Consejos para elegir y usar andadores
Un andador puede ayudarte a moverte después de una cirugía o de una fractura de hueso del pie o de la pierna. También puede resultar útil si tienes problemas de equilibrio, artritis y debilidad o inestabilidad en las piernas. Un andador te permite liberar peso de los pies y de las piernas conforme andas.
Tipos de andadores
Habla con tu médico, fisioterapeuta u otro miembro del equipo de atención médica sobre el tipo de andador más adecuado para ti. Estas son algunas opciones:
- Andador estándar. A un andador estándar se le suele llamar simplemente andador. Tiene cuatro patas con punta de goma. No tiene ruedas. Este tipo de andador es el que proporciona mayor estabilidad. Hay que elevarlo para desplazarlo.
- Andador de dos ruedas. Este andador tiene ruedas en las dos patas delanteras. Resulta útil si necesitas ayuda para cargar peso mientras te mueves o si te resulta difícil levantar un andador estándar. Puede resultar más fácil permanecer totalmente erguido con un andador de dos ruedas que con uno estándar. Puede ayudarte a mejorar la postura y a reducir el riesgo de caídas.
- Andador de cuatro ruedas. Este andador ofrece un apoyo de equilibrio constante. Este tipo de andador puede resultar útil si no tienes estabilidad cuando estás de pie. Sin embargo, es menos estable que un andador estándar. Si tienes problemas de resistencia, suele ofrecer la opción de un asiento.
- Andador de tres ruedas. Proporciona un apoyo de equilibrio constante. Sin embargo, es más ligero y fácil de mover que un andador de cuatro ruedas, sobre todo en espacios reducidos.
- Andador de rodilla. Se trata de un andador con una plataforma para la rodilla, cuatro ruedas y un mango. Para desplazarte, hay que dejar reposar la rodilla de la pierna lesionada en la plataforma y empujar el andador con la otra pierna. Este andador de rodilla se utiliza durante cortos periodos de tiempo cuando hay algún problema en el pie o el tobillo que impide caminar con facilidad.
Seleccionar una empuñadura
La mayoría de los andadores vienen con empuñaduras de plástico, pero también hay disponibles otras opciones. Puedes optar por unas empuñaduras de espuma o fundas para un cómodo agarre, sobre todo, si te sudan mucho las manos. Si tienes problemas para agarrarte con los dedos, puede que sea mejor optar por una empuñadura de mayor tamaño. La elección de la empuñadura correcta liberará tensión de las articulaciones. Independientemente de la opción que escojas, asegúrate de que no resbalará cuando utilices el andador.
Ajustar el andador
Ajusta tu andador de modo que tus brazos estén cómodos. De esta forma, se liberará tensión de los hombros y de la espalda. Para saber si tu andador tiene la altura correcta, acomódate en el andador y realiza lo siguiente:
- Comprueba la flexión del codo. Con los hombros relajados, coloca las manos en las empuñaduras. Los codos deben flexionarse en un ángulo cómodo de 15 grados aproximadamente.
- Comprueba la altura de la muñeca. Quédate de pie en el interior del andador y relaja los brazos al lado del cuerpo. La parte superior de la empuñadura del andador debe estar alineada con el pliegue interno de la muñeca.
Avanzar
Si tienes que dejar caer tu peso sobre el andador a medida que andas, comienza por desplazar el andador a un paso de distancia de ti. Mantén la espalda en posición vertical. No te inclines sobre el andador.
Avanzar hacia el andador
A continuación, si una de las piernas está lesionada o más débil que la otra, colócala primero en el área media del andador. Mantén el pie detrás de las patas delanteras del andador. Si avanzas demasiado, podrías perder el equilibrio. Mantén el andador quieto mientras caminas.
Dando pasos con el otro pie
Finalmente, presiona hacia abajo los asideros del andador para apoyar tu peso mientras llevas la otra pierna hacia delante. Repite el proceso moviendo el andador hacia delante y avanzando una pierna cada vez.
Moverse con cuidado
Sigue estas sugerencias para tu seguridad cuando utilices un andador:
- Mantente erguido mientras te desplaces. De esta forma, protegerás la espalda de tensiones o lesiones.
- Da los pasos hacia el andador en lugar de andar detrás de él.
- No empujes el andador muy lejos.
- Asegúrate de que los mangos están fijados a la altura adecuada.
- Da pequeños pasos y muévete lentamente cuando gires.
- Ten cuidado cuando utilices un andador en superficies resbaladizas, irregulares o con alfombras.
- Ten cuidado con los objetos que haya por el suelo.
- Usa calzado de tacón bajo con suela antideslizante.
Accesorios para andador
Hay opciones y accesorios que pueden ayudar a que tu andador sea más fácil de usar. Por ejemplo:
- Algunos andadores se pliegan, lo que los hace más cómodos a la hora de moverlos y guardarlos.
- Algunos andadores tienen ruedas y frenos de mano.
- Las bandejas pueden ayudarte a llevar comida, bebidas y otros artículos.
- Algunos disponen de un bolsillo en el lateral que te permiten llevar libros, un teléfono u otros artículos que te gustaría llevar.
- Un andador con un asiento puede resultar una opción útil si necesitas descansar cuando andas.
- Las cestas son útiles si utilizas el andador cuando vas a hacer la compra.
Independientemente del andador que escojas, no lo sobrecargues. Y asegúrate de mantenerlo en buen estado. Las empuñaduras y los tapones de goma sueltos o desgastados pueden aumentar el riesgo de caída. Unos frenos muy sueltos o muy apretados también pueden aumentar dicho riesgo. Para obtener ayuda sobre el mantenimiento de un andador, consulta a tu médico, fisioterapeuta u otro miembro del equipo de atención médica.
Last Updated Aug 15, 2023
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