Tratamientos alternativos para el cáncer: 11 opciones que pueden considerarse
Muchas personas con cáncer quieren probar cualquier cosa que pueda ayudarlos, incluidos los tratamientos complementarios y alternativos para el cáncer. Sin embargo, muchos tratamientos alternativos contra el cáncer no están probados y algunos incluso pueden ser peligrosos.
Para ayudarte a distinguir qué es bueno y qué no, aquí hay 11 tratamientos alternativos contra el cáncer que generalmente son seguros. Además, cada vez hay más pruebas de que estos tratamientos pueden proporcionar algún beneficio.
¿Cómo puede ayudar la medicina alternativa a las personas con cáncer?
Es posible que los tratamientos alternativos para el cáncer no desempeñen un papel directo en la cura del cáncer, pero pueden ayudarte a lidiar con los signos y síntomas del cáncer y los tratamientos para este, como la ansiedad, el cansancio, las náuseas y los vómitos, el dolor, la dificultad para dormir y el estrés.
Medicina alternativa es un término que se utiliza habitualmente para describir métodos que no suelen ofrecer los proveedores de atención médica. A medida que los investigadores estudian estos tratamientos y aumenta la evidencia de estos métodos alternativos, los médicos y otros proveedores los están incluyendo en los planes de tratamiento junto con los tratamientos estándar. Es un enfoque que los proveedores a veces llaman medicina integral.
El uso de estos enfoques de medicina integral basados en la evidencia junto con los tratamientos estándar puede ayudar a aliviar muchos de los síntomas asociados al cáncer y su tratamiento, pero los tratamientos alternativos o integrales no suelen ser lo suficientemente eficaces como para sustituir por completo a los tratamientos estándar. Analiza las opciones con el proveedor de atención médica para encontrar el equilibrio adecuado.
Si tienes: | Entonces considera probar: |
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Ansiedad | Hipnosis, masaje, meditación, musicoterapia, técnicas de relajación |
Cansancio | Ejercicio, masajes, técnicas de relajación, yoga |
Náuseas y vómitos | Acupuntura, aromaterapia, hipnosis, musicoterapia |
Dolor | Acupuntura, aromaterapia, hipnosis, masajes, musicoterapia |
Problemas de sueño | Terapia cognitivo conductual, ejercicio, técnicas de relajación, yoga |
Estrés | Aromaterapia, ejercicio, hipnosis, masajes, meditación, musicoterapia, taichí, yoga |
¿Qué tratamientos vale la pena probar?
Habla con el proveedor de atención médica si estás interesado en probar lo siguiente:
Acupuntura. Durante el tratamiento de acupuntura, un profesional introduce pequeñas agujas en la piel en puntos específicos. Los estudios muestran que la acupuntura puede ser útil para aliviar las náuseas que provoca la quimioterapia. Es posible que la acupuntura también contribuya a aliviar algunos tipos de dolores en pacientes con cáncer.
La acupuntura es segura si la realiza un profesional matriculado con agujas estériles. Pide al proveedor de atención médica nombres de profesionales de confianza. La acupuntura no es segura si estás tomando anticoagulantes o si tienes un recuento sanguíneo bajo, así que consulta primero con el proveedor de atención médica.
La acupresión es una técnica relacionada en la que se aplica una ligera presión en determinadas zonas, como la muñeca, para ayudar a aliviar las náuseas.
Aromaterapia. La aromaterapia utiliza aceites aromáticos para brindar una sensación de calma. Los aceites, impregnados de aromas como la lavanda, pueden aplicarse sobre la piel durante un masaje o añadirse al agua de la bañera. Los aceites aromáticos también pueden calentarse para liberar sus aromas en el aire. Es posible que la aromaterapia sea útil para aliviar las náuseas, el dolor y el estrés.
La aromaterapia la puede realizar un profesional, o tú puedes usarla por tu cuenta. La aromaterapia es segura, aunque los aceites que se aplican sobre la piel pueden causar reacciones alérgicas. Las personas con cáncer sensible a los estrógenos, como algunos cánceres mamarios, deben evitar aplicarse grandes cantidades de aceite de lavanda y de árbol de té en la piel.
Terapia cognitivo conductual. La terapia cognitivo conductual es un tipo frecuente de terapia psicoterapia. Durante una sesión de terapia cognitivo conductual, un especialista en salud mental, como un psicoterapeuta o un terapeuta, trabaja contigo para ver las situaciones difíciles con mayor claridad y responder de manera más eficaz.
En las personas con cáncer, es posible que la terapia cognitivo conductual ayude con los problemas de sueño. El especialista en terapia cognitivo conductual o terapeuta puede ayudarte a identificar y reemplazar los pensamientos y comportamientos que causan o empeoran los problemas del sueño con hábitos que promueven el sueño profundo.
Pide al proveedor de atención médica que te derive a un especialista si estás interesado en probar la terapia cognitivo conductual.
Ejercicio. El ejercicio puede ayudarte a controlar los signos y síntomas durante y después del tratamiento del cáncer. El ejercicio de baja intensidad puede ayudar a aliviar la fatiga y el estrés y a dormir mejor. Actualmente, muchos estudios demuestran que un programa de ejercicios puede ayudar a las personas con cáncer a vivir más tiempo y mejorar su calidad de vida en general.
Si no has estado haciendo ejercicio con regularidad, consulta con tu proveedor de atención médica antes de comenzar un programa de ejercicios. Comienza poco a poco y ve añadiendo más ejercicio a medida que vayas avanzando. Trata de llegar a hacer al menos 30 minutos de ejercicio la mayoría de los días de la semana.
Hipnosis. La hipnosis es un estado profundo de concentración. Durante una sesión de hipnoterapia, un terapeuta puede hipnotizarte hablando con una voz suave y ayudándote a relajarte. Luego, el terapeuta te ayudará a centrarte en objetivos, como controlar el dolor y reducir el estrés.
Es posible que la hipnosis sea útil para las personas con cáncer que sufren ansiedad, dolor y estrés. Asimismo, es posible que contribuya a prevenir las náuseas y los vómitos anticipados que pueden producirse si la quimioterapia te provocó esto en el pasado. Cuando la realiza un terapeuta diplomado, la hipnosis es segura, pero informa a tu terapeuta si tienes antecedentes de enfermedades mentales.
Masajes. Durante un masaje, el profesional de la salud presiona firmemente la piel, los músculos y los tendones para aliviar la tensión muscular y el estrés y promover la relajación. Existen varios métodos de masaje. El masaje puede ser ligero y suave, o puede ser profundo con más presión.
Los estudios han descubierto que los masajes pueden ser útiles para aliviar el dolor en las personas con cáncer. Asimismo, pueden ayudar a aliviar la ansiedad, el cansancio y el estrés.
Los masajes pueden ser seguros si los realiza un masajista experto. Muchos centros oncológicos tienen masajistas entre su personal, o tu proveedor de atención médica puede derivarte a un masajista que trabaje regularmente con personas con cáncer.
No te hagas un masaje si tus recuentos sanguíneos son muy bajos. Pide al masajista que evite masajear cerca de cicatrices por cirugías, zonas de tratamiento con radiación o tumores. Si tienes cáncer en los huesos u otras enfermedades óseas, como la osteoporosis, pide al masajista que use una presión ligera, en lugar de un masaje profundo.
Meditación. La meditación es un estado de concentración profunda en el que se concentra la mente en una imagen, un sonido o una idea, como un pensamiento positivo. Al meditar, también puedes hacer ejercicios de respiración profunda o de relajación. Es posible que la meditación ayude a las personas con cáncer al aliviar la ansiedad y el estrés y mejorar el estado de ánimo.
Por lo general, la meditación es segura. Puedes meditar por tu cuenta durante unos minutos una o dos veces al día o puedes tomar una clase con un instructor. Asimismo, hay muchos cursos en línea y aplicaciones disponibles para las meditaciones guiadas.
Musicoterapia. Durante las sesiones de musicoterapia, puedes escuchar música, tocar instrumentos, cantar canciones o escribir letras. Es posible que un musicoterapeuta capacitado te guíe a través de actividades diseñadas para satisfacer tus necesidades específicas, o bien, puedes participar en la musicoterapia en un entorno de grupo. Es posible que la musicoterapia ayude a aliviar el dolor, controlar las náuseas y los vómitos y hacer frente a la ansiedad y el estrés.
La musicoterapia es segura y no se requiere ningún talento musical para participar. Muchos centros médicos tienen musicoterapeutas diplomados entre su personal.
Técnicas de relajación. Las técnicas de relajación son formas de centrar la atención en calmar la mente y relajar los músculos. Las técnicas de relajación pueden incluir actividades como los ejercicios de visualización o la relajación muscular progresiva.
Es posible que las técnicas de relajación sean útiles para aliviar la ansiedad y el cansancio. Asimismo, es posible que ayuden a las personas con cáncer a dormir mejor.
Las técnicas de relajación son seguras. Por lo general, un terapeuta te guía a través de estos ejercicios y, con el tiempo, es posible que puedas hacerlos por tu cuenta o con la ayuda de grabaciones de relajación guiada.
Taichí. El taichí es una forma de ejercicio que incorpora movimientos suaves y respiración profunda. El taichí lo puede dirigir un instructor, o puedes aprenderlo por tu cuenta siguiendo libros o videos. Es posible que practicar taichí ayude a aliviar el estrés.
Por lo general, el taichí es seguro. Los movimientos lentos del taichí no requieren una gran fuerza física, y los ejercicios pueden adaptarse fácilmente a tus propias capacidades. Aun así, consulta con el proveedor de atención médica antes de empezar a practicar taichí. No hagas ningún movimiento de taichí que te cause dolor.
Yoga. El yoga combina ejercicios de estiramiento con respiración profunda. Durante una sesión de yoga, se coloca el cuerpo en varias posturas que requieren flexión, torsión y estiramiento. Existen muchos tipos de yoga, cada uno con sus propias variaciones.
El yoga puede proporcionar cierto alivio del estrés a las personas con cáncer. También se ha demostrado que el yoga mejora el sueño y reduce la cansancio.
Antes de empezar una clase de yoga, pide al proveedor de atención médica que te recomiende un instructor que trabaje habitualmente con personas con problemas de salud, como el cáncer. Evita las posturas de yoga que provocan dolor. Un buen instructor puede ofrecerte posturas alternativas que sean seguras para ti.
Es posible que descubras que algunos tratamientos funcionan bien juntos. Por ejemplo, la respiración profunda durante un masaje puede proporcionar un mayor alivio del estrés.
Last Updated Jan 5, 2024
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