Tratamiento para el asma: Tres pasos para controlar el asma de una manera más eficaz
Los objetivos del tratamiento para el asma son limitar los síntomas, prevenir las crisis asmáticas y evitar los efectos secundarios de los medicamentos para el asma. Los tres pasos siguientes pueden ayudarte a tomar el control del tratamiento del asma.
1. Sigue tu plan de acción contra el asma
Tu equipo de atención médica puede trabajar contigo para preparar un plan escrito de acción contra el asma. Este plan te indica cómo tomar decisiones cada día y cuándo tomar tus medicamentos. Seguir este plan es clave para controlar el asma.
Un plan tiene tres partes con códigos de color:
- Verde. La zona verde del plan es para los momentos en que te encuentras bien y no tienes síntomas de asma. El plan te indica qué dosis de medicamento de control a largo plazo debes tomar cada día. También te indica cuántas inhalaciones de un inhalador de alivio rápido debes realizar antes de hacer ejercicio.
- Amarillo. La zona amarilla te indica qué hacer si tienes síntomas. Explica cuándo utilizar un inhalador de alivio rápido y cuántas inhalaciones hay que hacer. También describe qué hacer si tus síntomas no mejoran y cuándo llamar al equipo de atención médica.
- Rojo. La zona roja te indica cuándo debes buscar atención médica de emergencia si los síntomas no mejoran o si empeoran.
2. Realización de pruebas pulmonares en casa
Tu equipo de atención médica puede pedirte que utilices un dispositivo que mide lo bien que funcionan tus pulmones. Esto se conoce como estudio de la función pulmonar.
Tu plan de acción contra el asma incluye instrucciones sobre cuándo o con qué frecuencia se te debe hacer un estudio de la función pulmonar. El plan también te indica qué hacer si la prueba muestra que tus pulmones no funcionan bien.
Puedes utilizar uno de estos dispositivos:
- Medidor de flujo espiratorio máximo. Este dispositivo mide la rapidez con la que puedes expulsar aire de los pulmones. Las lecturas del flujo espiratorio máximo suelen ser un porcentaje del funcionamiento óptimo de los pulmones. Esto se conoce como flujo espiratorio máximo personal.
- Espirómetro. Un espirómetro mide cuánto aire pueden retener tus pulmones y con qué rapidez puedes exhalar. Esta medida se conoce como volumen espiratorio forzado (VEF1). Tu medición del VEF1 se compara con el VEF1 típico de las personas que no tienen asma. Al igual que ocurre con la lectura del flujo espiratorio máximo, esta comparación suele expresarse en porcentaje.
Es probable que tu equipo de atención médica utilice esta prueba durante tus visitas al consultorio, pero puede que necesites utilizar un espirómetro manual en casa.
3. Llevar un registro del asma
Lleva un registro del asma todos los días. Esta información te ayuda a realizar un seguimiento de tus síntomas y a compartir información precisa con tu equipo de atención médica. Registra la siguiente información:
- Dosis de medicamentos de larga duración y de alivio rápido que utilizas cada día.
- Descripción de los síntomas.
- Gravedad y duración de los síntomas.
- Hora del día en que aparecen los síntomas.
- Posibles desencadenantes de los síntomas, como el ejercicio o las alergias.
- Dificultad para trabajar, estudiar, hacer ejercicio u otras actividades cotidianas debido a los síntomas del asma.
- Resultados del estudio de la función pulmonar.
- Citas no programadas o atención médica urgente por asma.
Entre los síntomas que debes anotar en tu diario del asma se incluyen:
- Falta de aliento o tos.
- Sonidos silbantes al exhalar, llamados sibilancias.
- Alteraciones del sueño causadas por falta de aliento, tos o sibilancias.
- Dolor u opresión del pecho.
- Síntomas de la fiebre del heno, como estornudos y goteo de la nariz.
Trabaja con tu equipo de atención médica
Lo más probable es que te reúnas periódicamente con tu equipo de atención médica para realizar revisiones y ver cómo te encuentras. Lleva tu plan escrito de acción contra el asma y tu diario del asma a todas las citas. La información de tu diario ayuda al especialista en asma a saber si la enfermedad está bien controlada, mal controlada o muy mal controlada.
Niveles de control del asma en mayores de 12 años
Bien controlada | Mal controlada | Muy mal controlada | |
Síntomas como tos, sibilancias o falta de aliento | Dos días a la semana o menos | De una a tres veces por semana | Cuatro veces por semana o más |
Despertares nocturnos | Dos veces al mes o menos | De una a tres veces por semana | Cuatro veces por semana o más |
Efecto en las actividades cotidianas | Ninguno | Algunas limitaciones | Extremadamente limitante |
Uso del inhalador de alivio rápido para controlar los síntomas | Dos días a la semana o menos | Más de dos días a la semana | Varias veces al día |
Lecturas de las pruebas pulmonares | Más del 80 % de tu mejor marca personal prevista | Entre el 60 % y el 80 % de tu mejor marca personal prevista | Menos del 60 % de tu mejor marca personal prevista |
Si el asma está bien controlada, tu proveedor de atención médica puede reducir la dosis de tus medicamentos. Si el asma está mal controlada o pésimamente controlada, posiblemente necesites tomar medicamentos diferentes o en dosis más altas. Estos cambios se registran en tu nuevo plan de acción contra el asma.
También es posible que debas tomar medidas para controlar los desencadenantes, como aumentar o cambiar los tratamientos antialérgicos. Quizá tengas que tomar medidas para eliminar o evitar los desencadenantes del asma.
Last Updated Aug 17, 2023
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