Desgarros vaginales durante el parto

Los desgarros vaginales son comunes durante el parto. A menudo ocurren cuando la cabeza de un bebé pasa por el orificio vaginal. Estos desgarros generalmente se deben a que la cabeza es demasiado grande para que la vagina se estire, o a que la vagina no se estira con facilidad. Los desgarros vaginales también se llaman laceraciones o desgarros perineales.

Los desgarros que implican solamente la piel alrededor de la vagina suelen curarse por sí solos en algunas semanas. Sin embargo, algunos desgarros son más graves y requieren tratamiento. Un miembro del equipo de atención médica te examinará después de que des a luz para ver si tienes un desgarro y, de ser así, si es necesario repararlo.

Ilustración de la vagina y el ano

Desgarros vaginales de primer grado

Los desgarros de primer grado son los menos graves. Afectan a la piel entre la abertura de la vagina y el recto y el tejido que se encuentra directamente bajo la piel. Esa zona se denomina perineo. Los desgarros de primer grado también se pueden producir en la zona del conducto que transporta la orina hacia el exterior del cuerpo, llamado uretra. Suelen producir dolor o escozor al orinar. Puede que no sea necesario suturarlos, aunque algunas veces sí. Si un desgarro de primer grado necesita sutura, suele practicarse en la sala de partos. Normalmente, cicatrizan en varias semanas.

Ilustración de un desgarro vaginal de primer grado

Desgarros vaginales de segundo grado

Los desgarros de segundo grado afectan la piel y los músculos en la zona entre el orificio vaginal y el recto. Los desgarros pueden llegar más adentro en la vagina. Los desgarros de segundo grado generalmente requieren puntos, que suelen ponerse en la sala de partos. La recuperación lleva entre 3 y 4 semanas.

Ilustración de un desgarro vaginal de segundo grado

Desgarros vaginales de tercer grado

Los desgarros vaginales de tercer grado se extienden al músculo que rodea el ano, llamado esfínter anal. Estos desgarros a veces necesitan repararse en una sala de operaciones en lugar de en la sala de partos. Por lo general, tardan entre 4 y 6 semanas en cicatrizar. Si tienes un desgarro de tercer grado, es posible que necesites tomar antibióticos para prevenir las infecciones.

Entre los problemas que pueden ocurrir una vez sanado un desgarro vaginal de tercer grado se encuentran la infección, la separación del desgarro reparado, no poder contener las heces, lo que también se llama incontinencia fecal, y no poder contener la orina, lo que también se llama incontinencia urinaria. Si notas alguno de estos problemas, ponte en contacto con un miembro del equipo de atención médica.

Ilustración de un desgarro vaginal de tercer grado

Desgarros vaginales de cuarto grado

Los desgarros vaginales de cuarto grado son los más graves. Se extienden por todo el esfínter anal hasta la membrana mucosa que recubre el recto. Los desgarros vaginales de cuarto grado suelen requerir reparación en un quirófano, en lugar de en la sala de partos. Algunas veces, requieren una reparación más compleja que la realización de una sutura. La recuperación puede durar de 4 a 6 semanas, o más. Si tienes un desgarro de cuarto grado, es posible que necesites tomar antibióticos para prevenir las infecciones.

Entre los problemas que pueden ocurrir una vez sanado un desgarro vaginal de cuarto grado se encuentran la infección, la separación del área reparada, no poder contener las heces, lo que también se llama incontinencia fecal, y no poder contener la orina, lo que también se llama incontinencia urinaria. Si notas alguno de estos problemas, ponte en contacto con un miembro del equipo de atención médica.

Ilustración de un desgarro vaginal de cuarto grado

Aliviar las molestias

Para aliviar las molestias durante la recuperación, puedes hacer lo siguiente:

  • Siéntate en una almohada o en una almohadilla anular.
  • Enfría la herida con una compresa de hielo o coloca una almohadilla fría con hamamelis entre una compresa higiénica y la herida.
  • Utiliza una bolsa de agua para echar agua tibia en la zona dañada mientras orinas.
  • Siéntate en un baño de agua templada lo suficientemente profundo para cubrir tus glúteos y cadera durante cinco minutos. Este suele llamarse baño de asiento. Algunas personas se alivian más con agua fría que con agua templada.
  • Toma medicamentos para aliviar el dolor, que puedes comprar sin receta médica. Si esto no es suficiente para aliviar el dolor, pregunta a un miembro del equipo de atención médica la posibilidad de utilizar anestesia en espray o crema en la zona dañada.
  • Un ablandador de heces o un laxante para prevenir el estreñimiento puede reducir la presión y el dolor en la zona dañada. Habla con un miembro del equipo de atención médica antes de comenzar a utilizar este medicamento.
  • Espera para mantener relaciones sexuales hasta que el desgarro haya cicatrizado por completo.
  • No utilices tampones ni copas menstruales hasta que el desgarro haya cicatrizado por completo.

Casos en los que debes comunicarte con el equipo de atención médica

La mayoría realiza un control médico a las 2 o 3 semanas del nacimiento del bebé y, otro, a los seis meses. Si tienes un desgarro vaginal, un miembro del equipo de atención médica vigilará tu recuperación durante estas visitas.

Si se producen problemas de salud más graves derivados del desgarro vaginal, puede que debas consultar a un especialista, como un uroginecólogo o un cirujano colorrectal.

Llama de inmediato al equipo de atención médica si tienes alguno de los siguientes síntomas. Podrían indicar que tienes una infección, que se ha producido una separación del desgarro reparado u otros problemas relacionados con un desgarro vaginal:

  • Dolor intenso.
  • El dolor empeora.
  • El dolor no desaparece.
  • Fiebre.
  • Incontinencia urinaria.
  • Incontinencia fecal.

Last Updated Aug 15, 2023


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