Alimentos sólidos: cómo preparar a tu bebé para comenzar

El primer contacto de tu bebé con los alimentos sólidos es un hito muy importante. A continuación, te presentamos lo que debes saber antes de que tu bebé dé su primer mordisco.

¿Está tu bebé listo para los alimentos sólidos?

La leche materna o de fórmula es el único alimento que necesita el recién nacido. La American Academy of Pediatrics (Academia Americana de Pediatría) recomienda la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses después del nacimiento.

Pero para los 4 a 6 meses de edad, la mayoría de los bebés están listos para comenzar a consumir alimentos sólidos como complemento de la lactancia o de la leche de fórmula. Es durante esta época que los bebés, normalmente, dejan de usar la lengua para empujar la comida fuera de la boca y comienzan a desarrollar la coordinación para mover los alimentos sólidos desde la parte delantera de la boca hasta la parte posterior para luego tragarlos.

Además de la edad, busca otros signos de que tu bebé está listo para los alimentos sólidos. Por ejemplo:

  • ¿Puede tu bebé sostener la cabeza en una posición vertical constante?
  • ¿Puede tu bebé sentarse con ayuda?
  • ¿Se lleva tu bebé las manos o los juguetes a la boca?
  • ¿Está su bebé mostrando un deseo de comer al inclinarse hacia adelante y abrir la boca?

Si tu respuesta a cualquiera de estas preguntas es sí y el proveedor de atención médica del bebé está de acuerdo, puedes comenzar a complementar la alimentación líquida del bebé.

¿Qué debo darle de comer y cuándo?

Continúa alimentando a tu bebé con leche materna o fórmula, hasta 32 onzas (907 gramos) al día. Después:

  • Empieza de forma sencilla. Ofrece alimentos de un solo ingrediente que no contengan azúcar ni sal. Espera de tres a cinco días entre cada nuevo alimento para ver si tu bebé tiene una reacción, como diarrea, sarpullido o vómitos. Después de introducir los alimentos que contienen un solo ingrediente, puedes ofrecérselos combinados.
  • Nutrientes importantes. El hierro y el cinc son nutrientes importantes en la segunda mitad del primer año de vida de tu bebé. Estos nutrientes se encuentran en el puré de carne y los cereales de grano simple fortificados con hierro.
  • Fundamentos de los cereales para bebés. Mezcla 1 cucharada de cereal para bebé de grano simple y fortificado con hierro con 4 cucharadas (60 mililitros) de leche materna o de fórmula. No utilices el biberón. En cambio, ayuda a tu bebé a sentarse erguido y ofrécele el cereal con una cuchara pequeña una o dos veces al día, después de amamantar al bebé con biberón o con leche materna. Comienza por servir una o dos cucharaditas. Una vez que tu bebé se acostumbre a tragar cereal líquido, mézclalo con menos líquido y aumenta gradualmente el tamaño de las porciones. Ofrece distintos cereales de grano simple, tales como arroz, avena o cebada. Evita alimentar a tu bebé solamente con cereal de arroz debido a la posible exposición al arsénico.
  • Agrega verduras y frutas. Progresivamente, introduce puré de verduras y frutas de un solo ingrediente que no contenga azúcar ni sal. Espera de tres a cinco días entre cada alimento nuevo.
  • Ofrécele alimentos picados finamente. Entre los 8 y los 10 meses, la mayoría de los bebés puede comer pequeñas porciones de este tipo de alimentos, como bayas, verduras, pastas, quesos, carnes bien cocidas, galletas para bebés y cereales secos.

¿Qué sucede si mi bebé rechaza sus primeros alimentos?

A menudo, los bebés rechazan sus primeras porciones de alimentos licuados porque el sabor y la textura son nuevos. Si tu bebé rechaza la comida, no lo obligues a comer. Inténtalo de nuevo en una semana. Si el problema continúa, consulta al proveedor de atención médica de tu hijo para asegurarte de que esta resistencia no indica un problema.

¿Qué ocurre con las alergias a los alimentos?

Se recomienda que le des a tu bebé alimentos potencialmente alérgenos cuando introduces otros alimentos complementarios. Los alimentos que, con frecuencia, pueden ser alérgenos son los siguientes:

  • Maní y frutos secos
  • Huevo
  • Lácteos
  • Trigo
  • Mariscos
  • Pescado
  • Soja

No hay evidencia de que demorar la introducción de estos alimentos puede ayudar a prevenir las alergias alimentarias. De hecho, la introducción temprana de alimentos con maní puede reducir el riesgo de que tu bebé desarrolle una alergia alimentaria a este fruto.

Aún así, especialmente si algún pariente cercano tiene una alergia alimentaria, dale a tu hijo su primer bocado de un alimento altamente alérgeno en casa (en lugar de en un restaurante) con un antihistamínico oral disponible. Si no hay reacción, el alimento puede ser introducido progresivamente en cantidades cada vez mayores.

¿Está bien el jugo?

No le des jugo a tu bebé hasta después de cumplir un año. El jugo no es una parte necesaria de la dieta del bebé y no es tan valioso como la fruta entera. Demasiado jugo podría ocasionar problemas con el peso y diarrea. Estar bebiendo jugo todo el día también puede provocar caries.

Si le ofreces jugo a tu bebé, asegúrate de que sea jugo 100 % de frutas y limítalo a 4 onzas al día.

Evita lo que no esté permitido

Ciertos alimentos no son apropiados para los bebés. Considera las siguientes pautas:

  • No le ofrezcas leche de vaca ni miel antes del primer año de vida. La leche de vaca no responde a las necesidades nutricionales del niño (no es buena fuente de hierro) y puede aumentar el riesgo de causar deficiencia de hierro. La miel puede contener esporas que causan una enfermedad grave conocida como botulismo infantil.
  • No le ofrezcas alimentos con los que pueda atragantarse. Cuando tu bebé comience a incorporar alimentos sólidos, no le ofrezcas perros calientes, trozos de carne o queso, uvas, verduras crudas ni trozos de frutas, a menos que estén cortados en pedacitos pequeños. Tampoco le ofrezcas alimentos duros, como semillas, nueces, palomitas de maíz o caramelos duros que no pueden sustituirse por opciones seguras. Otros alimentos que resultan muy riesgosos son la mantequilla de maní y los malvaviscos. Para introducir las nueces y evitar que se ahogue, unta mantequilla de maní en una capa fina o haz puré de mantequilla de maní o maní con frutas o verduras.

Preparación de los alimentos para el bebé en el hogar

Otra razón para no darle alimentos sólidos a tu bebé antes de los 4 meses es el riesgo asociado a ciertas comidas preparadas en el hogar. A un bebé menor de 4 meses no se le debe dar espinacas, remolachas, zanahorias, habichuelas o calabazas preparadas en casa. Estos alimentos podrían contener los nitratos suficientes para provocar el trastorno hematológico denominado metahemoglobinemia.

Controla las comidas

Durante la alimentación, habla con tu bebé y ayúdalo durante el proceso. Para que la hora de la comida sea agradable:

  • Quédate sentado. Apenas tu bebé pueda sentarse sin soporte, usa una sillita alta con una base ancha y estable. Ajusta las correas de seguridad.
  • Fomenta la exploración. Es probable que tu bebé juegue con la comida. Asegúrate de que los alimentos para comer con los dedos sean blandos, fáciles de tragar y que se rompan en trozos pequeños.
  • Incorpora utensilios. Ofrécele una cuchara a tu bebé para que sostenga mientras tú le das de comer con otra cuchara. A medida que la agilidad de tu hijo mejore, aliéntalo a que use una cuchara.
  • Ofrécele una taza. Alimentar a tu bebé con leche materna o leche de fórmula en una taza a la hora de comer puede ir preparándolo para dejar el biberón. Aproximadamente a los 9 meses de edad, es posible que tu bebé pueda beber de una taza sin ayuda.
  • Sirve porciones individuales. Si le das de comer a tu bebé directamente de un frasco o recipiente, la saliva que queda en la cuchara puede arruinar las sobras rápidamente. En cambio, sirve las porciones en un plato. Los frascos de alimento para bebé abiertos pueden guardarse en la heladera durante dos o tres días.
  • Evita las luchas de poder. Si tu bebé rechaza un alimento nuevo, no lo presiones. Solo debes volver a intentarlo en otro momento. La exposición repetida puede crear variedad en la dieta de tu bebé.
  • Cuándo es suficiente. Cuando tu bebé comió suficiente, puede largarse a llorar o voltear hacia otro lado. No lo fuerces para que siga comiendo. Si el crecimiento de tu bebé está dentro de los parámetros, es probable que esté comiendo lo suficiente. Tampoco intentes darle mucho de comer antes de ir a la cama para que duerma toda la noche. No hay evidencias de que esta técnica funcione.

Disfruta de la bandeja sucia de tu bebé, de las manitos engrudadas y la cara pegoteada. Estás sentando las bases para una vida con alimentación saludable.

Last Updated Oct 27, 2021


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