El perdón: Dejar atrás los rencores y la amargura

¿A quién no le han herido las acciones o las palabras de otra persona? Tal vez uno de tus padres te criticó constantemente cuando crecías, un colega saboteó uno de tus proyectos o tu pareja te engañó. O quizás tuviste una experiencia traumática, como abuso físico o emocional de parte de una persona en quien confiabas. Esas heridas pueden causar sentimientos persistentes de resentimiento, amargura e ira, y, a veces, incluso odio.

Pero si te aferras a ese dolor, quizá seas tú quien pague el precio más alto. Perdonar te puede traer paz y esperanza. Considera cómo el perdón puede guiarte por el camino del bienestar físico, emocional y espiritual.

¿Qué es el perdón?

Perdonar significa diferentes cosas para las distintas personas, pero, en general, implica una decisión intencional de dejar atrás el resentimiento y la ira.

Es posible que nunca olvides la acción que te hirió u ofendió, pero esforzarte en el perdón puede disminuir la influencia que esa acción tiene en ti. Puede ayudar a liberarte del control de la persona que te hirió. A veces, el perdón puede incluso derivar en sentimientos de comprensión, empatía y compasión hacia la persona que te hirió.

Perdonar no significa olvidar o justificar el daño que te hicieron, ni reconciliarte con la persona que te causó el daño. Te trae un tipo de paz que te permite enfocarte en ti mismo y te ayuda a continuar con tu vida.

¿Cuáles son los beneficios de perdonar a alguien?

Dejar atrás los rencores y la amargura puede dar lugar a mejor salud y más tranquilidad. El perdón puede llevar a lo siguiente:

  • Relaciones más sanas.
  • Mejor salud mental.
  • Menor grado de ansiedad, estrés y hostilidad.
  • Menos síntomas de depresión.
  • Disminución de la presión arterial.
  • Sistema inmunitario más fuerte.
  • Mejor salud del corazón.
  • Mayor autoestima.

¿Por qué es tan fácil tener resentimientos?

Que alguien te haga daño, particularmente por una persona que tú quieres y en quien confías, puede causar ira, tristeza y confusión. Si piensas todo el tiempo en sucesos o situaciones que te hirieron, rencores llenos de resentimiento y hostilidad pueden arraigarse. Si permites que los sentimientos negativos sustituyan a los positivos, quizás te sientas consumido por la amargura o por una sensación de injusticia.

Algunas personas perdonan, por naturaleza, más fácilmente que otras. Pero, aunque tiendas a guardar rencor, casi todo el mundo puede aprender a perdonar.

¿Cuáles son los efectos de tener rencor?

Si te resulta difícil perdonar, es posible que te ocurra lo siguiente:

  • Lleves tu ira y amargura a nuevas relaciones y experiencias.
  • Estés tan enfocado en la mala experiencia que no puedas disfrutar del presente.
  • Te deprimas, estés irritable o ansioso.
  • Sientas que estás en conflicto con tus creencias espirituales.
  • Pierdas conexiones valiosas y enriquecedoras con los demás.

¿Cómo llego a la etapa del perdón?

El perdón es un compromiso de cambio que lleva práctica. Para llegar al perdón, puedes hacer lo siguiente:

  • Reconoce el valor del perdón y cómo puede mejorar tu vida.
  • Identifica lo que es necesario sanar y a quién deseas perdonar.
  • Únete a un grupo de apoyo o consulta a un consejero.
  • Acepta las emociones que te provoca el daño que te hicieron, reconoce cómo esas emociones afectan tu comportamiento, y esfuérzate para dejarlas atrás.
  • Elige perdonar a la persona que te ofendió.
  • Libera el control y el poder que la persona que te ofendió y la situación en que lo hizo han tenido sobre tu vida.

¿Qué pasa si no puedo perdonar a alguien?

Perdonar puede ser difícil, en especial si la persona que te hirió no admite haber actuado mal. Si te sientes en una encrucijada:

  • Practica la empatía. Intenta ver la situación desde el punto de vista de la otra persona.
  • Pregúntate qué podría haber sucedido para que se comporte de esa manera. Tal vez habrías reaccionado de forma similar si te hubieras enfrentado a la misma situación.
  • Reflexiona sobre las veces en que otras personas te perdonaron a ti.
  • Escribe en un diario, reza o practica la meditación guiada. O bien, habla con una persona que consideres sabia y compasiva, como un líder espiritual, un profesional de salud mental o un ser querido o amigo imparcial.
  • Sé consciente de que perdonar es un proceso. Incluso es posible que debas revivir y perdonar las heridas pequeñas una y otra vez.

¿El perdón es garantía de reconciliación?

Si en el suceso que te hirió participó alguien con quien tenías una relación que valorabas, el perdón puede llevar a la reconciliación. Sin embargo, este no siempre es el caso.

La reconciliación puede ser imposible si la persona que te ofendió ha muerto o no quiere comunicarse contigo. En otros casos, la reconciliación puede no ser apropiada. De todas maneras, perdonar es posible, aunque reconciliarse no lo sea.

¿Qué hago si la persona a quien he perdonado no cambia?

Conseguir que otra persona cambie no es el propósito del perdón. Se trata de concentrarte en lo que puedes controlar aquí y ahora. Piensa en el perdón más desde el punto de vista de cómo puede cambiar tu vida al traerte paz, felicidad y sanación tanto emocional como espiritual. Perdonar puede quitar el poder que la otra persona sigue teniendo en tu vida.

¿Qué pasa si soy yo quien necesita ser perdonado?

El primer paso es evaluar con sinceridad y aceptar el daño que has causado y cómo afectó a otros. Evita juzgarte con demasiada dureza.

Si de verdad te sientes arrepentido de algo que dijiste o que hiciste y quieres que te perdonen, considera hablar con las personas a las que has hecho daño. Háblales de tu tristeza o arrepentimiento sincero. Pide perdón sin poner excusas.

No puedes obligar a nadie a que te perdone. Los otros necesitan llegar a la etapa del perdón cuando estén listos. Recuerda que perdonar es un proceso. Pase lo que pase, comprométete a tratar a otros con compasión, empatía y respeto.

Last Updated Feb 8, 2023


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