Mitos sobre los tratamientos oncológicos: ¿hay alguna verdad en cuanto a estas creencias frecuentes?
Los avances de las investigaciones han mejorado el tratamiento oncológico para hacerlo más eficaz y reducir los efectos secundarios. Sin embargo, aún persisten algunas ideas engañosas sobre el tratamiento oncológico. A continuación, se presentan algunos conceptos erróneos comunes sobre el tratamiento para el cáncer y explicaciones para ayudarte a comprender la verdad.
Mito: una actitud positiva es todo lo que necesitas para vencer al cáncer
Verdad: No existe ninguna prueba científica de que una actitud positiva te otorgue ventajas en el tratamiento oncológico o mejore las posibilidades de que te cures.
Lo que una actitud positiva puede hacer es mejorar la calidad de tu vida durante el tratamiento oncológico y más allá de este. Podrías tener más probabilidades de permanecer activo, de mantener los lazos con tus familiares y amigos, y de continuar con las actividades sociales. A su vez, esto puede mejorar tus sensaciones de bienestar y ayudarte a encontrar la fuerza para afrontar el cáncer.
Mito: si pudimos llevar a un hombre hasta la luna, ya deberíamos haber encontrado la cura del cáncer
Verdad: Encontrar la cura para el cáncer está resultando ser más complejo que dominar la ingeniería y la física requeridas para los vuelos espaciales.
El cáncer en realidad incluye un gran grupo de enfermedades. El cáncer de cada persona puede tener muchas causas diferentes. A pesar de los avances en el diagnóstico y el tratamiento, los médicos todavía tienen mucho que aprender sobre lo que hace que una célula se convierta en cancerosa y por qué a algunas personas que tienen cáncer les va mejor que a otras.
Además, el cáncer es un blanco móvil. Las células cancerosas pueden seguir mutando y cambiando durante el curso de la enfermedad. Esto puede hacer que las células cancerosas ya no respondan a los medicamentos de quimioterapia o a los tratamientos de radiación que se administraron inicialmente.
Mito: las compañías farmacéuticas y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos están bloqueando o reteniendo nuevos tratamientos contra el cáncer.
Verdad: tu médico y la Administración de Alimentos y Medicamentos, que debe aprobar los medicamentos nuevos antes de que puedan administrarse a personas que no están inscritas en los ensayos clínicos, son tus aliados. Como tales, hacen de tu seguridad una alta prioridad.
Desafortunadamente, los estudios científicos para determinar la seguridad y la eficacia de los tratamientos nuevos contra el cáncer llevan tiempo. Eso puede conllevar informes o crear la apariencia de que los nuevos tratamientos eficaces se están bloqueando.
Los médicos a menudo se dedican a la investigación del cáncer porque tienen un familiar o un amigo con esta enfermedad. Están tan interesados en encontrar una cura como cualquier otra persona, por la misma razón: los afecta personalmente. Odian ver a un ser querido sufriendo y no desean perder a esta persona. También quieren evitar a otros lo que han pasado.
Mito: los controles periódicos y la tecnología médica actual pueden detectar en forma precoz todo tipo de cáncer
Verdad: aunque la atención médica regular puede aumentar la capacidad de detectar el cáncer a tiempo, no es una garantía absoluta. El cáncer es una enfermedad complicada, y no hay una forma segura de detectarlo siempre.
Los exámenes de detección de rutina se han vinculado a una disminución de las muertes por cánceres de próstata, cuello del útero, mama, pulmón, colon y recto.
Mito: someterse al tratamiento oncológico significa que no puedes vivir en tu hogar, ir a trabajar ni hacer tus actividades habituales
Verdad: La mayoría de las personas que tienen cáncer son tratadas de forma ambulatoria en sus comunidades de origen.
A veces puede ser útil viajar a un centro médico especializado para recibir tratamiento. Pero a menudo, los médicos de un centro médico de este tipo pueden trabajar con los médicos de tu ciudad natal para que puedas estar con tu familia y amigos.
A veces, las personas pueden desear tomarse un tiempo fuera del trabajo para concentrarse en la salud. Muchas veces es posible reanudar o continuar trabajando.
Se ha investigado mucho para facilitar a la gente una vida más normal durante el tratamiento del cáncer. Por ejemplo, ahora hay medicamentos disponibles para ayudar a controlar mejor las náuseas y se anima a realizar programas de ejercicio. El resultado es que a menudo puedes trabajar y mantenerte activo durante el tratamiento.
Mito: El cáncer siempre causa dolor
Verdad: algunos cánceres nunca causan dolor.
En el caso de las personas que experimentan dolor oncológico, especialmente las que tienen un cáncer avanzado, los médicos son más conscientes de la necesidad de controlar ese dolor y han aprendido mejores formas de manejarlo. Aunque es posible que no se elimine todo el dolor, el objetivo es controlarlo para que tenga una repercusión mínima en tu rutina diaria.
Mito: las biopsias con aguja pueden alterar las células cancerosas y hacer que se trasladen a otras partes del cuerpo
Verdad: Para la mayoría de los tipos de cáncer, no existe evidencia concluyente de que una biopsia con aguja —un procedimiento que se utiliza para diagnosticar muchos tipos de cáncer— provoque la propagación de las células cancerosas.
No obstante, hay excepciones de las cuales los médicos y los cirujanos están al tanto. Por ejemplo, no se suelen realizar biopsias con aguja para diagnosticar cáncer testicular. En su lugar, si el médico sospecha que puedes tener cáncer testicular, se extrae el testículo.
Mito: la cirugía hace que el cáncer se expanda
Verdad: No hay pruebas que indiquen que la cirugía pueda hacer que el cáncer se extienda. No demores o rechaces el tratamiento a causa de este mito. La extirpación quirúrgica del cáncer suele ser el primer y más importante tratamiento.
Algunas personas pueden creer en este mito porque se sienten peor durante la recuperación que antes de la cirugía.
Mito: todo el mundo con el mismo tipo de cáncer recibe la misma clase de tratamiento.
Verdad: el médico adaptará el tratamiento a ti. El tratamiento que recibes depende de dónde está ubicado el cáncer, si se ha diseminado o cuánto lo ha hecho, cómo está afectando las funciones de tu cuerpo, tu salud general y otros factores.
Cada vez más, el tratamiento del cáncer se adapta en función de pruebas genéticas que se realizan en las células cancerosas. Los cambios o mutaciones específicas en estas pueden ayudar a guiar el tratamiento. Además, los tratamientos contra el cáncer pueden depender de los genes con los que se nace. Ciertos genes pueden mostrar que tu cuerpo procesa ciertos tratamientos de quimioterapia y medicamentos de manera diferente al cuerpo de otra persona.
Mito: todas las personas que tienen cáncer deben recibir tratamiento
Verdad: depende de ti si quieres tratar tu cáncer. Puede decidirlo después de consultar con el médico y conocer tus opciones.
Una persona que tiene cáncer puede elegir renunciar al tratamiento si presenta lo siguiente:
- Un cáncer de crecimiento lento. Algunas personas que tienen cáncer pueden no tener ningún signo o síntoma. Las pruebas de laboratorio podrían revelar que el cáncer está creciendo muy lentamente. Estas personas podrían elegir esperar y controlar el cáncer. Si de repente comienza a crecer más rápidamente, el tratamiento es siempre una opción.
- Otras afecciones médicas. Si tienes otras enfermedades importantes, puedes optar por no tratar tu cáncer, ya que el cáncer puede no ser la mayor amenaza para tu salud. Esto puede ser especialmente cierto en el caso de un cáncer de crecimiento lento.
- Un cáncer en etapa avanzada. Si la carga de los efectos secundarios del tratamiento supera el beneficio que este puede aportar, puedes optar por no recibirlo. Pero eso no significa que el médico te abandone. El médico puede seguir proporcionándote medidas de confort, como el alivio del dolor.
Last Updated Mar 8, 2024
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