Prevención del cáncer: siete consejos para reducir los riesgos

¿Cómo se puede reducir la probabilidad de tener cáncer? Hay consejos de sobra, pero a veces los de un estudio se contradicen con los de otros.

La información sobre la prevención del cáncer evoluciona constantemente. Sin embargo, es un hecho que el estilo de vida afecta las probabilidades de tener cáncer.

Considera estos consejos sobre el estilo de vida para ayudar a prevenirlo.

1. No consumas tabaco

Se ha vinculado fumar con varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de pulmón, boca, garganta, laringe, páncreas, vejiga, cuello del útero y riñón. Incluso inhalar humo de segunda mano podría aumentar el riesgo de cáncer de pulmón.

Sin embargo, fumar no es lo único dañino. Se ha vinculado el tabaco de mascar con el cáncer de boca, garganta y páncreas.

Mantenerse alejado del tabaco, o decidir dejar de consumirlo, es una parte importante de la prevención del cáncer. Para recibir ayuda a fin de dejar de fumar tabaco, consulta con un proveedor de atención médica sobre productos y otras formas para dejar de fumar.

2. Lleva una dieta saludable

Aunque comer alimentos saludables no puede garantizar la prevención del cáncer, podría reducir el riesgo. Considera lo siguiente:

  • Consume muchas frutas y verduras. Basa tu dieta en frutas, verduras y otros alimentos de origen vegetal, como granos o cereales integrales y frijoles (alubias o porotos). Come alimentos más ligeros y magros al elegir menos opciones altas en calorías. Limita los azúcares refinados y las grasas de origen animal.
  • Si bebes alcohol, que sea con moderación. El alcohol aumenta el riesgo de tener diferentes tipos de cáncer, como cáncer de mama, de colon, de pulmón, de riñón y de hígado. Cuanto más alcohol bebes, más aumenta el riesgo.
  • Limita las carnes procesadas. Comer carne procesada a menudo puede aumentar levemente el riesgo para ciertos tipos de cáncer. Esta información proviene de un informe del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, el organismo contra el cáncer de la Organización Mundial de la Salud.

Las personas que siguen una dieta mediterránea, con aceite de oliva extra virgen y frutos secos mixtos, podrían tener un menor riesgo para cáncer de mama. La dieta mediterránea se centra principalmente en alimentos de origen vegetal, como frutas y verduras, granos o cereales integrales, legumbres y frutos secos. Quienes llevan una dieta mediterránea eligen grasas saludables, como aceite de oliva en vez de mantequilla, y pescado en vez de carne roja.

3. Mantén un peso saludable y haz actividad física

Mantener un peso saludable podría reducir el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer. Estos tipos de cáncer pueden incluir cáncer de mama, próstata, pulmón, colon y riñón.

La actividad física también contribuye. Además de ayudarte a controlar tu peso, la actividad física por sí sola podría reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama y de colon.

Realizar cualquier cantidad de actividad física brinda beneficios para la salud. Sin embargo, para obtener los mayores beneficios, esfuérzate por conseguir al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada o 75 minutos a la semana de actividad aeróbica intensa.

Puedes combinar actividad moderada con intensa. Como meta general, incluye al menos 30 minutos de actividad física en tu rutina diaria. Cuanto más, mejor.

4. Protégete del sol

El cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más comunes y uno de los más prevenibles. Prueba estos consejos:

  • Evita el sol del mediodía. Mantente alejado del sol de 10:00 a 16:00, cuando los rayos del sol son más fuertes.
  • Quédate en la sombra. Cuando estés al aire libre, permanece en la sombra tanto como sea posible. Los anteojos de sol y un sombrero de ala ancha también ayudan.
  • Cúbrete la piel. Usa ropa que cubra la mayor cantidad posible de piel. Cúbrete la cabeza y usa anteojos de sol. Usa colores brillantes u oscuros, ya que reflejan más los rayos dañinos del sol que los colores pasteles o el algodón blanqueado.
  • No escatimes en protector solar. Usa un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar de al menos 30, incluso en días nublados. Aplica mucho protector solar. Vuelve a aplicarlo cada dos horas, o con más frecuencia si estás nadando o sudando.
  • Evita las camas solares y las lámparas solares. Pueden causar el mismo daño que la luz solar.

5. Recibe la vacuna

La protección contra ciertas infecciones virales puede ayudarte a evitar el cáncer. Consulta a un proveedor de atención médica acerca de la vacunación contra los siguientes virus:

  • Hepatitis B. La hepatitis B puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de hígado. Los adultos con un alto riesgo de contraer hepatitis B son aquellas personas que tienen relaciones sexuales con más de una pareja, las que tienen una pareja sexual que tiene relaciones sexuales con otras personas y las que tienen infecciones de trasmisión sexual.

    Otras personas de alto riesgo son aquellas que se inyectan drogas ilícitas, hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres y trabajadores de la salud o de la seguridad pública que podrían entrar en contacto con sangre o líquidos corporales infectados.

  • Virus del papiloma humano (VPH). El VPH es un virus de trasmisión sexual que puede derivar en cáncer del cuello del útero y otros tipos de cáncer genital, así como cáncer de células escamosas de la cabeza y el cuello. La vacuna contra el VPH se recomienda para niñas y niños de 11 y 12 años. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó recientemente el uso de la vacuna Gardasil 9 para hombres y mujeres de 9 a 45 años.

6. Evita comportamientos riesgosos

Otra táctica eficaz para la prevención del cáncer es evitar los comportamientos de riesgo que pueden llevar a infecciones que, a su vez, podrían aumentar el riesgo de cáncer. Ejemplos de estas tácticas incluyen:

  • Mantén relaciones sexuales seguras. Limita la cantidad de parejas sexuales y usa un preservativo. Cuantas más parejas sexuales tengas durante toda tu vida, mayores serán las probabilidades de contraer una infección de trasmisión sexual, como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o el virus del papiloma humano (HPV).

    Las personas que tienen VIH o SIDA tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de ano, hígado y pulmón. El VPH se asocia con mayor frecuencia con el cáncer del cuello del útero, pero también podría aumentar el riesgo de contraer cáncer de ano, pene, garganta, vulva y vagina.

  • No compartas agujas. Inyectarte drogas ilícitas con agujas compartidas puede llevar al contagio de VIH, así como hepatitis B y hepatitis C, que son enfermedades que pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de hígado. Si te preocupa el abuso o la adicción a drogas ilícitas o de prescripción, busca ayuda profesional.

7. Consigue atención médica regular

Los autoexámenes regulares y los exámenes de detección para varios tipos de cáncer (como el de piel, de colon, de cuello del útero y de mama) pueden aumentar tus probabilidades de descubrir el cáncer a tiempo, cuando el tratamiento tiene más probabilidades de tener éxito. Pregúntale al proveedor de atención médica cuál es el mejor programa de exámenes de detección de cáncer para ti.

Last Updated Mar 18, 2023


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