del equipo del trasplante. Dado que tomarás medicamentos antirrechazo, deberás seguir las instrucciones con cuidado. También deberás seguir una dieta y realizar los ejercicios que te indique el equipo de atención médica.

Resultados

Un trasplante de laringe o tráquea puede mejorar tu calidad de vida.

Este procedimiento puede restablecer las funciones que mejoran tu salud y bienestar.

Tendrás una cita de seguimiento y el equipo del trasplante te ayudará con otros recursos, como grupos de apoyo, programas de ejercicios y terapia del habla si es necesario. También es posible que recibas ayuda con la planificación de las comidas y que se te den instrucciones sobre tus medicamentos.

¿Qué sucede si el nuevo trasplante no funciona?

No todos los trasplantes funcionan. Esta cirugía es desafiante, pero existen nuevas técnicas con resultados prometedores. Si tienes problemas con tu trasplante, tu proveedor de atención médica te dirá cuáles son tus opciones.