Sobrevivientes del cáncer: Control de las emociones después del tratamiento oncológico

Cuando comenzaste el tratamiento contra el cáncer, ansiabas el día en que terminara. Ahora que finalizó, no sabes si estás preparado para la vida como sobreviviente después del tratamiento.

Cuando termine el tratamiento, es probable que consultes al equipo de atención oncológica con menos frecuencia. Aunque tú, tus amigos y tu familia estén ansiosos por volver a tener una vida más normal, pueden tener miedo. Quizás te preocupe el hecho de reunirte menos con los proveedores de atención médica que te apoyaron durante tu tratamiento.

Todo lo que sientes en este momento es normal en los sobrevivientes de cáncer. La recuperación del tratamiento contra el cáncer se trata de sanar no solo el cuerpo, sino también la mente.

Tómate el tiempo necesario para aceptar el miedo, el sufrimiento y la sensación de aislamiento que puedas sentir en este momento. Luego, toma medidas para comprender por qué sientes estas emociones y qué puedes hacer al respecto.

Miedo de recurrencia en los sobrevivientes del cáncer

La recurrencia del cáncer es cuando este vuelve a aparecer después del tratamiento. El miedo a que el cáncer vuelva es común en las personas que sobrevivieron a esta enfermedad. Aunque pasen muchos años sin presentar ningún signo de cáncer, quienes tuvieron la enfermedad afirman que la idea de la recurrencia siempre está presente. Es posible que te preocupe que cualquier dolor o malestar sea un signo de recurrencia del cáncer. Eventualmente, estos temores disminuirán, aunque es posible que nunca desaparezcan por completo.

Enfrenta tu temor siendo honesto contigo mismo acerca de lo que sientes. Intenta no sentirte culpable por tus sentimientos ni ignorarlos con la esperanza de que desaparezcan. Pregúntale a tu proveedor de atención médica qué puedes hacer para reducir las posibilidades de recurrencia del cáncer.

Una vez que hayas hecho todo lo posible para reducir este riesgo, reconoce tus temores. Asume el control de los temores y haz lo que puedas para influir en tu salud futura. Intenta lo siguiente:

  • Cuida tu cuerpo. Concéntrate en mantener un buen estado de salud. Sigue una alimentación saludable que incluya muchas frutas y verduras. Incorpora al ejercicio en tu día. Al principio, comienza de a poco y luego aumenta la intensidad y la cantidad de ejercicio que haces mientras te recuperas. Duerme lo suficiente para levantarte con una sensación de descanso.

    Estas medidas pueden ayudar a que el cuerpo se recupere del tratamiento oncológico y también a tranquilizarte, ya que te aportan un mayor sentido de control de tu vida.

  • Asiste a todas las citas de seguimiento. Cuando sea el momento de tu próxima cita de seguimiento, es posible que temas lo peor. No permitas que eso te impida asistir.

    Usa el tiempo con tu proveedor de atención médica para hacer preguntas sobre cualquier síntoma que te preocupe. Anota tus inquietudes y habla de ellas en tu próxima cita médica. Si tienes un amigo o un familiar en el que confíes, pídele que te acompañe para darte apoyo.

    Pregunta sobre el riesgo de recurrencia y a qué síntomas debes prestar atención. Saber más puede ayudarte a sentir que tienes más control.

  • Hazte todas las pruebas de seguimiento. Analiza con tu proveedor de atención médica los planes para el seguimiento y para vigilar el cáncer. Juntos crearán un plan de seguimiento específico en función de tu situación particular. No todas las personas necesitan exámenes de detección ni análisis de sangre de manera regular.

  • Pregúntale a tu proveedor de atención médica sobre la elaboración de un plan para detectar efectos secundarios tardíos del tratamiento oncológico. Muchos tratamientos oncológicos pueden generar efectos secundarios años después. Pregúntale a tu proveedor de atención médica si necesitarás hacerte exploraciones o tener citas con regularidad.

  • Sé franco con respecto a tus temores. Expresa tus inquietudes a familiares, amigos, otras personas que sobrevivieron al cáncer, tu proveedor de atención médica o un consejero. Si no te sientes cómodo con la idea de hablar sobre tus temores, intenta anotar tus ideas en un diario.
  • Mantente ocupado. Levántate, vístete y sal de la casa cuando sea posible. Busca actividades que te distraigan de los temores. Ten un plan y una rutina para cada día.

La mayoría de las personas que sobrevivieron al cáncer indican que el temor a la recurrencia disminuye con el tiempo. Sin embargo, algunos eventos pueden desencadenar temores. Las sensaciones pueden ser particularmente fuertes antes de las citas de seguimiento con el proveedor de atención médica o cerca del aniversario del diagnóstico de cáncer.

El estrés en los sobrevivientes del cáncer

Cuando te diagnosticaron cáncer, es posible que te hayas volcado por completo al tratamiento y la recuperación. Ahora que finalizaste el tratamiento, tienes muchos proyectos en casa y cuestiones pendientes que requieren atención. Esto puede hacerte sentir estresado y abrumado. Tienes energía limitada, por lo que debes aprender a decir que no.

No sientas que debes hacer todo de una vez. Tómate tiempo para ti a medida que creas una nueva rutina diaria. Intenta hacer ejercicio, hablar con otros sobrevivientes de cáncer y dedicar tiempo a las actividades que disfrutes.

Depresión y ansiedad en los sobrevivientes del cáncer

Los sentimientos persistentes de tristeza e ira pueden interferir en tu vida cotidiana. En el caso de muchas personas, estos sentimientos se vuelven menos intensos con el tiempo. Pero en otros casos, pueden convertirse en depresión.

Habla con el proveedor de atención médica sobre tus sentimientos. Si es necesario, te pueden remitir a alguien que pueda ayudarte a través de la psicoterapia, los medicamentos o ambas cosas. El diagnóstico temprano y el tratamiento inmediato son fundamentales para superar con éxito la depresión.

La inseguridad en los sobrevivientes del cáncer

Si la cirugía u otros tratamientos cambiaron tu aspecto, es posible que te sientas acomplejado por tu cuerpo.

Los cambios en el color de la piel, el aumento o la pérdida de peso, la pérdida de una extremidad o la colocación de una ostomía podrían hacer que prefieras quedarte en tu casa, alejado de otras personas. Es posible que te alejes de tus amigos y familiares. La inseguridad puede tensar la relación con tu pareja si no te sientes merecedor de amor o afecto.

Tómate tiempo para asumirlo. Pero también aprende a enfocarte en las maneras en que el cáncer te convirtió en una persona más fuerte. Date cuenta de que eres más que las cicatrices que el cáncer te dejó. Cuando te sientes más seguro de ti mismo, los demás se sienten más cómodos cuando están contigo.

La soledad en los sobrevivientes de cáncer

Es posible que sientas que los demás no comprenden lo que has vivido. Esto dificulta relacionarse con otras personas y puede derivar en soledad. Es posible que tus familiares y amigos no estén seguros de cómo ayudarte y que algunas personas incluso te tengan miedo porque tuviste cáncer. Quizás las personas que no transitaron este camino no puedan identificarse con lo que tú viviste.

No afrontes la soledad por tu cuenta. Considera sumarte a un grupo de apoyo con otros supervivientes del cáncer que tengan las mismas emociones que tú. Comunícate con la división local de la Sociedad Americana contra el Cáncer para obtener más información. O bien, prueba una plataforma de mensajes en línea para sobrevivientes al cáncer, como la Cancer Survivors Network (Red de Sobrevivientes al Cáncer) de la Sociedad Americana contra el Cáncer.

Adónde dirigirse para obtener ayuda

En ocasiones, hablar con familiares o amigos puede ser de ayuda. Sin embargo, quizás sientas que esas personas no comprenden realmente lo que estás pasando. Considera hablar con las siguientes personas:

  • Un terapeuta. Es posible que tu proveedor de atención médica te remita a un profesional de salud mental que pueda ayudarte a lidiar con tus emociones y buscar maneras de afrontar tus sentimientos.
  • Otros sobrevivientes de cáncer. Los grupos de apoyo, ya sea en tu comunidad o en línea, ofrecen un buen espacio donde compartir tus sentimientos o escuchar a otras personas que están pasando por lo mismo. Puedes aprender nuevas maneras de afrontar los miedos.

    También puedes trasmitir tu propia experiencia a otras personas que se encuentran en tratamiento activo y ayudarlas en su proceso.

Diseña tu propio plan para manejar tus emociones. Ten la mente abierta y prueba diferentes estrategias para descubrir lo que mejor te funcione. Prioriza tu salud.

Last Updated Dec 17, 2022


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