Diabetes: ¿Qué puedo hacer para protegerme el hígado?

Es una buena idea pensar en cómo proteger tu hígado. La diabetes aumenta tu riesgo de padecer enfermedad del hígado graso no alcohólico. Esta es una afección en la que se acumula un exceso de grasa en el hígado, aunque bebas poco o nada de alcohol.

Al menos la mitad de las personas con diabetes tipo 2 tienen la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Los expertos no saben si las personas que tienen diabetes tipo 1 contraen esta afección con mayor frecuencia que otras personas. La frecuencia de la obesidad, la cual aumenta el riesgo de contraer diabetes tipo 2, se presenta con la misma frecuencia en las personas con diabetes tipo 1 y tipo 2. Otras afecciones médicas también aumentan el riesgo para enfermedad del hígado graso no alcohólico. Estas afecciones incluyen colesterol alto y presión arterial alta.

La enfermedad del hígado graso generalmente no produce síntomas. Sin embargo, aumenta el riesgo de presentar inflamación o formación de tejido cicatricial en el hígado, lo cual se conoce como cirrosis. También aumenta el riesgo de tener cáncer de hígado, enfermedades cardíacas y enfermedades renales.

La enfermedad del hígado graso puede incluso jugar un papel en la diabetes tipo 2. Si tienes ambas afecciones y tu diabetes tipo 2 está mal controlada, esto puede empeorar la enfermedad del hígado graso.

Las mejores formas de prevenir la enfermedad del hígado graso incluyen lo siguiente:

  • Trabaja con tu equipo de atención médica para manejar tu nivel de glucosa en la sangre.
  • Baja de peso si es necesario y trata de mantenerte en un peso saludable.
  • Toma medidas para reducir la presión arterial alta.
  • Mantén el colesterol malo (también llamado lipoproteína de baja densidad) y la grasa sanguínea (los triglicéridos) dentro de los límites recomendados.
  • No bebas demasiado alcohol. La recomendación para los adultos es una bebida al día en el caso de las mujeres y hasta dos bebidas al día en el caso de los hombres.

Si tienes diabetes, tu proveedor de atención médica puede recomendar una ecografía del hígado cuando recibas el diagnóstico inicial. Después, tu proveedor de atención médica probablemente solicite análisis de sangre de seguimiento regulares para monitorear la función hepática.

Last Updated Jan 27, 2023


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